Con un primo Parte 2.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Habían pasado 6 meses desde que tuve sexo con mi primo Adrian, él y mi tía se habían mudado a otra ciudad así que no tuvimos oportunidad de vernos otra vez, solo cuando los fuimos a despedir en el aeropuerto pero no tuve oportunidad de hacer nada con el.

Desde mi primera vez cambie totalmente, cada vez que tenía oportunidad veía porno gay en la computadora y me introducía dedos en mi ano.
Mi mama llegó del trabajo y me dijo:
-Te tengo una noticia que creo que te va a gustar.
-¿Que es mamá?
-No te puedo decir, es una sorpresa.
-Ándale, dime.
-No, ya lo sabrás el fin de semana.

Los días pasaron más lentos que nunca y el motivo de no saber la sorpresa me emocionaba y me desesperaba más a la vez.
Finalmente llegó el Viernes por la tarde y mi mamá me dijo que me fuera a vestir porque me iba a dejar en una parte mientras ella se iba a cenar.

Cuando íbamos en el carro me dijo que mi tía Carmen y Adrian habían venido de visita y que se iban a quedar hasta el Lunes y que ella iba a salir a cenar con mi tía mientras yo me quedaba con Adrian en el hotel.
-Que bien. -Le dije, sin mostrar tanto entusiasmo pero la verdad es que me estaba muriendo de la felicidad por dentro.
Finalmente llegamos al hotel y saludé a mi tía y a Adrian, estaba guapísimo, con su sonrisa que tanto me encantaba, su pelo, sus ojos, todo.
Me dio un abrazo cuando me saludó y pude sentir sus abdominales y oler su maravilloso perfume.
-Hola primo ¿Como estas?
-Hola Adrian, bien y tu.
-Muy bien gracias a Dios.

Mi mama y la suya estaban conversando como era la nueva casa donde ellos vivían y nosotros estábamos hablando de la escuela y cosas así.
-Bueno chicos nos vamos, pórtense bien.- Dijo mi mamá.
-Adrian, no vayas a pedir servicios extras y no le abras a nadie.
-Ok, mamá.
Se fueron y prendí la tv.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué?-Le respondí.
-No sabes cuanto te extrañé perrita.
-Y tu no sabes cuanto te extrañe yo a ti.

Adrian me tiró a la cama y me empezó a besar salvajemente, era como había dicho aquella vez, ya no iba a ser tan dulce conmigo, sin embargo me encantaba lo que hacía.
Poco a poco me quitó la ropa y me volteo boca abajo para meter su lengua en mi culito.
-¿Te gusta perrita?
-Si Adri, ¡me encanta!

Me voltee de nuevo y le quite su playera mientras lo seguía besando.
-He estado practicando sin ti- Le dije mientras abría mis nalgas para que viera mi ano.
-Que bueno porque así te lo voy a poder meter mejor- Se quitó el pantalón, el boxer y pude ver su pene de 15 cm. Escupió mi ano y lo empezó a meter, a diferencia de mi primera vez me dolió un poco.
-Dale un poco despacio por favor, me duele
-No te preocupes perrita, ahorita se te quita- Lo empezó a meter y a sacar con más y mas fuerza.
-Dime que quieres más.
-Dame más papi! Dame!-Solté un grito y me tapó la boca con su mano.
-Shh, cállate que nos escuchan. A continuación me puso de perrito y con su mano en mi boca mientras me lo metía me empezó a besar el cuello, me quitó su mano y me agarró la cintura
– Me quiero venir.
-Dale, quiero sentir tu lechita papi
-Aaaah- Salio un chorro de semen, dos y finalmente el ultimo. Me acostó boca arriba y empezó a lamer lo que salía de mi ano. Después de eso me besó y me encanto como sabía su semen en su boca.
-Masturbate.- Me dijo.

Empece a hacerlo y para mi sorpresa me salió semen y el lo tragó
-Ves? Te dije que ya te saldría.
-Wow, es mi primera vez!
-Pero no la ultima perrita, vamos a bañarnos y seguimos esto en el baño.
Lo hicimos en el baño antes de que llegaran nuestras madres. Uno de los mejores días de mi vida.
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Después de eso no vi a Adrian en un largo tiempo pero, sin duda alguna nos volvimos a ver. Si les gusto este relato comenten si quieren que les cuente como fue la tercera vez que tuve sexo.