Confesiones a mi esposa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya sabes la frontera de lo que habíamos tocado mi madre y yo. En la práctica ella ensayaba conmigo sus perversos y eróticos coqueteos. Ya te conté como había rozado con mis labios su excitante coñito para mí, y seguro que para ella también. Ya te he contado sus rutilantes paseos en enagua, sin nada debajo, delante de mí para ponerme en grado sumo de excitación. Ya sabes como toqué sus vigorosas piernas la vez que le ayude a subir unas cajas, mientras ella con su sexualidad a cuesta me mostraba su hermoso coño subido en un taburete… y si no llegué a más fue porque alguién llegó en ese momento en que ya estabamos dispuesto a todo…
Ahora te contaré el primer y gran salto que mi madre dió conmigo, y que en definitiva me mostró el camino en que yo iba a hecer el amor por los siglos de los siglos…
Uno de esos días generosos en que quedamos solos, creo que fue durante tres días, en que mi padre estaba en viaje de trabajo, y mis hermanos en el internado, y yo había llegado llegado de vacaciones de invierno al pueblito de Paipote, ella me dice que la acompañe a dar una vuelta en el auto, un pequeño fiat 600.
La razón del paseo era que se sentía aburrida y quería dar una vuelta por los alrededores del pueblito, cerca de unos bosquecillos. Yo iba conduciendo, y ella me hablaba conduciendo el tema de manera astuta e insinuante. El caso en que llegó a la conclusión de asegurarme que la masturbación no era mala, y que era absolutamente necesaria para nosotros, los jovenes. Como comprenderás ya estaba adivinando para el camino que me quería llevar… Y por supuesto que le ayudé a llevar carga tan erótica y excitante… Le dije: "pero mamá no puede ser bueno… te imaginas que yo me masturbe en tu presencia, tú seguro que te molestarías…"
Obviamente la respuesta que me dió fue para detener el coche en un sitio seguro, solitario y adecuado. "Claro que no me enojaría", me dijo. Me pidió que si tenía ganas de hacerlo me pasara al asiento de atrás, me satisfaciera, y ella simplemente me esperaría fumando y escuchando la radio… Entre mis fingidos "que dirás, que estoy loco mamá, que no lo puedo hacer", ella me anima y yo obviamente no esperé una segunda insistencia de mi madre que seguro estaba tan caliente como yo…
Me pasé al asiento de atras, y empecé a masturbarme sin dominio de la situación, pues llegué o llegamos a tal punto que efectivamente estabamos haciendo lo que ella dijo: yo me masturbaba en el asiento trasero, y ella fumando un cigarrillo escuchaba en volumen muy bajo la radio… Tan bajo que mis quejidos y suspiros y grititos contenidos estaban sobre la música que seguramente ya no escuchaba.
Esperando una reacción suya que no venía, y excitandome con su presencia que me daba su espalda, el humo de la exhalación de su cigarro, doy un grito de placer al eyacular, gritando: "mamá, mamá, me voy, me voy". Ella no se da vuelta y me dice: "Sigue, sigue hijo, debes tirar toda tu esperma, sigue". No querras saber el placer que me dio esa primera masturbación muy cerca de mi madre, fue gloriosa. Aún la recuerdo y me excita tanto como lo que vino más adelante… que fue al día siguiente. Estaba extenuado, apenas sin limpiar mi pene regrese al asiento del conductor, esperando alguna reacción física suya, esperando el ansiado beso de sus labios que lo deseaba tanto… Simplemente me dijo: "Ves, que ha sido natural y nada ha pasado, no me he enojado". Antes que viniera mi decepción, me dice con voz que significaba un libro para mí: "¿Te gustaría venir mañana de nuevo?".
Maldita madre puta, me estaba dando los placeres infinitos. Yo era su muñeco-hijo de la perversión más placentera que iba recibir, y gustosamente lo aceptaba… "Sí mamá, mañana debemos volver". Y agregué: "Me tienes que enseñar muchas cosas".
Esposa amada mía, espera con impaciencia lo que aconteció al otro día… De solo volver a recordarlo me masturbo, incluso a veces cuando hago el amor contigo, trato de repetir lo que hicimos al otro día… Espera con impaciencia y deseo lo que me falta por contarte…
Un beso y que duermas bien.
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