Continuación de sexo entre familia 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por les_paul.
Bueno para continuar los relatos sobre mi caliente niñez, hubo momentos en los que a veces la imaginación se agotaba ya que las mismas poses o los mismo juegos era casi siempre son los mismo y hay que recordar que éramos niños y los niños se aburren rápido, no era nada fuera de lo común que hubieran revistas pornográficas en los vestidores de mis papis o videos en VHS, recuerdo que le gustaba mucho a mis padres la revista penthouse, donde mi hermana y mi hermano nos excitábamos mucho ver más gente desnuda teniendo sexo haciendo lo que nosotros hacemos es riquísimo, recuerdo una edición donde salían 3 mujeres en un granero parecido al de nosotros donde jugaban desnudas en el heno, lógicamente los niños copiamos todo y los pocos días de verano (que en Ucrania solo son 2 semanas) nos divertía jugar desnudos, me encantaba ver desnuda a mi hermana mayor siempre tan segura tomando la iniciativa, era una rubiecita de cabellos lacios, cara larga ojos pardos, nariz respingada como la de un ratoncito, su cuerpo blanco desnudo con unas pequeñas o más bien diminutas tetas que a lo mucho podían rebotar un poco cuando saltaba desnuda para llamar la atención de otros, su hermoso culito blanco que enloquecía a papá y a mamá que era redondo como una perla y su bulbita preciosa era solo una raya curva entre sus piernas que no dudaba en acariciar por lo menos unos 5 veces al día. Mi hermano por otra parte era más chico también me gustaba verlo desnudo, tenía una cara de inocencia a comparación de nosotros dos siempre feliz, siempre sonriente, con sus cabellos castaños hasta los hombros, un cuerpo delgado, sus largos brazos y piernas, su culito redondo y su pequeño miembro no más grande que un dedo meñique con dos bolitas pequeñas sin bellos, era tan bello verlo a sus 7 años jugando desnudo con nosotros.
A mi hermana le gustaba ver nuestros miembros duros así que nos frotaba los penecitos con diferentes superficies, con sus cabellos, plumas de ganso, pieles de animales, pero su preferida era su culito, la muy traviesa sobaba su rico culito blanco contra nuestro sexo y le encantaba, le gustaba sentir ese cosquilleo, le gustaba que la tomen por atrás que le acaricien sus diminutas tetas , que le besen el cuello, una nenita de que ni siquiera llegaba a la adolescencia y estaba fascinada por disfrutar con su cuerpo y con el de sus hermanos, más adelante nunca podía decir que no a cualquier invitación que se le hacía .
A diferencia de mi papá mi hermano y yo no eyaculábamos, y era divertido lo que nos hacían hacer, sobre todo a él le gustaba que orinemos en su cuerpo, le gusta ver como ese líquido cálido y dorado salía de nuestro pequeño miembros erectos, le gustaba que apuntáramos en un principio a su pene y decía que mientras orinemos sobre el hagamos como él hace, y veíamos cómo se corría unas pajas fuertes y mi hermanito y yo lo imitábamos y si era muy rico, luego íbamos subiendo, por su cintura, su abdomen, su pecho, su barba y su boca, mama siempre besaba el rastro de orina que dejábamos y le divertía mucho, sonreía y nos besaba, siempre con ternura nos hacía jugar con sus grandes labios vaginales echada en el suelo con las piernas abiertas, eran muy grandes lo recuerdo y siempre me gusto jugar ahí con su jugosa y olorosa vagina, que nosotros niños y niñas lamiamos o ver desde abajo como una de mis hermanas se sentaba en su boca y mi madre besaba esos pequeños agujeritos que tenían, de verdad tenían que ver la cara sonriente de mis hermanas ya que mamá sabía lo que hacía y sabía lo que a sus hijitos les gustaba.
Pronto escribiré más sobre los detalles de mi ama familia y sobre como fuimos creciendo y fuimos probando otros impulsos sexuales. Gracias por sus comentarios son muy apreciados
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