Corazones negros 3
El círculo se completa….
a la mañana siguiente, desperte solo en la cama, las ventanas estaban abiertas pero aun habia olor a sexo en la habitacion. me quede mirando al techo… aun no podia creer nada de lo que habia pasado estos meses… era un sueño que cada vez me atrapaba mas y mas e incluso a sabiendas que ella me mintio (da lo mismo lo que yo sienta, asi se llama lo que hizo), nunca me habian mentido tan rico y nunca pense que una mentira me gustaria.
paso un rato y escuche algunos pasos, la puerta se abrio y era ella, vestida con una bata de señora y la niña con un pijama. ella traia una bandeja servida con el desayuno, yo me sorprendi porque no estaba en mis planes algo asi, esas cosas ni siquiera se me pasaban por la cabeza… su rostro, su rostro un poco redondo y bello pero con cara de sueño, su cabello desordenado, su bata que dejaba ver parte de sus pechos gorditos mientras se movia… me tenia loco, aun asi estando en el momento en el que peor se puede ver una persona. la niña venia hablando con ella, muy animada aunque en realidad poco le podia entender, aun estaba aprendiendo a hablar, pero ella le respondia como si fueran dos amigas contando chismes.
– buenos dias mi amor – dijo con una sonrisa.
– hola hermosa – respondi con una sonrisa perezosa – por que no me avisaste?
– no era necesario, romina desperto primero y aproveche de hacer el desayuno mientras preparaba su biberon.
– gracias, hace mucho tiempo que no tomo desayuno en la cama – nos miramos con la misma sonrisa perezosa en nuestros rostros.
– romina? no le vas a decir hola al papa? – dirigio su mirada a la niña, que me miraba como tratado de escudriñar lo que sea que su cabecita pudiera entender.
«wow… papa en menos de 12 horas, es un record, jajajaja» pense
– duenoz diaz – dijo la niña de manera lenta y respetuosa – papa?
me quede un momento en silencio… la pequeña es una copia exacta a su madre, igual de hermosa y pense «he sido un hijo de puta algunas veces en mi vida, pero, si le respondo que si y despues me voy, me convertiria en el «señor hijo de puta» con mayusculas… ojala todo vaya bien»
– si romina, soy tu papa – le dije con voz tierna y le acaricie su cabello.
mire a su madre a los ojos, esboze una sonrisa y movi ligeramente la cabeza asintiendo.
– juntos, ok? – dije en voz alta
los ojos de esa mujer se llenaron de lagrimas que alcanzo a contener y me devolvio la sonrisa.
– si… si mi amor.
– entonces a comer, porque tengo mucha hambre, venga bebe, sientese aqui al lado del papa – tome a la niña en brazos y la acomode a mi lado, mientras ella se sentaba en el borde de la cama con la bandeja.
nos acomodamos y empezamos a desayunar, mientras comiamos la niña miro a su mama y dijo.
– mama, tede
mire a su madre con cara de extrañeza, como tratando de que me tradujera lo que la niña habia dicho.
– tele? – pregunte.
– si, el control esta en la mesa de noche, puedes prenderla?
acerque la mano, tome el control remoto y prendi el televisor, busque caricaturas para que la niña viera.
– sabes? faltan algunas cosas para hacer almuerzo, podrias ir a comprar con la niña? y despues de almuerzo… – continuaba hablando mientras desayunabamos, «ya me esta organizando la vida… se veia venir, jajaja» pense.
– no hay problema, tomo una ducha y salimos con romina a comprar, quieres ir conmigo romina?
– zi… zi papa –
luego de tomar desayuno, fui al baño ducharme, al mismo tiempo ella vestia a la niña. antes de salir volvio a repetir lo que necesitaba y me paso un juego de llaves, ya que ella tambien se queria duchar y no queria que esperaramos fuera de la casa al volver. al salir le tome la mano a la niña y fuimos conversando (en realidad ella conversaba, yo trataba de entender lo que me decia) hasta llegar a un pequeño local que vendia alimentos. al salir del local, la niña se quedo mirando los helados «obvio, sera niña pero no es estupida, llego papa y papa consiente», pense.
– quieres helado romina?
– zi – dijo con un poco de verguenza
– de cual te gusta?
– eze – y apunto una foto de un helado lleno de colores, que me daba la impresion de ser una pesadilla para alguien diabetico.
– bueno – le dije con ternura
compre el helado y volvimos a casa. al entrar deje las bolsas en la mesa, ella estaba saliendo de la ducha, con la misma bata y el pelo mojado.
– te traigo una bata mi amor? aun estan las de mi papa, estan nuevas y limpias, yo me voy quedar asi, hace demasiada calor.
– en serio? no hay problema?
– no para nada, lleva a la niña a la habitacion, tambien quiero cambiarle la ropa, mientras busco lo tuyo.
la niña ya se habia comido el helado, asi que la tome y subimos los tres, pero ella fue a la habitacion de al lado (la de su mama) y yo entre con la niña a su habitacion, la deje encima de la cama y luego llego ella con una bata de hombre, un poco vieja pero en buen estado. por lo que habia pasado anoche, me senti en confianza y me desnude sin problemas, me puse la bata encima mientras ella dejaba a la niña con una polera y su pañal. la bata se sentia comoda y fresca, asi que bajamos nuevamente, la niña se quedo viendo television en la sala de estar y nosotros fuimos a la cocina.
empezamos, como anoche a organizar las cosas, mientras lo haciamos encontre la botella de vino que estaba casi llena aun.
– mira lo que encontre – le dije con voz juguetona
– que rico, aun queda?
– anoche casi no tomamos vino, te sirvo un poco?
– si
servi un par de vasos y comenzamos a cocinar mientras conversabamos. en el ajetreo a veces nos cruzabamos a proposito, yo le pasaba las caderas por su culito y ella solita lo empujaba hacia atras haciendo sonidos como «mmm» o similares. tambien se ponia «a buscar» cosas que no necesitaba cerca mio y «accidentalmente» me tocaba la verga, o se agachaba muy pegada a mi, frotando sus pezones contra la delgada tela de la bata en mi cuerpo. sus tetas se veian hermosas, tapadas por la tela y dejando ver sus pezones gruesos y duros y yo, daba vueltas por la cocina con la verga dura y erecta a medio tapar por la bata. asi pasamos un rato, entre roces y coqueteos sexuales descarados y vasos de vino que parecian no acabar.
– uuy… moje toda la bata con la salsa – dijo dandose vuelta para que yo la mirara.
habia una gran mancha de salsa de tomates en la bata, al estar un poco abierta parte de esta le habia manchado el estomago y el pubis… yo solo mordi mis labios mirandola a los ojos.
– me ensucie toda – dijo como si fuera una niña haciendo un pequeño berrinche – como me limpio aqui? – al decir esto inclino un poco sus rodillas, abrio la bata y poniendo ambas manos en su vagina, me mostro su clitoris, la salsa ya estaba llegando a su botoncito…
– yo te puedo limpiar – le dije picaronamente
– apurate, no quiero que mi conchita se ensucie
ya estabamos un poco tocados por el alcohol. asi que me arrodille frente a ella y empujo sus caderas mas hacia adelante y abrio aun mas los labios de su vagina. pase la lengua por la salsa que estaba en su barriguita (de verdad cocina exquisito, por cierto) y al ir bajando le di besitos en sus manos y sin aviso, acerque mis labios a su clitoris, que ella misma hacia sobresalir y lo aprete con mis labios, lo mas fuerte que puede, y toda la fuerza que la succion de mi boca producia la concentre en ese pequeño y delicado de su cuerpo. senti como un espasmo rapido le recorrio el cuerpo y sus manos pasaron de su concha a sujetarme la cabeza, yo por mi parte, le agarre su culo gordo y redondito y lo empujaba hacia mi, mientras yo chupaba lo mas fuerte que podia, incluso tirando un poco la carne, sin dejar de chupar.
– ay papito… asi… asi – dijo ella
yo no paraba de chupar, ella doblo sus rodillas un poco mas y comenzo a mover sus caderas y empujo con mas fuerza mi cara contra su concha, como culeandome la boca con su vagina que estaba ardiendo…
– aaahhh… sss… dale mas, mas – decia sin verguenza alguna, sus gemidos se sentian en toda la cocina.
acomode una de mis manos entremedio de sus piernas y pude sentir un hilo ancho de liquido caliente que caia por la parte interior de sus muslos, sin pensar, meti mi dedo medio en su concha y lo doble dentro de ella para tocar el muro superior (que daba hacia mi cara) de su zorrita de niña abusada y madre caliente, para
frotar ahi, presionando con un poco de fuerza y lo mas rapido que la posicion me permitiera.
– ay papa… – sus caderas ya no se controlaban, ya no me sostenia la cabeza, me tiraba el pelo para empujarme hacia ella – sigue, sigue papito – decia con su voz fogosa y temblorosa por los movimientos que ella misma no podia controlar.
por instinto, senti que ya iba a acabar, asi que me detuve me puse de pie y ella me miraba extrañada. me acerque para susurrarle al oido y mientras lo hacia, le aprete la concha con mi mano y la movi para que sus propios labios frotaran su clitoris. esto hizo que se encogiera un poco dando un largo y tibio «aahhhh» como respuesta.
– nos vamos a la sala… los tres.
– s-s-s-i papa, si
sin decir nada y ambos con las batas abiertas, nos fuimos a la sala, la niña estaba sentada en una colcha en el suelo, viendo la television y estaba tan concentrada viendo la tele que solo miro hacia atras para verificar que eramos nosotros y volvio la vista hacia el aparato.
antes de sentarnos, me saque la bata y ella hizo lo mismo, me sente en el sillon grande, justo atras de la niña y frente a la tele y me toque la rodilla parta indicarle que se sentara ahi. ella obedecio sin decir nada.
al tener nuestros cuerpos juntos, le empeze a dar pellizcos en sus pezones y nos empezamos besar. nuestras lenguas bailaban al compas de jadeos que queriamos que romina escucahara, le tiraba su pezon hinchado para provocarle un poco de dolor. entre besos, acerque mi boca a su oreja y comence a susurrar…
– terminemos lo que empezamos anoche… se que quieres…
– si… si quiero… pero vamos despacito.
– no le va a decir nada a tu mama?
– mi mama ya casi no escucha y la niña lo sabe, por eso a veces le hace señas y ademas si le digo que es un secreto, lo va a guardar
cuando termino de decir esto… la sensacion de complicidad que se iba tejiendo entre nuestros susurros, hizo que me excitara mas de lo que ya estaba, podia sentir que mi verga dejaba escapar gotas de semen cada vez que palpitaba.
– sentira lo mismo que tu…
– si y me calienta tanto, pero quiero que seas tu.
ella sintio mi verga crecer, nos acomodamos y ella se sento al lado mio, puso una de sus piernas por encima de mi muslo dejando sus carnes humedas expuestas y yo me acomode hacia atras, abriendo tambien un poco mis piernas para que mi verga se pudiera poner dura sin nada que lo detuviera. ella acerco su cabecita en mi hombro, para seguir manteniendo nuestra conversacion en desvergonzados susurros mientras su mano me agarraba la verga, que ya estaba mojada y un poco pegajosa por las pequeñas cantidades de semen que habian salido por nuestros juegos en la cocina, yo sin pensarlo, puse mi mano en su bulba, que aun latia y estaba mojadisima, mi dedo abrio un poco sus labios y empezo a acariciar su clitoris, a rodearlo despacio en algunos momentos, en otros a darle suaves golpecitos con la yema o simplemente frotar despacio la punta de su clitoris con la punta de mi dedo.
– siempre me decias que te gustaria chupar una conchita pequeña, te acuerdas? – dije susurrando.
– si – dijo suavemente con los ojos a punto de cerrarse
– es la conchita de ella la que querias chupar? – al decir esto, me apreto la cabeza de la verga y comenzo a frotar su pulgar por encima, presionandolo un poco, esto hizo que se me escapara un suspiro y apoyara mi cuello por completo en el sillon pero pude notar en su cara una sonrisa exquisitamente maliciosa.
– si, pero no me atrevia a decirte, menos a hacerlo – cuando dijo esto, yo acerque mi pulgar a su clitoris lo sujete entre mi indice y mi pulgar, lo tome de la base y comenze a apretarlo, subiendo y bajando los escasos milimetros que ese botoncito de carne me lo permitia, suavemente. ella se mordio los labios mientras nuestras miradas se encontraron por un instante… una chispa de corrupcion nacio de ese cruce de miradas… y ambos volvimos a poner los ojos sobre romina… ya no como hija, ya no como niña, ya no como algo sagrado que se debe cuidar, si no que como presa, una presa indefensa para saciar nuestras ansias ocultas… ansias de secreto, de complicidad, de violacion, de que ella tambien viviera al igual que nosotros, la sensacion imparable de querer sentir placer sexual, con el frenesi inocente de niños que habian sido despertados a la fuerza y abandonados a la merced de impulsos de infantes insaciables, que nuestros abusadores habian hecho florecer para saciarse de nuestros cuerpos… no… ya no era romina, era nuestra muñequita de placer, nuestro tesoro de perversiones, nuestra pila bautismal llena de nuestras aguas de amor ardientes, de las cuales naceria un nuevo angel de alas negras, a imagen y semejanza de nuestros orgasmos mas freneticos y sucios… era nuestra niña… para nuestro placer…
– llamala – le dije sin dejar de apretarle su clitoris
– romi, venga romi- dijo ella en un tono tierno
la niña se levanto, al mirarnos en esa posicion, su carita esbozo una sonrisa como avergonzada.
– venga mi amor, venga conmigo y el papa.
ambos sabiamos que hacer y que decir, nos habian dicho cosas similares hace mucho tiempo atras. al acercarse la niña, ella comenzo a pajearme y segui moviendole su clitoris y sentia como sus muslos sufrian pequeños temblores, la niña miraba extrañada.
– quieres jugar con nosotros mi amor? asi jugamos el papa y la mama, porque se quieren mucho… ssss.. – siseo de placer al terminar la frase, porque yo le habia apretado el clitoris aun mas fuerte.
– zi – dijo la niña mirando atentamente nuestros movimientos.
si bien, ambos estabamos hirviendo de calentura, eramos capaces de controlarlo. ella saco su mano de mi verga y su pierna de encima de mi muslo. se reincorporo, yo hize lo mismo y tomo a la niña en brazos y la sento en sus rodillas.
– pero esto mi amor, es algo que solo hacemos los tres, tu, el papa y la mama, la abuelita no tiene que saber.
mientras ella le decia estas cosas, la niña ponia mucha atencion.
– tu quieres que el papa se vaya?
– no – dijo la niña – e papa me compa hedado
– si, el papa te va a comprar mas cosas, y tu tienes que obedecerle y a mi tambien y asi podemos jugar los tres y salir a todas partes.
la niña asintio con la cabeza y abrazo a su mama, ella la puso nuevamente en el suelo y comenzo a sacarle la polera, yo me relaje un poco y abri las piernas. mi verga no habia perdido su excitacion, aun seguia durisima y pegajosa de leche. sin darme cuenta, comenze a pajearme viendo como ella le sacaba la polera y sus calzoncitos. ella, que se habia dado cuenta de lo que yo hacia dijo de repente.
– abraza al papa romi, abrazalo bien fuerte – casi una broma cruel.. la niña se acerco a mi, entre mis piernas y estiro sus brazos para abrazarme, yo la abraze al instante y mi verga se pego a su piel suavecita, calentandome aun mas… ella estaba fascinada con la escena.
– dile lo que me decias romi, lo que me decias que le ibas a decir al papa cuando llegara.
«o sea que esta conversacion ya la tuvieron» pense.
a la niña no le salian palabras, solo me tocaba la cara y me miraba, mientras yo pasaba mis manos por su espalda, sus brazos, su carita, su pecho y mi verga palpitaba rozando sus muslos pequeños y gorditos.
– es tu hija, no te detengas – dijo mirandome y al decir esto, se acomodo en el sillon, abrio sus piernas y comenzo a pajearse lentamente con ambas manos.
le di un pequeño beso en la boca a la niña, mientras una de mis manos le acariciaban una de sus pequeñas tetitas, muy despacio y delicadamente. luego otro besito y otro, romina los recibia en silencio, atrapada en las sensaciones que mis caricias le provocaban en sus diminutos y rosados pezoncitos. toque su culito terso con mi otra mano, acariciandolo y separando sus nalguitas para acariciarle el ano, tambien muy delicadamente.
su madre estaba con las piernas abiertas, pajeandose lenta e intensamente, disfrutando cada detalle del espectaculo paternal y perverso que le estabamos dando. con una mano se acariciaba el clitoris y la otra estaba en la entrada de su concha, metiendo y sacando dos de sus dedos, llegando hasta lo mas profundo que podia, luego sacandolos un poco y volviendo entrar, repitiendolo una y otra vez.
me acomode en el sillon y puse a romina en medio de mis piernas, abriendo las de ella, para que su conchita quedara encima de mi verga caliente. los labios de su vaginita quedaron justo encima del tronco de mi pene. ella estaba en silencio pero tranquila, tratando de procesar el maremoto de sensaciones e imagenes que estaba viviendo. la acerque a mi pecho y segui besandole muy despacio su carita y acariciandole su cabello, mi otra mano volvio a su culito y la acomode justo al medio, para volver a tocarle su agujerito y desde esa posicion, balancearla suavemente encima mio, para que su conchita se frotara con las venas y el semen de mi verga que estaba a punto de reventar.
su mama habia dejado la quietud de la contemplacion y estaba pajeandose como loca, el sonido de sus dedos chapoteando dentro de su concha eran acompañados de sus gemidos exquisitos.
– hermoso papa, que hermoso – decia ella mientras se frotaba y salian los jugos de su concha de hembra madura.
yo seguia moviendo a la niña y me miraba a los ojos, esos ojitos brillantes llenos de sorpresa por esta sensacion que la embriagaba y la confundia. mi verga seguia botando semen, que se pegaba a las carnes rosadas de la concha de la niña, mientras yo la seguia moviendo encima mio.
ella paro de masturbarse, se acerco a mi oreja y susurro muy despacio.
– papito, quiero chuparle la conchita a la bebe y quiero que me la metas, entierrame el pico papa, ya no aguanto mas – dijo ella tierna y deseperadamente.
– esperame, deja acomodar a la niña.
separe despacio el cuerpo de romina de mi pecho, la pequeñita tenia su carita languida, como si estuviera soñando.
– en la mesa mejor, es mas comodo – dijo ella, se puso de pie y fue a tomar la colcha en la que estaba la niña y luego se acerco a la mesa y la estiro.
mientras ella hacia eso, yo me ponia de pie con la niña en mis brazos, que no dejo de abrazarme en ningun momento. habia una suerte de oscura solemnidad al llevar a la niña lentamente a nuestro altar improvisado y entregarla como ofrenda a nuestras hambres.
la acomode en la mesa, acostando su cuerpecito encima de la colcha, su madre volvio a tocarse, sin dejar de mirarla. al estar acostada, ambos nos abalanzamos suavemente encima de su cuerpecito, recorriendo con nuestras bocas su piel suave y blanca, ambos estabamos masturbandonos, mientras devorabamos a besos y lamidas cada parte de la piel de romina. ella acerco su boca a su conchita, separo sus piernas y empezo a lamer su vaginita delicadamente y lamer los labios de la conchita de su hija y entre besos y lamidas, le daba pequeños chupones, juntando los labios vaginales de su bebe y succionandolos un poco. me aleje y sin pensarlo dos veces, me acomode detras de ella, separe sus piernas mientras le chupaba la cuquita a su bebe y meti la verga lentamente y con fuerza hasta el fondo de su concha mojada.
– aaaahh papi, culeame asi papi, culeame mi amor – dijo con voz de extasis
yo comenze a empujar hacia adelante y atras, haciendo tiritar su culo carnoso y redondo, embestidas fuertes que dejaban su rastro de leche una y otra vez en sus carnes que ya estaban quemandose de tanta calentura. escuchaba sus gemidos ahogados, mientras le seguia chupando la vagina a la niña. romina estaba mirando hacia arriba, con los ojitos a medio cerrar, como si estuviera drogada de tantas sensaciones fisicas y nuevas y mi verga se hinchaba mas en cada embiste que hacia salir los fluidos de ella que bajaban lentamente por mis bolas y sus muslos.
el vaiven no se detenia, solo se aceleraba, escuchaba los gemidos de ella, llenos de la carne vaginal de la niña, sus suspiros y los mios llenaban el comedor, mientras el cuerpo de la niña se movia al ser empujada por los embistes que recibia su madre, sus ojitos estaban perdidos en las lamidas y chupadas freneticas de su mama, que movia el culo desesperada, empujando con fuerza cada vez que mi verga la embestia para que entrara mas aun… nada se detenia, solo continuaba, entre los tres iba creciendo una explosion deliciosa que nos hacia temblar… mas rapido, mas fuerte, mas ardor se acumulaba en nuestros cuerpos…
– son mias las dos, mias – dije agitado y sin parar de culearmela.
– si papa!, si! – me respondio ella y al instante volvio a chuparle la bulba a su bebe.
mis piernas temblaban, mis bolas estaban empapadas de sus jugos… en un ultimo embiste, pase mis uñas por su espalda, recorriendo desde su cuello a su cadera… una descarga que me envolvio de pies a cabeza, que termino en la punta de mi verga, escupiendo copiosamente la leche que una tarde entera de juegos sexuales y perversos habian acumulado. las piernas de ellas tiritaron y su culo bello y carnoso se movio en espasmos mientras se llenaba de mi semen.
– mmm… aaaahh… te amo, te amo – dijo tiritando y acabando casi al mismo tiempo que yo.
la niña seguia inmovil, casi durmiendo y con su respiracion igual de agitada que la de nosotros… y asi nos quedamos los tres unidos en un momento de silencio.
me separe de ella y me acerque para abrazarla, ella hizo lo mismo, se separo de la niña y nos besamos. luego tome al niña en brazos y nos abrazamos los tres.
– las amo, las amo – dije con voz de cansada saciedad.
– papito, nosotras tambien – respondio ella con cansancio y ternura.
romina estaba aferrada a mi y ella me tomo de las caderas y volvimos a besarnos.
– al final nunca almorzamos – le dije riendo.
– cocinar fue solo una excusa… jajaja – dijo ella sin dejar de mirarme a los ojos.
– pedimos pizza? le gusta a la niña?
– si, pero hay que darle un poquito, para que pruebe.
y asi… desnudos, sudados y extasiados, nos miramos a los ojos y estos entendieron que nuestros latidos bailarian por mucho tiempo juntos, con problemas y dudas como todo el mundo, pero al ritmo de la danza perversa de una sexualidad sin frenos, que solo esperaba encontrar refugio en algun lugar perdido de la ciudad… los corazones negros seguirian latiendo juntos, para siempre.
Ufff full morbo y excitación produce tu relato amigo que suerte tienes! Lo mejor que he leído por aquí!
¡Sí! Sigo construyendo la fantasía…
Me imagino tirada transversalmente en la orilla inferior de la cama con las piernas abiertas sobre los hombros recios de mi padre quien está de pie en el piso, me sostiene de las muñecas. Papá me jala hacia su cuerpo, en el cual mis ojos quedan fijos y anhelantes en su gran pene con el glande escurriendo gotas de líquido preseminal y me clava su trancota de un sólo envión, deslizándola en mi encharcada panocha. Mi papá está cogiéndome con penetradas muy rápidas y siento en mis tetas el sudor que está cayéndome de su rostro; en tanto que mi madre, recargada en la cabecera de la cama, con las piernas abiertas y flexionadas, está viéndonos y pajeándose al ritmo de las embestidas que marca mi padre. Grito de placer «Así, papi, así…». En un par de minutos, mi padre gruñe, me suelta su carga llenando de tibieza mi vagina y es la señal para que inicie mi orgasmo múltiple e interminable, que acompaño con varios «¡Ah, ah, ah..! Escucho, como eco, la misma canción en los labios de mi madre, por las mismas razones de su placer propio estimulado por el nuestro. Después, sólo respiraciones apuradas de los tres, jalando y expirando mucho aire. Papá yace sobre mí y mi boca busca la suya cuando los suspiros se van calmando. Por último, en pleno beso, y sin que yo pueda evitarlo, las contracciones del «perrito» de mi vagina, le agradecen al falo de papi la felicidad que me ha dado.
¡Ay, Neko534! ¡Qué cosas me haces imaginar! Qué orgasmo me sacaste,con ayuda de mis manos, claro. ¡Gracias!
Delicioso relato!!