Corrupción Familiar 1
Los inicios de una corrupción en cadena, primero la familia, luego familiares. Comenzando con mi hermanita.
Contiene:
- Incesto
- Control mental
Mi nombre es Leonardo, tengo 31 años, primero he de comenzar desde cuando me iniciaron en el mundo sexual, que fue más o menos a los 7 años, un primo mucho mayor que yo obtuvo porno en CD, muchos videos, y ahí fue mi primera vez con el hentai, porque había de todo tipo.
Me prestó el CD, lo puse en mi PC y para ese entonces no sabía qué era masturbarme (lo aprendí en los videos, pero me daba miedo todavía), solo veía los videos con mi miembro bien parado, lo guardé en mi PC y le entregué el CD al día siguiente (ese había sido el trato).
De todos los videos que encontré, me llamaron la atención dos videos, uno en el que la mujer obedecía lo que el hombre le decía, así sin más, solo escuchar y obedecer, veía ese video una y otra vez y otro donde se cogía a la madre (en ese entonces creí que así era, ya después me enteré que eran juego de roles).
Ambos videos los veía seguido, y comencé a ver a mi familia así, con esos ojos, yo vivía con 1 hermana y mi madre (tengo 3 hermanas más pero ellas no viven conmigo), a la par vivía una tía, 1 prima mayor y una cuadra después tenía otra tía con 2 primas de mi misma edad.
Cuando tuve 8 años más o menos, ya veía sexualmente a ellas, pero aún me daba miedo masturbarme, así que solo fantaseaba, mi hermana era 2 años menor que yo y se llama Paula, así que pensé comenzar con ella, una vez estaba ella arrecostada en una mesa pequeña, andaba falda y me le acerqué por detrás, al verla se me había parado, ella estaba como en 4, el cuerpo en la mesa y los pies en el suelo, estaba leyendo algo, me le acerqué por atrás, le levanté la falda y comencé a hacer como si la estaba follando.
Paula: ¿qué haces, hermanito?
Yo: Tranquila hermanita, solo estoy jugando a bailar un poco, vamos mueve las caderas, así como estás
Paula: Oki, aunque me siento rara.
Yo: Tranquila, ya verás que luego se sentirá mejor.
En eso, Paula comenzó a mover las caderas y yo seguía haciendo como si la embestía, ver porno me había ayudado mucho para hacer los movimientos, podía sentir su culito en mi entrepierna, debía aprovechar ya que mi mamá iba a regresar pronto del trabajo.
De repente, sin prevenir, le di una palmada en el culo a lo hermanita, y ella se sobresaltó y se quitó rápidamente.
Paula: Hermanito, no me gusta eso, no me gusta que me peguen, le diré a mamá.
Yo: (asustado) No Paulita, mira, como hermanos necesitamos hacer cosas sin que se enteren los adultos
Paula: Eso es mentira, mi mamá tiene que saber todo
Yo: (resignado y sabiendo que la cagué) lo siento hermanita, es que no sé qué me dio, mira, te parece si vamos al parque a jugar un rato
Paula: (con brillo en los ojos) está bien hermanito
Fuimos al parque, todo tranquilo, pero la verdad yo quería más y más, así que pensé en chantajearla, ella creía mucho en fantasmas y tenía un peluche que, según ella, le repelía «los espíritus del mal» como ella los llamaba, además yo quería que ella (y mi mamá) me obedecieran así como en el video, pero no se me ocurría nada más que chantajear a mi hermana.
Luego de un rato nos fuimos a la casa, al llegar, ya estaba mi mamá en la cocina preparando la cena, mi hermana salió corriendo a donde ella a contarle lo que habíamos hecho en el parque, pensé que ya estaba todo bien, pero de repente…
Paula: Sabes mami, Leo me pegó en mis pompitas
(en ese momento sentí un miedo aterrador)
Mamá: ¿Es cierto eso, Leonardo?
(Mamá usualmente me dice Leo, pero cuando me dice mi nombre tal cual, es porque está enojada)
Yo: ……..
Mamá: ¡CONTESTA, LEONARDO!
Yo: Lo siento mamá, yo solo estaba ju-
(No terminé de decir la palabra cuando mi mamá me soltó una bofetada en la cara)
Mamá: ¡¿CÓMO TE ATREVES A HACERLE ESO A TU PROPIA HERMANA?!, Y tú, Paula, ¿Por qué no lo detuviste o le pegaste?
Paula: (Se notaba con miedo de ver a mi mamá enojada) Es que no sé mamá, yo solo-
Mamá: NADA Paula, cuando un hombre te hace eso, tú sales y le dices a tu mamá o gritas por ayuda
Paula: Pero es que tú n-
Mamá: ¡Sin excusas, señorita!
Paula: Sí mamá, perdón
Mamá: Y tú, Leonardo, como que si he parido un delincuente haciéndole eso a tu hermana. Vuelvo a darme cuenta que le haces algo, y ya verás
Yo: No mamá, no volverá a ocurrir, perdón.
Yo estaba muy furioso con mi hermana por lengua larga y ella lo notó, tanto que, si tenía dudas de chantajearla, ahora ya quería hacerlo más, así que comencé a fabricar el plan, ya que mi madre me mandó a mi cuarto en lo que terminaba la cena y prácticamente no tenía nada qué hacer.
Pensé y pensé tanto en qué hacer, que ni quería jugar con mis juguetes ni encender la PC (Para ese tiempo mi internet era con módem, muuuuuy lento e inestable), tanto pensar y pensar que mi mamá me había estado llamando y no había escuchado, hasta que abrió la puerta enojada para llamarme y bajar a comer.
Bajé, comí, prácticamente sin hablar, solo viendo el culo de ambas mujeres a las que yo quería cogerme.
Cuando regresé a mi cuarto, seguía tan enojado por eso, que, no me importó nada y comencé a masturbarme como loco, recuerdo que pensé en tener a mi mamá en 4 pidiéndome que se la metiera, y ver a mi hermana atada a un poste esperando ser empalada por mí, y esa fue la primera vez, gracias a mi enojo, que conocí el placer el orgasmo, placer que luego se volvería lo primero en mi vida.
Al día siguiente, comencé a llevar a cabo mi plan, era simple, robarle el peluche a mi hermana, esperar que se desesperara, ayudar a buscarlo y ver qué pasa… (Era niño, los planes no son muy precisos que digamos).
Voy a su cuarto mientras ella estaba en la sala jugando con unas muñecas, le robo el peluche y lo llevo para el garage detrás de unas cosas que habían tiradas ahí.
Más tarde, justo como pensé, Paula salió a buscarme llorando que perdió a su peluche, yo la ignoré, y ella seguía suplicando que le ayudara, le dije que no, porque ella le había contado a mamá lo que habíamos hecho, me dijo que la perdonara pero es que ella creyó que era lo mejor:
Yo: ¿O sea que eres una persona chismosa?
Paula: (Llorando) N-no, es que yo so-
Yo: Nada, por tu culpa me castigaron, así que no te ayudaré
Paula: Hermanito, por favor, haré cualquier cosa, es que ya lo busqué por todos lados
Yo: ¡DIJE QUE NO!, excepto que volvamos a hacer lo de ayer y no le digas a mi mamá, tengo que probar que dices la verdad
Paula: P-Pero mamá dijo q-
Yo: Ya ves que es mentira, prefieres a mamá que a tu hermano, ya no te hablo.
(Decirle eso a mi hermana era el fin del mundo para ella)
Paula: No, hermanito, por favor, ok, hagámoslo y no le diré a mamá, promesa de hermanos
Yo: Ok, pero esta vez quítate la falda y yo me bajaré el short
Paula: ¿Por qué?, solo es un baile
Yo: Si quieres que te ayude y quieres probar que no me mientes, vas a tener que hacer lo que digo
Paula: (Sollozando) Oki hermanito
Yo: Bien, ponte en la mesa así como ayer, pero ahora te pegaré 2 veces, porque por tu culpa me pegaron a mí
Paula: E-Está bien…
Paula se bajó la falda, se puso en la mesa, justo como el día anterior y yo me bajé el short, tenía mi miembro bien erecto y comencé a hacer como si me la follaba, en eso le pegué una nalgada, luego otra y una tercera…
Paula: ¡Au! ¡Me dijiste que solo 2!
Yo: Tranquila, buscaremos tu peluche
Paula: Está bien
Seguí frotando mis calzoncillos con mi miembro erecto en el calzón de ella, en ese culito respingadito, ella me preguntaba seguido: ¿Ya vas a terminar?, sin saber que para mí, gracias a los videos que había visto, «terminar» significaba otra cosa.
En eso, no aguanté, y me bajé el calzoncillo y continué así, uuuufffff, ¡eso fue lo mejor de mi vida hasta entonces! sentí con mi propia verga las piernitas, el culito y parte de la conchita de ella, aunque sea a través de su calzón, le dije que ya iba a terminar «el baile», que lo estaba haciendo lo mejor que podía, le dije que lla también debía moverse, y cuando comenzó a moverse en «el baile» entonces ya no aguanté y me vine en el calzón de ella…
Paula: Hermanito, ¿qué es eso?
Yo: Paula, lo siento, creo que es el sudor del baile
Paula: Está bien hermanito
Yo ya satisfecho, le dije que fuéramos a buscar el peluche, me hice el tonto un rato y luego grité que lo había encontrado, Paula salío corriendo donde estaba yo, bien feliz y me abrazó…
Yo: Ya ves, como me ayudaste, yo te ayudo
Paula: Awwwww, gracias hermanito
Yo: Ya sabes, si necesitas algo, sabes que aquí estaré
Paula: Sí hermanito
Yo: Y ya sabes verdad, promesa de hermanos
Paula: Sí, promesa de hermanos
Yo estaba que me reía por dentro por haber logrado esa hazaña, pero aún tenía miedo si ella le diría a mi mamá o no.
A los minutos llegó mi mamá, preguntó qué tal el día, aún se veía enojada conmigo por lo de ayer…
Mamá: ¿Todo bien, Paula?
Paula: Sí mamá, ahora perdí mi peluche, pero Leo me ayudó a buscarlo
Mamá: ¿No te volvió a pegar?
(Ante esa pregunta me sentí tan aterrado)
Paula: No mamá, solo me ayudó
Mamá: Así se hace, muy bien, sigan siendo buenos hermanos
Paula y yo: Sí mamá
Estaba taaaaan feliz del resultado, que luego fui donde Paula
Paula: Ya ves hermanito, promesa de hermanos
Yo: Sí hermanita, eres la mejor, ya ves que si tenemos nuestros secretos, nos irá mejor a los 2
Paula: Sí hermanito.
Yo: Paula, quisiera probar el baile otra vez contigo, así cuando necesites algo, sabes que ya me has ayudado a mí
Paula: Está bien hermanito, promesa de hermanos, solo que mamá está en la cocina.
Yo: No importa, solo vamos a tu cuarto, mi mamá se tarda como 1 hora haciendo la cena
Paula: Oki, vamos
Fuimos a su cuarto, pero como no tenía mesa, le dije que en la cama practicaríamos, se bajó la falda, yo me bajé el pantalón y el calzoncillo y comencé a hacer lo mismo que en la tarde
Paula: Hermanito, ¿te gusta bailar?
Yo: Sí, y mucho
Paula: Es que así noto, ¿quieres que me mueva?
Yo: Sí, sí, hazlo
(Paula se comenzó a mover y sin querer le metí mi verga entre las piernas, no en su vagina)
Paula: ¿Qué es eso hermanito?
Yo: ¿Prometes no decir nada?, es que este es un baile especial
Paula: Promesa de hermanos
Yo: Es mi pipi, también le gusta bailar
Paula: ¿Puedo verlo?
Yo: Es que tiene que seguir bailando cuando comienza
Paula: Awww, quiero verlo
Yo: Vale, Paula, pero si me ayudas de otra forma
Paula: ¡CLARO!
(Ella se da la vuelta, y se acerca a mi verga)
Paula: Mi mamá me dijo que nunca tocara uno
Yo: Pero no te dijo nada del de tu hermanito, ¿o sí?
Paula: No
Yo: ¿Quieres tocarlo?
Paula: Sí
Yo: Vamos, hazlo
(En eso puso su mano en mi verga y le dije que la moviera de un lado a otro, y comenzó a masturbarme sin ella saber qué era eso)
Yo: Eso es, Paula, sigue así, así se pone a bailar mi pipi
Paula: Awwww, es raro
Yo: Paula, mi pipi quiere que le ayudes con un besito
Paula: Está bien
(Me besó la verga así rápido)
Yo: ¡Sííííí!
Con eso último no aguanté y me vine rápidamente en su cara y ella se asustó, pero le dije que es una forma de mi pipi de agradecerle a ella por tan buen trabajo y haber sido una excelente hermana, al oír eso ella se puso feliz y me dijo que no me preocupara, que era promesa de hermanos…
Luego nos fuimos a la mesa a comer, no dejaba de pensar en que cuando Paula se diera cuenta que no es un «baile» armaría un escándalo, además que le tenía tremendas ganas a mi mamá, pero a ella no la podía chantajear, así que me masturbaba pensando en ella.
Un día después de algunos meses, fuimos a una biblioteca, era casi normal «bailar» con mi hermana, pero no me dejaba meterlo, ella ya comenzaba a entender, porque la última vez me dijo: «Mi mamá me dijo que un pene y una vagina son órganos sexuales, no deberían unirse hasta ser adultos, aunque si esto es un baile pues… No sé»… Eso me preocupó porque ella ya comenzaba a sospechar.
En la biblioteca vi un libro que hablaba de la hipnosis, que era educativa, que se podía hacer en entorno seguro, etc… Me llamó la atención porque siempre quise controlar a los demás, así que comencé a ir regularmente a la biblioteca a leer y leer, pasó el tiempo, ya casi no «bailaba» con mi hermana porque pensé que si lo hacía seguido sospecharía más.
Un día, pasados un par de años decidí usar la PC para averiguar al respecto, yo ya tenía 12 años y ya sabía usar una computadora porque la conexión había mejorado un poco y ya podía ver porno con facilidad, así aprendí a usar el internet y a convencer a mi hermana, pero esta vez la usaría para entender cómo funcionaba la hipnosis, yo quería que fueran solo objetos sexuales a mi disposición, pero no encontraba como hacerlo, hasta que entré a un foro donde alguien publicó una receta para hacer un licuado que la persona que la beba quedará susceptible y será más fácil hacerle la hipnosis, copié ese hilo del foro, lo guardé en mi PC, fui a comprar lo necesario a la tienda, de la mesada que me daba mi mamá.
Cuando regresé, ese post había sido eliminado, me pareció extraño, pero igual, continué haciendo el licuado que mencionaba ahí, al terminarlo, llamé a mi hermana para que lo probara, me dijo que le faltaba azúcar así que le puso un poco, se lo bebió y no pasó nada… Al menos no de momento, pero al pasar 15 minutos, ella estaba en su cuarto, yo la estaba vigilando, la llamaba por cualquier cosa, pero a ese tiempo la llamé y no respondió, así que fui a verla y estaba así como ida viendo a la nada, le llamé por su nombre y solo respondía con «mmmm», «aaahh», entonces decidí aplicar algunos conocimientos que aprendí de la hipnosis, no era muy experto, pero según el post, con lo básico bastaba para obtener algo decente, entonces decidí comenzar a dejar gatillos, palabras que ella reconocería fácilmente, pero debía asegurarme que me entendía, así que comencé:
Yo: Paula, cierra los ojos
Paula: ….. (Cierra los ojos)
Yo: Paula, soy tu hermano, Leo, tenemos una promesa de hermanos de que harías lo que yo quisiera
Paula: ….. umjmmm (Como diciendo «ajá»)
Yo: Promesa de hermanos
Paula: …….
Yo: Promesa de hermanos
Paula: ….. prommmrrmanoss (balbuceaba algo similar a «promesa de hermanos»)
Yo: Cuando la oigas solo de mi parte, recordarás que debes hacer lo que yo quiera
Paula: …… prommmrrmanoss
Hasta este punto no sé qué más hacer, si la dejo así o la despierto, porque en el post no decía nada al respecto, así que decidí esperar… A los 5 minutos como que regresó en sí y me preguntó qué había pasado, que por qué yo estaba ahí, le dije que le había llevado los zapatos que había dejado en la sala y ya no me dijo nada.
Yo: Paula, ¿te gustaría ayudarme a bailar?
Paula: Me parece raro, sabes, he estado pensando en eso y no sé, algo me dice que no deberíamos hacer eso, si le digo a mamá, seguro te echa de la casa, y tampoco quiero eso
Yo: Ya veo, pero recuerda que tenemos una promesa de hermanos así que vamos, bailemos, no seas mala.
Paula: Es cierto, es una promesa de hermanos, está bien, aunque tal vez le diga a mamá
(Mientras decía eso se ponía en posición)
(A mí me pareció raro que aceptara después de eso)
Yo: Pero Paula, recuerda que el no decirle a mamá fue una promesa de hermanos que hicimos.
Paula: Es cierto, fue una promesa de hermanos, está bien, no le diré nada de lo que hagamos cuando bailemos
Escuchar esas palabras me pusieron a mil, sabía que había funcionado, así que era momento de la verdad… Ella estaba en la orilla de la cama, sin el pantalón, solo con la camisa y el blúmer, yo me había bajado el pantalón y el calzoncillo y decidí probar e ir a por todo
Yo: Paula, te voy a bajar el blúmer para bailar mejor
Paula: No, eso no, mi mamá dijo que el pipi y mi cosita no se deben tocar
Yo: Tranquila, no te dijo nada acerca de mi pipi en tu cosita, hagámoslo, será entre tú y yo, que quede como promesa de hermanos.
Paula: Está bien, hazlo.
(Ya estaba a mil cuando me dejó hacerlo)
Yo: (Bajando su calzoncito) que buen trasero tienes, Paula.
Paula: Vamos a bailar, no a ver mi trasero
En eso decidí ir a por todas, comenzamos a «bailar» pero después puse mi verga en su conchita y comencé a meterla despacio
Paula: ¡AY! ¡Me duele!
Yo: (Sabiendo que ya tenía el poder) Paula, no grites y aguanta, yo lo haré lo mejor que pueda, es una promesa de hermanos.
Paula: Está bien, no gritaré y aguantaré.
Cuando oí eso, decidí que era tiempo de meterla bien, así que poco a poco fui abriendo ese rico hoyito que tanto había deseado desde hace tiempos, hasta que luego de un rato, de gemidos de ella y todo, logré meterla toda, y entonces comencé a embestirla y ella solo se medio quejaba pero aguantaba, le pegué 2 nalgadas y ella me dijo que eso no.
Yo: Paula, habíamos hablado que no gritarías y aguantarías lo que sea que yo te haga, es una promesa de hermanos.
Paula: Sí, está bien…
Así que seguí pegándole duro a ese culito hasta que me vine la primera vez… Luego, sin que se me quitara la erección continué, hasta que estuve satisfecho luego de 4 veces… Ser joven tiene sus ventajas…
Yo: Paula, recuerda, lo que pasa entre nosotros, entre nosotros se quedan, es una promesa de hermanos.
Paula: Sí, es una promesa de hermanos
Yo: De ahora en adelante, cada vez que yo quiera poner mi pipi en tu conchita, te vas a dejar y no le dirás nada a nadie a no ser que yo te dé permiso, esto quedará como promesa de hermanos.
Paula: Está bien.
Salí de ahí vació de las bolas y lleno de satisfacción, felicidad, alegría, gozo… ¡Fue lo mejor hasta entonces!
Ahora que ya había probado la efectividad de combinar ese licuado y algo de hipnosis, es hora de pasar a las ligas mayores y cogerme el culo de mi mamá de una vez por todas, y tenerla como un mero objeto sexual a mi disposición…
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