cosa rara mama desvirgada por su propio hijo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Susyalfi.
Unico caso
Si no soy el único caso, seguro soy alguien que ha tenido una de las vidas sexuales mas extrañas.
Fui madre soltera, virgen, dervirgada por mi hijo.
No hubo milagro alguno, todo ocurrió asi:
De chica como todas las nenas al llegar a los diez años comencé a sentir lindas sensaciones al tocarme.
También como es normal jugábamos con mis compañeritos a todo, incluso al remanido “doctor”, asi descubrimos nuestras diferencias y los toqueteos fueron de lo mas variados, chicas entre si, chicos entre si y los mas lindos chicas con chicos.
De allí surge una simpatía hacia uno de los chicos, que a esa edad llamabamos estar enamorados y ser novios.
Como es natural comenzaron los juegos sexuales los que con la edad fueron siendo cada dia mas osados, la mestruacion me llevo a conocer por boca de mi madre los riesgos del embarazo y una mayor satisfacción al comenzar a orgasmar, mientras que mi parejita, en un juego logra sobre mis manitos su primera eyaculación.
Alli vi por primera vez la sustancia tan rica capaz de embarazar.
Eso hizo que hiciésemos todo lo posible para gozar sin peligros, lo que en su momento me resultó doloroso y bastante puerco, que me cogiera por detrás.
Los orales entre ambos era lo menos peligroso y mas apreciado, pero mi conejito ansiaba sentir su pija aunque mas no sea rozandome mientras ambos nos mojábamos, poco al principio y bastante al final.
Tenia ya mis trece y un dia no mestrúo en fecha, ambos asustados, pero como arreglar esto, al poco tiempo el chico desapareció, me dolió mucho su abandono, pero como yo no sentía físicamente nada, callé, por cuatro periodos, luego mi madre, se dio cuenta y ya era bastante tarde.
Le jure que era virgen, me llevo al medico de ella y lo constató, le dijo no hay problema cuando llegue la fecha la operamos y todo saldrá bien.
Asi no deben hacerla hacer lo que no desea y dejarla asi para un parto le será muy traumatico y hasta pondrá en peligro la vida del bebe.
Mis deseos, como antes los satisfacía con mis manos y un pequeño vibrador que una amiga me regaló.
Llega el dia y por cesarea nace un bebote divino, hasta mis padres muy enojados conmigo tuvieron que transigir ante el llanto y la sonrisa de mi belleza.
Me puse muy linda, mis tetas reventonas con pezones que nunca imagine podría llegar a tener, gozaba sus chupadas, las sentía en todo mi cuerpo, no niego mas de una vez temblé mas de la cuenta, no se si mi madre lo captó, pues luego de mamar, me lo sacaba y le hacia ella provechito.
Con ayuda de ella pude criarlo y a la vez estudiar.
En todo ese tiempo lo único de sexo eran sus mamadas y mis manos.
Luego cuando ya no tenia mas leche, me las chupaba y me daba buenos orgasmos de esa forma.
Ya no era la enloquecida por el sexo que había sido.
A veces pasaban días sin orgasmar y me sentía normal es que el cuidado de mi bebe y el estudio me ocupaban todo mi tiempo, es claro, también cuidaba mi belleza con gimnasia y masajes, algunos “exquisitos”.
Cambiarlo y bañarlo era mi mayor alegría, ver su aparatito me llenaba de orgullo, sobre todo que me parecía inmenso respecto a su cuerpito, pero todos los bebes son huevudos y pijudos, jaja.
Le bajaba su pielcita y cuando asomaba su cerecita se la besaba, con sumo cuidado, pues temia lastimarlo.
A veces hasta se le quedaba paradita, que vergüenza, me miraba a ver si le estaba mostrando algo inadecuado, pobre angel, que madre tonta tiene.
Cuando me gradúo, papa me consigue un empleo muy bueno y como ganaba bien, comienzo a pensar en independizarme.
Yo 19 y el seis añitos, ya había hecho un año de jardín.
Estaba precioso, lo bañaba y me extasiaba como iba desarrollándose.
A los 20 me voy de casa de mis viejos, pelea por medio, pero me alquile un monoambiente amplio cerca de la casa de ellos.
Mama pensó siempre que estaba recaliente con algún galan y necesitábamos un lugar para cogernos, no; no era asi, no tenia a nadie ni lo necesitaba, seguía con mis métodos personales de autosatisfacción.
La única diferencia, que para mi fue maravillosa era que con mi hijo nos bañábamos juntos, jaja y ambos jugábamos con nuestras cositas.
Tambien dormiamos juntitos y cuando estaba caluroso desnuditos.
Una noche me despierta llorando, no te enojes mami me mee, pero fue tan lindo.
Toco la sabana y estaba pastosa, enciendo la luz, pruebo eso y lo abrazo muy pero muy fuerte, hijo ya eres un hombre.
No entendía nada, le explico tanto como pude, el estaba avergonzado y yo le acriciaba su pijita la que de inmediato tomo grosor y dureza, mami, siento me voy a mear de nuevo, pues mea mi amor, bajando mi cabeza para ponerme su pija en mi boca, lo hago y siento como fuertes latidos vienen acompañando lindos chorritos de semen, dulzon de niño, que rico, sigo mamando hasta que dice para, me duele.
Le digo mear es distinto, acaso meando te trae el mismo placer, no, es que estas eyaculando, entiendes?.
Me cuenta que algunos compañeros en la escuela se sacudían la pija para eyacular, a eso le llaman paja.
Desde esa noche mis lecciones fueron cada dia mas intensas, claro esta con practicas reales bajo promesa de caballero de no contarlas a nadie, seria nuestro secreto.
Mi libido volvia a estar en plenitud, hasta tres pajas al dia me hacia.
Hasta que instintivamente mientras lo chupaba el comenzó a frotar mi lengüeta y cuando acabé, termine asustándolo pues pensó que me había lastimado.
Mis lecciones llegaron a ese tema y me masturbe delante de él, pobre quería intervenir y no lo dejaba, solo mira angelito mio.
Pero al tiempo ya me mamaba las tetas, pues veía como yo me lo hacia, la lengüeta, y todo lo que le podía ofrecer de mi.
Los besos eran realmente de amantes.
Recordé la época que usaba mi culo para algo mas que cagar y como este salvaje se apoyaba en cualquier parte de mi cuerpo y hacia como los perros, me cogía y en algunos casos acababa.
Le ofrezco lo haga entre mis nalgas.
Le encantó y descubrió que mi ojete podría recibir su pija, me decía me gustaria pero te dolerá.
No hijo, mójala bien con saliva y prueba.
Asi por primera vez en mi vida mi hijo vuelve a estar dentro mio.
Ni tiempo a calentarme tuve que siento su aporte ardiente con fuertes latidos, quedate allí y espera.
Al rato me dice se me sale, mientras sentía suavemente como ya pequeña se deslizaba dándome placer.
Mama, te cuento eso lo hacen entre los chicos, y tu lo haces con ellos, no; probamos pero me dolio mucho, a ti no te dolio?.
No hijo otro dia te contaré el porqué.
Fue un inicio que se repitió por meses.
Me cuidaba muy mucho de que su lechita no llegase a mi concha, no sea que otro espermatoziode travieso salga corriendo y me embarace.
Comencé a tomar anticonceptivos solo por seguridad, ya que si bien lo deseaba, que me desvirgase seria algo tan especial, que lo iba demorando, pero sabiendo que era inevitable pues él es el amor de mi vida, mi único hombre y cuando lo exigiese, no podría negárselo.
En sus juegos me palpaba el himen y me aceleraba el orgasmo.
Asi vivimos hasta que cumpliría sus 15 años, que regalarle para tan magna fecha, mas que mi virginidad, sabia cuanto valor tenia para ambos mi tesoro, su tesoro, porque ya era suyo, estaba decidido.
Proyectamos unas cortas vacaciones y nos fuimos a uno de esos exóticos países, con playas, palmeras, cocoteros, mar azul intenso y posibilidades de retozar desnudos.
Asi en medio del mar pacifico en una cabaña le pido me haga suya totalmente.
Estaba tan nervioso que tuve que chupársela para que se pare bien durita, que esa gloriosa cabeza roja y brillante me destrozara de una buena vez.
Se lo pedi, no se animó, mamita luego me subo yo pero tengo miedo súbete tu y me coges tu.
Yo tenia tanto temor como el, pero su propuesta me parecio lógica púes a mi era a quien romperia el himen.
Nuestros jugos habían lubricado con tantas caricias a los protagonistas de esta escena, los enfrentamos y me suelto sintiendo como se desgarra mi carne y grito, a su vez el también grita tan fuerte como yo, en mi delirio, pensé que lo hacia de gozo, pero luego me entere que a él, el desgarrro le había partido su frenillo, me llega al fondo ambos palpitamos nos miramos muy amorosamente me vuelco a comer su boca y así fundidos quedamos quietos, los dolores fueron cediendo y su pija que algo se había aflojado vuelve a tomar grosor y dureza; recién entonces nos movemos muy lentamente, me ardia, y luego me entere que a él también.
Pero la calentura nos consumía y seguimos con ese dolor y ese gozo tan especial, el que de igual forma nunca hemos vuelto a disfrutar, siento su leche batir sobre la boca de mi utero que reacciona comenzando mi orgasmo doloroso, bastante doloroso.
Para que se nos calme el fuego que ambos sentíamos en nuestros sexos quedamos varios minutos ensartados, hasta que lentamente su pija resbalaba hacia afuera arrastrando sangre y flujo en cantidad.
Al salirse de mi sentí alivio, pero algo corria ardiente desde mi interior, me paso la mano la miro y al ver el rojo me asusto le muestro, a el también lo asusto, nos incorporamos con la sabana nos secamos y observamos si seguía sangrando mi concha, no, pero su pija si.
Me levanto apurada a buscar en el botiquín compresas y agua oxigenada, le pongo y le sostengo la gasa la sangre deja de fluir, recién lo beso y le pregunto algo muy boludo, te gusto mi amor?, si mi vida me contesta, abrazandonos, yo con un brazo pues con el otro mi mano le contenía su aposito.
Me preguntaba: a todas le pasó lo mismo?; lo de mi niño raramente supe que ocurria, lo que pasa que el himen de una mujer de mi edad debe estar mas grueso que el de una nena.
Lloramos y reimos, estabamos felices en ese paraíso rodeados de un mar que en ese momento era realmente pacifico.
Quedamos una hora casi en blanco con tenues caricia que nos sedaban mas que excitarnos, pero la naturaleza del niño de golpe surgió cuando veo su pija, mas gorda, linda y dura que nunca, debajo la cabeza carne viva, no sangraba, y el prepucio había liberado totalmente esa ciruela haciéndola mas bella.
Despacio con temor la beso, la mamo, la chupo, sintiendo que mi lengüeta comienza a erguirse, pobre porotito, deseaba hacerse ver pero es tan pequeño que cuesta desencapsularlo, dentro mio no sentía ya dolor solo fluian mocos de ganas.
Le pido te animas?, si mamita se me sube y con el cuidado del dueño de una pija averiada entrando en una concha recién desflorada la va deslizando suavemente hasta su totalidad, sus huevos chocan en mi ojete y la siento como me llena totalmente, es increíble como se han adaptado una a la otra, como la naturaleza nos brinda tanto placer luego de un reciente dolor, se mueve despacio, lo abrazo con mis piernas y acompaño con mi pelvis si movimiento, mamita no aguanto mas, acabame bien profundo, lo hace, sus latidos junto al latigazo de su leche me enloquece pero no siento llegar lo mio, quedate mi macho, puteame si quieres, porque desde hoy soy tu mas devota puta tu única puta, tu escalava sexual, estaba desquiciada, decirle tamañas cosas a mi propio hijo.
Siento como su juventud hace que sin sacarla vuelve a crecer dentro mio, me ocupa toda y la mueve, me pareció que lo hacia con tanta maestria como si me hubiese cogido por años, claro yo poco sabia de como era estar bien cogida; mama de nuevo me viene, si a mama también de nuevo parece que vamos juntos, besame mi macho, siento su lengua buscando la mia y al mismo tiempo su leche que desencadena un orgasmo aterrador que me duro como cinco minutos, paraba y volvia, se le salía y la volvia a entrar era tan bello, nunca repeti un orgasmo con tanta intensidad largué flujo interno y externo, moje todo a mi alrededor y este angel luego me limpio con su lengua de tal forma que estuve al borde de otra nueva acabada.
Esos días fueron para agotarnos, creo que ambos adelgazamos un par de kilos, yo mas que chocha.
Vivimos un bello romance de pareja libre sin obligaciones, hasta que decidimos que un hijo seria la bendición a nuestro incesto, al que siempre ignoramos, como al resto de la sociedad.
Al enterarse mis padres, aterrados no nos hablaron mas.
Le decia cuando hablaba de su abuela, mejor no te apenes una suegra es una cagada, mejor que no nos dee bola.
Quedo encinta y cuando se entera mi madre, nos visita, lloramos y besamos como nunca, el viejo seguía chivo, hasta que pari una gorda bebota de cuatro kilos, esta vez por mi concha ya bien abierta por mi macho que calza una herramienta envidiable.
La cambio y le digo además de gorda esta beba es una conchuda, mama que es nuestra beba, no me digas mama, llamame por mi nombre no vaya el mundo a creer que tu te coges a tu vieja.
«sus huevos chocan en mi ojete y la siento como me llena totalmente». Cogidísima! Esas descripciones bien obscenas son las mejores.
Quedé con la concha chorreada de ganas 😍 genios Sosyalfi