Cuarentena en la cabaña (parte 5)
La familia más unida que nunca… .
Alejandra había dado luz verde, cada quien por su lado hizo lo que quizo con sus hijos durante semanas, faltaban pocos días para el cumpleaños de Beatriz, entre tantas cosas que había pedido la niña, Milo había prometido tener sexo anal con ella le habia adelantado como sería pero no estaba muy seguro de hacerlo, creía que era muy pronto aún. Una de las tantas noches, después de hacerlo 3 veces seguidas podían oír gemidos que provenían de la otra habitación, hacia un tiempo que ellos 2 compartían habitación y en la otra habitación dormían Alejandra y Edgar, Alejandra seguía sin estar muy de acuerdo con lo que hacia su esposo con la niña pero sabía que estaba siendo muy hipócrita al ella también tener una relación carnal con su propio hijo, los gemidos estaban a otro nivel incluso la cama hacia ruido, Milo se puso de pie tomando la mano de Beatriz arrastrandola hasta la puerta de la otra habitación, esperó en la puerta unos segundos y la abrió avanzando unos pasos.
– Denle más suave jaja, estábamos por dormir, los podíamos oir desde allá… ¿miren como estoy?
Llevó la mano a su bulto enseñando la erección que tenía y se quedó observandolos un momento, Alejandra y Edgar estaban sorprendidos, pero no se detuvieron, el joven sonrió y continuó penetrando a su madre, ella estaba sobre su hijo de espaldas a él, sus piernas estaban flexionadas y abiertas, desde la puerta se veía perfectamente como el gran pene del joven entraba y salía de su vagina, sus grandes pechos se balanceaban de arriba hacia abajo con cada movimiento, sus cuerpos chocaban continuamente y sus gemidos estaban edulzando los oídos de Milo, quien no dudó en acercarse a la cama, su bóxers estaba en su tobillos y su erecto pene apuntaba al techo, se sentó viendolos y extendió su brazo a Beatriz quien seguía de pie en el marco de la puerta, la niña tomó la mano de su padre sentándose sobre sus piernas desnudas, Milo separó levemente las piernas de la niña, hizo a un lado su ropa interior, con sus dedos índice y pulgar tomó sus abultados labios mayores apretandolos suavemente, abrió un labio hacia un lado, escupió y su salvia se ecurrio por su clítoris llegando a su entrada vaginal, término de desvestir a la pequeña, Edgar tomó a su hermana por su cadera, Alejandra no podía ver lo que hacían pero se lo imaginaba, la niña tenía la cabeza de su hermano entre sus piernas, su lengua recorría su vulva de arriba hacia abajo humedeciendola, ella inclinó su cuerpo hacia adelante, sus nalgas se abrieron dando un mejor angulo de visión a Milo, él ya no resistió, tomó a Beatriz de su cintura, se acostó junto a Edgar con la niña sobre él, humedecio su miembro con saliva y lo dirigió hacia la vagina de la niña, con un poco de presión y lentamente entró en ella, Alejandra detuvo sus movimientos y giró su cuerpo, estaba en la misma posición que su hija pero sobre el joven, habian sincronizaron sus movimientos, ambas se vieron y continuaron, Edgar tomó con ambas manos las nalgas de su madre afirmándose y aumentó la velocidad de sus movimientos, ella gemia y mantenía su boca abierta, el joven le dio sus últimas embestidas corriendose, tomó su cuerpo antes que el semen saliera de ella y la sentó en la cama, separó sus piernas y extendió su lengua saboreando la mezcla de su jugosa vagina con su propio semen, la mujer tomó la cabeza del joven presionandola sobre ella, su boca rodeó su clítoris succionandolo, ella arqueo su espalda, su cuello se estiró empujando su cabeza hacia atrás, gemia y su cuerpo se sacudia, entre jadeos y gemidos se corrió por la boca de su hijo, él se acostó a un lado de sus piernas observando a su padre y a su hermana, Alejandra estaba muy sorprendida de ver a su hija cabalgando a su padre como toda una experta, el pene de Milo entraba y salía de su vagina sin interrupciones, su cuerpo se movía con ritmo firme, ella tenía el control, su rostro y su respiración lo decían todo, Beatriz giró su cabeza viendolos, sonrió y extendió su mano tomando el pene semi erecto de su hermano, sin dejar de mover su cuerpo movió su mano masturbándo al joven, el se puso de rodillas y se arrastró acercándose a ella, ella sonrió y llevó el miembro a su boca.
– Nuestra niña es muy buena…
– Si, ¿qué dices ma?
– Bueno…no lo se…
– Sabe moverse y la chupa muy bien…
Alejandra tenían las piernas flexionadas con las rodillas en su pecho, apretaba sus piernas ya que su entrepierna estaba ardiendo otra vez, comenzó a masturbarse viendo tan excitante escena, sus dedos tocaban sus húmedos labios de arriba a abajo, llevo 3 dedos dentro de su vagina y con su otra mano tomó su clítoris, sus manos se movían rápidamente y gemia, Beatriz tenía más de la mitad del pene de su hermano en su boca, lo sentía en la garganta, su padre despegó su trasero de la cama, levantando a la pequeña embistiendola rápidamente, su miembro entraba completamente dentro, solo salia unos centímetros y volvía a entrar, cambio de lugar acostando a la niña, Edgar tomó la cabeza de su hermana con ambas manos mientras su pene entraba en su boca, Milo penetraba la vagina de Beatriz retomando el ritmo anterior, parte de su espalda baja de la pequeña estaba en el aire al igual que sus nalgas y piernas, sus manos se sujetaron de los muslos de él, el hombre pego su boca a los pequeños pechos de Beatriz lamiendolos, con la punta de sus dedos de un pie Alejandra tocó la espalda de Edgar llamando su atención, el joven vió como su madre apoyaba sus rodillas y sus hombros en la cama, menando la cadera, con sus manos separó sus nalgas, era una clara invitación a la que no podía negarse, se acercó a ella y le dio un par de nalgadas, tomó su pene buscando su vagina y entró en ella, humedecido su pulgar y lo introdujo en su ano, la mujer movia su cuerpo, sus nalgas golpeaban las piernas de su hijo, movía sus caderas acompañando las embestidas del joven, ella tomó la mano de el empujandola más dentro de su ano, ambos gemian, Milo juntó las piernas de la niña apoyandolas en su pecho, tomando sus caderas la embistió rápido y profundo hasta correrse en su vagina, Edgar al ver eso aumenyo su velocidad moviéndose violentamente, pellizcó los pezones de su madre mientras besaba su cuello, sus últimos movimientos fueron lentos hasta correrse.
Despues de todo lo que habían hecho estaban muy abiertos sexualmente, no era de extrañar que lo hicieran en cualquier lugar o momento, mientras hacían otras cosas.
Habían muchos momentos de ocio, donde el aburrimiento se sentía, por semanas el clima era malo y estaban entre 4 paredes los 4, para matar el tiempo buscaron una vieja pizarra y se dividieron en 2 equipos, mujeres vs hombres, el que perdía tendría que cumplir una prenda, a Milo le pareció interesante combinar 2 juegos, el Pictonay y los dados sexuales, este cuenta con 2 dados, uno dice una acción y el otro un lugar del cuerpo, por ejemplo «lamer» «cuello» En la primera ronda perdieron los hombres, al tirar los dados salió «besar» «boca», protestaron por un momento y al final aceptaron besarse brevemente, en la segunda ronda perdieron las mujeres, y en los dados salió » soplar» «pezones», ellos se sintieron muy afortunados, Alejandra levantó su blusa liberando sus grandes pechos, Beatriz sopló sus pezones uno a uno y para finalizar le dio un pequeño beso al pezón derecho, y entre risas se sentó, Alejandra la siguió hasta su silla y levantó su ropa pidiendo a la niña que la sostuviera con sus dientes, con sus manos tomó uno de sus pechos y viendo a Milo y Edgar le dió una lamida y luego sopló, ellos las veían como un par de tontos, la mujer sonrió y volvió a su asiento para continuar el juego, volvieron a perder los hombres, y los dados dijeron «lamer » trasero» Sí habían protestado por un beso ahora era mucho peor, para suavizar las cosas Alejandra propuso jugar con comida, trajo miel y les dio una muestra de que hacer con la cuchara de madera de la miel, puso un poco en el cuello de Beatriz y la lamio, Milo y Edgar seguian muy serios, no querían hacerlo, Milo sabía muy bien que no era lo mismo el trasero de una mujer comparado con el de un hombre, no le parecían atractivos para nada, la forma, los vellos, etc, pero a decir verdad no había visto el trasero de su hijo con mucha atención y mucho menos tan de cerca, cuando Alejandra bajó su pantalón vio un par de nalgas bien formadas, nada exagerado pero levemente redondeadas por los músculos, la miel se escurria por toda la raja goteando en el suelo, Milo tomó las nalgas del joven separandolas, el vello era prácticamente una pelusa, la miel cubría todo, con un poco de dudas lentamente acercó su boca, su lengua recorrió desde la base de los testículos hasta el nacimiento de la hendidura, Edgar apoyó su torso en la mesa, permitiendo que su padre continuara, Milo repitió el recorrido un par de veces más y se centró en la entrada anal casi inconscientemente presionando un poco con su lengua, cada vez que la miel era totalmente consumida por Milo, Beatriz volvía a tomar la cuchara esparciendo más miel, su curiosidad fue más allá, ella veía que cada vez que faltaba miel, la punta de la lengua de su padre empujaba más sobre el ano de su hermano casi entrando, con la cuchara en su mano presionó hacia adentro, Edgar tenía su cabeza sobre la mesa rodeada por sus brazos, cubriendo su rostro, cuando sintió que que algo extraño entraba en el levanto su cabeza y extendió un brazo deteniendo a su hermana, pero Alejandra tomó sus brazos impidiendo sus movimientos.
– Beatriz me contó lo que hicieron, bien guardadito lo tenían eh? No te resistas tanto Edgar, lo supiste desde el principio…toma esto como un castigo jaja.
– Por que solo a mí…es culpa de él…
– Shhh…ya que ninguno de nuestros hijos sabe como hacerlo la primera vez…¿Qué te parece instruirlos en el tema Milo?
– A Beatriz ya se lo había prometido.
– Para mi cumple…pero ya pasó papi.
– Bueno ya que insisten… ¿Como podría negarme a un culo nuevo?
– No, papá no lo hagas – dijo Edgar suplicando.
Alejandra y Beatriz arrastraron a Edgar al baño, Milo los siguió, Alejandra buscó algo en un pequeño armario, con un recipiente lo lleno de agua tibia y con una perilla grande la lleno de agua.
– ¿Recuerdas cuando estabas muy estreñido?
– Si, ¿pero eso que tiene que ver?
– Imagina que esto es un supositorio, resiste por unos minutos y luego sueltalo, es lo mismo pero con agua y se repite las veces que sean hasta que el agua sale limpia.
– No quiero.
– ¿por que? Ví como te ponías duro cuando tu padre te lamia el culo.
– …
Después de la debida limpieza volvieron al comedor, a Milo le estaba gustando demasiado, Edgar volvió a la mesa de antes, separó sus piernas y esperó lo peor, su padre contempló su ano, y nuevamente lo lamio, su lengua se hizo notar, lo hizo tanto que su mandíbula dolía, cuando comenzó veía perfectamente como colgaba el pene de su hijo pero ahora solo veía sus testículos, inclinó su cabeza y vió como se ponía duro, era buena señal para continuar, tomando un poco de lubricante introdujo su dedo índice lentamente, acariciando y besando sus nalgas, los ojos de Edgar estaban cerrados fuertemente, su interior estaba muy apretado y suave lo que invitaba a Milo a introducir otro dedo, estaba poniendo mucha resistencia, Alejandra buscó en el freezer un par de salchichas congeladas, con algo de lubricante introdujo una, Edgar sintió el objeto frío sin saber que era, tampoco quería verlo, solo dejó que continuarán, Milo sentía como su miembro crecía en su pantalón, de vez en cuando lo tocaba un poco, tomó la salchicha sacandola un poco viendo que la parte que estaba dentro de su hijo se había descongelado, la giró introduciendo la otra mitad congelada y comenzó a moverla hacia adentro y hacia afuera, la zona estaba adormecida parcialmente, al menos los primeros centímetros, entre Alejandra y la niña le quitaron el pantalón a Milo, en su glande se veían las gotitas de líquido, lubricando muy bien la zona lentamente fue entrando en su apretado esfinter.
– Mierda!!!
– ¿Duele mucho?
– Es extraño, una mezcla de sensaciones…
– ¿Pero es bueno o malo?
– …
El joven sentía como centímetro a centímetro su padre entraba en su ano, el hombre no era precisamente de tamaño promedio y eso lo podía ver además de sentir, Milo apoyó sus dos manos en la espalda del joven mientras entraba por completo en él, se detuvo unos segundos separando sus nalgas, Beatriz se subió a la mesa sentándose sobre la espalda de su hermano a observar todo, lentamente el miembro del hombre salió de su esfínter volviendo a entrar, el hombre subió una pierna apoyándola en la mesa, eso hacia que la penetración fuera más profunda, se sentía muy bien hacerlo, ¿adónde habían llegado con un simple juego?, la niña se inclinó tomando por sorpresa a su padre y le dió un beso, introdujo su lengua en su boca rodeaba sus labios rozando su lengua, Alejandra se puso de rodillas detrás de Milo buscando el pene de Edgar estaba duro aunque el joven no parecía estarlo pasando muy bien pero estaba muy duro y goteando, se puso de pie, moviendo la cabeza intentando llamar la atención de su esposo.
– ¿Qué?
– Milo, mejor giralo y ve lo que acabo de ver.
– ¿Qué es..?
Beatriz de quitó de encima y él lentamente salió de el joven por completo girando su cuerpo, Edgar se cubrio con sus manos, pero era imposible cubrir su erección, estaba muy avergonzado de que le gustara, usaba todas sus fuerzas para no hacerlo obvio, Milo tomó el pene de si hijo dandole pequeños golpecitos, la niña quien no se había alejado demasiado tomó los brazos del joven estirandolos sobre sus hombros y puso cada una de sus rodillas a cada lado de su cabeza, se sentó rozando su vulva con la boca de su hermano, pero él estaba demasiado consiente de lo que pasaba con su parte baja, Beatriz casi tuvo que obligarlo a que fijará la atención en ella, pronto su lengua salió de si boca recorriendo cada pliegue de la vulva de su hermana, sus brazos tomaron las piernas de la niña acercandola más, con sus manos abrió sus labios mayores, sus labios menores colgaban humedecidos por su saliva, su lengua buscó su entrada vaginal y presionó intentando entrar, introdujo la mitad moviendola rápidamente, Milo sintió como el ano de su hijo se aflojaba poco a poco y eso le permitía moverse mejor, aumentó un poco la velocidad de sus embestidas, las piernas de Edgar estaban cruzadas rodeando su cuerpo haciendo que si padre se pegara más a él, para Milo era claramente una invitación para continuar y aumentar el ritmo, sus manos se apoyaron en la mesa a cada lado de su torso, se dejó llevar tomando los testículos de joven con una mano y levantadolos, así podía ver mejor lo que su gran miembro hacia, entraba y salía por completo sintiendo el calor interno, se detuvo un momento para secarse el sudor de su frente y Edgar comenzo a mover su cadera por su cuenta, cada vez iba más rápido, no quería detenerse pero no duraría demasiado, tomó sus caderas y ebistiendolo muy duro y rápidamente se corrio, salió de él viendo como su ano estaba algo dilatado y rojo, Milo se desplomó sobre la silla cansado, Alejandra tomó el pene de su hijo para terminar con el trabajo, lo introdujo completo en su boca, entraba y salía rápidamente traspasando su garganta, Beatriz veía como el semen de su padre salía del ano de su hermano, pegó su boca al esfínter limpiandolo muy bien, Milo llamó su atención con gestos en el aire, le dio a entender que introdujera sus dedos, y así lo hizo, su dedo medio entró en su ano, al salir lo lamio, limpio completamente la zona, no quedaba ni un rastro, con su lengua siguió su camino hacia los testiculos, uno a uno los succiono estirandolos y soltandolos, su madre se concentró en el glande de Edgar, dándole lugar a la niña, comenzó la lamer todo el cuerpo del miembro, intercambio el lugar con su madre, su lengua rodeaba haciendo círculos en el glande, habia una boca a cada lado del pene del joven, cuando una subía la otra bajaba, comenzó a mover su cadera hacia adelante y atras, Alejandra al ver la expresión y la respiración de este tomó su pene moviendo su mano rápidamente, acercó a Beatriz y ambas esperaron su corrida, la bendecida con la lluvia blanca fue la niña, su cara se embarro del caliente semen del joven, Alejandra limpió toda su cara con su lengua para posteriormente vaciar el contenido en la boca de su hija.
Por cualquier consulta, duda, etc
*@pyhubb
Que buen relato espero la siguiente parte muy exitado por tanto amor filial
Excelente y excitante relato de los que hacen que en verdad te excites y desees estar ahi
Ufff que buen orgasmo me hiciste is tener. Sigue escribiendo. Te sale muy bien., 😋
Esperando la siguiente parte muy exitado por tan rico relato felicidades amigo