Cuestion de Honor I

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por xanun.
Hola a todos tengo 22 años y soy un chico como cualquier otro; de tez blanca, delgado; quizás hasta un poco mimado por ser hijo único; en especial por Anita <Esa fabulosa chica que junto con la abuela Sofía –Era madrina de Anita y siempre vivo con ella-, y con tan sólo 9 años de edad -Yo era un bebe-, se hizo cargo de mi>.

Por cierto mi nombre es Ángel y esto que a continuación les traeré sucedió hace ya 4 años que como desde niño cada que se podía íbamos a visitar a Don Pablo <El padre de Anita>; aun psiquiátrico para internos de baja peligrosidad a las afueras de nuestra ciudad.

Esa mañana mientras en compañía de Don Pablo observaba a lo lejos una patrulla de caminos se llevaba detenidos a dos mujeres en paños menores; al mismo realizaba una llamada celular.

-¡Perico! ¿Tu tío aun trabaja en inmigración? Oye necesito un favor-Dije y volví a decir.

¡Maldita lesbiana! Te lo advertí y ahora vas a pagar las consecuencias Maldita lesbiana.

-¡Espero que esa Maldita lesbiana no sea mi hija! – Escuche a don Pablo decir.

-¡Vaya, vaya! Ya veo que después de todo usted no esta tan loco como creíamos; pero aun así quizás no me entienda- Le dije.

¡Mira ya déjate de tonterías! Y comienza a contarme que en lo que Ana te llama de la comisaría quizás hasta pueda aportar algunas ideas.

Como ya debe de saberlo salvo por esa manía que siempre he tenido de dormirme en el regazo acariciándole sus senos; yo siempre he considerado a Anita como mi madre por lo que con beneplácito tome que papá y ella; decidieran con el paso de los años vivir como pareja. Pues bien todo iba como miel sobre hojuelas hasta apenas unos meses atrás que un lamentable accidente automovilístico del cual en estado de coma sólo Anita salvo la vida <Papá, la Abuela Sofía y mi hermanita Sofía fallecieron>; y como yo en esos días aun no era mayor de edad y necesitaba de un familiar cercano para que me entregaran los cuerpos así como los tramites para poderlos sepultar que tuve la mala idea de recurrir a Mónica <Por la abuela Sofía desde años atrás sabia que era mi verdadera madre>; después de todo yo me dije si nunca se hizo cargo de mí al menos no me puede negar ese favor; y así lo hizo y en especial cuando Anita salio del coma me sirvió de gran ayuda. Por esa razón fue que este sábado; ayer precisamente que con la intención de distraerla un poco me pareció buena idea que Mónica se llevara Anita a celebrar su cumpleaños < 27 años>.

Hasta ahí todo iba bien y creo que serian pasadas de las 4:00 AM cuando las escuche regresar y un rato mas tarde con la intención de que Anita me platicara como les había ido así como que me permitiera dormirme un rato con ella que me dirigí hasta su recamara encontrándome al pretender entrar ante el más candente y lúbrico espectáculo de Anita y Mónica que completamente desnudas y Mónica con las piernas de Anita sobre sus hombros y flexionadas hacia el frente fundía Mónica sus labios en un arrollador y apasionado beso; recorriendo a con candente excitación el mentón, el cuello hasta apoderarse con lentitud de los firmes senos de Anita que gimiendo con suavidad y sin perder llevando sus manos entre sus cuerpos hasta apoderarse de sus trémulas intimidades, frotando con ahínco sus ardientes clítoris en tanto que Mónica lamía y chupaba; primero un seno y después el otro con delicadeza; sabiendo por el rictus en el rostro de Anita que en verdad le estaba agradando y quien respondiéndole a tan inmenso placer, gimiendo le entreabría sus piernas, para que entre candentes lamidas Mónica se apoderara de su trémula intimidad, lamiendo, comiéndosela con voracidad haciendo en verdad vibrar a Anita que en verdad disfrutando con lentos movimientos giraba sus caderas, mordiendo con un gesto de sensualidad uno de sus carnosos labios y arqueándose se sacudía con sensualidad al sentir los dedos de Mónica acariciando, lamiendo cada rincón del interior de su húmeda vulva rosada.

¡a-aoooh! ¡aaaah! ¡a-aaaah! ¡Así, ooouuuh! ¡aaaah!

¿Te gusta Anita?

¡a-aaah! ¡S-si; muchoooh! ¡M-me encanta! ¡M-muchisimoooh! ¡maaaaas! ¡A-así; más, mas adentroooh! ¡D-damelaaah; todaaaah! ¡Todooooh! ¡Hasta el fondooaaah! ¡a-aaah! ¡ooouuh! ¡a-aaah! ¡a-aaah! ¡aaaah

Anonadado porque era algo que ni en la más erótica de mis fantasías me hubiera imaginado de ellas, por la forma en que sin importarles nada de lo que sucedía a su alrededor en verdad disfrutaban de cada una de sus lésbicas caricias; yo no podía apartar la vista de cada una de sus caricias, de como llenas de ardiente deseo y lujuria, sin saber de donde habían sacado un dildo doble, entre cruzando sus piernas lo acomodaban en lo mas profundo de sus vaginas, gimiendo como bestias heridas, con sus grises ojos entre abiertos que parecían que se le iban a voltear se arqueaban con sensualidad al acompasado movimiento de sus despampanantes caderas, como si frotando con intensidad quisieran desaparecer en lo mas profundo de sus entrañas ese objeto que tanto placer les estaba dando hasta que sacudiéndose con intensidad como si por su intimidad se le escapara el alma estallaban entre potentes espasmos.

¡a-aaah! ¡a-aaah! ¡ooouuh! ¡aaaah!

Mientras que Anita y Mónica disfrutaban entre espasmos del delicioso letargo de sus orgasmos fue que ya no quise ver más y solamente me fui al baño más cercano a saciar mis ansias, a masturbarme con vigorosidad un tanto confundido pero a su vez complacido por Anita que con papá nunca había visto gozar de esa manera como lo había hecho con Mónica.

Queriendo pensar que lo ocurrido había sido a causa de una loca noche de borrachera fue como muy temprano nos iban a llevar un medicamento <Anita era doctora y en gran parte de la amplia planta baja de la casa tenia una farmacia y su consultorio>; que con la intención de avisarle que tenia que firmar de recibido un medicamento de venta controlada que alcance a escuchar cuando en la sala Mónica le decía a Anita que se veía visiblemente turbada.

¡Vamos amiga tranquilízate! Yo nunca te voy a obligar hacer algo que tu no desees además no me puedes negar que lo de anoche fue hermoso y la pasamos muy bien; sabes tu eres muy bonita, me gustas mucho y si tu quieres podríamos volver a repetirlo y hasta me vendría a vivir contigo ó mejor aun te podría mudar a mi casa.

¡Mira no te voy a negar que lo de anoche fue…! Digamos que bastante relajante y lo disfrute mucho pero ya se te olvido mi Angelito siempre hemos sido muy unidos y yo no….

-¡Anita ya llego el medicamento! Podrías bajar a firmar de recibido; Por cierto no te gustaría llevar flores al panteón y de pasada visitar a don pablo.- Interrumpí y apenas Anita desapareció le dije a Mónica.

¡Sabes en verdad te agradezco lo que has hecho por nosotros! Pero….Mira voy a ser sincero contigo anoche vi todo y también escuche lo que decías; sabes Anita es todo lo que tengo así que por las buenas te voy a pedir que te alejes de nuestras vidas; que por las malas te advierto de una buena vez que… “YO NO SOY MI PADRE MALDITA LESBIANA”; que Anita es mía, sólo mía y que si tu la vuelves a tocar desearas no haberme conocido no tienes la más mínima idea de lo desgraciado que puedo ser.

-¡Mira estúpido escuincle! Tu no me vas a decir lo que tengo que hacer; sabes es la mejor tortita que me he comido en mucho tiempo y ahora para que se te quite me la voy a comer cuantas veces me plazca para que te de más coraje estúpido- Me dijo retadora.

-¡Como tu desees! Pero que conste que ya estas advertida.

¡Bueno don Pablo! Eso es todo el resto ya se lo imaginara; Mónica insistió en venir con nosotros y cuando salieron a dar un paseo por los alrededores pues yo me vi obligado a llamar a la patrulla de caminos para que se las llevaran detenidas ¿Y bueno usted que opina don Pablo?

¡Que seria bueno que contestaras el celular!-Me dijo don pablo.

-¡Anita! Donde están llevo horas esperándolas ¡No me digas! ¿Pues que estaban haciendo? Mira tranquilízate ya salgo para allá.- Dije sonriendo malicioso y volví a decir.

¡Bueno don Pablo me tengo que ir! Se llevaron detenida a Anita por faltas a la moral; Vengo la semana que viene usted me aporte algunas ideas para deshacerme de Mónica.

¡Ok! Muchacho; Veremos que podemos hacer.

Continuara