Cuidando a Mar
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por artgollez.
-A ver, ahora poné cara de modelo- Le digo a Mar, mientras manipulo la cámara y busco una mejor posición para tomar la siguiente fotografía. En la pantallita del aparato, se dibuja su rostro carilleno de piel tostada y ojos verdes. Ella sonríe francamente, mostrando sus labios ya de por si gruesos, que ahora se abultan un poco más por los brackets que le han colocado recientemente. Lleva el pelo castaño claro recogido en una cola alta, de la que se escapan algunos mechones, dejando ver su cuello fino y sus pequeñas orejas. Se ha puesto una remera rosa con un osito blanco estampado sobre su pecho plano y una minifalda negra que deja al desnudo sus piernas largas y flacas, y sus pies desproporcionados de nena.
La verdad es que madera para ser modelo no le falta, pienso. Posee una sensualidad innata y una belleza de esas que no dejan indiferente a nadie, concluyo.
Pero eso será tal vez cuando crezca. Por ahora, Mar tiene once años y para el único que esta posando es para mi, su tío, en la cama de su habitación, jugando.
-Bueno, sacáte una conmigo- Me dice, urgiéndome con un gesto exagerado, infantil, haciendo aspavientos con las manos como si el mundo se estuviera por acabar en dos segundos. Yo me muevo remoloneando a propósito y me dirijo hacia donde está ella sentada; me coloco detrás y la abrazo por la espalda. Me preocupa que se de cuenta la erección que llevo desde hace un rato y que hasta ahora he logrado disimular bastante bien, o eso creo.
Asomo el rostro por encima de su hombro y… ¡Clic! Puedo sentir una leve humedad al rozar con mi mejilla en su cuello… ¡Clic! ¿Tenés calor? Le pregunto… ¡Clic! Un poco, tío ¿Por…?… ¡Clic! Esta nena es demasiado inquieta… ¡Clic! Se monta en mi pelvis y se vuelve a bajar… ¡Clic! Siento su culito refregándose en mi bragueta… ¡Clic! Ya no me aguanto… ¡Clic! Ahora tenés que ser vos mi modelo… ¡Clic! ¿Quién?… ¡Clic! Vos tío… ¡Clic! Quiero que seas mi modelo. STOOOOOP.
La quito de encima mío con gesto brusco y salgo disparado de la habitación, me encierro en el baño. Empiezo a caminar ahí adentro como un león enjaulado. Necesito respirar, necesito calmarme. Intento mear pero me resulta imposible con la erección que tengo. Siento la verga palpitando en mi mano como un trozo de carne caliente. Entonces me empiezo a masturbar… ¡Ah! Siiii… Abro la ducha y me meto debajo del agua fría… Siiii…Eso va ayudar. Me saco toda la ropa y sigo bombeando…Chaf, chaf, hace el agua. Siii… Del otro lado de la puerta, Mar me habla. No entiendo lo que dice. Solo escucho su voz apagada y no quiero que se calle. Siii… Putita, seguí hablando que ya estoy por acabar. Creo que me pregunta algo… NO.
Un segundo después siento un rayo y un calambre en los huevos que me hace echar para atrás la pelvis y levantar el culo del dolor. Me apoyo en la pared, para no caer. Cierro los ojos y abro mucho la boca, pero ahogo el grito que se quiere escapar de mi garganta. Por unos segundos mi verga parece cobrar vida propia y empieza a eyectar chorros de semen en lentos pero violentos espasmos. Ya no me puedo detener, me estoy vaciando. Parece que mis huevos se estuvieran exprimiendo. Parece que la vida se me escapara a chorros por la chota..
Creo que por un instante he perdido el sentido.
Cuando me recupero, parece que el cansancio de un millón de años se me hubiera instalado de repente en el cuerpo. En mi mano siento como mi verga va perdiendo tonicidad. Aún así continuo masajeando, porque una idea se ha formando en mi cerebro. Quizás me esté volviendo loco, y este a punto de arruinar mi vida y la de mi sobrina, pero nunca antes me sentí tan atrevido.
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