cuidar a mama y hacerla feliz 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Este relato trata de la mejor tarea que me han encomendado.
Soy un joven hijo único, malcriado y bastante nene de mama.
Nuestra posición es holgada, lo que ha permitido que solo estudie y trate de divertirme con la PC, la música y la compañía de un grupo de amigos y el de un muy reducido de amigas, todos de mi edad y la mayoría del mismo colegio.
No soy alto, estoy desarrollando, flaco con atributos nada fuera de lo común al compararme con mis amigos.
Soy muy de casa, pues temeroso a las pestes como el sida y las enfermedades venéreas y a la inseguridad callejera, opto por no arriesgarme, y desde los 14 que descubrí la paja, con una diaria me conservo tranquilo.
A veces hacemos bailes con los amigos pero no pasan de franelas y besitos y las eventuales calenturas me las quito a pura mano.
Me gusta el deporte sin descollar en ninguno.
Mis padres son muy unidos, mi madre 36 y mi padre 42 años y parecen ser una pareja muy feliz. Son modernos y cuando vamos a la playa mi madre hace topless, cosa que termina excitándome conduciéndome sin excepción a una paja.
Mi madre es muy bonita, de pelo corto del color que se tiña, con grandes ojos y preciosos labios, no es ni flaca ni gorda, creo que sus tetas rondan los 95, buena cintura, leve pancita y su culo podrá ser de 90, muy redondito.
Es tetuda.
Mi padre es alto de físico atlético, ingeniero, muy trabajador y nos ama por igual.
Hete aquí que un sábado van a una fiesta y no sé muy bien como ocurrió pero se cae con tal mala suerte que se fractura ambas muñecas.
Yo había salido, volví temprano y no me entere de nada hasta el otro día al levantarme.
Pensé con esos tacos y esa tetas algún día se debía caer de bruces y ocurrió.
A la noche la enyesaron y a los dos días la operaron de una muñeca que esta fracturada mientras que la otra tenía dos fisuras, sin haber llegado a quebrar.
En la semana notifican a mi padre que debe viajar urgente y por un plazo de no menos de tres meses a una obra con problemas en otro continente.
Evaluó no ir pero corría peligro su estabilidad laboral, por lo que mama le insistió que vaya, que el nene la cuidaría.
Al otro día muy temprano lo vienen a buscar para llevarlo al aeropuerto, me dice, te encargo la salud de mama, debes cuidarla.
Mama estaba en cama y la voy a ver, tenía un camisón largo sin mangas y estaba sentada, apoyada su espalda en dos almohadas, se le notaban las puntas de los pezones.
Me dice, hijo ya eres un hombre y seguro cuidaras a tu mami, cierto?.
Me decía que por hoy no vaya a la escuela y luego veremos cómo solucionamos ese problema, no debes atrasarte en tus estudios.
Al rato me dice me llevas al baño, la acompaño, cierro y me voy. Siento su voz que me dice no hijo, no me dejes que no puedo sola, entro y me pide le quite el camisón, lo hago y mi amiguito se comienza a impacientar.
Amago salir y me dice hijo por favor con la bombacha como voy a mear y a cagar, bájamela. Lo hago con torpeza, levanta los pies y se la quita por completo.
Estaba duro completo, no solo del pito, veía a mi madre completamente en bolas. Ella se sienta en el inodoro y yo voy a dejarla sola, me dice si puedes quedarte pues luego necesito que me limpies.
Escucho su meada abundante y luego siento como sus soretes van cayendo.
Estaba tan pelotudo que ni el olor sentí.
Luego me pide, con papel me secas adelante, estaba peladita, cuando lo hice una parte del papel mojado se rompió y uno de mis dedos se corrió adentro de su húmeda y caliente raja. Era el sumun le había tocado la concha a mama.
Se levanta y me pide ahora límpiame el culo, lo hago sin asco alguno, me pareció un trabajo precioso y su culo más todavía, le abro para terminar de limpiarlo y observo su ojete como abierto, un agujero de casi un centímetro, me llamo la atención, porque que yo sepa mi orto está cerrado siempre.
Luego dice, debo higienizarme, trae dos bolsas plásticas para cubrir los yesos y poder ducharme.
Fui a buscarlas como un zombi, no podía creer lo que estaba ocurriendo.
Se las coloco y cierro arriba con bandas elásticas y se mete en la ducha, me dice me tendrás que enjabonar, porque no te quitas la ropa para no mojarte y de mientras te duchas tu también.
Del susto mi pija se había bajado.
Como un autómata lo hice, le enjabone las tetas, la espalda, el culo, las piernas la concha, las piernas toda, en el culo y la concha ya envalentonado y con la pija durísima, me detuve más tiempo y note en ella un leve temblor, que me asusto y largué.
La enjuague toda y salió de la bañera y se sentó en el inodoro, me dijo te espero a que tú te duches. Lo hice y mi pija reventaba, mi madre me dice porque no te pajeas así se baja.
Por poco enloquezco, mi madre me pedía que me pajeara y delante de ella.
Lo hago rápidamente comienzo a escupir con fuerza, una gota llega cerca de sus labios y con su lengua la arrastra adentro de su boca.
Pensé, papa estará volando sobre el atlántico y corneándolo.
Me comenta que es muy desprolija la cantidad de pelos y al secarla a ella se mira y dice los míos ya están creciendo, no es posible, llamare al esteticista que venga a quitarlos.
Bueno encanto vamos a desayunar. Lo preparo bajo su dirección.
El desayuno se lo fui llevando a la boca, el café a sorbos y las galletitas una por una en su boquita, era dentro de mi torpeza una práctica excitante.
Bueno en ese momento todo era excitante.
Terminado dejo todo en el lavabo y mi madre me dice que debemos organizarnos, pues todo ha sido muy caótico ya que ni yo ni tú debemos estar todo el día desnudos y así fuimos a su placard a buscar ropa adecuada.
A mí no me hacía gracia la cosa, pero me entusiasmo cuando dijo para entre casa nada de ropa interior solo un discreta bata. Ya me hacia la película de vivir debajo de la bata.
Eligio un batón tipo quimono, de mangas anchísimas que permitiesen pasar sus brazos sin dificultad, era muy elegante se cerraba con una ancha cinta que anude con amor. Estaba hecha una geisha.
A mí me mando a ponerme bóxer, remera y pantalón.
Al mediodía pedimos comida china, para hacer juego y fue más difícil servírsela por cucharadas o cortaditas en un tenedor.
Al final me pide frutas, hay manzanas, peras y bananas, me pide una banana, me pareció una indirecta pero la traje la pele y cuando la iba a cortar en trocitos me pide que se la arrime de punta a la boca, bueno presentí el final y me comencé a empalmar.
Que mohines que hacía, le pasaba lengua antes del mordisco, me está matando, cuando termina la banana le digo que voy al baño, a que, me pregunta, a hacerme una paja no doy más.
Puedes hacértela aquí total ya nos conocemos y mientras yo te contemplo.
Acabe sobre un trozo de papel de cocina, mientras ella sonreía.
Deja la vajilla, la juntamos con las de la noche y toda la ponemos en el lavavajillas y listo.
Ven vamos a ver tv a ver si hay algo bueno, al rato me dormí de la modorra pajera.
Me despertó al caer la tarde, me pidió la llevara al baño. Pensé de vuelva va a cagar, porque mear puede sola, no tiene calzones puestos.
No, solo mear, para que le seque la concha, me dijo que hacía rato tenía ganas pero como yo dormía como un ángel no quería despertarme.
Y yo otra vez al palo. La lave en el bidet y ya que estaba también le frote el ojete, temblaba de contenta, de nuevo le pido que me deje que me voy a pajear y me dice lo menos que puedo hacer por ti es ayudarte.
No mama puedes hacer más por mí, que mi amor, puedes tratarla como a la banana que te has comido.
Eres un osado, pedirle eso a tu madre.
Me quede duro, no esperaba esa respuesta, pero acto seguido arrimo su boca pues estaba sentada en el bidet y yo parado, justo a la altura.
Fue algo sublime jugó con la cabeza y luego de lamerla toda por afuera se la comió, de a ratos la acaba de la boca y lengüeteaba la zona del frenillo y de nuevo se la comía.
Duro poco la cosa era tan suave, húmeda y caliente que le dije déjala que acabo. No me oyó o no quiso oír, siguió y se trago toda mi leche, la abandono cuando de flácida se caía.
No podía caerlo, una chupada y hecha por mi adorada madre.
Me deja se va al dormitorio y se acuesta, me llama y me pide hijo, tu harías lo mismo a tu pobre madre.
Le separo el quimono y me cuelo con la lengua en su concha, tampoco ella tardo mucho en temblar en una formidable corrida.
Luego me besa en la boca donde conservaba su acabada, y nos abrazamos con somnolencia.
Fue un día agotador cuando nos dimos cuenta era de madrugada, ella estaba despierta y yo escuche un fuerte ruido, parecía un largo pedo que me despertó.
Ella me besa y me pide disculpas por habérselo tirado, había sido un pedo, que corneta tenía mi madre.
Debe haber sido la comida china, me dice, puedes hacer cuando lo desees mamita, hasta tus peditos son hermosos.
Vamos al baño y nos lavamos, como era muy temprano volvemos a la cama.
Estábamos los dos vestidos, insólito pero cierto, así me pidió que nos quedásemos.
Jugueteando y acariciando sus piernas le toco la concha, me pide que espere que tiene cosas para decirme.
Me cuenta que ella siempre fue muy pajera desde nena e incluso luego de coger con papa se seguía pajeando, por eso tenía juguetes.
Me indico en que cajón de la cómoda los guardaba y pidió se los trajera.
Eran cuatro consoladores vibradores de distinta forma y tamaño, me los presento con un nombre cada uno, uno era coquito, el sobrenombre del primer novio, otro Julián el nombre de papa, otro María el nombre de su mejor amiga, con la que alguna vez tortilleaban y otra Oscar, mi nombre.
Le pregunte a Oscar cuanto hace lo tienes, hace 8 años, desde que deje de bañarte, seguro no te acuerdas.
Mama!. Desde esa edad que me deseabas?.
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