CUMPLEAÑOS DE MAMA

Le pregunte si nos íbamos a casa y me respondió que era su cumpleaños y que lo celebraríamos los dos, de manera que continuamos disfrutando de un buen vino .
Mi madre se divorcio hace dos años,  cuando yo tenía 16,  porque mi padre era muy celoso y constantemente tenían discusiones muy fuertes. Ella se canso y le pidió que se separaran. Ahora hace tres meses un amigo de ella comenzó a cortejarla y para la fecha de su cumpleaños la invito a cenar y a mí también. Ese día hacia las nueve de la noche nos recogió en su auto y fuimos a un restaurante muy bonito, todo marchaba muy bien hasta que a media noche cuando me levante al baño porque habíamos bebido bastantes copas, cuando regrese encontré a mama sola, le pregunte por su amigo y me dijo que habían tenido una discusión y le había pedido que mejor se marchara.

Le pregunte si nos íbamos a casa y me respondió que era su cumpleaños y que lo celebraríamos los dos, de manera que continuamos disfrutando de un buen vino y de pronto como había una pequeña pista de baile me propuso que la invitara a bailar, no soy muy experto pero trate de hacer lo mejor.  Ese día ella se puso un vestido rojo con escote y falda a media pierna y tacos negros que estilizaban sus piernas. El vestido era de un material muy delgado que en medio de mi embriaguez sentía como si ella estuviera desnuda y comencé a sentir una erección. La música era muy suave lo que llevo a que mi madre se pegara a mi cuerpo comenzando a sentir el roce de sus senos contra mi pecho, porque había dejado el saco del vestido en la mesa,  porque estaba un poco acalorado. Después de bailar y sentir el roce de sus senos durante una buen rato,  de pronto sentí que ella pego su pelvis a la mía y de seguro tuvo que sentir mi erección, no tuve tiempo de reaccionar para retirarme y preferí dejar que las cosas siguieran su camino.

Mi excitación y la de ella fue subiendo y afortunadamente la zona de baile gozaba de poca iluminación y estando un poco descontrolado me atreví a bajar mi mano a sus nalgas  para acariciárselas y de paso apretar su cuerpo contra mi verga. Ella acepto sin objeción alguna mi osadía  y así estuvimos hasta comienzos de la madrugada cuando la situación desemboco en un primer beso. Nuestros labios se rozaron sorpresivamente, quizás los dos lo deseábamos y de allí vino un beso apasionado y caricias más intensas hasta donde la decencia nos lo permitía. Estábamos en una excitación tan fuerte que quizás por eso ella me dijo que hora de regresar a casa.

Salimos,  buscamos un taxi y cuando llego ella subió primero y al sentarse no tuvo precaución,  quizás por su embriaguez,  y su falda queda bastante recogida. Mientras nos dirigíamos a casa,  mamá se apoyaba en mí y sentía su cuerpo caliente y excitado. Puse mi mano sobre su pierna y a la primera caricia me comenzó una fuerte erección cometiendo mi primera locura,  empecé a deslizar mi mano a lo largo de su pierna subiendo cada vez más,  aprovechando lo recogida que estaba su falda y no percibí de parte de ella  rechazo en ningún momento, fueron tan insistentes mis caricias en su pierna que finalmente llegue a tocar su tanga y sentí la humedad que me indico el grado de excitación por el que ella estaba atravesando. Por el camino note como el conductor acomodo su espejo para observarnos y de seguro se fue con intensos deseos para su casa.

Al llegar a nuestro departamento y entrar en la habitación de mi madre, como un acto reflejo, ella se sacó el brasier porque le incomodaba y se quedó solo con el vestido y la tanga.

Yo me quedé a su costado viéndola recostada en la cama. Los primeros diez minutos solo la miraba. Yo estaba bastante alegre por el licor. No pude resistir la tentación y poco a poco volví a acariciarle el muslo. Ella seguía con los ojos cerrados, entonces me dijo que quería agua. Fui de inmediato y se la traje, entretanto mi madre se metió bajo las sábanas y dejo su vestido tirado en el suelo, imagine que estaría desnuda solo con su tanga y no me equivoque.  Cuando le entregué el agua, ella se incorporo y al momento de sentarse en la cama, sus tetas quedaron al aire. Yo me quedé pasmado, era evidente que ella seguía bastante ebria

Le pregunte si podía dormir con ella y con la cabeza me dijo que sí. Me puse al otro lado de la cama me saqué el pantalón y la camisa y solo quede con el bóxer,  los dos estábamos en igualdad de condiciones.  Trate de cerrar los ojos, pero todo me daba vueltas y fue imposible dormir.

Me sentía muy excitado porque en verdad quería fornicar con mi madre, decirle intemperancias al oído y confesarle que me excitaba mucho. Me acerqué a ella y me pegue como en cucharita. Ella parecía dormir pero se movió ligeramente como aceptando mi cuerpo en su espalda.

Aumente mi erección al frotar mi miembro con su trasero,  sentí que mi verga se quería salir. Entonces mi madre se giró y me sentí abrumado porque pensé que me diría algo. Me abrazo y percibí su aliento a licor. No resistí y la besé suavemente,  ella abrió la boca, no se opuso  y supe que ese día sería mía.

Empecé a bajar para acariciarle las tetas y chupe una de ellas y empezó a emitir ciertos gemidos de placer. Le mordí el pezón con cariño. Luego se volteó ofreciéndome su culo, yo me bajé el bóxer y saqué mi miembro. Estaba con líquido pre seminal. Acerqué mi pene a su culo, pero antes le quite la tanga y ella con su mano  dirigió mi verga a su vagina cuando sintió que mi miembro buscaba su ano.

Yo le introduje suavemente mi verga porque su vagina estaba súper lubricada y se la encajé hasta la raíz y luego se la saqué varias veces. Empezó a gemir. Disfrute la suavidad de su concha depilada.  Luego ella llevó una de sus manos a su clítoris y mientras yo la penetraba, ella se masturbaba. Yo seguía metiéndole mi pene una y otra vez. Ella continuó con los ojos cerrados  y gimiendo cada vez más fuerte. Siguió masturbándose mientras yo no paraba  de la penetrarla y cada vez con más fuerza, se escuchaba el golpe de nuestros cuerpos. Ella respondía con gemidos entrecortados. Gemía como una gata y eso me  alentaba a que aumentara mi velocidad. Estuvimos así varios minutos y de repente empecé a sentir sus espasmos,  se estaba corriendo, culminado con un gemido fuerte.

Se acomodo mejor para facilitarme la penetración y yo deseoso de disfrutar de su culito, saque mi miembro y comencé a pasárselo una y otra vez por su ano, ella entendió mis deseos y tomando mi verga la puso en su lugar y gracias a la enorme lubricación de ella no fue difícil que la cabeza de mi verga entrara y ya lo demás fue historia. Sentí la presión de su recto y esto me excito tanto que en un momento le dije que  estaba a punto de correrme y me pidió que lo hiciera dentro de ella. Y antes de un minuto toda mi carga de semen quedo en su rosado culito. Al terminar de correrme quede inmóvil y pegado a ella hasta que la naturaleza hizo lo suyo y mi verga se fue recogiendo saliendo de la gruta del placer. Yo me quedé muy satisfecho,  y con la escasa luz de la habitación,  por última vez la mire desnuda antes de dormirme.

Esa fue la primera experiencia que tuve con mi madre, al día siguiente era fin de semana y cuando ella se despertó la salude con un efusivo beso y me dijo creo que anoche se nos fue la mano. Si le respondí, pero fue maravilloso,  hace tiempo que lo deseaba y creo que valió la pena hacerlo en el día de tu cumpleaños, así lo recordaras siempre.  Y soltando una carcajada ella me empujo diciéndome… eres un bribón incorregible. Yo sólo la miraba queriendo repetir lo mismo y sucedió más tarde cuando le pedí nos bañáramos juntos cuando pude acariciar todo su cuerpo y la admire de pies a cabeza.