CUMPLIDO MI DESEO DE FOLLAR CON MI HIJO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy una mujer divorciada de 42 años, aun me conservo bien y según dice la gente tengo un rostro bonito, por eso será que después que me divorcie no me han faltado pretendientes, pero siempre les encuentro algún defecto que no soportaría, será porque ahora tengo un ojo mas critico, que cuando me case mi primera vez.
Tengo un hijo de 18 años que como su padre tiene un físico envidiable y las chicas lo persiguen, pero el aun no ha querido formalizar ninguna relación y como es alto y acuerpado parece que tuviera dos o tres años más de lo real.
Es muy celoso conmigo por eso decidí no volver a salir con ningún pretendiente porque al regresar siempre existía un interrogatorio obligado, sobre que había hecho, a donde, con quien, etc.
, etc.
Recientemente en un fin de semana que mi hijo Alfredo, se fue a su consabido partido de fútbol, porque es buen deportista, al despedirse me dio un beso en la mejilla y le desee éxito y que esperaba su regreso para cenar.
Como estaba sola me fui al computador y entre a una página de relatos que días antes me llamo la atención, en la categoría incestos en familia, y buscando me encontré uno con el título "sexo con mama en fiesta de disfraces" empecé a leerlo y me excitó tanto la forma como se sucedieron los hechos que estando sola imagine por un momento si eso me llegara a suceder con mi hijo, me excite tanto que mis bragas se humedecieron terriblemente, estaba tan estimulada que allí mismo comencé a tocarme la concha, la frote al tiempo que imaginaba cosas, hasta llegar a pensar que mi hijo y yo éramos los protagonistas del relato, me puse a mil y frote tanto mi concha que termine con un grito ahogado de placer, al alcanzar el orgasmo, luego seguí viendo videos eróticos y el tiempo paso volando, cuando me di cuenta que se aproximaba la hora en que regresaría mi hijo, apague el ordenador y me di un baño.
Cuando salí, me puse una bata semitransparente sobre mi cuerpo desnudo y me recosté en mi habitación para relajarme un poco, ver televisión y luego vestirme, pero no recuerdo en qué momento me quede dormida y me vine a despertar cuando sentí un beso en la mejilla y las palabras… – Buenas noches mami, te quedaste dormida viendo televisión.
– Buenas noches hijo, le respondí y agregue… hacía mucho calor, me di un baño y sin querer me he quedado dormida.
– En ese momento no había advertido que mi seno derecho estaba fuera de la bata y seguro mi hijo sentado al borde de la cama tendría una vista perfecta, además pensé que mi bata se habría deslizado de mis piernas y de mas que él también había tenido la oportunidad de ver mi sexo totalmente depilado, antes de despertarme.
Tratando de disimular, pero muy nerviosa le dije…- Y como te fue en el partido hijo?
– Ganamos y logramos pasar a la final que será la próxima semana
– Que bueno, debes estar agotado, quieres que te prepare algo?
Y al tratar de levantarme, note un bulto bajo pantalón de mi hijo, excitado seguramente de haberme observado con total libertad antes de despertarme, el trato de ocultarlo pero era evidente.
– No mamá, gracias, no te preocupes, estoy cansado y no tengo hambre, mejor me daré una ducha y a la cama.
– Yo también me pondré el pijama y me voy a descansar… – todos los hechos de esa tarde me dejaron muy nerviosa y ver el bulto bajo pantalón de mi hijo me excito aun mas.
Minutos después cuando me levante a tomar algo porque tenía mucha sed, al regresar a mi habitación, pasando por el baño, note la puerta entreabierta y al acercarme encontré a mi hijo desnudo secándose, estaba de espalda y mire su cuerpo bien formado, su traserooo, Dioossss!!!, a su edad ya era todo un hombre, la vista fue genial, tanto que volvió la humedad a mi sexo, las piernas me temblaron, así que decidí seguir para mi habitación, me quite la bata, me puse el pijama pero no aguante más, estaba enloquecida, mi cuerpo se estremecía, estaba grabada en mi mente la imagen de mi hijo, me imaginaba yo detrás de él, acariciándolo, recorriendo con mis manos su espalda, sus nalgas, pasando mi lengua por su cuello.
Al dejar llevarme por la imaginación, mi cuerpo enloqueció sediento de sexo, deseaba ser follada en ese instante, quería una verga dentro de mí, entonces me levante, saque el vibrador que tenía escondido y termine desahogándome cuando alcance el orgasmo y luego me quede dormida.
Durante la semana, no deje de pensar en cómo me había excitado con mi hijo, y él como se había excitado conmigo.
Llego el sábado y nuevamente se fue a jugar su fútbol y cuando volvió regreso emocionado porque habían quedado campeones.
Aproveche la oportunidad para decirle que eso había que celebrarlo, y lo invite a comer fuera de casa, aceptando el de inmediato.
Le propuse que nos engalanáramos para ir a un buen restaurante, porque la ocasión lo ameritaba.
El fue a tomar un baño y yo me dirigí a mi habitación a alistarme y al recordar detalles del relato que había leído, decidí vestirme elegante pero sensual sin que fuera vulgar.
Seleccione una blusa semitransparente, una falda negra, medias de nylon con liguero, tacones negros altos y un abrigo encima.
Me arregle el cabello y me maquille de acuerdo a la ocasión.
Cuando escuche que Alfredo me esperaba en la sala y yo ya estaba lista fui a su encuentro, me recibió con un silbido diciendo… espero no tener que golpear a nadie si te miran demasiado, yo sonreí y le dije… eso me dices solo por qué me quieres mucho y soy tu madre.
No, en verdad estas hermosa.
Fuimos en mi coche al lugar que había escogido y por el camino al conducir obviamente mi falda se fue recogiendo, no hice nada por reacomodarla y eso hizo que Alfredo no parara de desviar sus ojos hacia mis piernas y nuevamente apareció el bulto bajo su pantalón.
Al llegar al lugar mi hijo muy atento se bajo para abrirme la puerta para ayudarme a bajar y de paso deleitarse con mis piernas y algo más, yo no hice ni el menor esfuerzo por quitarle ese placer, cuando él me cubrió con el abrigo caminamos hacia el restaurante y nos allí ubicaron en una mesa semiredonda donde quedamos uno al lado del otro.
Y como el mantel era largo cubría la mesa y de paso seria cómplice si Alfredo se atrevía a algo conmigo.
Como en el restaurante no dudarían de la edad de mi hijo, pedí dos copas de vino de la casa, para beber mientras escogíamos la cena.
Note en el rostro de Alfredo algo de sorpresa por mi pedido de licor, pero no hizo ningún comentario.
Cuando trajeron las copas, como era la primera vez que al menos delante de mi ingería licor, después que brindamos por el excito en su deporte, el se bebió el vino como si fuera un refresco, lo que me confirmo claramente que no sabía nada sobre el efecto que podría tener después.
Hablábamos sobre su partido, la celebración y otras cosas intrascendentes y poco a poco note que el vino le estaba produciendo alguna exaltación de alegría, reía constantemente por cualquier tontería y empecé a sentirlo más cariñoso y por supuesto no deje de colaborarle para que todo fuera mas fácil.
Nos trajeron la cena, excelente calidad y terminando la misma le pregunte si le apetecía otra copa de vino, me respondió afirmativamente, diciendo… Si, esta delicioso.
Para mis adentros pensaba que podrá el saber de vinos, jajaja.
Bebimos la otra copa y antes que termináramos la cena, se me ocurrió proponerle que fuéramos a bailar a un lugar que yo ya conocía de antemano.
Le dije… la noche aun es joven, te agradaría que fuéramos a bailar? O te da pereza salir con esta vieja? El respondió eufórico… como se te ocurre, me parece maravilloso, hace tiempo que tú no sales a divertirte por estar ocupada en tu trabajo y los asuntos de la casa.
Excelente idea, vamos.
Como el lugar que tenía en mente estaba ubicado cerca del restaurante, salimos, y caminamos un par de cuadras tomados de la mano como si fuéramos novios.
Lo sentí muy orgulloso de estar conmigo, al punto que cuando un tipo mayor se me quedo mirando, el me soltó la mano y pasando su brazo por mis hombros me tomo como diciendo ella es mía y de nadie más.
Hacía tiempo que no me sentía tan protegida como lo hizo Alfredo, pues su padre siempre fue muy descortés.
Entramos al lugar, aun era temprano y había poca gente, pero a media noche estaba a reventar y en la pista el espacio para bailar era bastante limitado, por lo cual nuestros cuerpos no paraban de rozarse constantemente, en especial la punta de mis senos contra su pecho y mi pelvis contra su polla bastante erguida.
En el lugar solo habíamos ingerido bebidas sin licor y como sentí que el efecto del vino me había pasado pedí un coctel para mí y un vino para Alfredo.
Bebimos nuestras copas en la mesa conversando hasta donde era posible, ya que la música estaba bastante fuerte, de manera que para escucharnos debíamos hablar al oído y este roce constante y el licor contribuyo a que cuando volvimos a bailar Alfredo me tomara como si yo fuera su mujer y de mi parte no hubo ninguna resistencia porque estaba encantada que lo hiciera sin tener yo que proponérselo.
Gracias a la cercanía de las parejas, lo que comenzó a sucederse entre nosotros, fue un baile bastante erótico, que no se notaba por la cercanía de los demás, pero en realidad era como si Alfredo me quisiera follar allí mismo.
La excitación entre los dos subió tanto que perdí la noción de mi papel de madre y vi a Alfredo solo como mi parejo, y rozando, y rozando nuestras mejillas me aventure en un impulso descontrolado a darle un beso en la boca que él recibió con agrado y de allí en adelante nos olvidamos de nuestra relación madre e hijo.
A la madrugada cuando ya debíamos regresar a casa, no creí prudente hacerlo conduciendo mi auto después de haber ingerido licor y lo hicimos en un taxi.
Yo me senté detrás del conductor y Alfredo a mi lado me paso su brazo por los hombros y por el camino no ceso de besarme y acariciar mi cuerpo hasta donde le era posible, en especial la punta de mis senos, que es algo que me excita sobre manera, cuando ya estábamos llegando a casa deslizo su mano muy fácilmente por debajo de mi falda que se encontraba bastante recogida y al alcanzar mi concha y al sentir la humedad que había en mI tanga, me miró y sonriendo me guiño un ojo en un gesto de complicidad de pareja.
Yo solo le sonreí.
Al llegar pagamos el valor del servicio y entrando a la casa, apenas cruzamos la puerta y la cerramos, Alfredo me recostó contra la pared y empezó a besarme con tremenda pasión, al tiempo que una de sus piernas se alojaba en medio de las mías, rozando con fuerza su polla contra mi concha.
En ese instante yo deseaba como días atrás, sentir una polla dentro de mí y esperaba que ahora se hiciera realidad.
Como quería sentir su piel y el calor de su cuerpo comencé quitarle algunas prendas y el hizo otro tanto conmigo y cuando los dos estábamos solo en ropa interior se me quedo mirando y me dijo… Como en este momento no te veo como mi madre, sino como mujer, te digo que estas espectacular y con esa ropa interior te ves muy sensual, me excitas sobre manera y te voy a hacer mía esta noche.
Y de allí en adelante me entregue totalmente, estaba dispuesta a que el hiciera conmigo lo que quisiera, me dijo… no tengo más experiencia que los videos que he visto, intentare ser un buen amante esta noche hasta donde me sea posible y luego tomándome de la mano me llevo a mi habitación.
Allí terminamos de desnudarnos y su primera acción fue prodigarme sexo oral, lo hizo maravillosamente con mucha delicadeza al principio y al final con la rudeza que me gusta para alcanzar el orgasmo.
Luego vino mi turno y cuando tuve su polla desnuda frente a mi me di cuenta del tamaño bastante grande que me sorprendió, pero de todas formas hice hasta donde el tamaño de mi boca me lo permitió.
Lo escuche jadear y respirar agitadamente al tiempo que intentaba penetrarme con su polla hasta mi garganta, y al final lo consiguió y soltó su chorro de semen dentro y fuera de mi boca, el semen que quedo adentro lo saboree y me lo pase y lo demás quedo en mi rostro y mi cuerpo.
Descansamos, y luego de algunas caricias que nos entregamos mutuamente se volvió a encender el fuego de la pasión y Alfredo se subió sobre mí y separando mis piernas nuestros sexos quedaron enfrentados.
Yo tome su polla con mi mano y la bañe con los fluidos de mi lubricación dejándola a la entrada de mi concha.
Alfredo como todo un caballero fue metiendo su polla lentamente en mi concha haciéndome sentir algo espectacular, volver a tener dentro de mí un miembro y de tan respetable tamaño era una sensación genial, al penetrarme sentía como si fuera un rey que camina en medio de la multitud sin pedir permiso.
Las paredes de mi vagina rebosaban de alegría con el nuevo visitante.
Pasado este primer instante tan maravilloso y que tanto placer nos dio mutuamente, el me dijo… hacia días que deseaba estar dentro de ti y hoy se ha hecho realidad, uhmmm que rico.
Eres extraordinaria.
Luego vino el mete y saca y en cada entrada sentía que me tocaba lo más profundo de mi ser con su polla y lo que fue en inicio un poco de dolor se transformo en una sensación indescriptible.
Me sentía en la gloria y después de cada entrada, esperaba con ansiedad la siguiente y así fue subiendo la excitación.
Luego el me pidió que cambiáramos de posición, que yo estuviera arriba, y aprovechando mi opción de imprimir velocidad y fuerza, me dedique a meter su polla hasta la raíz dejándome caer sobre su pelvis en cada bajada y acelerando el sube y baja lo que redundo en una excitación sublime para los dos, y alcanzamos ambos casi al tiempo el clímax.
Disfrute la descarga total dentro de mi concha.
Durante todo este tiempo solo se escuchaban en la habitación jadeos, gemidos y pedidos mutuos de… dame mas, eso, eso, hazme más duro, te quiero todo dentro de mí, te voy a taladrar con mi polla, toma, toma, eso, así, así, ahhhhh, ohhhhhh.
No puedo más, estoy llegando, que rico, que delicia, eso, eso, déjame toda tu carga dentro de mí, uhmmmm.
Y finalmente quedamos inmóviles y pegados hasta que comencé a sentir que su polla empezó a retraerse y salió de mi concha.
Entonces empecé a sentir que su semen se deslizaba hacia afuera y rodaba por mi entrepierna hasta llegar a mi culo.
Sentí deseos que me follara por el culo, pero había que dejar algo para otra ocasión, esto si se llegaba a dar, por esa noche lo acontecido fue suficiente y yo estaba muy satisfecha.
A la mañana siguiente que era domingo, al despertarme me puse la bata semitransparente, bastante corta y sin sostén y me fui a la cocina, al poco tiempo sentí que mi hijo llego, me di vuelta, lo mire y pude ver sus ojos bien abiertos con la vista hacia mi cuerpo, y me dijo.
que cuerpo más hermoso, que mujer tan maravillosa, anoche fuiste mía, pero siempre serás mi madre.
Te adoro y abrazándome por la espalda pego su polla a mis nalgas y me dio un beso en la mejilla.
Después de un pequeño morreo, desayunamos placenteramente y más tarde el agua refresco nuestros cuerpos.
Hasta ahora que termino de escribir estas líneas, todo va muy bien.
Creo que para mi apetito ya es muy grande el hijo, de 4 a 7 años menos me gustan los nenes para coger o cuando el picho ya se ponga duro jeje pero una por suerte tiene la fiel imaginación para fregarse la concha con las historias 😄