Dándole desayuno a mi hija Cony
Con sus manitos me bajó completamente el boxer, dejando ver mis testículos, tomó mi pene y comenzó a chuparlo de manera salvaje, como ya estaba acostumbrada. A ella le gustaba hacerlo con mucha saliva, aquel sonido le encantaba a ella y a mi. .
Eran las 10 de la mañana cuando desperté, y pude notar a través de mi ropa interior una gran erección que asomaba. Me bajé el boxer, y dejé que mi pene de 20 cms saliera a respirar. Debido a lo duro que estaba, salió como un resorte, balanceándose de arriba a abajo. Era el momento ideal para darle el desayuno a mi hija Cony.
—CONY -grité.
A los pocos segundos oí los pasos de mi hija por el pasillo y entró de golpe a la habitación. Vestía su pijama preferido, el cual era básicamente un traje rosa de osito. Usaba la capucha del pijama, que tenía orejitas. Parte de su pelo castaño asomaba y le tapaba un costado de la cara. Tenía sus ojos claros, de un color castaño hermoso, su piel era blanquecita, pálida a veces. Su rostro denostaba una ternura increíble, y daba a entender lo pequeña que era. Tan solo 8 años tenía Cony y la amaba con todo mi corazón.
—¿Que pasa papi? -dijo, mientras sus ojos se iban a mi pene erecto.
—Hija, es hora de tu desayuno -tomé mi pedazo de pene con la mano y se lo movía de lado a lado.
—Yaaaaaa, que ricoooo! -gritó emocionada mientras saltaba a la cama.
Yo me acomodé, y me puse de espaldas con mi pene apuntando al cielo. Con sus manitos me bajó completamente el boxer, dejando ver mis testículos, tomó mi pene y comenzó a chuparlo de manera salvaje, como ya estaba acostumbrada. A ella le gustaba hacerlo con mucha saliva, aquel sonido le encantaba a ella y a mi.
—Slurp, slurp, sluuuuuurp… -su boquita pequeña engullía mi glande, y su lengua juguetaba con el orificio, entrando y saliendo.
—Eso putita, chupale bien el pico a tu papito.
Abrí mis piernas, para dejarle a su completa disposición mi miembro. Ella aprovechaba de lamer mis bolas, mi tronco, y mis muslos con una excitación y dedicación, que nunca he visto en alguna mujer.
—Que rico Cony, me lo chupas tan rico, hija.
—¿Te gusta papi? -preguntó ella sacándose el pico de la boca y mirándome a los ojos.
—Mucho, corazón. Sigue chupando no más.
Ella volvió a meterse el miembro en su boquita. Mi pene ya estaba bañado de saliva a estas alturas, y ella seguía mojándolo aún más.
— Slurp, slurppppp…
La mezcla de saliva y líquido seminal se deslizaba por el tronco de mi polla, y llegaba hasta mis muslos.
—Ay hijita, no sabes cuando te amo.
Ella sacó el pene de su boca, haciendo un sonido parecido a destapar el corcho de una botella, y me miró a la cara inocentemente.
—¿Cuanto me amas, papito? -preguntó.
—Te voy a mostrar cuanto te amo. Mira, abre tu boca bien abierta.
Ella lo hizo. Bueno, su boca no era muy grande, pero aún así hizo un esfuerzo, dejándome ver ese túnel cálido y mojado.
—Te amo todo esto.
Y metí mi pene hasta lo más profundo de su boquita. Lo mantuve ahí unos 3 segundos y lo saqué de golpe, dejando caer varios hilos de baba de Cony.
—Todo esto te amo, hijita.
Volví a meterlo hasta el fondo. Sentía como mi glande tocaba su garganta. Me tenía en el cielo. Esta vez moví mis caderas, y aquel movimiento generaba un delicioso sonido en su garganta, parecido al de Maggie cuando chupa su chupón. Cony comenzó a hacer arcadas, y a llorarle los ojos, así que se lo saqué de la boca. Ella tosía y tosía. Aún no se acostumbraba a tenerlo todo.
—Pucha hija. Parece que no me amas tanto… -dije en tono de broma. Ella no se lo tomó así y puso una cara seria, incluso sus ojos se humedecieron.
—¿Porque papi? -preguntó con genuina preocupación.
—Porque no me puedes comer todo el pene -con mi mano seguía masturbándome para no perder la erección.
—Yo si te amo… -sus ojos se empapaban cada vez más.
—A ver, muéstrame si es verdad pues hija. -Tomé mi pico con la mano y me lo apreté fuertemente en la base, mientras se lo mostraba.
Rápidamente, ella se acercó y comenzó de nuevo a chupármelo. Me lo succionaba de una manera increíble. Sus mejillas se hundían con la fuerza de la succión. Deslizaba su lengua alrededor de mi glande, por mi tronco, de arriba a abajo, y por el orificio de mi pene.
—Eso hija, chúpalo así bien rico como una puta.
Cony aceleró el ritmo de sus chupadas. Se lo tragaba hasta la base y subía para de nuevo bajar hasta poner mis vellos púbicos en su blanca carita. Yo abrí mis piernas, y ella con sus manitas me afirmaba los muslos para enfocarse solo en mi pene.
—Papi, me encanta chuparte el pico. -dijo con el miembro dentro de su boca.
—Ya hija, muéstrame ahora cuanto me amas.
Ella entendió el mensaje y de un sólo movimiento, engulló completamente el miembro, llegando hasta la garganta. Esta vez aguantó más, y me miraba con sus ojitos claros como una verdadera puta. Cuando le faltó el aire, se lo sacó, tomó aire, y volvió a metérselo completo. Su boca y su pijama estaba empapado en saliva, al igual que mis muslos, y parte de las sábanas. No sé cuantas mamadas profundas me hizo, pero luego de un rato ya sentía que me iba a ir.
—Hija, aquí viene tu leche. Mámalo como ternerita.
Cony con su boquita envolvió sólo mi glande, y con su lengua hacía movimientos envolventes. Mi semen salió en 4 chorros abundantes y calientes, llenando su boquita de niña, mientras ella succionaba mi glande, dejándome completamente seco de semen, y tragándoselo en el momento. Cuando dejé de botar más moco, sentí como mi hija continuaba moviendo su lengua en mi glande, buscando dentro del orificio algo más que sacar, pero por la sensibilidad que me estaba generando decidí sacarlo de su boca.
—Papi quiero más -decía mientras buscaba con su boquita acercarse a mi pico otra vez.
—Ya es suficiente, hija. Tengo que ir a trabajar. En la noche te doy más leche, ¿bueno?
Ella asintió tristemente. Ya se había hecho adicta a mi semen.
Y la historia de cómo llegaron a ese punto?
Que título tiene?
que morbosa la situación
Por qué será que todos tienen un pene de trece centímetros??
mucha fantasía…no ??
seria estupendo que fuera realidad…
un abrazo
siguele compa con la siguiente
Una rica historia bastante excitante me hace recordar tantas experiencias similares espero leer mas