Dándole el postre a mi prima
Cenamos con mi prima, pero se queda con hambre así que su marido y yo lo solucionamos como mejor sabemos.
Salí fuera, a una pequeña terraza que tienen y que da al comedor dónde estábamos. Me puse a mirar cosas del móbil y totalmente a mi bola. En un momento dado, me giré y vi a mi prima y a su marido morreándose. Pero no era como un beso y ya. Se estaban pegando el lote! O sea, era como si se ubieran olvidado que yo estaba ahí. A mi al principio me dio como corte, pero no sé si fué que me estaba subiendo el porro o el alcohol, pero me empecé a poner cachondo. Se estaban besando apasionadamente y él le estaba sobando las tetas por encima del vestido. Se veian muy apetecibles. Me ponen mucho las tetas de las mujeres maduras. A su vez, ella le estaba sobando el pantalon. Desde mi posición no lo podía ver, pero por sus moviementos debia llevar ya una buena empalmada. Estubieron un rato así, y yo mirandomelos mientras me fumaba mi canuto. Cachondo perdido. Siempre me ha dado mucho morbo mi prima. Y ahora la tenía delante. No lo pude evitar y me quedé embobado, mirándolos y metíendome la mano en el bolsillo para poderme tocar la empalmada que llevaba.
En ese momento mi prima me vió y se acordó de que yo existía. Le dijo algo a su marido y los dos se pusieron a reír. Y me hicieron un gesto para que entrara
– Como ha ido? – me dijo mi prima
– Pues no tan bien como a vosotros – dije mientras me sentaba a su lado
– Es que tu prima se ha quedado con hambre – dijo su marido – y justo ahora le iba a dar un poco de postre
y diciendo esto se puso de pié, se bajó el pantalón y los calzoncillos y salío disparada una buena polla: era grande, pero sobretodo era muy gorda. Yo estaba flipando muy fuerte con la escena. Estaba empalmadísimo pero no sabía qué hacer. Me moría de ganas de sacármela y empezarme a masturbar allí mismo.
el marido de mi prima acercó su polla a la boca de mi prima, que seguia sentada en su sitio esperando recibir su regalo
– toma, come un poco anda. no es bueno que te quedes con hambre
– oh, sí. esto es justo lo que necesitaba – dijo con cara de vicio mientras se bajaba el vestido dejando sus dos preciosas tetas al aire: eran perfectas, con unos pezones pequeñitos pero muy erectos. me ubiera lanzado allí mismo a comérmelos
y mi prima empezó a mamar de aquel trozo de carne. Lo hacía con delicadeza, sin prisa. Se estaba recreando. Estubo un buen rato haciendole una buena mamada. A su vez, él le estaba sobando las tetas. Se le marcaban mucho los pezones. Estaba muy excitada. Y el cabrón sabía como tocarlos para excítarla aún más. Era un buen espectáculo. Ella gemía de placer y a él le había crecido la polla cosa bárbara.
– qué, te gusta mirar? – dijo mi prima
– mucho. Me está gustando bastante la escena – dije yo sobándome el paquete. ya me daba todo igual. estaba que me moría
la excitación pudo más que la razón y liberé mi polla. igual era demasiado, pero es que no podía augantar más. necesitaba liberar mi polla. estaba enorme, tiesa como un mástil, ya descapullada y brillante. empecé a subir y bajar, pero muy lentamente porqué sabía que si me dejaba llevar iba a rebentar en nada
los dos me miraron y continuaron a lo suyo.
– mmmm… me encanta comer polla, pero hoy tengo mucha hambre. yo no sé si voy a tener suficiente… – dijo mi prima
– ah, no? – esa era la mía. ahora o nunca – pues habrá que poner remedio, no?
– claro – dijo ella
me pusé de pié. avancé hacia ella con la polla en la mano
– vamos, ven… ven aquí… a ver lo que tienes para mi
– has visto que polla tengo para ti, primita? has visto que dura y que grande?
– joder! has visto el pollón que tiene tu primo? – dijo su marido
– sí, es una buena herramienta…
le acerqué mi polla a sus labios
– así, ven… mmmm… ahora sí que voy a saciar mi hambre…
ahora mi prima tenía la polla de su marido y la mía a su entera disposición
– ahora sí que voy a estar bien servida. menuda polla tienes, primo.. mmmm… esto sí que me va a alimentar bien…
y empezó a hacerme una buena mamada. no daba abasto. ella sentada, con una polla a cada lado, iba girándose para mamar ahora una, ahora otra
– así, come polla – decía su marido – menuda guarra… hoy te vas a hartar
– claro que sí. te vamos a dar bien de comer, ya lo veras. tengo la polla llena de leche para ti
– ah sí? me la vas a dar toda? yo no sé si voy a poder. es muy gorda… mmmmm… joder, me estoy mojando toda…
llevé mi mano a su entrepierna. joder, sí que estaba mojada. no llevaba bragas. eso me puso aún más cachondo. la masturbaba, mientras ella me comia el rabo
– ah, sí! que bien lo haces… te gusta el coñito de tu prima? eh? te gusta?
– me gusta mucho. me gusta que estés mojadita. y me gusta que me comas la polla. se nota que tienes hambre
– tengo mucha hambre de polla. pero tengo a dos machos que van a saciar mi sed, a que sí?
– claro, no lo dudes – dijo su marido
yo estaba loco por sus tetas, así que decidí atacar ahí. le cogí un pecho y me itroduje su pezon en mi boca
– ahmmmm… que duros estan…
– sí, estoy muy caliente. te gustan?
– mucho
– te gustan los pezones que tengo, eh? te gustan los pezones de tu prima?
– si, me gustan mucho. – me quedé mirando a su marido – creo que los podemos compartir, que te parece?
– me encanta la idea.
su marido se colocó simetricamente a mi. los dos estábamos comiendo de las tetas de mi prima. ella nos tenía cogidos de las cabezas y nos apretaba hacia ella
– así… ahmmm.. que bien me lo hacéis… así me gusta… que me comáis las tetas… me encanta!
se estaba derritiendo del gusto. yo le pasaba los dedos por su precioso coño… estaba mojadito y eso me excítaba mucho
– vamos, quiero otra vez vuestras pollas! yo tambien quiero comer
nos volvimos a poner de pié y le dimos de mamar. que barbaridad como tragaba polla… nos tenía las pollas bien cogidas y se las iba alternando
– así… no olvides moverla – le decía su marido
el marido de mi prima estaba también excitadísimo. aprovechaba cuando yo sacaba mi polla de su boca para meterle la suya. lo hacía con ganas, agarrándola de la cabeza y prácticamente follandóse su boca. y no paraba de mirarme la polla. estaba absorto
– que? te gusta mi polla?
– joder, es que menuda tranca tienes
– te gusta? – insistí
– sí. es muy grande – decía él
– la quieres probar? por qué no te acercas y le das un besito?
– no sé… me da cosa… no lo he hecho nunca
– va, seguro que te gusta – dijo mi prima – dále un besito. yo te ayudo
el marido de mi prima se sentó a su lado. ahora los tenía a los dos de cara. mi prima lo cogío por la barbilla y lo empezó a besar. sacaba la lengua y la volvia a enterrar. le agarró la polla y le empezó a hacer una paja mientras lo besaba. el marido de mi prima entró en una especie de trance. yo tenía mi polla agarrada con la mano y se la estaba ofreciendo. me moría del morbo
– vamos, comémela tu también – le dije al marido de mi prima – ya verás como te gusta
abrió la boca y le metí la polla despacio. mi prima lo tenía cogido por la cabeza e iba marcando el ritmo
– así.. buen chico… ahora vas a ver lo que es comer una buena polla. te gusta?
– mmm… sí, me está gustando bastante… me gusta porqué es grande mmmmmm ahhhhh
– así que al maridito le gusta comer rabo! vaya vaya…
y la verdad es que lo hacía muy bien.
– así, ahhmmmmm.. que bien lo haces… parece que lo hayas hecho toda la vida… me la estás poniendo aún más gorda… joder… que mamada, tío. me gusta mucho como me lo haces
yo estaba muy escitado. el morbo había podido conmigo y había visto que podía hacer con ese matrimonio lo que me propusiera…
el maridito continuaba con su excelente trabajo. se metía y se sacaba mi polla de la boca. a ratos se ayudaba con la mano. la verdad es que me estaba encantando que el marido de mi prima me hiciera una mamada. era de un morbo increible
– has visto tu maridito? parece que al macho le gustan las pollas. te gusta mi polla? te gusta comerle el rabo al primo de tu mujer?
– sí. me gusta. me gusta tu polla. y me gusta que mi mujer lo vea
– joder, como os estáis poniendo. has visto prima, se lo tenía bien calladito, eh?
– ya veo, ya… me está poniendo celosa y todo hahahah. dejame un poco a mi, anda
y mi prima se apuntó a la mamada. eran unos buenos tragones los dos. era increible: los dos, sentados y yo de pié ofreciendo mi polla al matrimonio que la compartia como si no hubira mañana. se besaban y me la volvian a mamar. estaba deseando que ese momento no acabara nunca
– ahhmmm… que bien lo hacéis.. me gusta mucho…
– sí, a nosotros también, a que sí?
– sí! me encanta comer polla. me encanta compartirla contigo
– pues espera, que todavía va a ser mejor – dijo mi prima
– ah, sí? – le pregunté yo – qué quieres quieres hacer?
– quiero que se la metas por el culo
continuará…
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