Danielita, mi amante, mi mujercita
Relato que una noche, mi amiga Danielita (Ddani93), quien se puso muy putita, muy hembrita, me ayudo a escribir. Sus líneas son de ella..
Hola.
Mi nombre es Matías, y voy a contarle como mi hija Daniela, se convirtió en mi mujercita, con tan solo 11 años.
Tengo 36 años, soy un tipo normal, con un trabajo normal de oficina, una esposa de 34, Karina y una hija de años, llamada Daniela.
La verdad es que las cosas con mi mujer no están para nada bien.
Creo que desde hace rato que no vienen bien.
Incluso sospecho que tiene un amante y que mi hija los ha visto pero no me quiere decir.
Ahora en el último tiempo se fue calmando, pero sigue con una cara de culo casi todo el tiempo.,
Responde algunas preguntas en manera monosílaba, y si por si eso fuera poco, he estado en los últimos meses, durmiendo en el sillón.
Una noche, pues volvía a la tardecita, cansado del trabajo, y agobiado, puesto que llevo más de un año sin sexo, matándome a pajas ocasionales, y para colmo, en el trabajo tenemos una secretaria que parte la tierra, me calienta mucho, pero no puedo hacer nada porque me comería una denuncia por acoso laboral, además de que es pariente del jefe.
Al llegar, mi nena me recibe con un beso en la mejilla.
Daniela es todo por lo que vivo, por lo que no he bajado los brazos.
Ni en el trabajo, ni en el matrimonio, ni en la puta vida.
Hay días en que la veo, veo como se está desarrollando, su cuerpo creciendo… el otro día note que se le notan sus tetitas… y me da miedo en que en cualquier momento, ella aparezca con algún novio por la puerta, un pendejo de esos de ahora… y me dan ganas de matarlo…
Mi nena, mi Daniela es sagrada, no me la toca nadie.
En fin, celos aparte, yo llegue del trabajo, algo cansado y caliente, cuando mi nene me ve llegar y corre a abrazarme.
– Papi!!! Llegaste justo, quiero que veamos una peli los tres con mami. ❤
– Uff. Hola, bonita. Y tu madre?
– Está preparando los pochoclos. Le dije de ver una peli juntos! Eso sí Me tenes que hacer upa
– Ah, sí…? Qué película? – Dije mientras me sentaba en el sillón.
– No sé, queres elegir vos? Pensaba cambiarme el uniforme del cole, o ya queres que nos sentemos a ver la peli?
– Tenía ganas de ver esa de los… como era que se llamaba, con el Tony Star y el Increible Hulk?
Los Avengadores.?
– Ay pá. Si! Los Avengers! Dale! -Me dijo tirándose encima mío, mientras yo buscaba la película en la TV.
– Mm… bueno, Sentate bien, déjale lugar a tu madre ahí.
Mi esposa se acercaba, con la bandeja de pochoclos y algo para ver…aunque la cara de culo, no se la cambiaba nadie.
– Parece que no me puedo ir a cambiar. -Me dijo mientras se me sentaba encima.
– Despacio, despacio que no soy un superhéroe. Yo no tengo superfuerza…
Le respondí mientras la acomodaba encima mío, sin querer, encima de mi verga, que se encontraba flácida.
– Sos mi súper papá. Eso me basta! Seguro te gusta mucho ma. Vos sos fanática!
Estire mi brazo, y apague la luz de la lámpara, para estar como en un cine.
Mientras comenzaba la película, tenía a mi hijita abrazada por la cintura, a lo que ella estiro su cabeza hacia atrás, recostándose sobre mi pecho.
– El capitán américa!! –grito ella emocionada.
– No te muevas tanto, Dany…
Le comente… y es que sus movimientos, tendían a provocarme una leve erección.
– Perdón papi. Querés que abra más mis piernas? Decime como estés más cómodo –me dijo distraída en la película.
– Si, si…
Trate de no darle mucha importancia al asunto, pero la verdad es que me espantaba un poco la idea de excitarme por mi hija…
Danielita separo un poco más sus piernas y eso se sintió en la gloria. Encima luego me pregunta
– Me abro más, pá? Vos decime
– Eh?…si ,si.- dije tratando de concentrarme en la película. Sentir esas hermosas nalguitas encajar perfecto alrededor de mi pene, era fantástico.
Incluso me pareció percibir un leve placer de parte de mi hija.
– Mmmm… Te gusta la peli, pá?
– Eh…si, si… esta buena.
Yo comenzaba a tener ciertos calores, porque no quería que mi verga se parara justo debajo del culito de mi hija… que pasaba si se daba cuenta? Diría algo?
– Pá. Ni bola me das a lo que digo! – se quejó inclinando su cabeza hacia atrás. – te estoy molestando?- me dijo luego acomodando sus tetitas.
Ahí me di cuenta de que estaba usando corpiño…
– No, no hija. Mira la película nomas. Solo hace un poco de calor.
– Debe ser mi chomba, papi. O la pollera!
– Nah, vos quédate tranquilla, amor.
Mi esposa se levanta al baño, y me nos pide que le pongamos pausa, cosa que así hago.
El control remoto que antes estaba a mi lado, ahora está justo debajo de las piernas de mi nena, así que me atreví a buscarlo y de paso acariciar sus piernas.
– A ver, bebé…?
– Ay pá. Solo fue a buscar un vaso con agua! Vas a poner pausa??!!
– Solo un momento, mi amor, no seas mala con tu madre.
Deje el control de nuevo en donde estaba, para aprovechar de tocar su pierna de nuevo, cuando mi esposa vuelve.
Así que ahí tuve más excusas para volver a acariciar su pierna. Le pongo play de nuevo a la película, y dejo mi mano ahí, descansando como quien no quiere la cosa.
Luego de un rato, comencé a acariciarle la pierna en forma casi inconsciente, metiendo mi mano un poco por debajo de su falda escolar.
– Pá, cuidado, no me levantes la pollera…-me dijo susurrando. Yo le hice la seña de que guardara silencio, y viera la película.
Yo ya no entraba en razón, mi nena había despertado mi deseo sexual, aunque no estaba consciente del todo.
Y ver que ella reaccionaba bien y hasta casi con complicidad ante mis toqueteos…
Mire a ver a mi esposa, y ya estaba en su rinconcito del sillón, en donde casi seguro se quedaría dormida en cuestión de minutos, como es costumbre en ella.
– Papi… – Me dijo respirando un poco agitadamente. Sus piernitas trataban de cerrarse de placer ante mis toqueteos.
– Shhh. vos tranquila…- le dije.
Cambie mi mano para que se notara menos.
Con una mano, sostenía la pollerita para que no se suba, y con la otra, iba más arriba, atrás, en donde estaban sus caderas. Y recorriendo la línea de su bombachita, me fui acercando a su pancita.
– Paaaá…-me dijo entre respiración cortada- Me haces cosquillas ahí, si me rio mama se va a dar cuenta.
– En dónde? Acá te hago cosquillas?- le dije metiendo mi mano dentro de su bombacha y buscando la parte de su clítoris. Primero pude sentir sus pleitos incipientes en su pubis, y luego, una pequeña gran humedad.
Allí, comencé a tocar dando suaves círculos con mis dedos.
Al sentir esto, mi Danielita se resbalo sobre mi pecho, abriendo un poco sus piernas, como entregándose a esta toqueteo. Luego me dijo con su voz entrecortada:
– Creo que tengo que ir al baño. Papi Me puedo levantar? Mm… siento que me hago pis…
No quería que se me escape, así que la abrace fuertemente.
Miro hacia mi esposa quien efectivamente, ya estaba roncando.
Yo arremetí con mi mano en su vulva, acariciándola suavemente pero intensamente, sin medir consecuencias.
– No, mi amor, no hace falta, quédate acá, con papi…
– Si, si hace falta. Me late mucho papi. –en el forcejeo, se le subió la falda que podría verse con la luz de la tele, y pude notar como traía una bombacha roja. Su bombacha roja, y mi mano adulta metida en su pubis infantil.
Ya arriesgándome un poco más, ataque con mi otra mano sus tetitas, tratando de meterla bajo su corpiño.
Danielita dio un buen suspiro, y justo cuando yo estaba por meter mis dedos ya de lleno en su vulva mojadita, mi esposa hizo un ruido, y vimos que se estaba despertando.
Disimulamos con mi nena, y vimos que la película ya estaba terminando.
– Bueno, termino la película.- comente…
– Creo que voy a ir al baño dijo Daniela.
Al levantarse, yo aproveche el descuido de mi señora para cruzar mis piernas y disimular la terrible erección que tenía.
Mirando la hora, y con ganas de seguir ese juego, a sabiendas de lo que diría mi esposa, pregunte:
– Alguna tiene ganas…? Podemos ver otra película mas.
Como era de esperarse, Karina se negó, alegando que estaba muuuy cansada.
Solo comento por lo bajo
– No dejes que la nena se acueste muy tarde…
Danielita volvió.
– Se fue a dormir mami?
– Sí. No aguantaba el sueño por lo visto. Yo no tengo problemas en ver algo más, mañana es Domingo y quiero despejarme un poco. Y vos? tenes ganas…?- le pregunte en evidente doble sentido…
– Quizás alguna de terror o algo así? –contraataque, ya que a mi hija le gustan las películas de terror, aunque le da miedo el verlas sola. Además, estaba seguro de que se pegaría a mí.
– Mmmmm… Bueno a ver. Una de terror, pero con una condición me tenes que dejar sentarme otra vez arriba tuyo. Bueno. Si te da calor, me siento al lado.- me respondió para mi sorpresa.
– No, ya se me paso el calor, jejeje. Pero apaga primero todas las luces mientras yo busco una.
Cuando Daniela fue a apagar las luces de la cocina y del pasillo, aproveche para desabrocharme el pantalón, y bajármelo un poco, tapándome solo con mi camisa.
Ella se acomoda la ropa interior antes de sentarse.
– Uy para papi, que se me corrió…
Yo babeo con ese pequeño espectáculo. Incluso estiro mis brazos como para guiar su culito a mi bulto que vuelve a tener fuerzas…
– Bueno, ya estas cómoda? Mientras le pongo play a la película…
– Arriba tuyo siempre estoy cómoda. Querés que me mueva o donde me senté está bien?
– Así está bien. Abrí un poco las piernas si podes. Eso, así… aaaah.
No pude evitar que se me escapara una expresión de placer cuando sentí como mi verga se acomodaba perfectamente entre su entre pierna.
– Si me subís la pollera un poco, me puedo abrir mas papi.
Aquello me estaba volviendo loco de mi nena…tan dispuesta a este jugueteo sexual… hasta donde llegaríamos?
– Así te gusta que me quede?
– Si, mi nena. Quédate así. Sentís algo, se siente bien?
– Algo duro, muy duro. Pero calentito. Me late mucho entre las piernas papi, sabes por qué?
– Sí. Pero te gusta? o te duele?
– Las dos cosas. Cuando me late, ahora siento que me late mucho porque me senté cerca de eso. Y lo siento lindo mm…
– Eso es porque papi te quiere, te ama mucho. Te amo, Danielita, lo sabias?
– Yo también. Mucho, mucho.
– Si? dame un besito entonces.
Yo esperaba un beso tierno en la mejilla, pero me sorprendió dándome un piquito.
– Que rico. Otro mas?
Esta vez me dio un piquito más largo.
– Mmm… que rico.
– Me late más papi.
– Igual tan poquito? un piquito?
– Acaso somos pajaritos que nos damos piquitos solamente? O me amas ese solo poquito?
– Como queres que te de besos? Yo no sé otra forma
– Así, mira. Abrí tu boquita un poco cuando me des el beso, y moja tus labios, que no sean besos secos, tiene que estar húmedos. Tenes que juntar un poquito de saliva en tu boca al dármelos y mover tus labios un poquitos cuando nuestras bocas se juntan. Como si me estuvieras haciendo un masaje con tus labios a los míos.
Ella se pasó la lengüita por la boca y luego procedió a darme un beso.
– Asi? Mmmmmmmmuack!
Cuando me beso, yo aproveche y le metí mi lengua.
Ella hizo lo mismo, dándome su lengua en forma muy lujuriosa.
– Había resultado una putita, mi nena… Donde aprendiste a besar así?
– No sé papi… me sale natural.
Continuamos besándonos, hasta que decidí cambiarla de postura.
– A ver, espera. Levántate, y sentate encima mío al revés, así quedamos frente a frente, te parece?
– Mmmmm… que pasa? No queres ver la peli?
– Queres ver la película? O hacerme saber lo mucho que me amas?
– Hacerte saber lo mucho que te amo, pá…
– Ok, párate, date vuelta y sentate encima mío, de piernas abiertas… a caballito
– Pero no queres ir a mi cuarto?
– Ssh… acá estamos más tranquilos. Tu cuarto está al lado del cuarto de tu madre y no queremos despertarla, no? o se sentiría celosa. Salvo que quieras que tu madre se sienta celosa de que amo más a mi hijita que a mi esposa.
– Me siento arriba tuyo ahora o sostengo mi pollera así hasta mi cuarto. Que queres hacer? Me siento papi? O queres estar en mi cuarto conmigo? – me dijo mientras se sostenía la pollerita escolar levantada, dándome un hermoso espectáculo.
– Harías lo que sea por mi, mi amor?
– Si, papi.
– Sácate la bombachita, déjala acá a un costado, y sentate encima mío como te dije a caballito, pero déjate la pollera, así te cubre por las dudas.
Ella comenzó a sacarse la bombachita roja poco a poco, dejándome ver como ya la tenía pegada a su conchita, debido a la cantidad de fluidos que emanaban de su vulva.
– Me siento ahora? Prefiero que me agarres y mi sientes vos…
– No te asustes.- le dije corriendo la bombachita- Yo también me voy a poner cómodo. Saque mi verga a la vista de ella, iluminada por la luz de la tele.
– Veni, sentate acá arriba. Pone tu cosita, encima de mi pito.
– Ay papi. Mmmm…
Cuando la punta de mi verga, toco sus labios, muchos de sus jugos comenzaron a pegoteármela, y a bajar por lo largo de mi falo.
– Despacio, despacio…eso… que sentís? te gusta?
– Que me estoy haciendo pis. Eso siento. Mmmmm…-comienza a gemir un poco con su voz temblorosa. Incluso podía ver su carita con los ojos cerrados de tanto en tanto y mordiéndose el labio inferior.
Mientras le restregaba mi verga por lo largo y ancho de su vulva, le dije:
– Sabes. Una hija muestra mucho su amor con las cosas que se anime a hacer por su papi, no se echa atrás, no se acobarda.
– Mmmmmmmm… como que? Me están temblando las piernas…
Yo me encontraba sintiendo su hoyito vaginal con la punta de mi glande.
– Queres sentarte del todo? poner tu peso encima mío?
– Si, papi. Quiero jugar al caballito.
– Estudiaste educación sexual en el colegio, mi amor?
– No, no nos enseñan eso.
– Que bien, entonces papi te va a enseñar como solo papi sabe.
Ni bien sentí su hoyito, empuje levemente
– Te duele si hago esto?
– Siiiii. Un poquito. Papi… Por qué me tiemblan así las piernas? Mmm…
– Te tiemblan por que no queres sentarte del todo. Si te sentas encima, te van a dejar de temblar las piernas.
– Me quiero sacar la pollerita…
– No, déjala. Se te ve bien.
– O vos queres ver que está pasando ahí abajo?
– Una parte de mi. Se quiere desnudar toda. Pero déjamela puesta.
– Vos me amas papá?
– Por supuesto que te amo. Muchísimo nena, Dany. Por qué me lo preguntas?
– Mmmm… yo podría ser tu novia?
– Queres ser mi novia?
– Si pero hoy mismo quiero serlo
– Aaah. y bueno… ya sabes que yo con tu madre… las cosas están muy mal. ..y la verdad es que…
Sabes que esto que estamos haciendo es prohibido? Sos mi hija, vos no podrías ser mi novia…
Pero yo al mismo tiempo quiero que seas mi novia, mi amante. Mi mujercita… por que te amo
– Me gusta que te desesperes por verme desnudita. Te juro que me muero por ir a mi cama con vos papi
– Tranquila, tranquila. Primero lo primero. Si aceptamos ponernos de novios, vos igual serias mi novia, nadie puede enterarse de esto, no solo tu madre. Debe ser nuestro secreto, no podes contarles a tus amiguitas serias mi hija y mi novia, mi amante. Estas segura de eso?
– Mmmmmm… no. yo voy a pelear por ser más que eso.
– Queres ser mi esposa…?
– Si…
Yo estaba estupefacto, así como muy, muy caliente. Luego, se alejó de mí, y me dio un ultimátum:
– Si me prometes que mama se va de casa. Te espero en mi camita desnuda.
Así es como la seguí a su habitación… ya no me importaba si la bruja de mi mujer nos escuchaba o no.
Directamente apague la televisión, y fui como perrito faldero oliendo su culito a hembrita alzada.
Ya en la cama, ambos nos desnudamos del todo, y me acosté boca arriba, para que venga de nuevo encima mío, como estábamos antes.
– Así que… queres ser mi esposa, mi mujer?
– Siiii…
– Queres que tengamos hijos juntos?
– Puedo darte hijas? Mmmmm…
– Hijas…? Ok… pero primero, sentate sobre la verga de papá, así te desvirgo, si? Te va a doler poco por que ambos estamos chorreando. Así que te va a entrar sin problemas.
– Aaaay mmm..
– Eso, eso. Es toda tuya.
– Mmmmmm… me dueleeee… pero yo quiero ser toda tuya, papá…
Lentamente, ella empujo su cola en dirección a mis caderas, para enterrarse la cabeza de mi pija.
– Aaayy.
– Eso, mi nena
– Mmmmm –mientras empujaba para abajo logrando enterrar mi pija un centímetro más.
Poco a poco, Danielita comenzó a jugar al caballito sobre mi verga.
– Aay que apretadita estas corazón.
– Te dolió mucho?
– Con solo la cabecita adentro me duele. Pero poquito
– Ya te convertiste en mujer. La mujercita de papá, aunque para mí, siempre vas a ser la nena de papi.
– Me gusta sentirme mujercita. Me agarras las tetas pá? Así… fuerte.
Se tiro para adelante y me abrazo toda la cabeza, mientras yo le chupaba las tetitas
– Ayyy. Bésame.
Sus hilos de sangre recorrían ya mi berga que estaba enterrada dentro de ella hasta la mitad.
– Papii. Háblame como si fuera tu mujercita mmm
– Si, así mí nena. Te amo
– Me vas a hacer mama papi? Mmmm…
– Si… querías que te haga nenas? Querías tener hijas?
– Sii… mmm… quiero que tengamos mas nenas, así les enseñas a coger también…
Aquello me puso a mil…a mi hija le encantaba el incesto y despertó en mi un deseo insaciable… podía verla a ella entregándome a nuestras hijas… viviendo el incesto día a día, sin importarnos nada.
– Quiero llenarte la casa de conchitas papi mmmmm… Quiero que nos dejes llenas de leche a todas. Mmmmmmmmm
– Si, nena, sos bien putita… nos vamos ir de acá, mudarnos a un lugar que no nos conozcan y podemos coger todo el día, todo el tiempo…
– Papiiiiii cojeme toda- gritaba mientras me daba terrible empujones a mi verga, ya entrándole toda. – Voy a explotar toda, papiiii….
– Explota, explota que yo también…
– Aaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyh…
– Oooooooooooooooohhhhhh…
Y como una bestia, le llene la conchita hijita.
Me divorcie sin problemas gracias a mi hija, que había grabado a mi señora y su amante con el celular, así que gane el divorcio y custodia de Danielita gracias a ese adulterio probado.
Le deje la casa y con mi hija nos mudamos del país.
En nuestro nuevo comienzo obtuve un trabajo mejor pago y menos explotado, lo que me daba muchísimo tiempo de llegar temprano a casa a coger con mi hembrita linda.
La nena me tiene todos los días cogiendo, montándome, sacándome la leche, esta desesperada con quedar embarazada, quiere darme la primera de mis nuevas hijas…
Y paso…
Ya a sus 13 años, tiene pancita y tetas grandes, ya sabemos que será una nena… así que el otro día, como seguimos calientes, la desvirgue de su culito, ahora que lo tiene más dilatado con el embarazo.
Estábamos al aire libre, en el balcón de la casa que da a la calle.
La emoción de cogérmela ahí, a la vista de todos, pero que nadie se daba cuenta… le llene las entrañas de mi leche, y ella acabo largando unos buenos chorros por su conchita.
Quisiera saber que este relato es realidad. Me gustó mucho.