Dario a los 6 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Si digo que no sé como es que lleve una verga a mi boca por primera vez mentiría, porque si bien sucedió hace tantísimos años, cuando solo contaba 6, aun hoy lo recuerdo con mucha nitidez.
Fue un supuesto tío que iba a mi casa para saciar sus apetitos con mi madre viuda.
Era un hombre grande de cuerpo y de edad, cabello cano y algo ventrudo, con muchos vellos en su cuerpo.
Una tarde de verano, luego de su siesta y de que mi madre se fuera para su almacén, el tío “carbón” se levantó de su siesta y se dirigió al baño para darse una ducha y al llegar al mismo, se encontró conmigo que estaba sentado en el inodoro haciendo mis necesidades.
Entro, cerró la puerta, acarició mi cabellera negra y comienza a quitarse la ropa.
Yo no supe que hacer en ese momento y me quedé ahí, mirando con asombro el cuerpo desnudo de mi tío que para ese entonces tendría unos 65 años de edad, se metió en la pileta y comienza a ducharse.
Me levante con la idea de irme, pero este me retuvo, me invito a meterme a la pileta y bañarme con él, y dijo que mi mamá le había pedido que me ayudara a hacerlo por lo que obedecí sin decir.
Me quite la ropa y deje completamente desnudo mi cuerpito de nene de 6 años, algo culoncito, hermosas piernas de piel y tan suave que como debe espera en una criatura de esa edad.
Mi tío estaba como agitado.
Tomo champú, lo puso en mi cabeza y empezó a lavarme el cabello para luego ir enjabonando el resto de mi cuerpo, poniendo especial cuidado en mis piernas y sobre todo, en mi cola.
Yo dejaba que el me bañara y creí que era algo normal, pero noto que su pene estaba hinchado.
Ya no colgaba como al principio y se veía erguido de tal suerte que el noto las miradas que le estaba echando a su verga y no tuvo mejor idea que tomar una de mis manos y llevarla hasta la pija.
Me pidió que se la tomara y que jugara con ella.
Yo le hice caso movido por la curiosidad y al punto empecé a menear esa verga como jugando, hasta que el me enseña como debía hacerlo por lo que, con su guía, empecé a pajearlo.
El emitía algunos gemidos que trataba de callar y me pedía que siga a la vez que, por su parte, me acariciaba la cola y trataba de meterme su dedo en el ano, cosa que al parecer me resultó agradable por recuerdo que el instinto me hacia estirar el colita para atrás con el fin de recibir ese dedo y de sentirlo dentro de mi culo.
Al cabo de unos minutos de este juego, juego que me gustaba, me pidió que me sentara en el borde de la pileta de tal suerte que su verga quedo a la altura de mi carita y seguí jugando con su pene hasta que se lo apoyo en mis labios y me pidió que abriera la boca, cosa que hice para recibir, por primera vez en mi vida, una verga dura, grande y babosa en mi boca para luego empezar a chupar como me pedía que hiciera.
Se la chupe lo mejor que pude hasta que se me la saco de la boca sin decir nada, se salió de la pileta y se sienta en el inodoro, desde donde me llama, pone una toalla a sus pies y separa las piernas; hizo que me arrodillara entre ellas y ahora, sin espera a que me diga nada, yo solito me puse a mamar mientras el me acariciaba la espalda, la cabeza y metía su dedo en mi culo y así, de esta forma, al rato de estar mamando y recibiendo su dedo, mi tío me lleno la boca de leche y me obligo a que tragara toda, porque cuando estuvo a punto de acabar, me agarro de la cabeza con sus dos manos y no dejo que me sacara la pija de la boca sino hasta que ya me trague toda su leche…
Luego de estos nos vestimos y salimos del baño como si nada hubiera pasado.
Los días siguientes, en las visitas de mi tío, en la primera oportunidad que aparecía, ahí estaba yo chupándole la verga o dejando que me cogiera el culito con su dedo.
Me había vuelto un adicto a su pija y a su leche y quería más, quería estar con el todo el tiempo y como tal cosa no era posible, no me quedaba mas que disfrutar de esos ocasionales momentos que iban surgiendo hasta que un día, arregla con mi mama para que yo lo acompañe al campo y fue justamente ahí el lugar en que empezó a cogerme…
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