David y Damián (1)
Para los que siguen los relatos de «Tomás mi niño consentido» esta es la historia de David y Damián desde el comienzo .
Desde los 7 años con mis primos nos tocabamos y nos hacíamos sexo oral mutuamente, soy el mayor de los primos por lo que tuve algunos privilegios, siempre había escuchado a mis padres tener sexo pero en ese momento me parecía como si apulaudieran por las noches, un día me ganó la curiosidad y me acerqué a su puerta, no estaba cerrada del todo y los pude ver a mi padre sobre mi madre con las piernas abiertas, no veía con mucha claridad pero tenía su pene en su culo, eso creí, después hablando con mis compañeros de clase me dijeron que era su vagina seguramente, no crecí en la era del Internet, lo que podía investigar sobre el tema era en libros o cosas así pero estaban enfocadas en el aspecto biológico, mi padre tenía revistas porno guardadas en una caja que un día descubrí, entendí y probé algunas cosas con mis otros primos y compañeros.
Desde los 15 trabajo con mis padres, a los 18 me fui a estudiar y al volver comencé a trabajar formalmente con ellos, tienen una empresa de productos de limpieza, durante años trabajé en el departamento contable, siempre quise ahorrar dinero para viajar pero fui posponiendo el asunto, más cuando llevaba 2 años de relación con una novia.
Tengo un medio hermano Luis, es hijo de la anterior esposa de mi padre, como a mis 29 años él se vino a vivir con nosotros, tenía 35 años, llegó con su novia que estaba embarazada, él siempre tuvo el gusto por las novias de sus amigos y a pesar de ser hermanos también le gustó mi novia, ella me había dejado sin motivo de un día para otro, lo odié desde el primer día que lo ví, lo odiaba no solo porque mi padre le prestaba más atención a él por ser el mayor incluso mi madre sino también por quitarme a Fabiana y embarazarla.
Pasaron los meses y ella dió a luz a un niño que llamaron Damián, mi hermano se fué con otra a los pocos meses, mis padres no se harían cargo de nada, solo le daban un techo para vivir, estaban en una casita aparte de nosotros pero en el mismo terreno, Fabiana buscaba trabajo y sabía que no podía dejarles el niño a mis padres, me rogó y me rogó que me quedará con él mientras encontraba trabajo pero yo no tenían idea de como cuidar a un niño, algo rápido me indicó como debía hacerlo, estaba tan concentrado en los pasos que olvide la mitad de lo que me dijo, después de 1 hora le prepare la leche y cuando lo tomé puse mi mano en su pañal, se sentía abultado y pesado, lo llevé al cambiador y le abri el pañal, obviamente venía con regalitos, como limpiarlo eso si recordaba, tomé unas toallitas levantando sus piernas, pase mis dedos por su anito limpiandolo bien, tomé un pañal nuevo y deseché el sucio, no podía despegar las cintas del pañal, mientras lo hacía ví como su ano parecía cerrarse y luego abrirse un poco volviendo a ensuciarse un poco, tomé más toallitas y mientras las pasaba con la punta de los dedos senti lo blandito que era, lo vesti y le di su leche, luego de eso se durmió, me preparé algo de comer y me distrajo los balbuceos de Damián, era la segunda vez que le cambiaba el pañal, se me cruzó la idea loca de explorar su ano pero con mi verga, por un lado lo veía como una forma de vergarme de sus padres, mi hermano y Fabiana, a su vez quería un culo virgen y recordar los momentos con mis primos, en ese momento no haría nada, a las 2 horas su madre había vuelto, le habían dado un trabajo por 4 horas a modo de prueba, era el tiempo suficiente para empezar, su horario era por la tarde, era justo depués de volver de mi trabajo, al principio no sabía muy bien como hacerlo, no era lo mismo mi etapa exploratoria de cuando era niño que siendo un adulto, las dimensiones era muy distintas y el riesgo era grande. Al pasar lo días tomé el tiempo que le llevaba a Fabiana ir y volver al trabajo, eran casi 5 horas, preparé todo y me aseguré que mis padres no me molestaran por un par de horas, esperé que Fabiana saliera a su trabajo, a los 30 minutos llevé a Damián a su cambiador, le quité el pañal que traía puesto y lo cambié por uno nuevo pero sin cerrarlo, lo apoyé en él a modo de precaución, me temblaban las manos pero ya estaba decidido, con sus piernas abiertas algo flexionadas intenté introducir el dedo índice, estaba tan cerrado que no pude, busqué un termómetro introduciendolo un poco, lo moví un poco más adentro de lo normal y con bastante saliva lentamente mi dedo meñique fue entrando en su esfínter, su ano no cedió al principiono, al traspasar su entrada ya parecía no molestarle demasiado, estaba como más tranquilo que de costumbre, para cuando tuve el dedo por completo dentro, mi verga pedía salir de mi pantalón, sin pensarlo demasiado me bajé el pantalón y comencé a masturbarme.
– Ya se que probablemente no entiendas nada de lo que digo pero…esto que traigo aquí algún día estará en lugar de mi dedo…
– Ahhbbab.
– Serás todo un putito para tu tío…te encantara tener esta verga en tu culito ya veras…
Detuve mi dedo por un momento y comencé a movelo hacia afuera para volver a entrar, como no mostraba disgusto continúe algo más rápido, solo balbuceaba de vez en cuando, moví la yema de mi dedo de forma circular, podía sentir la rugosidad de su recto y como parecía absorberme hacia adentro, sin retirar el dedo me apoyé en el cambiador, con mi verga tocaba sus nalgas y su raja, poco a poco salí de su esfínter y casi automáticamente posicioné mi pene en su entrada anal masturbándome frenéticamente, mi glande estaba en contacto con su ano, en pocos segundos mi miembro explotó con abundante semen por sus nalgas y más que nada sobre su ano, lo limpié muy bien y como si nada lo hice dormir.
De a poco fui perdiendo el temor y me arriesgaba un poco más, después de la salida de mi cuñada revise su pañal cambiandolo por uno nuevo, se lo dejé semicerrado, ya sentado casi podia mantenía el equilibrio, lo llevé a la alfombra de la sala rodeandolo de juguetes, me senté detrás de él, su cuerpo estaba casi apoyado sobre mi bulto, me moví rozandolo, yo solo traía un pijama de tela muy fina, poco a poco mi bulto fue careciendo, me llevé un buen susto al oir a Fabiana hablar detrás de mi, tomé a Damián acercandolo para cubrir mi erección, estábamos jugando en el suelo, ella había olvidado sus llaves, se acercó a nosotros besando la cabeza de su hijo y volvió a salir, cerré bien la puerta, más tranquilo continúe moviéndome, necesitaba más que eso, me bajé un poco el pijama lo suficiente para que mi pene hiciera contacto directo con la espalda de Damián, tiré de las cintas de su pañal pudiendo ver sus dos redonditas nalgas, las abrí un poco viendo su ano tan rosado y apetecible, lo rocé con la punta de mis dedos de arriba a abajo, el continuaba moviendo sus juguetes y llevándolos a la boca, introduje mis dedos en su boca para ver su reacción, era normal que todo se lo llevara a la boca pero no era lo suficientemente grande para introducir mi pene, sus labios y su lengua succionaban mis dedos, podía tocar sus encías, y el interior de su suave boca, sus dientes aún no habían salido, llevé mi miembro a sus labios presionandolo contra ellos y poco a poco abrió su boca, como era de esperar era demasiado grande, lo poco que entraba era suficiente para sentir la fuerza de succión y su resbaladiza lengua, lo aparté moviendo mano rápidamente corriendome sobre su rostro tomándolo por sorpresa, con algo de paciencia recogí mi semen con mis dedos y los lleve a su boca, al principio pareció no agradarle el sabor pero empuje mis dedos hacia adentro y no tuvo de otra que tragarlo todo. Esa noche se durmió en mi habitación, se lo hice saber a su madre para que no se preocupe, ella siempre volvía muy cansada de su trabajo directo a dormir, me desperté como a las 2 AM era hora de cambiar el pañal de Damián, sobre la cama extendi una toalla y sobre ella lo cambié, lo llevé hasta la cocina para preparar un poco de leche, después de beberla se durmió, lentamente moví la toalla más cerca de mi y lo coloqué ahí boca abajo con su cabeza hacia un lado, levanté su cadera para abrir su pañal, ya de por si dormía con las piernas un poco abiertas, abri sus nalgas con una mano y con la otra guiaba mi verga por toda su raja intentando cerrar sus nalgas para presionar mi pene entre ellas moviendo mi cadera, alguna que otra vez mi glande rozaba con su ano pero continuaba moviéndome como antes, no quería despertarlo pero estaba muy caliente, me moví más rápido, apoyé mi pene justo en su entrada masturbándome, mi semen se escurrio en su raja y nalgas, lo limpié y cambié el pañal para no dejar rastros y me dormí también, por la mañana me encontré con Fabiana cuando fui a desayunar, le dejé al niño y me fui a trabajar, cada momento que tenía libre y no tenía nada en la mente pensaba en como romper ese culito, eso me daba vueltas por la cabeza, de camino a casa mi bulto creció esperando llegar lo más rápido posible, pasé por una tienda para productos de bebés y compré unos chupetes para fruta, son huecos con unos orificios y dentro de pone fruta picada, hay de distintas medidas, compré un pack desde el más pequeño al más grande, cuando llegué Fabiana estaba comiendo algo antes de salir, fui a mi habitación buscando videos xxx para ver, después de una buena paja mezclé fresas picadas con mi semen en uno de los chupetes, el más pequeño, Fabiana salió y me dejó al niño, le dí el chupete a Damián, sin problemas lo mantuvo en su boca, con el más grande haría algo distinto, dentro de el verti un poco de lubricante, ya en mi habitación lo rocé en su ano de arriba a abajo hasta que empujé hacia adentro, estaba tan resbaloso que me costó un poco, pero finalmente su ano se fue abriendo dejando entrar el chupete, su rostro estaba un poco extraño pero continúe moviendolo, lentamente lo moví hacia afuera y volví a introducirlo dejándolo ahí, me quité el pantalon dejando caer mi verga junto a la suya dándole golpecitos, moví mis caderas mientras me quitaba el resto de la ropa, traía el pene súper duro y se asomaban unas gotas de líquido pre seminal, su chupete de fruta estaba casi vacío, intercambié el lugar con mis dedos y rodee su lengua jugando con ella, quité el chupete de su ano introduciendo el dedo medio, entró muy fácil lo que me permitió moverlo más rápido, ya estaba acostubrado a ese dedo, saliendo un poco introduje también el dedo índice, ambos dedos estaban dentro casi hasta la mitad, su esfínter estaba muy apretado sin dejarme mover, con algo de fuerza fui avanzando pero me detuve al ver y oir si disgusto, ya era demasiado por un dia, le di un baño tibio y lo lleve a dormir.
Ya era el momento de incluir algunos sólidos en su dieta como papillas, sopas, etc, las consistencias eran ideales para mezclarlas con leche natural, no de fórmula, mi leche.
Fabiana tenían un caja de botes variados de papillas, abri uno de manzana pero no había comido el bote completo y lo guardé el resto en la nevera, ella antes de irse a trabajar le dió la papilla del frasco con algunas otras frutas aplastadas, al final él no quiso terminar la papilla y para no tirarla ella se comió las 2 últimas cucharadas, no pude evitar reirme muy discretamente, ella frunció el seño y giró el bote para ver los ingredientes.
– Esto está muy Rico…haz probado?
– Ehh…no gracias no me gustan…
Esperé a que ella se fuera, limpié un poco la mesa y lo llevé a la sala mientras yo veía la TV, estaba caluroso y en la sala era poco seguro hacer algo con mis padres en la casa, fui a mi habitación cerrando bien la puerta, encendi el aire acondicionado y mi TV desnudandome, me senté en la cama y a Damián sobre mí apoyando su espalda en mi pecho, nos cubri con una sabana y lentamente acaricié su cuerpo, abri un poco su pañal y comencé a jugar con su pene, mi mano fué más allá alcanzando su ano, lo desnude con el riesgo de ensuciar la cama pero tenía tantas ganas que en ese momento no lo pensé, abri sus piernitas moviendo su cuerpo sobre mi verga una y otra vez, lo acomodé sobre su espalda acercando mi miembro a su boca y con la mano izquierda recorría sus nalgas, humedeciendo mis dedos toqué su ano introduciendo uno lentamente, le quité su chupete rozando sus labios y empujandolo hasta que casi rodeó mi glande, mi dedo estaba casi por completo introducido, con el dedo pulgar jugaba con sus suaves testiculos, mientras él mantenía la punta de mi verga en su boca lo tomé empujando más hacia adentro, moví mi mano masturbándome hasta que exploté sobre sus labios y parte en su mejilla, recogi mi leche con mi verga llevándola a su boca, como si nada tragó todo.
Llevaba unas semanas con la exploración interna solo con los dedos o el chupete, las semis mamadas y la masturbación con posterioridad eyaculación sobre su ano o cualquier parte de su cuerpito, por las noches soñaba con el anhelado momento de poder entrar en él, llenar de leche su pequeño esfínter con mi dura verga una y otra vez.
CONTINUARÁ…
Por cualquier consulta, duda, etc
*@pyhubb (Telegram)
Muy bueno tu relato amigo
Te busco en telegram pero no me apareces