David y Damián (3)
Primeros días de vacaciones, buscando nuevos amiguitos para compartir momentos con el papi David y su nene Damián… .
El hombre se vistió y salió del baño, no sin antes dejarme su tarjeta de negocios, la cual descarte en el bote de basura más cercano, eso era algo que no se repetiría.
Volvimos al hotel después de cenar, me desperté agitado, desde luego con una erección, había tenido un sueño algo raro, con un hombre muy parecido a la figura de Buda, tendría que encontrar a un hombre así.
Era nuestro segundo día, tenían un objetivo claro, necesitaba un lugar un poco apartado, había alquilado un vehículo, tomé mi mochila con un par de cámaras y algo de comer, desperté a Damián para que desayunara y salimos sin un rumbo fijo, de camino a la zona industrial habían muchos lugares sin edificios, encontramos un viejo hotel, esos de una sola planta con todas las habitaciones juntas y en el otro extremo la recepción, pedí una habitación, solo tenían con camas dobles, ví que tenía todas las llaves y que al parecer éramos los únicos que estábamos hospedados.
La habitación era muy simple, a un lado de la mesa de luz había una tarjeta con un número y una imagen de unos labios besando una verga «sexo 24 horas», la volví a dejar en la mesa y al cabo de unos minutos llamé a ese número.
– ¿Hola?
– ¿Si?, me gustaría alguien para pasar un buen momento, estoy de paso por el hotel «XXX».
– Muy bien, tenemos a las mejores personas especializadas en el tema, todos gozan de buena salud y se toman todas las medidas necesarias para tener sexo seguro, ¿qué esta buscando?
– Hombres.
– Ok, ¿slgún gusto en particular?
– Hombres grandes .
– El mayor que tenemos tiene 42.
– Grandes en tamaño, altos, musculosos y obviamente con miembros grandes y muy masculinos.
– Muy bien, dígame en cual habitación esta hospedado.
30 minutos después golpean la puerta, eran dos hombres muy grandes, parecían guardespaldas, se veían jóvenes y bastante atractivos, pero lo importante era otra cosa, su rendimiento y claramente sus vergas.
– Perdón no sabíamos que había un niño durmiendo.
– Esta bien pasen…¿pueden venderse los ojos?
Accedieron y se sentaron en la cama, fui hasta Damián despertandolo, movi una de las sillas frente a la cama y me senté, Damián fue hasta ellos sentándose en medio, tomé la càmara y moví mi mano para que comenza, tomó ambas vergas con sus manos, cuando vi que ya estaban algo duros les dije que se quitaran la venda, estaban sorprendidos viéndose entre ellos pero no dijeron nada, era un niño lamiendo muy bien sus miembros.
– Espero que no les moleste que grabe…no se preocupen me enfoco en grabarlo solo a él.
– …¿Tu no participás?
– No…yo solo los veo…
Parecían no estar muy seguro de que hacer, simplemente dejaron que Damián los masturbara.
– Relajense, él lo hace muy bien.
– Es muy pequeño.
– jaja no crean…solo vean que bueno es…
Se relajaron un poco viendo como Damián se relamia los labios viendo fija una de esas vergas, ambos estaban bien dotados con un par de vergas enormes, gordas y venosas, mi niño no demoró en devorar una sin dejar de atender a la otra con su mano, una y otra vez su cabeza baja y subía tragandola, ambos hombres se veían entre ellos no pudiendo creer lo que veían, jugaba con ambas cabezas en sus labios.
– ¿Quien me la mete primero? ¡Ya!
– Damián, así no de piden las cosas.
– Por favor ¿quien será el primero que la meta en mi culito?
Uno de los hombres caminó rodeando la cama hasta el otro extremo, se terminó de desnudar y subió a la cama de rodillas, se acercó a mi hijo tomando su cadera y con sus dedos húmedos de saliva los introdujo en su ano, los dedos entraron como si nada, agregó otro hasta desaparecer en su esfínter, aprovechando que a su compañero le tragaban el miembro, el otro hombre se encargó de preparar la parte posterior, a Damián se le escapan suspiros callados por la verga que le ocupaba la boca, con una de sus manos abría sus nalgas para facilitarle el trabajo.
– Lo siento pero tengo que meterla ya.
– jaja adelante.
El hombre abrió más las piernas de mi hijo apoyando sus manos en su espalda, tomó su miembro llevándolo a su ano, lentamente entró en Damián haciendo que desatendiera al otro hombre.
– Damián…no descuides tu trabajo.
– Perdón papi…pero…
– ¿Qué?
– Ri…co…
Volvió a retomar su tarea, viendo esto el otro hombre continuo avanzando por su esfínter que le daba la bienvenida a esa enorme verga.
– Mierda…que rico culo…¿le haz dado leciones tu?
– Claro, ¿verdad Damián?
– Si papi…
El hombre estaba casi a la mitad, extendí mi pierna tocando una de sus nalgas, intenté empujarlo para que continuará.
– Sigue…
– Mejor ir lento.
– Dale duro…a los putitos les gusta duro…
El hombre tomó las caderas de Damián con ambas manos y entró por completo en él.
– Ayyy que Rico estas nene…
– Siga…señor
Los gemidos de Damián era ahogados por la otra enorme verga en su boca, el hombre aumentó la velocidad de sus movimientos, chocaba con el, sus testículos se balanceaban, salió de él poniéndose de pie sobre la cama, flexiono sus piernas y casi levantando el cuerpo de Damián lo embistió duro, una y otra vez, el repetido ruido de sus cuerpos chocando junto con los gemidos de ambos hombres saturaban el ambiente.
– Sí sigo así me voy a correr…
– Cambiemos de lugar.
Se puso de pie arrojando el condón en el suelo, dicho esto intercambiaron lugares, uno de los hombres de acostó apoyando su espalda y llevó a Damián sobre él, moví mi silla para tener un mejor ángulo, abrió sus piernas y entró en él de un solo movimiento, este hombre era unos centímetros más grande que el anterior, me pareció ver como se abultaba el vientre bajo de mi hijo cada vez que entraba hasta lo mas profundo, su gran verga dentro de tan pequeño cuerpo.
– Que rico culo tienes…y como la aguantas…
Damián no podía decir ni una palabra, su boca estaba demasiado ocupada con los testículos del otro hombre mientras sus manos tocaban cada centímetro de su duro miembro, el nombre se movió apoyando sus rodillas a cada lado de su cabeza e introdujo su verga a la boca de mi nene, una y otra vez entró y salió de ella tomándolo de su cabello, sus movimientos eran cada vez más violentos, claramente buscaba correrse,
Lo movimientos de otro hombre eran lentos pero profundos, en cada embestida sacudía el pequeño cuerpo de mi hijo, levantó sus piernas, en el aire continuando con sus movimientos pero más rápido, casi no salía de él hasta que eyaculó, volvió a apoyar el cuerpo de Damián en la cama y tomándose su tiempo salió de él, su ano estaba hinchado, se le quedó viendo por un momento, mire su pene y ví que él condón se había roto, volví a ver el ano de Damián, una pequeña cantidad de semen salió seguida del resto, el hombre se veía preocupado, se giró viéndome y antes que dijera algo le pedí silencio, se sentó a un lado esperando a su compañero quien seguía recibiendo atención de mi hijo, Damián estaba usando solo su boca, ambas manos estaban en las nalgas del hombre empujandolo, se oía el sonido húmedo de la fricción de su boca con ese pene, aguantaba las arcadas cada vez que pasaba por su garganta, eran tan rápidos los movimientos que no tenía ni tiempo de ahogarse, el hombre tomó su cabeza moviéndose más rápido y se detuvo al descargarse, Damián casi no pudo tragar tanto semen, con el dorso de su mano limpio su boca y se arrastró por la cama hasta mi, lo seguí con la cámara, teniendo un primer plano de él sacando mi verga de mi pantalón, ya estaba duro viendo el espectáculo y en ese momento más, introdujo mi pene en boca casi por completo masajeando mis bolas, su lengua rozaba la base de mi miembro cada vez que su garganta tocaba mi glande.
– ¿Lo van a dejar solo terminar el trabajo?
– …
Los 2 hombres se unieron, Damián en el centro y cada hombre a un lado, tres bocas complaciendo a mi verga, mi hijo succionaba mi glande y los hombres a cada lado del cuerpo de mi pene rodeandolo con sus lenguas.
– Creo que es hora de alimentar a mi hijo…
Los hombres se apartaron dejando a Damián prendido a mi pene, ya no resisti y me corrí, toda mi leche entró en su boca, se encargó de recoger cada gota con su lengua tragando toda mi leche.
– ¿Alguna vez se cogieron a un nene así?
– Tan pequeño no.
– ¿Cómo de que edad?
– 12, 13.
– Creo que tenemos el mismo problema con el tamaño, pueden ser adictos a la verga pero con una así se quejan demasiado.
– Su hijo la aguanta muy bien.
– Jeje, lo se.
Pasaron unas horas, cada vez dormíamos menos, siempre tuve problemas con el insomnio como mucho dormía 4 horas al dia, intentaba tener consideración por Damián pero no podía, lo veía dormir y quería despertarlo para continuar, ya no me importaba si esta dormido en ese momento, comenzaba a penetrarlo haciendo que se despertara por los movimientos.
Salí a tomar aire para despejarme, fuí hasta mi vehículo y en el estacionamiento ví a un joven como de 14 años cogiendose a otro de su misma edad, me acerqué sin hacer ruido.
– Que lindos que se ven.
– Ah
– ¿Me dejan unirme?
– ¿Cuánto tiene?
– ¿Cuánto quieren? Si lo hacen bien puedo ser muy generoso.
– …
Dejé que continuaran, dándole nalgadas de vez en cuando.
– ¿Te puedo coger a ti mientras tanto?
– Déjeme terminar.
– No.
Me bajé un poco los pantalones, y lo penetré lentamente, quería safarse pero no pudo, tomé sus caderas moviendolas para que continuará sus movimientos.
– No hagas esperar a tu amigo.
– …
Continuó embistiendo al otro joven, mi verga le entraba bien, un poco apretado al entrar pero seguramente ya habían entrado otras cosas por ahí, no se movía muy bien, y su compañero parecía estar de acuerdo con mi pensamiento, no había como Damián pero tenía que darle un descanso, aunque eso implicara buscar por otros lados, les di el dinero y volví a la habitación, fuera de la recepción estaba el recepcionista sentado fumando.
– Sabe, no es muy seguro x aquí.
– ¿Cómo?
Me habían preocupado ya que había dejado solo a Damián en la habitación.
– ¿Hay muchos crímenes?
– No, aquí solo hay obreros y prostitutas, no es un lugar muy seguro para un niño en ese sentido.
– Aah ok, gracias por avisar.
– Durante las noches usan estas habitación para…ya sabe…
Sabía que era una zona con muchas fábricas y era verdad que no había visto a mucha gente en algunos horarios, volví a la habitación y dejé que Damián durmiera, me senté fuera a esperar la noche, ví que muchos hombres entraban y salían de las habitaciones con mujeres y hombres, después de casi una hora vi salir a un señor de unos 45 años , algo excedido de peso, muy parecido al Buda, estaba notoriamente disgustado.
– ¿Marcha mal la noche? – pregunté.
– ¿Eh? …Si, algo, es quemar el dinero…no malgasta el suyo en una de estas…
– No pienso hacerlo…tengo algo mejor…
– ¿Cómo así?
– ¿Quiere ver?
– ….
Le mostré una foto del culito de Damián y mi verga dentro completa.
– ¿La tienes grande?
– Algo…
– ¿Y le entra toda?
– Sí.
– Ufff, ¿y acepta invitados?.
– Claro, venga a la habitación.
– ¿No te molesta compartir a tu pareja?
– No, pero no es mi pareja.
– Claro, pensé que lo era, y sería raro.
– Es mi hijo.
– ¿Eh?
– Si.
Ya había entrado y estábamos frente a la cama, se quedó de pie tras la puerta sin moverse, Damián estaba desnudo boca abajo, sus nalgas estaba totalmente expuestas invitando a cualquiera que quisiera pasar un buen rato.
– Adelante.
– …
– Venga, ¿ya vino hasta acá o no?
– …
– Considere una compensación por su mal momento.
Damián ya se había percatado de la presencia de alguien más, se incorporó frotando sus ojos, tomo las almohadas y las acomodó detrás de su espalda y abrió sus piernas.
– Pa, me duele la boca.
– ¿Y el culito también?
– No, ese no jeje.
El hombre parecía necesitar un empujoncito en la espalda para decidirse, se quitó su ropa y avanzó hasta la cama, se sentó frente a Damián, tomó una de sus piernas arrastrandolo, comenzó a hacerle cosquillas haciendo que se riera y se retorciera en la cama hasta que lo tuvo con ambas piernas abiertas casi rodeandolo, introdujo su dedo índice explorando su ano, giró su cabeza viéndome como esperando aprobación.
– No lo haga esperar demasiado que se pone impaciente jeje.
– Si…
Rozó su miembro por las nalgas de mi hijo, las abrió quedando atrapado entre ellas mientras movían su a caderas, tomó el lubricante de la mesa de luz junto con el condón, se lo dió a Damián y juntos lo colocaron en su pene, lo tomó de las piernas levantado su cuerpo hasta que su entrada anal quedó a su misma altura, Damián tomó el miembro de este hombre y se movió hacia adelante, lentamente entró unos centímetros y se detuvo, introduciendo sus dedos en la boca de mi hijo, continuó penetrandolo, hasta completar su longitud, eran unos 13 centímetros, apoyó los pies de Demián en su pecho, el comenzó a moverse con movimientos circulares, el hombre estaba agitado y cubierto de sudor dejando a mi niño el trabajo, salía un poco para volver a entrar algo lento pero iba hasta donde podía llegar, tomó uno de sus pies lamiendo sus deditos, comenzó a moverse rápidamente embistiendolo algo duro, sus bufidos salieron de su boca junto con sus últimas embestidas, estrellándose contra Damián, buscó en el bolsillo de su pantalón y en la cama dejó unos billetes, se vistió y salió de la habitación.
– ¿Me darás tu leche papi?
– Si, ¿pero que tanto la quieres?
– ¿Del 1 al 10? …. Un 1000 jejej.
– ¿Todavía y duele la boca?
– Si.
– Bueno, muestrame tus lindas nalgas entonces, démosle un descanso a esa boquita.
De rodillas giró su cuerpo y apoyó sus manos en la cama quedando en 4, movía sus caderas pidiendo verga, sin quitarme el pantalón por completo saqué mi pene escupiendo en mi mano para humedecerlo, me acerqué a su nalgas abriendolas y lo penetre, de un solo movimiento estaba en lo más profundo de su esfínter, pase mi brazo por su pecho levantando su torso, pegando su espalda a mi cuerpo, comencé a moverme lentamente casi sin salir, mi glande rozaba su interior deliciosamente, le di un mordisco en su oreja, mientras gemia pegado a su oído.
– ¿Qué te han…parecido estos días…aqui?
– Divertidos…
– Recién comenzamos…pero ahora…descansaremos y vamos…a otra ciudad…a una playa…donde quieras…
– Quiero hacer un castillo en la arena.
– Esta bien…¿me muevo así o más rápido?
– Más rápido papi…si…
– Como tu quieras…
Crucé mis dos brazos por su estómago para tomarlo firmemente, mientras entraba y salía de él cada vez más rápido, sus gemidos me invitaban a seguir, estaba disfrutando de un buen momento en la cama padre e hijo, que más que darle a un hijo lo que pide, sería mal enseñarlo pero no importaba, me pedía verga y eso le daba, me pedía leche y también se la daría, lo embesti más duro golpeado sus nalgas con cada moviendo, una y otra vez salí y entre en su recto inundandolo con mi semen.
Le daría un descanso de amiguitos por una semana para ir a la playa, al volver podríamos continuar.
Por la mañana entregué la llave en recepción.
– No quiero ser entrometido, pero vi que entraron un par de hombres y ahora ví saliendo a uno distinto de su habitación…
– Me podrías ayudar con eso.
– ¿Cómo?
– Puedes decir que estoy ofreciendo ciertos servicios sexuales.
– Oh ya veo, pero que gano yo con eso.
– Puedes quedarte con una parte…solo tienes que conseguir clientes…
– …
CONTINUARÁ…
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me gusta muchísimo tus relato pero me gustaría que hubieran mas niños de la misma edad de Damián o menores que Damián eso seria muy rico
me gusta muchísimo tus relato pero me gustaría que hubieran mas niños de la misma edad de Damián o menores que Damián y asta mayores que Damián pero que no pasen de los 12 años eso seria muy rico