David y Damián (4)
El mejor cliente de las prostitutas le da una visita al pequeño Damián .
Y así el recepcionista conseguía a los clientes, para mala suerte la nuestra que la gran mayoría eran poco rendidores, sin experiencia, cambiamos de cuidad pero fué más de lo mismo, nuestras vacaciones terminaron pronto por complicaciones climáticas, luego de eso tuve problemas de salud y tuve que desatender a mi hijo, depués de 4 meses me operaron de urgencia y tuve reposo de 6 meses aproximadamente.
Al año siguiente volvimos a la misma zona industrial, en todo este tiempo sin poder hacer esfierzos físicos Damián tenía ayuda solo de consoladores de todo tipo, colores y tamaños, decidí subir la apuesta ya que Damián cada vez queria más grandes, me gustaba el casi anonimato que nos daba ese lugar, no corríamos riesgo de encontrar a alguien conocido ni nada de eso y probablemente la gente que encontraríamos era diferente a la del año anterior, de todos modos le especifiqué al recepcionista que para los «clientes» Tenía algunas condiciones .
1: Mente abierta
2: Que aguantará más de 10 minutos o en lo posible durante toda la noche.
3: Hombres altos, corpulentos y con miembros grandes.
Mientras estábamos a la espera de mejores hombres, me acerqué a una de las prostitutas que usaba la habitación siguiente preguntando por el mejor cliente con el que había estado, dotado y que durara un buen tiempo.
– Mmmm, Tao es el mejor, y muy generoso…es chino.
– Pero los asiáticos no tienen buen tamaño…¿no?
– Quizás sea que se lo dieron todo a él dejando al resto con micropenes jaja, él solo esta por la zona una vez cada 3 semanas y cuando viene usa una de las habitaciones toda la noche, viene hecho un toro, no se que toma pero es el mejor cliente…
Pregunté lo mismo o otras y coincidían en que Tao era el mejor, hice un trato con una de ellas, estar presente cuando el solicitara el servicio de ella, después de hacerlo una vez le pedi que se detuviera y le ofreci a Damián pero el se negó, había hecho un trato con la prostituta, ella intento convencerlo pero el hombre se fue muy molesto.
– ¿Y ahora?
– Volverá…pero nesesita una ayuda, estas»cositas» las usa a veces junto con el alcohol, lo deja muy acelerado, más de lo normal, seguramente esta en el bar relajandose un rato.
– Ve a buscarme cuando vuelva.
Volví a mi habitación, después de casi una hora escuché los golpes en la puerta, crei que sería la prostituta pero era mismo Tao.
– ¿Dónde está esa puta?…le pagué pero se fue…
– Ya abro…
Rápidamente cubrí el cuerpo de Damián dejando expuestas solo sus nalgas, la luz tenue ayudaba bastante.
– Voy…te esta esperando, pasa…
El hombre entró enfurecido buscando a la prostituta, pero frenó a los pies de la cama, giró viéndome.
_ ¿Así la dejaste?
_ Si…
_ Quiere a uno seguido del otro, tanto amas las vergas ¿eh?
Se quitó su pantalón, y evidentemente las prostitutas no mentira, estaba bien dotado y duro, preparado para todo, fingi irme de la habitación pero ya tenía las cámaras estratégicamente ubicadas además de dejar la puerta entreabierta y verlos desde allí con mi cámara en mano, no tendría primeros planos pero estaban bien, a todo esto Damián dormía sin saber que pasaba, Tao se acercó y abrió sus nalgas golpeandolas con su pene, escupió en su mano y presisonó hacia adentro .
– No hace falta juego previo ¿eh?…sé que prefieres por el culo siempre…
Vi que su glande entró muy fácilmente y no se detuvo hasta estar por completo dentro, rápidamente continuo sus movimientos provocando que mi hijo se despertara , giró su cabeza y vió al hombre, Tao no había notado que esa no era una prostituta hasta que quiso cambiar de posición, tomó una de más piernas de Damián y la arrastró por la cama para girar su cuerpo, se detuvo unos segundo como procesando el hecho que era un niño pero continuó.
– ¿Qué te parece mi niño? – dije entrando a la habitación.
– ….
Me acerqué con la cámara para tomar un primer plano de sus testículos golpeando las nalgas de mi hijo mientras su gran verga avanzaba por su esfinter sin pausa una y otra vez, Damián tenía sus piernas junto a su pecho y la boca la mantenía abierta, su rostro parecía el de la más puta de todas putas, invitando a cualquier hombre a darle duro.
– Al final me estoy cogiendo al nene como querían la puta esa y tú ¿No?
– ¿Está mal?
– Para nada…
– Pues continúa así…
El hombre tomo el cuerpo de Damián por su cintura levantandolo de la cama para moverlo entrando y saliendo rápidamente con movimientos cortos , moví la cámara y me acerqué al rostro de mi hijo.
– ¿ Te gusta como lo hace el señor?
– Siiii…
– Que bueno hijo, yo siempre intento darte cosas que te gusten .
– Si papi, gracias…
Ahí estaba gimiendo mientras yo movía la camara recorriendo el pecho de Damián llegando a su pene que era sacudidos por los movimientos del hombre, Tao tomó la cámara casi asustandome, creí que la estrellaría en el suelo pero para mí sorpresa apoyó el cuerpo de mi niño en la cama y filmó en primera persona como lo penetraba, lo hacía lento dejando ver su gorda verga, salió por completo y con su mano abrió los nalgas para enseñar cómo se veía su ano, de un color muy rosado y algo dilatado.
– Aún falta amiguito…tiene que estar muy abierto .
– jiji.
Estaba sin palabras de pie junto a él oyendo como mi hijo se reía con esa risa traviesa , Tao volvió a entrar en su esfinter , extendió su mano y me entregó la cámara , se sentó en la cama y apoyo su espalda, Damián trepó sobre el con sus pies a cada lado de sus piernas y mientras el hombre tomaba su pene mi hijo lentamente fue sentándose, me puse de rodillas mientras lo nalgueaba suavemente, Tao cruzó sus brazos por la espalda de mi niño haciendo que su pecho lo pegará al suyo, movía sus caderas como enloquecido, no parecía cansarse, sus gemidos aumentaron, sus manos tomaron la cadera de Damián empujando hacia abajo y hacia arriba ayudándose con las embestidas, giró el cuerpo de mi niño apoyándolo en su costado izquierdo y sin sacar su pene lo giró por completo quedando boca arriba y el sobre Damián, en un momento Damián quiso abrazar a Tao pero este le tomó ambas muñecas llevandolas a cada lado de su cabeza y las empujó contra la cama, detuvo sus movimientos y los retomó con más fuerza que antes, una y otra vez su gran verga entraba en ese esfinter sin pausa, la boca de mi hijo se mantenía abierta respirando con dificultad y gimiendo, eran tan violentos sus movimientos que las maderas de la cama rechinaban y el colchón se movía.
_ Este culo se tragara hasta la última gota si sigues apretándolo así niño…
Estuvo así casi 15 minutos más hasta que rápidamente se puso de pie, Damián gateo por la cama viendo como Tao se masturbaba, sin decir una palabra abrió su boca dispuesto a recibir la leche de ese hombre que de cuatro chorros se vació en su boca, fue tanta su corrida que de sus labios se escapaba su semen, Damián lo trago todo y terminó su trabajo limpiando cada gota que se escurria de su verga, algo cansado se acostó a un lado y se durmió.
Estaba por amanecer, mientras Tao y Damián dormían salí a fumar un cigarrillo y cuando volví Damián estaba sentado junto al hombre que continuaba dormido pero no estaba cubierto por la sábana, mi hijo parecía muy curioso viéndolo.
– ¿Se la quieres chupar mientras duerme?
– No… ¿Dónde estabas ?
– Afuera…¿Tienes hambre?
Estiró sus brazos hacia arriba pidiendo que lo levantará, cuando lo hice su pie rozó mi miembro accidentalmente.
– ¿Que quieres comer?
– Helado.
– Está bien pero primero un buen baño.
Después de a ver presenciado como lo hizo con Tao estaba esperando mi turno pero sabía que no duraría mucho y así fue, lluego de eso le dejé una nota a Tao que podía volver cuando quisiese, junto con Damián recorrimos un poco la zona pero el único lugar donde habían helados era un supermercado, convenientemente habían mesas para poder comer ahi, el lugar estaba muy vacío parecía abandonado, me senté junto a Damián viendo a lo lejos esperando que terminara su helado, me tocó el brazo llamando mi atención y se acercó para sentarse sobre mi. Compré algunas cosas sobretodo comestibles para no tener que volver tan seguido y volvimos, Damián veía la tele cuando golpearon la puerta, vaya sopresa era Tao con un oso de peluche de unos 40 cm en la mano, entró directo y le habló a Damián.
– Este oso es para que lo abraces mientras te doy duro hoy también.
– Me gustan los osos.
_ ¿Y qué estén dentro de tu culo verdad?…también traje un regalo para ti.
En una caja de madera parecía contener tabaco o alguna hierba desconocida para mí.
– ¿Que es esto?
– Esto es una infusión especial para ti…te ayudará mucho, prepararlo ahora y verás .
Mientras traía agua me explico que era un especie de Viagra pero sin efectos negativos y actuaba más en el propio deseo y no en solo mantener una erección, preparó todo y mientras Damián jugaba con su nuevo oso acostado Tao le quitó los pantalones arrastrándolo hasta el borde de la cama, el reía y no soltaba su nuevo oso al que llamó Jerry, jugaron un poco y se hacían cosquillas mutuamente, yo solo estaba esperando para que la bebida se enfriará un poco, luego de beberlo mi garganta comenzó a picar y tenía mucho calor, salí por un momento a tomar algo de aire, cuando me sentí más tranquilo y cómodo volví a la habitación, estaba un poco perdido, podrían haber pasado tan solo 5 minutos como 1 hora, Tao y Damián ya no estaban jugando como antes, solo se oían gemidos y respiraciones entrecortadas junto con las embestidas rítmicas de Tao a mi hijo, tomé una silla y me senté a verlos.
– Ya…casi termino…
– …
– Bienvenido otra vez.
– ¿?
– ¿Cuánto tiempo crees que pasó?
– No lo sé…una 1 hora?
– 3…
No dije nada, solo los observé, Damián abrazaba fuertemente el oso, estaba boca abajo, algunas veces mordía su oreja ahogando sus gemidos, era una imagen hermosa, el hombre tenía sus manos en la espalda baja de mi niño, las movió llevandolas a los hombros, Damián arqueo su espalda moviendo su cabeza hacia atrás, sin dudas Tao estaba dando sus últimos movimientos, su pene casi no salía del recto de mi hijo, aún así fue muy rápido, los gemidos de Damián eran cortados cada ve que el lo penetraba hasta el fondo, frenó en seco para salir de él y volvió a entrar, iba lento pero profundo y violento hasta correrse.
– Aash, ahora te toca a tí.
Le dió un beso en la cabeza a Damián y se apartó dándome lugar, era la primera vez en mucho tiempo que no sabía que hacer, me reí de mi mismo por un momento, Damián todavía respiraba pesado sobre su oso, pero estaba más que dispuesto a continuar, esta ves tomó a su oso Jerry como almohada, se acercó al pene de su padre y comenzó a lamerlo, se veía casi grotesco, su boca apenas podía mantener una verga dentro pero él hacia su mejor esfuerzo, su lengua abrazaba mi glande mientras movía sus manos de arriba abajo rodeando mi erecto miembro, su saliva mezclada con mi líquido preseminal se escapaba por la comisura de sus labios, ya no resistía más, quería penetrarlo en ese mismo momento, recordaba la sensación de estar dentro de un cuerpo tan pequeño y era lo mejor, sus paredes internas se amoldaban a mi verga y se contraían dándome el mejor placer que un hijo puede dar a su padre, se acostó con sus piernas abiertas y sus manos separaban sus infantiles nalgas, su entrada anal esperaba por mi, de un solo movimiento entré hasta lo más profundo del esfinter de mi hijo, con la ayuda de las hierbas de Tao, todo lo sentía aumentado, era increíblemente placentero, quise salir para volver a entrar pero parecía que su interior quería salir junto con mi pene, tomé su rostro besando su pequeña boca, el sabor de su saliva era dulce, su lengua luchaba con la mia queriendo seguirla, lentamente salí de él y cubrí su rostro y sus hombros de besos, acaricié su suave torso pero sus ojos rogaban que lo embistiera duro, estuve unos minutos entre besos y caricias, mi cadera no dejaba de moverse, mi verga rosaba sus nalgas pero sin entrar, todo el tiempo sentía como si estuviese a punto de correrme, quería hacerlo, giré el cuerpo Damián quedando boca abajo otra vez, apoyando su cuerpo y solo levantando sus nalgas.
– Ya, métela, tan profundo para que me llenes de leche caliente.
– ¿Eh?…
Desde atrás escuché la risa de Tao, por lo general Damián nunca diría eso, o no de esa forma, tomé mi miembro apoyándolo en su entrada, comencé a entrar, su recto estaba caliente y palpitante,
– El principal problema de esta hierva es que pierdes la noción del tiempo…ya no resisto…
Al parecer ya hacía un tiempo largo que estaba cogiendome a mi hijo, Tao estaba duro y masturbándose, subió a la cama solo para correrse en el rostro de Damián, se vistió y salió de la habitación, ese hombre siempre me dejaba sin palabras, aún me quedaba trabajo por hacer, mi límite físico estaba muy lejos y era conciente de eso pero la sensación de estar a punto de correrme me hacía pensar lo contrario por momentos, no fue hasta que ví como entraba la luz por la ventana que note que ya había amanecido, nunca supe cuánto tiempo pasó.
– Pa quiero ir al baño…hace mucho estoy aguantando .
Sin salir lo llevé hasta el inodoro dónde lo deje en el suelo para que orinara, aún seguía acelerado y ya no podía parar, tomé a Damián y flexionando mis piernas a su altura lo embesti sin esperar que terminara de orinar, por los movimientos le fue casi imposible hacerlo dentro del inodoro pero a esa altura eso no importaba, cuando estaba en sus últimas gotas todo su esfunrer se apretó rodeando mi pene, lo levanté en mi brazos, cerré la tapa del baño y me senté, Damián estaba sobre mi, guiando mi verga la introduje en su ano nuevamente, esta vez era él el que se movía, sus nalgas golpeaban mi cuerpo y su pequeño glande acariciaba mi abdomen bajo .
– Ve más rápido.
Sin decir nada continuó moviéndose de arriba hacia abajo.
– Lo haces tan bien siempre hijo…
– ….
– No puedo dejar de hacerlo…
– Ya estoy cansado papi…
– Está bien…
Me puse de pie apoyando sus rodillas sobre el inodoro, tomé su cadera y lo embesti duro pero no tan rápido, una y otra vez salía de el, tan dulce y tan inocente pero nadie diría que se tragaba vergas adultas como si nada.
– Papá siempre te dará todo su amor, así como a ti te gusta .
– Jiji…
– Llenando este culito de leche cuando y cuantas veces quieras mi amor…¿Te gusta?
– Si papi.. te siento aquí jiji..
Llevo su mano a su abdomen y escuchando su tierna voz con su respiración cortada y sus gemidos, aumenté la velocidad de mis movimientos, ya eran muy violentos tan profundos como podía sacudiendo todo su cuerpo hasta que por fin me corrí explotando es un recto, mi semen comenzó a brotar sin control de su ano, finalmente estaba satisfecho.
Cogerse duro a un niño dispuesto es lo mejor y más si es tu pequeño hijo…
CONTINUARÁ…..
que buena paja me diste
espero mas