De cómo fui superando mi AMARGA EXPERIENCIA.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de lo acontecido con aquel monstro, pueden leerlo en Dominación Hombre “Amarga Experiencia”, pasé unos años, siempre con el temor de encontrarlo en cualquier camino, ya que era vecino de la zona, luego de unos tres años, supimos de algunos días sin verlo que lo habían metido a la cárcel por violar una niña de 7 años y cuando llegó a la cárcel, lo violaron, cortaron sus genitales y allí murió. Al saber aquella noticia entró en mí una paz muy grande, mis miedos se desvanecieron poco a poco y logré salir de mi casa con mucha confianza.
Dejado aquello en el pasado, ya cuando contaba con 13 años, vino un primo a visitarnos, no era muy frecuente que lo hicieran, ya que nosotros éramos los pobres de la familia y ellos los adinerados, lo cierto es que mi primo apareció en casa para unas vacaciones escolares, nuestro rancho no tenía muchas comodidades, pero él se amoldó a nuestra forma de vida, él contaba con unos 16 años, de piel blanca, de unos 170 cms, muy simpático de cara y muy agradable en su personalidad, para dormir le tocó hacerlo conmigo, porque de mis dos hermanos mayores dormían en camas improvisadas, contrario a mí que dormía en una cama individual pero cómoda.
A su llegada y a pesar de su edad, mi primo hizo mucho filling conmigo, hablábamos mucho aunque él jugaba con mis hermanos bastante. Una noche al acostarnos, después de un buen rato y cuando ya todos dormían, él comenzó a rozar su pene parado contra mis nalgas, yo estaba medio dormido, pero al sentir aquello me despabilé, todo quedó en aquel roce y nos dormimos. Al día siguiente estando por el campo donde papá sembraba frutas, a la sombra de una mata de guayabas, mi primo me dijo, sentiste que te abracé anoche, a lo que yo respondí, si pero estaba asustado, él me preguntó el por qué y solo me quedé callado, él volvió a preguntarme, te gustaría que te abrazara nuevamente esta noche y en voz baja respondí que sí. Pasada la tarde, nos fuimos a bañar a un pozo que emana de una montaña y mientras nos bañábamos llegaron mis hermanos, jugamos reímos y mi mamá llamó a mis hermanos para que fueran a alcanzar a papá que traía algunos víveres, cuando quedamos solos mi primo se acercó a mí y me abrazó por la espalda, allí pude sentir su pene nuevamente erecto que rozaba con mi espalda ya que él era más alto que yo. Al sentir aquel abrazo me recorrió un escalofrío por todo mi cuerpo, mi primo se dio cuenta y me apretó más, me dio vuelta y me besó con tanta ternura que yo no sabía besar y correspondí a aquel beso, mi primo me sobaba la espalda y bajaba a mis nalgas sus manos pero con mucha suavidad, no se sentía agresivo, después del beso, me preguntó si se lo quería ver, yo aunque con miedo respondí afirmativamente con mi cabeza.
Acto seguido, él se sacó su pene, yo al principio estaba conmocionado y de repente recordé a aquel monstruo y cerré los ojos, mi primo sobó mi cabeza y me volvió a abrazar, aquello me hizo entrar en confianza, volví a abrir mis ojos y pude detallar completamente lo que presentaba, el pene de mi primo tenía un color blanco y cuando se lo peló dejó ver una cabeza de color rojo claro, algo grande, estaba muy mojada por sus líquidos, él se masturbó un poco y por tanto líquido que tenía sele hacía espuma, su pene tenía forma de gancho, era doblado hacia arriba, él hizo que pusiera mis manos en él y lo sintiera, era suave al tacto y baboso por sus líquidos, contemplando pasé un buen rato, mi pene también se paró, algo que no sentía desde hacía algún tiempo, no pasamos de allí y nos bañamos para enfriar nuestros cuerpos.
En la noche al acostarnos y dar por dormidos a todos mi primo comenzó nuevamente con su ritual, al estar acostados él se posicionaba exactamente donde quería y colocaba su pene en mis nalgas, después de restregar bastante su pene en mis nalgas, comenzó a meter su mano para bajar mi short y dejar a su disposición mi culo, yo temblaba pero él me sobaba la espalda, mi abdomen, mis nalgas e iba haciéndose camino entre mis nalgas, al llegar a mi agujero y yo sentirlo, apreté para evitar que entrara, él no hizo más presión y así lo dejó entre mis nalgas esa noche pero sin penetrarme, al amanecer yo tenía mi raja cubierta de sus líquidos, él había pasado toda la noche con su pene allí metido. Me levanté antes que todos y fui al baño a limpiarme, el día transcurrió normal, juegos, rizas, roces de mi primo cuando quedábamos solos y nuevamente a dormir.
Se repitió la rutina sobar, bajar mi short, presentar su herramienta, hacer presión en mi agujero, pero esta noche yo no apreté mi culo y él empujó un poco más, con lo lubricado de sus líquidos su cabeza entró en mí rápidamente, al sentirlo adentro, me dolió y gemí en voz baja, mi primo no se movió hasta que mi culo se acostumbró al tamaño de su pene, él se quedó tranquilo, sin hacer ningún movimiento, así dormimos esa noche, al despertar su pene se había salido de mí. Ese día volvimos al pozo a bañarnos y mi primo me abrazó y besó y dejó al descubierto su pene y me preguntó si lo quería mamar, no respondí, solo me acerque y bajé mi cabeza y puse aquello tan hermoso en mis labios, de él brotaba mucho líquido, pasé mi lengua por la boca de su pene y probé aquel néctar, no me fue desagradable, tenía un sabor que no me explicaba, abrí mi boca y mi primo metió su pene en ella y me comenzó a coger por la boca, tomaba mi cabeza para llevar el ritmo, me pedía hacer algo y yo obedecía, lámeme las bolas, yo lo hacía, lámeme el tronco y yo lamía desde la cabeza hasta la base de su pene, él estaba a punto de eyacular y se lo tomó con su mano y se terminó haciendo la paja y llegando en mi cara, me lavé de inmediato y me dijo, después que todos se duerman salimos al baño.
Así lo hicimos, al estar todos dormidos, salimos al baño y allí mi primo me bajó el short completamente y me comenzó a sobar las nalgas, me las besaba y de vez en cuando pasaba su lengua por mi ojete, cuando ya estaba bien ensalivado, me pidió que abriera con mis manos mis nalgas, obedecí y abrí para dejar a su disposición mi agujero, sentí cuando él puso su cabeza en mi entrada y empujó para que entrara, volví a sentir el dolor y se lo hice saber, él retiró mis manos de mis nalgas y las tomó entre las suyas, mientras me besaba el cuello, pero sin hacer ningún movimiento entre mis nalgas, cuando ya no sentí dolor se lo hice saber y mi primo me tomó de la cintura e hizo que me inclinara hacia delante, cuando quedé en esa posición, el comenzó a meter lo que faltaba de su pene, la sensación era para mí indescriptible, tenía una liga de dolor y gusto, él comenzó a meter y sacar su pene de mi culo, lo metía todo con mucha delicadeza y lo sacaba sin sacar la cabeza, aquello me estaba volviendo loco mi primo me hacía el amor y corregía lo sucedido años atrás, después de un buen rato tuve una eyaculación espontánea, sin tocarme el pene, al sentir mi eyaculación apreté mi hueco y sentí cuando mi primo se le hinchó más su pene y seguidamente, sentí unas contracciones en su pene y los chorros de leche que llegaron a mi boca, mi primo no dejaba de eyacular y en cada espasmo sentía lo fuerte de su expulsión, yo me hice una paja que no duré mucho, volví a llegar.
Cuando mi primo dejó de emanar su fluido, sacó su pene aun erecto de mi culo y me comentó, que me había sacado sangre, me preocupé pero me calmó diciendo que eso era normal, me agache y boté todo lo que me había descargado adentro, como mi primo aun estaba empalmado, me pidió que lo dejara entrar nuevamente, accedí y volvió a ensartarme, esta vez si pude detallar como lo hacía y lo sentía diferente, cuando me lo metió por segunda vez, como su pene tenía forma de gancho doblado hacia arriba cuando lo metía todo lograba levantarme del suelo porque él era más alto que yo. Así estuvo dándome placer y disfrutando de mi culo hasta que llegó nuevamente, con menor cantidad pero con la misma fuerza que antes. Nos aseamos y nos fuimos a dormir, esta vez el metió su pene en mi culo nos dormimos así, siempre al despertar ya se le había salido, yo subía mi short y subía el de él para que nadie supiera, Esto se repitió por varios años mi primo iba de visita para las vacaciones y después yo comencé a ir a su casa.
Espero les guste mi relato. Si no me comentan no escribo lo acontecido en esas visitas a su casa.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!