De como mi hermana me llevó a mi madre

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Javier y actualmente tengo 28 años lo que voy a relatar sucedió inicialmente cuando cumplía 16 años mi hermana Julia tenia entonces 14 y mi madre 35.
Somos una familia normal, yo soy blanco, delgado y bien formado físicamente, en aquella época era un chamaco flaco, de 1,73 mts y muy despierto que practicaba atletismo y natación.

Mi hermana una pequeña juguetona, con 1,65 mts aproximadamente, de buenas piernas y nacientes teticas que aunque pequeñas eran de pezón rosadito y muy espigaditas, mi madre Marian era una mujer de 1,70 mts, de buenas tetas y mejor trasero con piernas torneadas, no una miss pero aun a pesar de no cuidarse y de los embarazos nuestros aun mostraba encantos femeninos.

Siempre las pillaba sin que se dieran cuenta, a mi hermana me resultaba mas fácil pues éramos vecinos de cuarto y estaba pendiente de cuando se cambiaba y dormida levantaba su cobija y veía sus piernas y tetas y en ocasiones levantaba sus pantaletas y tocaba y acariciaba con cuidado su pubis sin llegar a extremos. Con mi madre era distinto pues me resultaba más complicado al ocupar ella el cuarto de baño trataba por rendijas o agujeros de verla desnuda duchándose y así observar su gran montaña, a veces muy peluda y en otras depilada, así como sus nalgas duras y redondas y sus piernas largas y blancas todo esto me provocaba unas erecciones intensas imaginándome lamerla y chuparla, que me daban pie para masturbarme de lo mejor.

A veces nos quedábamos solos mi hermana y yo y jugábamos tranquilos sin mayores pensamientos morbosos, hasta que un día ella entró de sorpresa en mi cuarto y me encontró masturbándome con unas revistas porno que me habían prestado. Sorprendido y apenado me cubrí con las mismas revistas y ella tranquila en apariencia me preguntó que hacia, nada le dije y ella me arrancó las revistas y corrió, me subí el pantalón y corrí tras ella quien se introdujo en su cuarto, entré y ella sonriente me dijo esto es lo que veías tonto, yo aun sonrojado agarré la revista la guardé y me senté en mi cama pensando como decirle para que ella no comentara nada con mis padres.

La llamé y acudió donde me encontraba y le hice saber mi preocupación que no deseaba le dijese nada a mis padres, ella frunció el ceño se sentó a mi lado y de manera pícara me dijo, esta bien pero déjame verlo, ante mi sorpresa me dijo siempre he querido vértelo trato de hacerlo pero te cubres, y así comenzó a tocarme y a abrir mi pantalón, al sacarlo lo tenia semierecto por el roce y lo agarro y lo acarició de manera que pronto mis 17 cm de verga se endurecieron y ella sin más lo besó y lo metió en su boca en una forma que parecía tener experiencia a lo que me dijo “así lo hace mamá a papá yo los pillo”, me quite por completo mi ropa y mi hermanita igual lo besaba con fuerza, lo chupaba, acariciaba mis bolas y ya a punto de venirme me dijo vamos al cuarto de mamá, allí hicimos un 69 al máximo le chupaba su clítoris y metía mi lengua en su vagina y ella me chupaba mi pene con delicia hasta que eyaculé en su boca y ella igual se vino dos veces.

Al rato ya repuesto ella se acostó boca arriba y le succione los pezones y chupé su clítoris no me atrevía a penetrarla y ella me decía que lo hiciera, así que abrió la gaveta de la mesa de noche de mamá y saco un tarro de lubricante, y me dijo mamá lo utiliza y se lo pone a papa yo te la pongo a ti metelo y así lo hicimos, la penetre en su vagina dándome su virginidad y luego se sentó sobre mi dejando que toda mi verga lubricada entrara en su ano hasta que los dos acabamos de lo mejor. Se convirtió así mi hermana en mi amante permanente, dormíamos juntos con en cuidado correspondiente y haciamos el amor frecuentemente saciando nuestra lujuria.

Nadie sospechó nada hasta que un día en que haciamos el amor en la posición del misionero con mi hermana gimiendo y meneándose de lo lindo, se abrió la puerta del cuarto y se asomó nuestra madre…………………..