De dulce nenita a hembra caliente.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Es fácil recordar lo que nos mueve y nos gusta. Siempre he sido participe del placer, en todas sus formas. Creo firmemente que todo en la vida seria mas fácil si nos dejáramos de miedos y culpa y empezáramos a disfrutar el sexo por lo que es, solo eso, sexo. Aunque nunca me imagine que una de las experiencias más excitantes y calientes de mi vida fuera a pasarme con mi Susana, mi pequeña y dulce Susana.
Me llamo Ernesto. Tengo 46 años de edad y 8 años de casado con Renata, mi mujer. Al año y medio de casados ella quedo embarazada de una niña a la que llamamos Susana, mi adoración. Acabamos de celebrar su cumpleaños número 6 apenas hace 3 semanas. Mi nena es una preciosidad, blanca, con los Ojos mas negros que la noche y un cabello que llega hasta abajo de sus hombros, color azabache. Después de su fiesta de cumpleaños, y de que se hubiesen ido todos los invitados a la fiesta, y después de que su madre la bañara para terminar el día, fui a su recamara para arroparla y desearle buenas noches. Destendí las sabanas y al Momento de meterla entre ellas, su camisón blanco se levanto a la altura de su abdomen dejándome ver su pantaleta blanca y su pequeño chochito un poco realzado. No se los he dicho, pero en este momento mi esposa y yo atravesamos una especie de "sequía " en el terreno sexual. Nunca me hubiese imaginado ver a mi princesa con otros ojos, pero en ese momento la idea de verla así tan inocente, tan con poca ropa me calentó demasiado. La bese en la frente y salí corriendo del cuarto avergonzado por mis pensamientos. Antes de marcharme, me dijo:
-Te quiero papá!
-Y yo a ti princesa, refuté. Descansa!
Me fui a la ducha inmediatamente y para calmar mi calentura decidí hacerme una chaqueta, como decimos en México. Masturbarme, pues. Era tal mi nivel de excitacion que no tarde mas de 2 minutos en venirme sobre el azulejo de la regadera pensando en la pequeña vagina de mi nena. Metiendo mi lengua en ella y haciéndole gemir para su placer y el mío claro está. Salí de la ducha y me acosté a dormir.
Dos días después, mi Mujer llamó del trabajo para decirme que tenía una junta de urgencia y que llegaría mas tarde de lo acostumbrado, que por favor me encargara de la cena de la niña, porque la sirvienta se iba a la hora acostumbrada y ella no podría llegar antes. Le dije que no se preocupara y colgué el teléfono. Susana estaba viendo dibujos animados en su recamara y yo un partido de fútbol en la sala. Al poco tiempo después me dirigí a su recamara para preguntarle que le apetecía cenar, pero al entreabrir la Puerta, lo que vi me dejó mudo. Ni en mis mas perversos sueños me hubiera imaginado esa escena.
Susana estaba viendo dibujos animados, si, pero también tenía su pequeña manita dentro de sus calzones de Bob Esponja y se frotaba muy fuerte. De su pequeña boquita salían gemidos que nunca pensé escuchar jamás. Se mordía los labios presa de excitacion. Al querer dar un paso hacia atrás en un movimiento toreo golpeé la puerta con mi cuerpo y ella dejo de tocarse y volteo a verme asustada.
-Papito!! Por favor no te enojes! Por favor papá!
Y las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas.
-Mi reina, no pasa nada, le dije. Lo que estabas haciendo no es malo, pero quiero saber quien te ha enseñado a ti esas cosas, estas muy chiquita para estarte tocando tu partecita mi amor. A ver, respira y deja de llorar y cuéntame que estabas haciendo según tu.
Mi nena dejo de llorar y empezó a decir:
-Mi amiga Elena , la del salón dice que en su casa su papa a veces juega con ella un juego de adultos y le toca su partecita, y que el le ha dicho que cuando no esté en su casa o no pueda jugar con ella, se puede poner su manita ahí y moverla para sentir cosquillitas ahí abajo, solo trataba de jugar como ella papito, solita , porque tu no juegas conmigo juegos de adultos.
En ese Momento mi verga estaba dura como una piedra, podía sentir el precum mojando mi calzoncillos, la escena era mas que excitante. Una niña con una mano en el coño dándose placer a si misma.
-Mi amor, hay veces que los papás no deben jugar a ciertas cosas con sus princesas, por muchas razones. Sin embargo te estabas tocando tan fuerte que tengo que revisar que no te hayas lastimado tu cosita, ok mi amor? Quítate la faldita y el calzoncito y súbete a la cama por favor.
Mi nena obedeció y en ese instante se despojó de sus ropas de abajo. En el momento en que ella se dio vuelta para subir a la cama, tome su calzoncito de dibujos animados y lo olí, me lo lleve a la nariz sin miramientos. Olía a orina, a juguitos de nena, a nuevo, un olor indescriptible que sólo logró levantar mas mi verga. Una vez en la cama, ordene a Susana echarse de espaldas y abrir sus piernas.
-A ver mi amor, tu cosita se llama vagina y la tienes muy rojita por la fricción que estabas causando. La irritaste un poco mi amor. Que sentías cuando te estabas tocando ahí, princesa?
-Sentid muy rico papi, primero cosquillitas y después de un ratito sentía como que me quería hacer pipí. Se siente igual si tu me haces lo mismo papi? Jugarías conmigo así como el papa de Elena juega con ella???
En ese momento no se que paso que mi mente se nubló. Estaba dispuesto a todo con tal de bajar mi calentura, mi verga soltaba liquido por chorros y la casa de campaña en mi pantalón era evidente.
-Esta bien mi amor, podemos jugar así, pero este juego es un juego secreto. Nadie debe saber que jugamos así porque yo me pondría muy triste y me sentiría mal contigo porque eres una nena muy chismosa si se lo dices a alguien, ok?
-Si papito, no diré nada! Como empieza el juego?
-Mira nena, el Juego empieza con los papitos dándoles besitos a sus princesas por todo el cuerpo. A ver, quítate la camisetita porque tienes que estar sin ropita cuando juegas a esto, entendiste?
-Si papa!
Se quito la camisetita de algodón y Moñitos rosas. Obviamente no tenía los senos nada desarrollados, pero sus pezoncitos eran como 2 cerecitas, muy chiquitas, rojitas. Empece a darle besitos en las mejillas y luego en su cuello. Aspire hasta los talones ese perfume infantil entre su cabello. Y después baje a su pecho, y pase mi lengua por el pezon derecho y luego el izquierdo. Ella se reía hasta que baje mi mano a su chochito mientras mamaba sus pezones. Ahí, las risas pasaron a ser quejiditos cortos, gemiditos entre cortados, suspiros y demás. Comprobé que mi nena había empezado a mojarse rico, pues mi mano se empezaba a humedecer.
-Ay papito, que bonito siento. Que rico papi!!! Agghh, mmmhhhh! , decía mi nena mientras yo bajaba de sus pechos a su ombliguito, para luego ir directamente a su chocho infantil.
-Te gusta el juego , princesa? Agárrate, porque viene una mejor parte!
Empece a aspirar los aromas de su cuevita y los que han hecho eso, comprenderán que una vagina de nena, es un regalo de dioses con un olor muy particular, huele a miados, a talco, a dulce, a lo que no se ha usado nunca. Después, empece a pasar mi lengua por toda su almejita y vi que ella entrecerraba los Ojos y apretaba los dientes. Abrí su vaginita hasta dejar descubierto su pequeño clitoris, del tamaño de un granito de arroz. Cuando empece a succionarlo, mi nena no se contuvo y empezó a gemir y gritar de una manera incontrolable.
-Ayyy, aghhh!!! Ay papito, que me estas haciendo?!?!? Siento muy bonito en mi partecita. Ahhhhh!!! Aghhhh!!! Ay papa!!! Papa!!! Papito!!! Siento que me orino, me estoy haciendo pipí papá!!! Ayyyy!!! Ayyyy!!!
-Si mi nena, orinate. Lléname la boca de tus miados! Me gusta que sienta rico mi princesa. Me estoy tomando tus jugos mi amor! Así putita, mójate, vente en mi boca. Haz feliz a papito…
CONTINUARÁ…
P.D. Es mi primer relato. Agradezco sus comentarios, incluso de las personas puritanas que seguramente lo criticaran. Espero que les guste.
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