De fiesta con mi tia y sus amigas 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi tia es divorciada, con hijos que estudian la universidad fuera de la ciudad y tiene novios ocasionales. Es alta, con unas tetas enormes y perfectas, un abdomen y piernas de envidia para cualquier mujer de mi edad y un trasero hermoso, ademas de unos labios grandes, con los que en mas de una ocasión he fantaseado recibir una mamada con ellos y terminar en esas hermosas tetas.
Resulta ser pues, que era un viernes de verano por la noche y llegué a casa de mi tía, ella se encontraba ya dormida y se levantó solo a recibirme en un diminuto short y una camiseta con la que podía ver sus hermosos pezones y tetas ya que no llevaba sostenedor. Platicamos escasos cinco minutos en los que me dijo donde dormiría y se retiró a su habitación. Por mi parte, antes de meterme a dormir decidí darme un baño y masturbarme pensando, como lo hago continuamente, en mi tía.
Al siguiente día, mi tia me despierta diciendo que tenía el desayuno hecho, así que fuí a la cocina y estuvimos desayunando y platicando un rato, hasta que me invitó a la alberca y al nuevo jacuzzi que tenía en su casa.
Le comenté que no tenía ropa ni traje de baño que ponerme y que había quedado de regresar a mi casa ese día.
Ella me dijo que era sabado y había que disfrutar el fin de semana, así que llamó a mi padre para decirle que quería pasar el día con su sobrino, ya que rara vez lo hacía.
Mi padre accedió de buena manera, así que no me quedó opción.
Rapidamente mi tia sacó un traje de baño de un cajon, que ha de haber sido de algun novio suyo y me dijo anda pontelo que vamos a la alberca.
Me metí al cuarto a cambiarme y la esperé unos cinco minutos.
Cuándo salió de su cuarto llevaba tan solo un diminuto bikini que le lucía espectcular.
Nunca había tenido oportunidad de ver tanto sus pechos, admirar sus piernas y su bello trasero, que si bien no era enorme si estaba muy bien formado.
Es el mejor cuerpo que he visto en bikini pensé, lástima que fuera mi tía.
Salimos y me metí un rato a la alberca, mientras mi tía estaba tomando el sol en una silla, después de un rato decidió meterse al jacuzzi y yo decidí hacer lo mismo, sentandome al lado de ella.
Cuándo camine de la alberca al jacuzzi mi tia me miraba fijamente y cuando entré me dijo – Has crecido mucho, recuerdo cuando te cargaba en mis brazos y te cambiaba los pañales – Aquello de los pañales me dio algo de pena, pero no le di mucha importancia, seguimos platicando y al pasar un poco de tiempo metí mi brazo al agua y recargue mi mano en el muslo de mi tia sin querer (o eso me quise hacer creer), por lo que lo quité muy rapidamente.
Mi tia sonrió y me dijo – Te da pena tocar la pierna de tu tia?- a lo que no supe que responder y volvió a decir – vaya, pero que poca confianza, no cabe duda que con el paso del tiempo nos hemos alejado bastante – y agarró mi mano y la puso de vuelta en su muslo – No debe darte pena tocarme – con una sonrisa picara y cierto énfasis en la palabra "tocarme".
Así que deje mi mano ahí y ella paso su brazo por detrás mio para acariciarme el hombro y el cuello mientras yo acariciaba lentamente su muslo y seguíamos platicndo de trivialidades.
Así pasamos unos minutos hasta que su mano bajó a mi muslo también, lo hizo de una manera muy natural sin darle mayor importancia, pero mi pene que ya se encontraba despierto, le dio más importancia aún, yo no sabía como esconderlo.
La mano de mi tía eventualmente lo tocó pero ella no hizo gesto algúno, sino que siguió platicando y rozandolo de vez en cuándo mientras platicaba.
Sabra Dios de que hablaba en ese momento, yo ya no podía contenerme.
Después de un rato mi tia dijo que ya hacia mucho calor y decidió meterse a la alberca, un rato más y nos metimos a la casa para bañarnos y comer.
Alrededor de las siete de la tarde llegaron dos amigas de mi tía a su casa (Carolina y Adriana), la primera con un cuerpo normal, nada espectacular pero nada mal, la segunda de estatura baja, con unos pechos naturales hermosos, y unas caderas grandes al igual que su trasero.
Las dos venían con unas cervezas y una botella de tequila, luciendo tacones y unos vestidos que resaltaban sus atributos.
Mi tía se metió a darse una ducha pués iban a salir y ellas me invitaron unas cervezas, pasamos unos 40 minutos cuándo mi tia bajó en un vestido azul que la hacía verse riquisima, un escote enorme que resaltaba sus hermosas tetas y hacía notar la ausencia de sujetador y bastante corto que hacía lucir sus hermosas piernas.
Estuvimos un par de horas bebiendo hasta que alrededor de las diez mi tía subió a su cuarto y sacó un pantalon negro y una camisa azul y me dijo – anda, a vestirte, que esta noche vas de fiesta con nosotras -, yo, viendo las hermosas mujeres con las que iba a salir decidí que podía quedarme una noche más en su casa y subí a cambiarme, una vez que baje nos tomamos unos cuantos caballos de tequila y salimos a un antro con musica latina.
En el antro todo empezó tranquilo, estuvimos bebiendo y bailando, las horas pasaron y el ambiente fue subiendo poco a poco, yo ya había bailado con mi tia, Carolina y Adriana, la última había pegado su cuerpo bastante al mio, dandome la espalda y pegandome todo el trasero, yo instantaneamente voltie a ver a mi tía y me separe un poco, pues me daba pena, pero mi tia solo se rió, al rato se acercó y me dijo – disfruta, yo no soy quien para uzgar, y menos para contar nada – y me dió un beso en la oreja.
Seguimos bailando y yo ya me pegaba un poco más con las tres, pero no demasiado.
Alrededor de las 3 de la mañana Carolina y Adriana se pusieron a platicar con un par de jovenes de unos 28 -30 años y al poco tiempo empezaron a bailar bastante candente y desaparecierón.
El bar estaba a punto de cerrar y mi tía y yo decidimos que era hora de irnos, en el camino me preguntó porque sentía esa pena de bailar y le dije que estaba frente a ella y me daba pena con ella, que esos bailes acostumbraban a subir de volumen y no sabía que pensaría, me dijo que eran tonterías y no tenía porque sentir pena de nada frente a ella.
Al llegar a su casa prendió unas bocinas que tenia ahí, conectó su celular y puso musica de reggaeton o como sea que le llamen actualmente y me dijo – ven, vas a bailar conmigo – soltó una pequeña risa y empezó a bailar en la sala, frente al sillón.
Yo me quedé parado viéndola y ella solo se reía y seguía moviendose de la forma mas sensual que había visto y que jamás imaginé que pudiera bailar.
Me senté en el sillón y ella se fue acercando, me jaló una mano y me hizo levantarme, empece a bailar timidamente con ella, pero con las copas que traía encima pronto decidí quitarme la pena como ella me había pedido y baile como si fuera una chava más en el antro, la empecé a agarrar de la cintura, a pegarla contra mi, la tcaba de la espalda y subía mi mano para despues bajarla y pasarla muy suavemente por su trasero, se dió la vuelta y empezó a pegar su trasero contra mi, cuando ya se podía sentir mi miembro totalmente parado.
Seguí moviendo mis manos alrededor de su cintura mientras bailabamos, ella se agarró el cabello y se lo hizo hacia enfrente, dejando descubierto su cuello y parte de su epalda, decidí darle un pequeño beso en el cuello. dos.tres….
Mientras mis manos subían las agarró e hizo que se detuvieran a la altura de sus pechos, los toque un poco e instantaneamente se volteó, me sonrió y me empujó hacia el sillón, cuándo me senté ella volvió a voltearse para darme la espalda y siguó bailando mientras yo timidamente al principio y despues cn mucha seguridad tocaba su trasero.
Se volteó una vez más, se sentó arriba de mi y me dijo – parece que se te ha quitado la pena – a lo que contesté, ya con mucha seguridad – Si tia, y no solo para bailar – me reí, puse la mano en su espalda y la empujé hacia mi, le di un beso en esos labios que tanto había fantaseado, no podía creer lo que estaba pasando, nos besamos despacio y poco a poco más itensamente, mi tia empezó a moverse lenta y sensualmete arriba de mi y yo empecé a subir su vestido y desabrocharlo de la parte de atrás, ella rapidamente me despojó de la camisa que me había prestado, se paró, terminó de quitarse el vestido para quedar solo en una dminuta tanga, se arrodilló frente a mi, bajo el pantalón y empezó a masturbarme.
Yo no podía creer lo que estaba pasando, había sido una fantasía mucho tiempo y haora era una realidad, solo atiné a decir -gracias tía, siendo sincero hace mucho que espero esto – y ella solo contestó – gracias porque? si aun no he hecho nada para ti – e instantaneamente procedió a meterse todo mi miembro a la boca, apretarla con los labios y sacarla, terminando en un beso – tienes buena herramienta sobrino, me gusta – y siguió dandome la mejor mamada de mi vida, al pasar unos minutos, yo estaba totalmente extasiado por como pasaba su lengua por mis bolas, chupaba mi pene, se lo metía entero a la boca, usaba su lengua y todos los trucos que nisiquiera conocía, cuándo decidí que había que regresar el favor.
Me levanté, la hice que se recostara boca arriba, me puse a sus pies y empecé a besar sus piernas, subiendo poco a poco y escuchandola por primera vez soltar unos ligeros gemidos, llegue alrededor de su vagina y la hice esperar un poco jugando con mi lengua alrededor, la escuchaba respirar muy fuerte y eso me exitaba muchísimo, – ya, por favor comeme, yaa – no lo pensé mas y empecé a comerme toda su vagina, primero por abajo, metiendo un poco mi lengua a s vagina y después jugando con su clitoris, no tardó mucho cuándo sus gemidos eran muy fuertes -ay sobrino, ay sobrino – y yo solo movía mas rapido mi lengua – aaaaaaaaaaay- la escuche decir al tiempo que cerraba sus piernas y apretaba mi cabeza tapando mis oidos, había hecho terminar a mi tía.
Me acerque a su boca y nos dimos un profundo beso, agarro con su mano mi pene y lo acomodó en su vagina -metemela – empezamos a tener relaciones, se la meti despació y despues un poco más rapido, me pidió ponerse ella arriba y empezó con el movimiento de caderas más expectacular que jamas haya tenido mientras veias sus hermosas, grandes y perfectas tetas moverse y brincar, las agarre, atine a levantar mi cabeza y empece a chuparlas por primera vez, me sentía extasiado y le dije que no podia más, que iba a terminar – donde quieres terminar?- me dijo -en tus tetas, en tu cara, en tus labios – se levantó mi tía y se puso de rodillas, yo me paré y empezó a mamarmela, no tarde mucho en venirme y fueron muchos chorros, los primeros dos fueron adentro de su boca, despues saco mi pene y siguió masturbandome mientras caían en sus tetas y su cara – perdon tía, no creí que fueran a ser tanto – dije, a lo que solo me dijo que no importaba que le encantaba.
-Me voy a bañar, me acompañas?- y caminé detrás de ella hacia el baño, se metió primero y se enjuago, y despues entré, la tallé con el jabon y de pronto me encontré con mi miembro erecto otra vez, ella empezó a masturbarme y pronto se volteó, recrgo una mano en la pared y con la otra puso mi pene en su vagina de nuevo, tuvimos relaciones una vez más, nos fuimos a acostar y ya estaba el sol arriba, tuvimos sexo otra vez en la cama al poco tiempo y caimos exhaustos.
Al siguiente día desperté y mi tía estaba en la cocina tecleando en su celular, la salude como si nada hubiera pasado y ella igual, tecleaba mientras tenía su bata puesta y en eso solto una pequeña risa -de que te ries?- pregunté.
-Mis amigas dicen que no la pasaron bien con los chavos que se fueron, que ninguno de los dos resultó ser bueno en la cama, yo les dije que la había pasado de maravilla con mi sobrino, que habías resultado excelente –
Me quede petrificado al saber que le había contado a sus amigas.
-Descuida – me dijo – Son mis mejores amigas, son de mi mayor confianza.
De hecho se han muerto de la envidia y se han peleado por quien será la siguiente, aunque han acordado que no tienen problema con ser las dos – Y volvió a reirse.
Yo seguía petrificado cuándo se acercó a darme un beso en la boca y quitarse la bata.
Estaba desnuda.
Tuvimos sexo esa mañana de nuevo en la sala, me comí su vagina entera una vez más y volvimos a entrar a la regadera a bañarnos donde me regaló una mamada espectacular hasta que termine en su boca y se los tragó todos.
Me pusé la ropa con la que había llegado el viernes y me despedí.
-Adiós tia, espero verte pronto, gracias por todo –
-Adios sobrino, gracias a ti.
Y no olvides que mis amigas te esperan –
Cerró la puerta y yo caminé hacia el carro.
Con la idea de regresar pronto, había sido el fin de semana que había cumplido una de mis mayores fantasías desde que empecé a masturbarme, había descubierto muchas cosas sobre mi tia y ahora resultaba que había mucho que descubrir sobre sus amigas también.
¿Las dos juntas? Uno pensaría que eso no lo hacen mujeres de 40 años de edad, pensé.
Esa noche me masturbe pensando en Carolina y Adriana.
Y pronto, regresé.
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