De mi hermana a mi padre.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Alfredo y tengo 19 años, soy de mediana estatura (1,70 cm), blanco, delgado, dicen que bien parecido, algo atlético por las práctica deportiva, medio tímido y muy reservado, lo que narraré es producto de lo que he vivido y que ha marcado mis tendencias sexuales.
Somos cuatro en mi familia, mi padre Rafael de 37 años, mi madre Josefina de 36 años y mi hermana Milagro de 17 años, vivimos en Caracas, Venezuela en una casa modesta ubicada en una barriada popular, contaba con dos habitaciones, sala y comedor, un baño y un pequeño patio. Mi padre trabaja en un hospital como auxiliar de enfermería y mi madre como dependiente en una librería.
Por lo pequeña de nuestra casa que aunque modesta estuvo siempre muy bien arreglada, dormía con mi hermana en el mismo cuarto en camas separadas, siempre jugábamos juntos y nos teníamos mucha confianza, cuando tenia ya 12 años y ella 10 comenzamos acariciarnos y a tocarnos y masturbarnos, en principio yo lo hacia y ella observaba o yo a ella, o los dos juntos, pronto nos tocábamos y después nos besábamos y chupábamos todo, hasta que un día en que veía la tv ella me llamó muy sigilosamente para que pillara nuestros padres copulando. Al ver aquello a través de la puerta que estaba entre abierta mi erección surgió de inmediato, ver a mi padre detrás de mi madre que estaba en 4, y el metiéndole esa inmensa verga que tiene (como 18 cm), me produjo un deseo inenarrable deseaba penetrar a mi madre y también deseaba sentir esa verga dentro de mi. La tenia sujeta por la cintura y su tronco entraba por su vagina hasta el fondo con un plop de resonancia mientras mi madre se aferraba en la sábana y gemía demostrando así el goce que experimentaba. Mi hermana se daba toques en su clítoris mientras yo lo acariciaba su culo y me hacia una paja suave. De pronto papa, se lo saco y apuntó a su culo, a lo que ella le dijo suave Rafael lubrícate y lo metes suave al inicio, después me das como me gusta y dicho y hecho se lo introdujo en ese culo que se veía divino, la cabalgó agarrándola del pelo, le dio varias nalgadas y al poco tiempo los dos con espasmos, temblorosos y con gemidos de placer quedaron quietos papa sobre ella sudorosos y respirando profundo.
Mi hermana y yo nos retiramos al cuarto y nos acostamos en mi cama uno junto al otro y comenzamos a besarnos sin decir palabra, yo acariciaba sus piernas y su pubis, su clítoris y ella me agarraba mi verga y me la acariciaba. Comencé a mamar sus nacientes teticas y sin pensarlo se acosto boca arriba abrió sus piernas y me dijo, mételo hermanito lo deseo. Me coloqué sobre ella y le coloqué mi tranca que en ese entonces media como 12 cm en la entrada de su vagina que estaba muy húmeda, empujé y entró, hizo un gesto de dolor pero sin hacer ruido, me dijo muy callo que le dolia y que siguiera y muy pronto de tranformó en placer, nos iniciamos así en el mete y saca y ella como podía se movia experimentando ambos nuestro primer orgasmo copulando.
Desde ese entonces cada vez que podíamos nos cogíamos, yo le mamaba su conchita, su clítoris y su culo y ella me chupaba la verga y me tocaba el culo llegando a chuparlo igual, la cogía así por la vagina y por el culo y nos convertíamos cada vez en mas conocedores del sexo, viendo a nuestros padres y con videos y revistas.
El día que cumplí 13 años estaba yo en casa solo con mi padre, era día sábado y no trabajaba y mi hermana había salido de compras con mi madre. Conversábamos de trivialidades y en una de esas me dijo le buscara hielo de la nevera, al regresar me agarro y me sentó en sus pierna y me dijo ven acá bandido caray que grande estas, mira eso ya tienes 13 años, y quiero me contestes algo, vi que tienes una pornográfica en tu cuarto, muy escondidita pero la encontré por casualidad y espero que tu hermana no la haya visto, todo apenado y sonrojado le dije que no que ella nada sabia de eso, el me dijo que estaba bien que tuviera cuidado con mi hermana y mi madre, y comenzó a acariciarme la cabeza y yo a sentir su bulto en mi trasero.
Me moví y coloqué hacia la mesa por que estaba de lado, agarré mi coca cola y me senté de nuevo sobre su verga que ya estaba erecta y ufff deseaba tocarla. El que ya estaba algo mareado por los tragos me beso en la nuca y me dijo al oído, te gusta bandido, yo te he visto como observas mi paquete, no contesté pero asentí con mi cabeza y el me bajo de sus piernas agarrando mi mano la llevó a su bulto. Si te gusta tócala y así lo hice, el se arqueó un poco y bajó su cierre, sacándola la vi y el me dijo aquí la tienes. Tembloroso y sin verlo la agarre y comencé a darle de arriba abajo y al brotarle el liquido pre seminal y agarró mi cabeza y me dijo sin brusquedad anda hijo chúpala lo deseo y se que tu igual; le lamí la punta y abrí la boca metiéndola hasta donde pude, al sentir las arcadas lo sacaba y así fui dándole y el estaba cada vez mas erecto.
Comencé a darle y mamarle como me lo hacia mi hermana y como habíamos visto en los videos, le pasaba la mano y mientras la bajaba penetraba en mi boca y luego la sacaba, lo pajeaba y lo mamaba, excitado como estaba el y yo por hacerlo le sobé los testículos y le daba en el perineo a lo que me dijo coño mijo que bien lo haces igual que tu madre anda chupa y méteme un dedo en el culo dale que acabo, le metí un dedos en el culo y le chupaba esa palomota a papa, me parecía que estaba soñando pero no, allí estaba mamando guevo. Chupándole la verga a papa, hasta que me agarró por la cabeza y dijo ya, así, si uyyy que rico hijo y soltó de dos a tres chorros dentro de mi boca mientras el se estiraba y temblaba, tragué todo y lo exprimí hasta que nada más salió.
El me abrazó y me dijo, que rico hijo, nadie debe saber esto, y me acariciaba la espalda llegando a mis nalgas. Seguimos conversando y como a los quince minutos sonó el teléfono y mi madre le dijo que tardaría por que había ido a una peluquería con mi hermana. Al terminar de hablar me dijo, ven lindo siéntate otra vez sobre papa, lo hice y el continuaba acariciándome y noté de nuevo su erección, pensé que lo que quería era penetrarme, cogerme y me erecté también, en medio de sus caricias, percibió mi erección y me lo agarró y masajeó y me dijo vamos a la cama hijo.
Allí se desnudo y me dijo que lo hiciera, me acosté y el me agarro mi pene chico en comparación al suyo y lo beso le dio varias chupadas y se acostó boca abajo y en voz baja me dijo móntate abriendo sus nalgas, mételo quiero que me cojas y yo se lo puse en la puerta del culo pero no entraba me dijo agarra ese tarro de lubricante y ponte en la punta un poco, después de hacerlo se lo clave, mientras lo cogía pensaba que tal vez lo que me pasaba de que me gustaban las chicas pero pensaba en las vergas era hereditario, le di mientras el se meneaba hasta que sentí que acababa y le dije acabo papa si hijo dámela toda en mis culo y eyaculé.
No supe en ese momento si el había tenido o no un orgasmo, a los minutos me dijo ahora me toca a mí, y me puso en cuatro de lado de la cama, de manera que mis nalgas dieran hacia la orilla de la cama. Parado en el piso detrás de mi, agarró el tarro mientras yo temblaba de miedo y emoción y embadurnó mi culo metiendo primero un dedo hasta el fondo mientras me decía, ahora vas a ser mi perrita, al meterme dos dedos me dolió, ayy papa me duelo, aguanta no seas cobarde además es lo que quieres no, si papa pero hazlo poco a poco, me dio con los dedos y cuando me sintió dilatado, me puso la punta en la entrada y le dio, cuando entro la cabeza, sentí un dolor muy agudo, ay papa me duele, no se movió unos segundos y después comenzó a meterlo hasta el fondo y hasta que sentí sus testículos en mis nalgas.
Ya me sentía bien y una sensación divina me invadió, ya papa dale rico soy tuya, y comenzó a bombear, cada empuje lo sentía delicioso, cada embate me hacia temblar. Me dijo aprende a tirar por ese culo, cuando te lo meta abre cuando te lo saque aprieta, y así hacia, me sentía flotar con esa verga en mis intestinos, sin que lo advirtiera me agarró de los cabellos y me daba como si fuera una yegua, hasta que comenzó diciendo, eres mi putita ahora te doy como quieres y me gusta muévete cabrón, yo enfilaba hacia el, quería que me entraran hasta los testículos y pronto se cimbro y dijo yaaaaaa perraaaa y se vino dentro de mi experimentando yo mi primer orgasmo anal al sentir esa descarga caliente en mis entrañas.
Estuvimos un rato abrazados, mientras me dijo nuevamente que seria nuestro secreto, que si el quería me buscaba y si yo quería que lo buscara, así ha seguido sucediendo desde entonces, aunque familiarmente han ocurrido otros hechos, los que gustosamente narraré pare ustedes en otra oportunidad.
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