DE TAL PALO TAL ASTILLA II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por heinsenberg.
Después de aquella noche en la que estuve a punto de penetrar a clarita, estaba desesperado y sin duda quería repetirlo. No se presentaban ocasiones ideales para que el momento se diera, cada vez más quería oler el aroma a rosas del cabello de Clara, tocar su piel tan suave, escuchar sus gemiditos tan excitantes y ver esa risa acompañada de unos ojos medio cerrados por la satisfacción de rosar mi pene con sus labios vaginales.
Pasaron alrededor de 3 semanas hasta que se llegó la ocasión especial, el cumpleaños de mi primo Héctor (hermano de Clara). Era un sábado y la mayoría de la familia estaba presente, yo estaba con todos los amigos de Héctor tomando bebidas con vodka y uno que otro shot de tequila. Ya eran como las 11 de la noche y me fui a la sala para que se bajara la borrachera un poco. No había notado que ya se habían retirado la mayoría de la familia, y solo quedaban algunos tíos y algunos primos. Héctor ya se había ido a con su novia a otra “fiesta” y me quede solo en la sala, sentado viendo la tele y algo mareado, mi tía Roció me ofreció algo de comer para que se me bajara la borrachera pero yo no acepte, solo le pregunté que donde estaban todos y me dijo que estaban en el patio tomando y bailando. Fui al patio para ver que sucedía, y así era, todos estaban bailando y tomando como locos, hasta yo me uní al baile 1 o 2 canciones.
Ya pasaba la media noche y le dije a mi Tía si podía recostarme en la cama de Héctor para que se me quitara lo mareado y ella acepto sin ningún problema. El cuarto esta en la parte de atrás, tiene una ventana con vista al patio y sobretodo tiene la características de que no se ve nada para adentro ya que Hector, le puso polarizado oscuro (algo loco) y solo se podía ver de adentro hacia afuera.
De camino al cuarto de Hector estaba en cuarto de Alberto (el cual no se donde carajos andaba) y el de Clarita, me moría de la curiosodad de ver que estaba sucediendo en el cuarto de Clara, sin avisar abrí la puerta y la escena era perfecta.
Estaban puras primas y cada quien estaba haciendo lo suyo. En un rincón estaba Clara jugando con mis demás primas de su edad a maquillarse y peinarse, Magda y otras 2 primas estaban tomando cerveza a escondidas y se apreciaba que estaban algo ebrias, así que le digo a Magda que si me acompaña al baño, como puede se levanta y se adelanta al baño, en el pasillo podía ver ese hermoso culito que tiene, sus caderas anchas para una niña de su edad y sus piernas torneadas que se dejaban ver más de lo normal debido a la falta ajustada que llevaba Magda.
Ya en el baño, le digo a Magda que porque estaba tomando, era muy pequeña y cosas asi (era solo un pretexto para insinuarme) entonces ella me dice que era divertido. Debido a que el baño estaba algo pequeño Magda y yo estábamos muy juntos, y después Magda con una actitud muy retadora dice que ella no tenía porque hacerme caso ya que, yo estaba también muy ebrio, yo sin querer solté una carcajada y me senté en el escusado, entonces Magda se sienta sobre mi y me pregunta si la iba castigar, ya estábamos muy ebrios por lo que la tomo de la cara y la empiezo a besar sin control. No sé en qué momento ya estaba besando los pequeños pezones de Magda, y con mis manos agarrándola de ese trasero firme, ella solo me besaba la frente y con sus manos frotaba toda mi cabeza, estaba despeinándome y conforme mi lengua se movía más rápida, sus pezones se hacían duros y sus manos cada vez más inquietas.
Ya muy caliente por la escena en cuestión, me puse de pie y recargue a Magda en el lavamanos, le baje su falda hasta las rodillas y estaba preparado para meterme en esa pequeña vagina, cuando se escucha que tocan la puerta del baño, me dio un frio escalofriante, ya que era un tío y quería saber si me iba a tardar, le dije que sí y que mejor fuera al baño del patio, el sin saber que ocurría me dijo que sí, y se escuchaban sus pasos que se retiraba. Magda estaba más asustada que yo, pero era tal mi calentura que le dije que no pasaba nada, ella ya quería irse y yo no lo podía creer, otra vez me dejaría así, por lo que le suplique que no se fuera, pero ella me dijo que en el baño no porque alguien podría escuchar, entonces le dije que si quería solo me hiciera una mamada, ella no quiso de principio pero después poco a poco la fui convenciendo con besos en su oreja ,y con pequeños frotes en sus pezones, ella se inca y poco a poco se metió mi pene a su boca, sus expresiones era de asco pero eso no me importaba, yo estaba ebrio de satisfacción, no se cuánto duro exactamente eso , fue muy poco porque hubo un momento en que la música ya no se escuchaba, Magda para pronto se pone de pie y sale del baño, dejándome aun con el pene de fuera. Como pude me vestí y me fui al patio para ver que sucedía, Magda ya se iba y se estaba despidiendo, otra vez me habría dejado con las ganas, pero a pesar de pasar eso, eso no fue lo mejor de la noche.
Llegando al cuarto de Clara, ella me ve y me pregunta por Magda, le comento que se había ido. Como pretexto le digo a clara que su mamá le hablaba, ella se levanta y al salir del cuarto le digo que si quiere jugar conmigo al Xbox.A ella se le iluminan los ojos, y son pensarlo me dice que sí.
Nos vamos al cuarto de Héctor, cierro la puerta y verifico en la ventana que nadie esté acercándose, entonces me siento en la cama y prendo el juego. Hector tenia muchos juegos y recuerdo que puse uno llamado Ninja Gaiden II, entonces con la misma rutina que la vez pasada, Clarita se siente sobre mi y yo solo disfruto del panorama.
Ahora como ya sabia mas la rutina, empizo con darle pequeños besos en el cuello y en la oreja a Clara, ella suelta sus primeros gemidos, sabía que debía avanzar rápido ya que era muy tarde y podría ingresar alguien a la casa.
Ya mas adentrados a la escena, le digo a Clara que si recordaba lo que habíamos hecho la otra noche, ella se ríe y me comenta que sí, que de hecho le había gustado mucho, eso me provoco que mi pene se pusiera como piedra, entonces le digo que sí quería hacerlo esta noche y Clarita muy inocente me dice que si con la cabeza.
Entonces como si ya supiera ella se pone de pie y espera a que le quite esos leggins de figuras y la blusa roja que llevaba esa noche. No sé cuánto tiempo paso pero ya estaba desnuda, todo el cuarto totalmente oscuro con solo las luces de la TV que nos iluminaban, la escena era perfecta.
Ahora era mi turno de quitarme el pantalón, lo bajo hasta las rodillas y dejo a mi pene libre, Clarita no despegaba su mirada de la TV, entonces la levanto y muy lentamente la bajo hasta mi pene. Clara piensa un poco, y se da la media vuelta, ella se queda viendo mi pene y estaba asombrada, me decía que estaba grande, entonces le digo que si le gustaría darle un beso, ella con toda la honestidad de mundo me dice que no, que mejor quería sentir cosquillitas en su “parte”. Sin perder el tiempo la recuesto en la cama y poco a poco voy metiéndole mi pedazo de carne, con ayuda de sus fluidos y un poco de mi saliva poco a poco empieza a entrar. ella estaba muy atenta viendo la escena, y con su mano me detenía cuando le empezaba a doler. Siento que su vaginita esta muy apretada, sabía que le dolería, yo sin desespérame lentamente, cm a cm la voy acomodando dentro de ella. Ella empieza a hacer gestos de dolor, cada que los hacia le daba un beso en su mano y le decía que el dolor se iría pronto.
Clarita estaba muy adolorida, casi llorando y no era para menos, ya estaba la mitad adentro, entonces llegamos a esa barrera donde las niñas se convierten en mujeres, a su telita delicada. Yo muy cuidadosamente empujo más y más hasta que se siente esa sensación de que ya no hay obstáculo alguno, clarita realiza su último grito, acompañado de algunas lágrimas. Lo peor ya había pasado y todos esos quejidos y gritos de dolor, se convirtieron en orgasmos y gemidos. Antes que nada le deje mi pene adentro, para que se acostumbre se cuerpo, después poco a poco empezamos vaivén, clarita estaba ya gozando, esos ojos estaban cerrados y es< boca soltaba sus primeros gemidos acompañados de risas.
Ya acostumbrada a mi cuerpo, le digo a Clarita que si quiere continúe jugando, ella me dice que sí, entonces la pongo de pie y me siento en la orilla de la cama, clarita con el control en sus manos y la mirada directa a la TV se sienta en mi pene, instintivamente empieza a dar pequeños saltos y yo la ayudo sosteniendo su cintura con mis manos, el momento soñado estaba ocurriendo, Clarita no paraba de gemir y reírse, yo estaba muy pero muy caliente.
Ya ebrio de lujuria y saturado de placer, se me ocurrió voltear al patio a través de la ventana, no se me va a olvidar esa escena, Clarita saltando sin parar y con la mirada fija en la TV, sin saber que estaba siendo penetrada.
Yo con la mirada fija en el patío veo a mi tía Rocío, la cual estaba bailando sin parar y con una sonrisa que contagiaba a los demás, llevaba un pantalón ajustado que se le marcaba sus labios vaginales y una blusa tan escotada que levantaba pasiones al por mayor. Quien diría que ella estaba bailando afuera y justo a unos metros su hija de 9 años estaba disfrutando su primer coito, hubo momentos en que me imaginaba que mi tía era la que estaba dando de saltos sobre mi pene, desde ahí en ese preciso instante nació mi obsesión por mi tía, sabía que en algún momento yo estaría haciendo lo mismo con ella, si era posible en la misma posición y en el mismo lugar, solo que la diferencia era que en vez de estar follando a su hija, esta vez sería a ella, que ese trasero estaría dando de golpes a mi entrepierna y que esas tetas estarían siendo manoseadas por estas manos, estas manos que ahora estaban sosteniendo la delicada cintura de su hija.
Hasta aquí la segunda parte del relato, la tercera parte ya contare como es que empecé a acercarme a mi tía Rocío, y como se dio nuestro primer contacto, saludos a todos.
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