Depresión a lo 4 (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por vakarato.
En ese momento no entendía nada, qué había pasado, qué cosa mala hice para que me pegara tanto, tenía 4 años y pensé que por no haberme dormido me había hecho re cagar. Me pidió que me calmara y me empezó a limpiar, con un trapo, la leche de mi cara, pero la del pelo no me salía. Seguramente para evitar que mi tía se diera cuenta cuando llegara, me metió a la ducha. En ese entonces era primavera, casi verano y hacía calor, pero me agarró tan fuerte del brazo para llevarme al baño lo que generó que intensificara el llanto. Me metió debajo de la ducha y me empezó a lavar la cara, de a poco me fui calmando y él me dijo que eso se iba a salir completo con una esponja.
Nosotros en nuestra casa no teníamos esponjas, entonces se le ocurrió la genial idea de utilizar su pija como una esponja. Me agarró la cara y me hizo mirarlo, yo en ese entonces le llegaba por debajo de su pelvis. Hoy debo reconocer que mi viejo tenía un cuerpo fuerte y muy de chongo, pero claro yo no sabía que era el sexo y mucho menos que era el deseo al sexo. Se enjabonó bien la verga, que en ese entonces estaba muerta, y me dijo que eso era una esponja. Con mi inocencia infantil, supuse que lo que había salido de eso y me había manchado la cara, el pelo y el cuello era jabón, era la lógica de un nene de 4 añitos.
Una vez enjabonada su verga y sus huevos, me empezó a refregar sus huevos en mi cara y mi cabeza, gimió un poco y yo entendí eso como un juego y me empecé a divertir y a reír. Seguramente eso lo re calentó porque su pija se volvió a poner venosa y la cabeza era roja y parecía un chupetín, comentario que desafortunadamente hice. Me dijo que eso era como un chupetín, que yo también lo tenía y que era rico como un “petín, mirá” (me dijo) y se agachó y se metió mi pijita de 3 cm en la boca. Me pasó que me electrifiqué por completo el cuerpo, fue una sensación indescriptible, no sentía que mi viejo me estaba violando, todo lo contrario, sentí que por primera vez estaba “jugando” a algo con él.
Estuvo muy pocos minutos con mi pene en su boca, cuando se paró, le miré la cara y tenía los mismos ojos de la noche que lo encontré metiéndome el dedo pulgar en mi ojete. Era libido puro y me agarró mi nuquita invitándome a comerme mi chupetín, que no era ni más ni menos que “la esponja” del comienzo del baño. Le pasé la lengua como cuando me comía un chupetín, él cerraba los ojos y tenía la boca entre abierta, le caía el agua de la ducha en la cabeza y en la cara y me entraba a mí en la boca por su pija, como si fuera un túnel de agua. Se corrió del chorro de agua y me dijo “abrí la boca y metete la paleta entera”, obviamente no me entró más que el glande, al que le pasé la lengua mientras succionaba como cuando chupaba un chupetín.
De repente me sacó su pija de la cara y me dijo, “te voy a bañar todo y te voy a enjabonar con esto”. Se volvió a poner jabón en toda la verga y utilizándola de esponja me empezó a pasar “esa esponja” en todo mi pequeño cuerpo. Cuando llegó a mi culito, me dijo que tenía olor y que me lo tenía que lavar muy bien. Se arrodilló para que su pija quedara a la altura de mi ojete y me empezó a manosear de una forma tan rara que volví a sentir esa electricidad en mi cuerpo y mi pitito se paró. Suavemente me pasó todo su pene por entre mis piernas y yo sólo sentía que estábamos jugando con mi papá y que por fin no me iba a pegar nunca más.
Recuerdo que me sacó de la ducha, me secó, dedicándose a mi ojete y me dijo “creo que tenés gusto a chupetín aca” y me pasó la lengua por la raja, intentando penetrar mi anito. Antes de dormirse me abrazó (después de la muerte de mi vieja nunca lo hizo) y me dijo, “este es nuestro juego secreto, ni una palabra a tu tía, de hecho le voy a pedir que no te bañe más, sólo yo y mi esponjita lo vamos a hacer”. Ya era de madrugada, me dio la pastilla para dormir que no había tomado y cuando me desperté tenía desde la nunca hasta los talones un chorro de leche que me cruzaba toda la espalda, él estaba parado en el cama y le pregunté por mi tía, me dijo “hoy no viene, me quedo con vos todo el día y ahora te voy a volver a bañar a ver si con la esponja te puedo sacar eso de la espalda”. Tenía hambre y quería comer, cuando le pedí comer algo, él me llevaba alzado a la ducha y sólo dijo “este chupetín te va a alimentar hoy”, sobándose la verga.
Continúa….
Después de llenarme la cara de leche, me bañó
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