Depresión a los 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por vakarato.
Vivíamos en una casa muy chica, construida por él y sólo teníamos una sola habitación donde dormíamos en la misma cama, yo no tengo hermanos.
La muerte de mi vieja me generó una depresión infantil que mi viejo tuvo que recurrir a psiquiatras y empecé a tomar antidepresivos y ansiolíticos.
Al principio mi viejo se preocupó una banda por el efecto que me podía generar la medicación.
La primera noche dormí como antes de que muriera mamá, no sentí nada de nada.
Por las mañanas llegaba una hermana de mi viejo y me cuidaba todo el día hasta que él llegaba de laburar.
Al pasar una semana de tomar la medicación me di cuenta de dos cosas, la primera que mi viejo me empezó a dar una cuartito más de pastillas para dormir, según él porque el psiquiatra lo había llamado y le había dicho y la segunda, antes de irse me hacía sacar el calzoncito y lo lavaba en el lavamanos, lo escondía y me dejaba con mi tía.
Una noche pensé estaba teniendo una pesadilla y me desperté de repente y encontré a mi viejo metiéndome el dedo gordo en mi ojete de nene de 4 años, me dió miedo la cara que él tenía, estaba como perdido y libidinoso, me miró y me dijo que me estaba cagando encima y él estaba evitando que cagara la cama, pero yo no tenía ganas de cagar.
Durante un mes, más o menos, yo me seguí durmiendo todo y él me lavaba el calzoncito antes de que llegara mi tía.
Una noche me dió una pastilla entera para dormir, mi viejo después de la muerte de mi vieja chupaba banda y estaba mucho más violento, esa noche la pastilla se me cayó y no la encontré.
Por miedo de que me hiciera bosta me hice como el que la tomé y me hice el dormido.
Lo que más recuerdo es que se acercó a la cama y me dijo "puta me vas a deslechar hoy?", Estuve a punto de abrir los ojos y decirle "qué?", pero su olor a escabio me hizo saber que si abría los ojos me iba a pegar.
Se acercó y me pasó la lengua por la cara, no entendía nada, me puso boca abajo y me empezó a oler la rajita, me la olfateaba como un perro y de a poco me fue metiendo el calzón en la cola, mientras me decía "que golosa tenés la cola hoy, querés pija y te la voy a dar".
Yo estaba muy asustado y quería llorar, no sabía que pasaba y tenía miedo, hasta que me bajó el calzón y me empezó a pasar la nariz en la raja.
Se me puso toda la piel de gallina por la sensación y cuando me empezó a mordisquear los cachetotes que tenía, gemí.
Eso evidentemente lo reeee calentó porque me pasó la lengua por el ojete como si fuera un helado y eso me excitó, sin saber yo que pasaba y qué me pasaba.
Escuché que me dijo "hoy no te toca la leche en esta cola, que es mía, hoy te la voy a dar en la boca".
Me di cuenta que por algo me lavaba los calzones antes de irse.
Se paró y medio que entre abrí los ojos, lo ví parado al borde de la cama, metiéndome el calzoncillo en la cola y tocándose la pija, nunca se la había visto así, con esas venas marcadas y la cabeza llena de líquido.
Me agarró la cabeza y me la acercó a su verga, tenía olor a lavandina, húmeda, me la pasó por la cara mucho tiempo y yo quería llorar.
Me metió la cabeza en la boca y empezó a gemir, no aguanté más y empecé a llorar.
Eso lo calentó tanto que me empapó la cara de leche y tomó consciencia lo que él me había hecho y me hizo reeeeeee cagar diciéndome "que eso no se hacía!!", Él estaba con la pija parada y chorreando leche.
Después de ése día me empezó a bañar él, antes la única que lo hacía era mi tía.
Pero eso es otra historia.
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