Descubriendo a la pequeña Yaki
Ese verano probé por primera vez la lubricada vagina de mi sobrinita.
Sucedió un caluroso verano. Mi entonces novia me invitó a pasarlo en su casa en las costas del país y yo encantado acepté. Aquel lugar era paradisíaco, ella vivía allí junto a su hermano, su mamá, su prima y su sobrina. Estaba encantado de ir a aquel lugar, lo visitaba regularmente, pero siempre por uno o dos días y luego de vuelta a mi casa. Pero aquél verano estaría en el lugar más de quince días y sería perfecto. Eso significaba mucho sexo para mí. Ya que nos dejaban solos a mi novia y a mí durante mucho tiempo e incluso tuve algunos momentos con su prima que era una mujer caliente a la que le encantaba el sexo. Muchas veces en momentos en los que mi novia y yo estábamos con ella nos daba consejos sobre las mejores poses sexuales o cómo coger mejor o sobre cómo hacernos mejor el sexo oral. Así que m calentaba mucho verla con sus diminutas faldas y sus sandalias que mostraban sus deliciosas piernas y sus perfectos pies. Pero nunca cogimos. En una ocasión me puso la mano sobre mi verga y me dijo que le encantaría deslecharme con la boca, pero que nunca se lo perdonaría y que no le haría a eso a su prima porque era como su hermana. Pero me dejó ver su perfecto culo mientras se veía en el espejo que estaba frente a la cama que usábamos mi novia y yo. Ese día se estaba probando un traje de baño y sin pena alguna se inclinó para quitárselo y dejarme su ardiente ano a unos cuantos centímetros de mi cara. Mi reacción fue buscar ese delicioso culo con mi boca, pero se levantó y se alejó riéndose. Esa misma prima de mi novia era la madre de una pequeña niña de ocho años que nos acompañaba a todas partes. Y a niña normal de esa edad a la que quise como una sobrina propia durante el tiempo que la ví crecer. Pero aquél verano pasé mucho tiempo en ese lugar y llegó el día en que a todo el mundo le tocó trabajar y me quedé en esa casa a unos cuantos metros de la playa. La niña no tenía quien la cuidara aquella tarde. Así que yo encantado acepté cuando me lo pudieron. Después de todo era solo una tarde y era una niña bastante tierna y juguetona. No me molestaba para nada cuidarla. Pero aquella tarde su actitud me tomó por sorpresa. Siempre estaba vestida con una diminuta pantaloneta y normalmente llevaba el torso desnudo. Sus diminutos pezones a penas abultados no me parecían en absoluto atractivos, ni tampoco su pronunciado culo, que era el de una niña que seguramente desarrollaría muy bien. Pero aún era una niña. Yo me la pasaba cogiendo con mi novia, me la jalaba viendo a su madre bañarse desnuda en un baño al que era fácil asomarse y ver el hermoso culo que tenía aquella señora madura e incluso me la jalaba pensando en su prima. Pero jamás me pasó por la mente lo que disfrutaría aquella tarde con una niña de a penas ocho años. Comenzamos jugando en la cama con un peluche y unos crayones. Pero conforme el tiempo pasaba el juego se volvió más de contacto y no pude evitar la erección cuando se sentó inocentemente sobre mi verga y se movió de una forma en la que restregó sobre él su pequeña vagina de niña. Al principio me asusté, incluso perdí el aliento al sorprenderme teniendo pensamientos sucios con aquella niña que tenía puesta únicamente una pantaloneta. Ni siquiera llevaba ropa interior, ya que entre los juegos logré ver varias veces su puchita lisa, brillante y húmeda. Suponiendo que era sudor por el intenso calor que hacía no le presté mayor atención hasta que toda aquella humedad quedó impregnada en la pantaloneta que yo llevaba puesta. Mi erección fue inmediata, ella la sintió entre sus piernas y no se bajó más de allí. Jugaba, hablaba y reía sentada sobre mi verga dura que se dejaba sentir debajo de mi ropa. Sus diminutos pezones ahora me parecían un manjar que deseaba probar y su boca dejó de parecerme la de una niña y me la quería comer. Primero la tomé de la cintura para que no se moviera de dónde estaba y comencé a apretarla contra mi erección. Luego comencé a acariciar aquellas lindas piernas desde la punta de sus dedos hasta llegar al hermoso culo redondo y bien parado que tenía. Ya no me parecía un culo delicioso a futuro, me parecía delicioso para ese momento. La mantube allí pegada y me incorporé hasta tener su cara cerca de la mía y sin pensarlo comencé a besarla. Pensé que se alejaría, pero se dejó besar aunque ella no hacía más que sacar la lengua y tocar la mía. Mis manos recorrían su pequeña espalda y también buscaron sus pezones diminutos y suaves al tacto. La acosté sobre la cama y entonces me lo dijo:
-Juego esto con mi abuelo. Me gusta, pero el no me besa la boca. Solo la cuca y las chiches.
Mi erección tomó más poder. Aquella niña sabía lo que estábamos a punto de hacer, incluso abrió las piernas y tocó su deliciosa vagina que ahora me parecía de vida o muerte tener que saborear. Le seguí besando la boca, baje a su cuello y luego a sus pequeños y suaves pezones. Ella no hacía nada, no decía nada, solo seguía tocando su vagina y abriendo sus piernas. Mi verga quería explotar, salir e introducirse entre el pequeño orificio de aquella pequeña vagina. Pero solo la saqué y coloqué la punta de mi glande entre los jugos que emanaba. No sabía si aguantaría una penetración así que solo mojé sus labios con mi líquido preseminal. Luego seguí bajando por su abdomen y ya sin importarme nada, le quité aquella pantaloneta color amarillo que llevaba puesta. Su pequeña vagina a penas tenía la sombra de lo que a futuro sería su vello púbico, y de entre sus abultados labios vaginales escurría una mezcla de fluidos transparentes y orines. La boca no me daba a basto para saborear aquello. Era lo más delicioso que jamás había probado. El sabor salado de su vagina me volvía loco y trataba de introducir mi lengua calculando si aguantaría una cogida. Pero incluso la presión de mi lengua causó una reacción de dolor en ella, así que decidí solo saborear sus labios y disfrutar su clítoris. Allí estube no se cuánto tiempo. Luego me separé, me desnudé y me metí en la cama con ella. Su cuerpo era delicioso. Sus nalgas bien formadas se deslizaban entre mis dedos mojados por los fluidos de su vagina. Sus manos buscaban mi verga dura y caliente que se movía de forma deliciosa entre la piel de sus piernas y mi lengua exploraba el interior de su boca y luego bajaba a sus pezones.
Y no soporte más, me levanté, tomé sus piernas de los tobillos y mientras mi boca saboreaba sus deliciosos pies, mi verga se restregaba sobre su pequeña vagina y se apretaba entre sus muslos que mantenía juntos entre mis brazos. Así la cogí sin penetrarla. Duro, escuchando como sus fluidos y los míos se mezclaban entre su vagina y mi verga y me vine con el orgasmo más rico que he tenido hasta ahora. La eyaculación fue tan potente que empapé su abdomen, sus pezones y su cara. Y quedé exhausto apretando firme sus piernas entre mis brazos para que apretaran de forma deliciosa mi verga entre sus muslos. Y entonces se orinó. Sobre la cama comenzó a correr la mancha de orines mientras aquella niña gemia y recorría sus labios con su lengua. El chorro de sus orines golpeó de forma deliciosa mis testículos y luego empapó todo al rededor. Allí quedamos los dos, empapados, agitados y gozando.
Nos dimos un baño juntos en donde me comí su delicioso culo y le enseñé a como debía mamar una verga. Luego cambiamos la ropa de cama, nos cambiamos nosotros y nos fuimos a la playa. Allí acordamos no contar nada a nadie y jugamos un par de veces más al sexo. Nunca la penetré, aunque me moría de ganas. Lo más que hice fue introducir un poco los dedos en su vagina y varias veces entre su ardiente culo de niña. Unos años después terminamos con mi novia y no la volví a ver. Hasta hace unos días que la encontré en las redes sociales. Ya es toda una mujercita, con ese culo bien parado que me imaginé tendría a esa edad. Tendrá unos dieciséis años a lo mucho. Tal vez le hable y está vez si me atreva a cogerla como se debe, penetrando esa deliciosa vagina que debe estar lista ya para recibir mi verga.
Que rica exp con esa nena si yo estuviera en tu lugar yo si la hubiera penetrado jejejeje
Que buen relato, yo la perdonaba!!!