Descubriendo placeres con mi bello sobrino PARTE II
Después de aquella noche, en donde por primera vez en que Alexy yo nos habíamos corrido, yo quería más y más. Quería probar más cosas con mi sobrinito, con mi cómplice, con mi pareja sexual. A diario recordaba las imágenes de aquellas revistar pornográficas que veía con David, mi primo donde perfect.
Después de aquella noche, en donde por primera vez en que Alexy yo nos habíamos corrido, yo quería más y más. Quería probar más cosas con mi sobrinito, con mi cómplice, con mi pareja sexual. A diario recordaba las imágenes de aquellas revistar pornográficas que veía con David, mi primo donde perfectamente se veía como las mujeres les chupaban las vergas a los hombres y como los hombres les chupaban la vagina a las mujeres. Era algo que se había metido en mi mente y que yo quería probar. Para los que no han podido leer la PARTE I se las adjunto por acá: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/descubriendo-placeres-con-mi-bello-sobrino-parte-i/
Desde luego después de esa vez nuestra relación se «fortaleció», y claro que aprovechábamos cualquier espacio de tiempo donde estuviéramos solos para vernos las verguitas. Disfrutábamos mucho tocarnos por sobre la ropa o por dentro de ella lo cual era mejor ya que podía sentir el calor de la verga de Alex, sentir sus huevitos. Me encantaba jugar con el poco vello que tenía. Mi Alex estaba creciendo. Fueron bastantes pajas las que nos hicimos.
Ya Alex lo tomaba de la mejor forma, ya por decirlo de cierta forma, estaba acostumbrado a nuestro nuevo jueguito, y por lo que noté, le estaba gustando bastante. Sin embargo, hubo un momento en donde todo se detuvo, nuestras pajas se cancelaron ya que por un tiempo dejaron de visitarnos lo que me dio a pensar que quizás Alex le había contado a su papá (mi hermano) lo que hacíamos. Esto me provoco mucho susto, hasta el punto de que paré por unos días con mis pajas en las cuales recordaba a mi sobrino como se masturbaba y como tiraba su leche caliente, espesa y blanquita.
Pasaron unas cuantas semanas y nada que sabíamos de mi sobrino, bueno al menos yo. M e imagino que mi madre si tenía comunicación con ellos. Para mi sorpresa un fin de semana al llegar del colegio me encontré a mi sobrinito Alex en la casa. De una vez mi cara cambio totalmente, y más aún cuando mi mamá me dijo que se quedaría por varios días, que ordenara el cuarto porque Alex dormiría conmigo. Ahí en ese momento pasaron mil cosas por mi cabeza, cerré los ojos e imaginé a mi sobrino desnudo frente a mi mientras nos tocábamos y recorríamos cada centímetro de nuestros cuerpos, de nuestras verguitas y nuestros culitos.
Rápidamente me dirigí a mi habitación a limpiar, acomodar ya que en realidad si me daba vergüenza que Alex viera mi habitación tan desastrosa. Por dicha para ese fin de semana no tenía ni proyectos, ni tareas para entregar, aunque claro está… si debía de estudiar un poco; cosa que hice antes de disponerme a jugar todo el resto del día con Alex, además del sábado y domingo. Al ser viernes mi mamá y mi papá debían de reunirse con unos amigos en la casa de uno de ellos para ver temas de adultos, proyectos comunales y esas cosas.
Mi madre nos preparó algo rápido para comer antes de marcharse. Me dejó las indicaciones y más o menos a qué hora regresarían. Por la hora que me dijo noté que no estaríamos mucho tiempo solo. Como a los diez minutos que mis padres se fueron, quedamos Alex y yo completamente solos. Estábamos en la sala de estar, mientras tomábamos la merienda. En eso, los dos nos volvimos a ver con mirada de cómplices, con una mirada que decía mil palabras.
Ambos queríamos comernos, queríamos tocarnos, queríamos seguir con nuestro juego sexual. Una vez que acabamos de comer nos dirigimos a mi habitación y en donde inicio un nuevo capítulo de nuestra vida sexual. A todo esto, ya los dos estábamos con las vergas bien duras. Rápidamente lo comencé a tocar, comencé por sus nalgas, por ese rico culo que tenía, por esas nalgas grandecitas, redonditas y blanquitas como su leche. Al parecer mi sobrino había adoptado mi costumbre de no usar ropa interior ya que cuando metí mi mano dentro de su short me percaté que no traía no bóxer ni calzoncillo. Él también inicio a hacer lo mismo solo que su enfoque era en mi verga y bolas. Las masajeaba bastante bien. Ya se notaba la experiencia adquirida.
Los dos estábamos bastante calientes, y nos desnudamos de inmediato. Woooooooowwwww!!!que rico volver a ver a mi sobrino desnudo frente a mí, con su verga palpitando, con sus huevitos más grande, ya colgaban un poco más, y para mi sorpresa ya sus pelitos se notaban más. Que cosa más rica y morbosa tenía en frente mío. Ambos nos miramos y nos dimos un abrazo, dejándonos sentir todo nuestro cuerpo caliente y deseoso de sexo. Así, abrazados nos acostamos en la cama e iniciamos nuestra rica paja. Como teníamos las vergas secas, yo procedí a lubricar la verga de Alex con un poco de saliva mía, lo cual ayudo a la paja. Yo puse un poco de la mía en mi verga. Ya las dos estaban bien lubricadas facilitando nuestra faena. Pasaron los minutos, no muchos y ya nuestras respiraciones estaban bastante aceleradas dándonos a entender que estábamos cerca de nuestra corrida.
Y así fue, nos regamos casi que, al mismo tiempo, solo que yo esta vez le tiré toda mi leche en su cuerpo, en su abdomen y en su verga. De su verguita salieron 4 lechazos que llegaron hasta su abdomen donde se mezcló con mi leche, dejando en evidencia la gran cantidad de leche que nos sacamos. Fue tan rico volver a ver la leche de Alex. Rápidamente nos limpiamos y nos volvimos a vestir y salimos de nuestra habitación. Al poco rato que teníamos de haber salido de la habitación llegaron mis padres. Esa noche transcurrió normal, ósea me refiero a que no paso nada más, pero si les digo que dormimos abrazados y muy a gusto hasta el otro día. Definitivamente nos estábamos llevando y entendiendo muy bien.
El sábado nos levantamos con una gran sonrisa los dos, muy felices y procedimos a bañarnos, claramente por separado ya que no estábamos solos. Mi madre nos preparó desayuno, nuestro desayuno favorito, lo cual nos puso aún más felices. Estando en la isla desayunando, teniendo a mi madre frente a nosotros, pero ella estaba de espaldas, Alex comenzó a mostrarme su verga, se la sacaba y descubría todo su glande…valla que este niño me estaba calentando, me estaba gustando. Claramente esto provocó una buena erección en mí. Él al ver eso toda mi verga con su mano derecha y la movía como haciéndome una paja. Lo estaba disfrutando. Terminamos nuestro desayuno y cuando nos dispusimos a levantarnos, desdichadamente mi madre notó nuestras vergas paradas, pero más la mía. Sin embargo, no le di importancia, además, es algo normal entre niños/adolescentes amanecer como roble con la verga bien dura. Nos fuimos para la habitación a cambiarnos para iniciar nuestro día de juegos y aventuras.
Al salir le dijimos nos dirigimos al escondite secreto de Alex y mío, el cual quedaba en el bosque cerca de la casa de mis padres. De camino íbamos jugando, íbamos hablando, pero lo único que había en mi mente eran deseos de probar a Alex y que Alex me probara a mí. Ya estando ahí en el escondite secreto nos dispusimos a descansar y casi que, hasta dormir, en realidad era un lugar único. Estando ahí acostado, imagine estar chupando la verga de Alex, estar frente a él metiendo esa verga y esas bolas dentro de mi boca.
Armado de valor, puse mi mano sobre su entrepierna y comencé a tocarlo por sobre la ropa. En eso el despertó y me miro con ojos de complicidad. En lo que se incorpora, le digo que quiero que juguemos algo nuevo.
Alex: ¿a si tío, que será ese juego?
Yo: ¿vamos a jugar a darnos besos en la verguita, te parece?
Alex: ¿mmm no se tío, es seguro? por ahí sale el pis.
Yo: claro que es seguro, además, estamos recién bañados y no hemos sudado nada.
Alex: mmm tío no estoy seguro, no sé si me anime. No sé si me guste.
Al escuchar todo esto mejor no insiste más (por ese momento). Ya estando sentados, de mi parte me puse en pie, miré por todos lados para comprobar que continuábamos solos. Una vez echo eso, baje mi short, dejando mi cuerpo semidesnudo, con mi verga casi que a la altura de la boca de mi Alex. Él al ver eso se puso como serio y se puso de pie. Sin embargo, hizo lo mismo que yo, bajo su short y bóxer. Aproveche el momento para decirle nuevamente:
Yo: anda Alex, dale un besito.
Él me miro con mucha duda
Yo: es más, si tú lo haces yo también lo hago.
Ahí fue donde Alex cambio su cara, fue cara de felicidad y asombro.
Tomando yo la iniciativa me agaché, quedé enfrente de su rica, hermosa y apetitosa verga. Fui acercando mi boca a la verga y como por instinto la abrí. Puse su verga dentro de mi boca. Pude sentir su calor, pude olerla y sentir su sabor. Era un sabor saladito, pero me gusto. Puse especial atención a su glande cubriéndolo y descubriéndolo. En ese momento descubrí que me gustaba la verga, que me gustaba mamar. Ya con más confianza metí toda su verga en mi boca y parte de sus testículos hasta el punto de pegar mi cara en su cuerpo, lo que me dio una sensación tan rica ya que sus vellos tocaban como acariciando mi cara.
Fue tanto el gusto que le tome tan rápido que puse mis manos en sus nalgas y lo hice hacia el frente para que me metiera más su verga en mi boca. Estaba fuera de control, y solo podía escuchar a mi sobrino jadear, decir…ohhh si si tío, que rico, chupe más, chupe más, cómase mis bolas. Después de unos minutos haciendo mi primera mamada me incorporé, me puse en pie. Fue algo magnifico, delicioso. Al ver la verga de Alex note que la había dejado bien roja bien lubricada, hasta el punto de que estaba chorreando mi saliva después de semejante mamada.
Yo: te toca Alex, ya sabes cómo lo hice yo, ahora te toca hacer lo mismo.
Como entre la espada y la pared, yo ya había mamado ahora le tocaba a él darme placer con una buena mamada. Y afortunadamente así fue. Él se agachó tal cual lo hice yo. Mi verga es más grande que la de él y por eso como que dudo en iniciar a chupar. Pasado unos segundos comenzó a tocarme con su mano mientras se tocaba su verga. Tomó mis bolas y comenzó a jugar con ellas, a verlas detenidamente, a ver mis pelitos, ya con eso yo estaba super excitado.
Me encanto verlo hacer eso. Tomo mi verga y la comenzó a mover como jugando, de un pronto a otro hizo mi verga para arriba y me paso su lengua por mis testículos. Sentí como electricidad con eso, me gusto demasiado. Ya Alex estaba entrando en confianza. Tomo mi verga ahora si con sus dos manos, descubrió mi glande y lo observo detenidamente. Lo observaba una y otra vez, hasta que al fin sentí su boca comerse mi glande. Que sensación más intensa. Sentí como su lengua jugaba con mi verga, como recorría cada cm. Poco a poco la fue metiendo más y más, sin embargo, no se la pudo comer toda. Note como su pene palpitaba, como estaba lleno creo yo de líquido preseminal, lo que me daba como señal que lo estaba disfrutando.
Yo solo quería que me siguiera mamando. Por instinto creo yo, lo tomé por la cabeza y le metí toda mi verga en su boca de un jalón. Esto obviamente no le gustó, pero poco me importó, yo solo quería que me comieran la verga. Literalmente me estaba cogiendo a mi sobrino por la boca.
Después de disfrutar en esa posición, lo despegué de mi verga y pude ver sus ojos como rojos y con lágrimas…mi calentura me llevo demasiado lejos. Sin embargo y ante esa situación su verguita aún estaba bien dura, y lo sé porque lo acerque a mi para darle un abrazo. Su verga la pude sentir en mi pierna y después se la toque, tomando un poco de líquido el cual chupé gustosamente. Probe su pre-semen. De ahí, nos volvimos a vestir y nos devolvimos a mi casa.
Llegando a la casa busqué a mis padres, los llame y nada. En eso de casualidad sonó el teléfono residencial y era mi padre con el mensaje de que salieron y regresarían hasta la tarde. Me dio las indicaciones de la comida, de las cosas que no podíamos hacer y que a eso de las 2 pm estaría llegando un tío a cuidarnos. Al escuchar eso a mi mente se vino la idea de seguir jugando sexualmente con Alex. Y así fue.
Le comunique la noticia a Alex y nos fuimos corriendo a mi habitación. Llegando a mi habitación, cerré la puerta con seguro, y rápidamente inicie a desnudarme, y esta vez fue completo, quede de arriba a abajo sin una sola prenda. Ya con mi verga bien dura le ayudé a Alex a desnudarse. Le quité la camiseta, el short y el bóxer. Ahí estábamos nuevamente frente a frente los dos desnudos, dos cuerpos adolescentes deseosos de sexo. Que rico ver su cuerpito blanco, un poquito gordito (esto me fascinaba), ver como yo estaba siendo testigo de su desarrollo físico y sexual. Me encantaba ver cómo le iban saliendo pelitos alrededor de esa hermosa verga.
Frente a él nuevamente me hinqué para iniciar una nueva mamada. Sin temor alguno de una sola vez metí su verga en mi boca, chupando cada cm de esa rica verga. Esta vez pude deleitarme aún más con su sabor saladito, pero esta vez aparte de ese sabor pude sentir un sabor nuevo, que la hacía aún más rica. Sacaba y metía su verga de mi boca, chupaba con desesperación las bolas, pasaba mi lengua por la base de su verga chupando así esos pelitos apenas rubios que tenía. Sin duda alguna estaba en la gloria. Intente separarme, pero creo que por venganza mi sobrino tomó mi cabeza con sus manos y me detuvo, más bien me metió su verga toda dentro de mi boca.
Me la comí gustoso, sin problema y se la seguí chupando, lo senté en el borde de la cama, le abrí las piernas y consumí mi cara en sus genitales, oliendo cada cm, cada parte. Ya para eso mi verga estaba que estallaba, ya tenía bastante pre-semen afuera goteando.
Me logre despegar de esa rica verga, aunque no quería, pero si quería que mi Alex me chupara todo. Me senté en el borde de la cama y puse a chupar a Alex. Sin ninguna inhibición tomó mi verga, descubrió mi glande y lo metió en su boca. Al sentir esa rica boca, casi me riego, me tuve que contener para no tirar mi leche antes de tiempo.
Alex parecía un experto, me pasaba la lengua por la ingle, por los huevos, por la base de mi verga y chupaba como si fuera una paleta mi verga. Soplaba suavemente mi verga y mis bolas, también llegue a sentir ese soplido y su legua bastante cerca de mi culo. Yo sentía que no podía más, y es que estaba ahí desnudo recibiendo una mamada por el guapo de mi sobrino. Yo sentía mi leche ya en la punta. Ahí le dije a Alex que mejor nos masturbáramos ya que mi leche estaba por salir y quería que la viera salir, quería dedicársela a él.
Alex se sentó a la par mía y nos iniciamos a masturbar. Él lo hacía tan rico. Sus testículos se movían de arriba a abajo, ese movimiento me hipnotizó, no podía apartar la mirada de su verga, se sus testículos. De tanto ver, me excité aún más y fueron pocos minutos los que ocupé para soltar mi néctar, mi leche. aaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiii, Alex, Alex!!!
Fuertes lechazos salieron por los aires llegando hasta mi pecho y mi abdomen. Que corrida más espectacular, sabrosa y abundante leche. Alex se asombró al ver esa cantidad de leche salir de mi verga. Esto como que le ayudó a su orgasmo. Me dice…Tío ya me voy a regar, ya viene la leche. Le pedí que por favor me tirara su leche encima mía. Al escuchar esto, él se puso en pie frente a mi como si me fuera a coger de frente.
Era la vista perfecta, primero veía mi leche por todo mi frente, luego seguía con la vista de mi verga ya casi que entrando en reposo y el siguiente cuadro era ver a mi sobrino frente a mi masturbándose, totalmente desnudo y a punto de hacerme un baño de leche. Ya no podía más… Solo escuche que dijo mientras con una mano tomaba mi verga…Tío ya me voy a regaaaaaarrrrrrrrr. Impresionante ver la leche que tiró.
Esta leche que tanto me gusta, su leche blanca, espesa y caliente llegó hasta mi pecho en donde se mezcló con mi leche. Otra parte de su néctar llego hasta mi verga y testículos. Este niño era todo un productor de semen. por la cantidad que tiraba.
Totalmente rendidos los dos nos acostamos en la cama hasta recuperar un poco el aire. Fue una gran deslechada, la cual nos produjo una gran satisfacción.
Rápidamente nos fuimos a bañar ya que mi tío estaba por llegar. Ya en el baño nos fundimos en un gran beso y en un gran beso. Jugamos con la leche que tenía yo en mi cuerpo. Él la tocaba curiosamente y yo eso lo disfrutaba.
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