Desde los 14 me siento atraída hacia mi nuevo papa.
Desde que mi mama llevo a casa a su nueva pareja, algo se despertó en mi interior.
Estoy enculada por mi padrastro
Desde los 14, en la época que mi mama trajo a casa a su nueva pareja, incomprensiblemente, desde el primer instante me sentí de lo más atraída hacia él,
No sé cómo explicarlo, pero yo lo veía como hombre, no como mi padrastro, eso trajo una infinidad de complicaciones a mi vida.
Aprovechando que yo era una chica muy menudita, bajita y delgada, me vestía sexi y coqueta para provocarlo, pero en esa época el solo tenía ojos para mi mama, claro está que mi mama esta super buena y es muy guapa.
El me veía como una niña, que en realidad eso es lo que yo era y mi cuerpo flacucho y sin gracia no ayudaba en nada.
Pero al paso del tiempo, las cosas empezaron a cambiar, mi cuerpo finalmente empezó a tomar forma, ya tenía unas ricas bubis, cinturita y mis nalgas duras, redondas y bien paraditas.
Parecía la figura de mi mama, pero más pequeña. Así que, para cuando cumplí los 16, vaya que ya empecé a llamar la atención.
Y, para hacerlo más patente, cada que saludaba a mi nuevo papi, me colgaba de su cuello, le plantaba un beso en la mejilla y me paraba de puntitas para que sintiera mis tetas en su pecho.
Yo notaba sobre mi cuerpo, como le crecía el bulto cada que lo saludaba de esa manera, pero el cómo que se resistía y no me hacía gran caso, aparentemente.
El acostumbraba a tumbarse sobre el sofá para leer su periódico y yo aprovechaba para montarme sobre él y frotarme disimulando jugar al caballito, ahí sí que podía sentir como le crecía su bulto enorme y me encantaba frotarme recostado sobre él.
Cuando él ya se encontraba de lo más excitado, se levantaba sin decir palabra y se encerraba en su cuarto, a masturbarse, obviamente, cosa que me hacía sentirme de lo más feliz sabiendo que cuando lo hacía, el definitivamente pensaba en mí.
Yo cada vez estaba más y más enculada con él, especialmente, porque en las noches, escuchaba como hacia gemir a mi mama y me hacía ilusiones que él pensaba en mí.
En una ocasión, me imagino que el ya no se pudo resistir y cuando lo abrazo para saludarlo y darle su beso en la mejilla y su arrimón de tetas, inesperadamente me tomo de la cintura y me da un beso en el cuello que me hizo estremecer tremendo. Claramente sentí como su bulto se repegaba entre mis piernas y yo, de inmediato sentí como se me salían los jugos.
Ahora fui yo la que salió corriendo, me metí a mi cuarto y me empecé a masturbar, mi padrastro había logrado ponerme de lo más caliente y yo no me pude aguantar.
Al poco, lo veo entrar a mi habitación, no sé a qué fue, pero me encontró con las patas abiertas y dándome dedo a toda velocidad.
Yo me quede helada, totalmente sorprendida, nunca imagine que el fuera a entrar a mi cuarto.
Él se me quedo mirando de una manera extraña, yo no supe que hacer, su rostro reflejaba una tremenda excitación y, sin más, se arrojó sobre mi metiéndome la cara entre las piernas y antes de que yo pudiera reaccionar él ya me estaba chupando el sexo de una manera de lo más deliciosa, increíble, tanto que yo no pude evitarlo y al poco ya me estaba dando una tremenda venida arrojando chorros de jugos dentro de su boa, cosa que el aprovecho para bebérselos todos.
El, experto, me empezó a dedear tremendo, haciéndome jadear, gemir y suspirar de placer y excitación, hasta que consiguió que me terminara en un tremendo squirt que le salpico toda la cara y dejo empapadas las sábanas.
Entonces, sin decir palabra, se levantó y se salió de mi cuarto, dejándome totalmente desfallecida por el tremendo orgasmo que me saco, yo me quede ahí tumbada como muñeca de trapo, jadeando rápidamente.
Esa situación se empezó a repetir dos o tres veces por semana, hasta que un buen día, a mi papa se le ocurre dármela a chupar por vez primera, haciéndome sentir la chica más afortunada del planeta.
Tenía una verga enorme, gruesa, me encantaba. Yo le lamia todo el tronco hasta luego chuparle su enorme cabeza y poco a poco, con el paso de los días, logre metérmela todita en la boca.
En una de esas, estaba yo totalmente embobaba mame y mame, cuando de pronto, al levantar la vista, veo a mi tía, hermana de mi mama, observándonos desde la puerta sin decir palabra.
Se notaba tremendamente excitada, pero no decía nada, entonces me hizo señas de que continuara y salió de la habitación.
Mas tarde fui a hablar con ella y, para mi sorpresa, me dijo que ella no diría nada, pero que también quería probarla.
Hable con mi papa y el accedió a que fuéramos a visitarla. Ya en casa de mi prima, mi papa, sin más, se bajó los pantalones y nos la dio a mamar a las dos juntas.
Esa situación se sentía algo extraña, pues prácticamente estábamos haciendo un trio, mi papa, mi prima y yo, mi primer trio. Eso en realidad fue extremadamente excitante.
Finalmente, mi papa se la cogió bien rico, la puso en cuatro y se la dejo ir todita. A mí me llamo la atención ver que mi tía no traía calzones, se ve que ya estaba preparada para lo que viniera.
En lo más emocionante del momento, cuando parecía que mi tía ya se iba a venir, inesperadamente mi papa se la metió por el culo sin previo aviso, haciéndola gritar de dolor. Ella trataba de salirse, pero mi papa no se lo permitió, al contrario, la agarro de las cadersa fuertemente y le dio duro sin importarle los gritos de dolor de mi tía hasta que se vino tremendo dentro de su culo, dejándola tumbada llorando desconsolada sin saber cómo quitarse el tremendo dolor que le causo la tremenda verga de mi papa.
Para que se le quite lo puta, alcanzo a decir cuando salíamos de casa de ella rumbo a la nuestra.
Pero lo puta no se le quito, al contrario, mi tia quería que mi papa se la cogiera a cada rato y prácticamente era ella la que le ofrecía el culo cada que íbamos a visitarla.
~Quiero sentir lo que sienten mi tía y mi mama ~ le dije a mi papa un buen día, inesperadamente.
Él se me quedo mirando con el rostro lleno de felicidad, había estado esperando este momento desde hacía mucho, solo que no había tenido el valor ni encontrado la manera de pedírmelo.
~ ¿Estas segura? ~ pregunto con unas ganas tremendas de que yo respondiera que sí, cosa que hice sin dudar ni un instante.
~Si papi ~ le dije melosa, mirándolo directamente a los ojos.
No hubo necesidad de decir más, a partir de ese momento mi papa me empezó a coger casi todos los días, dejando uno o dos días para cogerse a mi tía y, no sé cómo le hacía, pero también tenía que atender a mi mama por las noches, por supuesto, era un tremendo macho semental cumplidor y aguantador.
Con el tiempo, yo me empecé a sentir mal por estar engañando a mi mama con mi papa, tenía remordimientos. Así que, un buen día, fui a hablar con mi mama y le conté como me estaba cogiendo a mi papa.
Ella me miro con tanta ternura que me desarmo completamente.
~Lo sabía ~ dijo con una tremenda calma cargada de comprensión y amor hacia mí, que me dejo sorprendida.
~No te preocupes, me encanta que tú también disfrutes a papa ~ dijo abrazándome y dándome un beso en la mejilla. Nos quedamos abrazadas y yo sollozando de felicidad.
Sobra decir que, a partir de ese momento, las tres mujeres cogíamos con mi papa, juntas o cada una, por su lado, según se diera la situación, uwu.
Venta de Contenido



(3 votos)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!