DESEOS QUE SE ESCONDEN EN LA INTIMIDAD DE LAS FAMILIAS
Mi nombre es Alfredo tengo 45 años estoy casado hace veinte años y esta es mi historia. Meses atrás, se realizó una reunión familiar en la que entre otras personas estaba mi cuñada Lily, en esa fiesta hubo baile y ella me propuso bailar y yo acepte. .
Mi nombre es Alfredo tengo 45 años estoy casado hace veinte años y esta es mi historia. Meses atrás, se realizó una reunión familiar en la que entre otras personas estaba mi cuñada Lily, en esa fiesta hubo baile y ella me propuso bailar y yo acepte. De pronto a media noche a alguien se le ocurrió apagar algunas luces y aprovechando la semi penumbra Lily pego su pelvis a la mía lo cual me sorprendió. Pensé que fuera algo fortuito. Pero más adelante se repitió y con mayor intensidad. Esto me sorprendió y al separarnos la mire a los ojos y ella me sonrió con algo de picardía. Volvimos a juntarnos y le dije al oído… ¿Estas deseosa de algo más? Si, me respondió, pero aquí solo se puede un poco de calentura y nada más.
En un momento de la reunión, como yo era el único de confianza que había llevado auto, el dueño de fiesta me pidió que le colaborara en recoger un pedido necesario para la fiesta ya que el proveedor tenía problema con el transporte. Por supuesto le dije que sí. Enseguida Lily me pregunto qué pasaba y le conté. A continuación, y sin sugerírselo se ofreció a acompañarme y mi esposa como es su hermana, no le vio problema a que fuera conmigo.
Me entregaron la dirección y salimos a recoger el pedido. Por el camino de ida, le puse la mano en la pierna a Lily aprovechando que su falda era bastante corta, ella voltio a mirarme y yo le dije me gustan tus piernas y agregué ¿y así son hasta arriba? Ella con coquetería me dijo… tendrás que averiguarlo, entonces subí más mi mano hasta tocar su coño encontrando que estaba bastante húmedo. Le dije… veo que estas muy caliente verdad. Y ella dijo…Si, bastante.
Le dije… lástima que no tengamos más tiempo ahora para ayudarte a bajar la calentura, pero como te vas a quedar la semana entrante en la capital podíamos vernos aprovechando que mi esposa viaja fuera del país. El asunto es tu esposo. Y ella me respondió… ese boludo ni se da cuenta de lo que hago, no tiene iniciativa para nada.
Entonces acordamos que ella pasaría por mi departamento el lunes, después que yo llevara a mi esposa al aeropuerto y le avisara que ya estaba libre. Así fue que a las dos de la tarde llego, hermosamente vestida y después de entrar y saludarnos le pregunte… ¿Y tu marido que dijo? Ella me respondió… Nada. El cree que yo iba a verme con una amiga.
Bueno entonces pasa. ¿Qué te ofrezco? Yo sabía que a ella le gusta el licor entonces fui directo… ¿Qué tal una copa de vino? Pero, si destapo la botella no me la vas a dejar perder. Ella dijo… Seguro no se va a perder.
Después de beber la primera copa me senté a su lado y le di un beso en la mejilla y luego en los labios, la mire y sonrió, entonces la bese nuevamente en los labios e iniciamos un largo beso apasionado hasta que nos cansamos, no obstante, en ese tiempo acaricie por encima de su blusa esos hermosos senos que deseaba besar, chupar y hasta morder, y así nos fuimos calentando hasta la siguiente copa de vino.
La invite a ponernos de pie para sentir más el calor de nuestros cuerpos y poderla acariciar mejor y ya estando más motivados después de una segunda copa, la invite a que pasáramos a la habitación y allí nos desnudamos. Apareció ese hermoso cuerpo de Lily muy estilizado, pero con sus curvas y los kilos necesarios para hacerlo atractivo.
Ella se acostó y separo sus piernas dejándome ver su rosado coño depilado, con solo un triangulito en la parte superior. La invitación era a que le diera sexo oral y me esmere por hacerla gemir y pedir más y más. Al tiempo que mi lengua y mi boca, hacían su trabajo en su coño y en el clítoris, dos de mis dedos exploraban el interior de ese delicioso coño. Con estas caricias, la excitación de Lily subió al límite y pronto estaba gimiendo como una loca, con los ojos perdidos y disfrutando del primer orgasmo.
Espere que ella se recuperara y llegó la sesión de sexo oral para mí, después de masajear mi verga me dijo… Me gusta, tiene buen tamaño y si la has sabido maniobrar, debes haber hecho feliz a mi hermana.
Le dije, se hace lo posible, pero tú tienes también la verga de tu esposo y ella replico… Tener es un decir, ni tiene, ni sabe usarla, ni se le ocurre nada. Hasta creo que él posiblemente sabe que yo he follado con otros hombres y no dice nada.
Verdad ¿y cómo puede ser eso?
Si, a veces que hemos ido a alguna discoteca, y como él no baila, yo me voy con los amigos y si las cosas se dan, de pronto una salida al estacionamiento y dentro del auto un rapidín y él ni se da cuenta, o a lo mejor sí, pero quizás le gusta que se le follen a su mujer.
¿Y follas con muchos? No tanto, algunas veces se va solo en deseos.
Entonces volvamos a lo nuestro, acomódate en cuatro o perrito.
Claro, así me gusta bastante, la penetración es más intensa,
Y comenzamos a follar en todas las formas posibles a veces ella arriba, luego yo, de lado, a horcadas, ella sobre mi buscando siempre la máxima penetración y sus gemidos no paraban en especial cuando la follaba desde atrás. Y estando en esa posición me antoje al ver su hermoso culito y sin pedir permiso, saque mi verga del coño de Lily y lo puse a la entrada de su culo. Ella me dijo… ¿qué haces?
Algo que te va a gustar y empecé a empujar y no resulto difícil entrar, apenas unos quejidos de Lily, pero poco a poco se fue acoplando y siguieron los gemidos de placer. Mas adelante ella fue la que más empujó la cadera para comerse toda mi verga, esta vez no alcanzo a disfrutar su orgasmo, pero yo si logre correrme, llenándole su culo con mi semen.
A continuación, los dos fuimos al baño y pasamos a tomar otra copa de vino. En este tiempo Lily me conto muchas intimidades de ella, sus hermanas y de la familia. Me interese en lo que tuviera que ver con mi esposa, pero era un deseo morboso porque yo pensaba que ella vivía satisfecha con nuestra intimidad. No obstante, le seguí la corriente y me conto que cuando las cuatro hermanas se reunían y se tomaban unas copas a veces comentaban sobre intimidad, siendo todas distintas, a una poco le interesaba el sexo, otra todo lo volvía bromas y risa, a ella si le gustaba mucho el sexo, pero su marido nada de nada, por eso había tenido sus aventuritas y sobre mi esposa, dijo Lily, ella no se queja debe estar satisfecha, pero una vez muy borrachita dijo que le gustaría tener sexo con un negro con una verga bien grande, jajajajaja.
¿Y qué otras intimidades conoces de la familia? Y aquí vino una bomba, cuando me dijo… lo máximo es que una vez alguien cercano a la familia conto, sin saber de quién yo era hija, que a mi mama se la había estado cogiendo un amigo cercano y mi padre como se la pasaba de parranda en parranda y bebiendo, nunca se dio cuenta.
Y estando Lily bien borrachita con tres copas de vino encima, llegó la cuarta y yo esperaba que siguiera soltando la lengua para enterarme de más cosas y esta fue la de otro familiar que cada vez que tenía oportunidad le coqueteaba a mi esposa y Lily agregó… si él no se la ha follado es porque ella no ha querido, o no se ha sabido, porque de frente se lo vive pidiendo, que cuando van a divertirse, y divertirse es, irse a follar. Conociendo lo Don Juan que es este personaje, empecé a pensar en una estrategia para averiguar la verdad de esta historia.
Después de una buena conversación volvimos a la acción y nos besamos y follamos como media hora más, repetimos sexo oral ahora en un sesenta y nueve delicioso en el que ella me dio tanto placer que me corrí en su boca y se lo trago, y yo por mi parte le motive tanto su clítoris que disfruto de un ruidoso orgasmo, que espero no la hayan escuchado los vecinos. En esa semana me visito otras dos veces y volvimos a coger de maravilla y luego ella regreso con su marido a su ciudad.
Como me quedo sonando el tema del familiar que tenía tanto deseo de follarse a mi esposa, se me ocurrió que cuando ella regresara de su viaje, buscaría la manera que el familiar nos visitara y después con cualquier pretexto ausentarme para dejarlos solos y como en el departamento hay una cámara de video conectada a mi celular, si pasaba algo yo me podía enterar.
Se dio la oportunidad más fácil de lo que pensé y el día que nos visitó el familiar, le di unas cuantas copas y después simule una llamada de una urgencia de un cliente mío, en temas de sistemas y con esto me excuse para salir, quedando sola mi esposa y su familiar.
Apenas me subí al auto conecte el celular para no ir a quedarme sin carga y active la cámara, luego me dirigí a un centro comercial y estacione el auto para concentrarme en observar lo que pasara en el departamento.
Al menos en la primera media hora no hubo nada diferente a que el familiar le coqueteara a mi esposa, diciendo frases picantes, y ella se reía y le sacaba el quite a las insinuaciones. Pero más tarde, él se cambió de lugar y se sentó al lado de mi esposa y comenzó a decirle… Oye tu marido si es un hombre con mucha suerte, tener una mujer tan hermosa, atractiva y sensual como tú. Y ella no le respondía nada. Luego volvía a la carga e iba más atrevido a preguntarle… Y tu marido si te satisface íntimamente. En esta oportunidad ella le contesto… Si, y lo hace muy bien. Qué bueno dijo él.
Pero dicen que a las mujeres casadas a veces les gusta darse oportunidades con otros hombres para salir de la rutina. ¿Tú qué opinas?
Ah, pues cada cual decide qué quiere hacer con su cuerpo, de seguro lo que más le guste. Y ya ella reaccionando un poco le dijo… ¿Oye y por qué tú tienes tantas ganas de follarme?
Bueno, yo daría todo lo que tengo por estar contigo, siempre que nos encontramos termino pasando muchos días para sacarte de mi mente.
Y al instante, estiro el brazo y con la mano le acaricio el cabello y luego el cuello, ¿ella le dijo… es mejor que no me toques allí.
¿Porque, te excita?
Y mi esposa respondió… Si,
Entonces el repitió la acción y volvió a acariciarle el cabello y el cuello y luego se acercó y le dio un beso en la mejilla.
Ella le dijo… es mejor que no juguemos con fuego.
Pero él no estaba dispuesto a perder esta oportunidad de oro y se pegó más para darle un beso en los labios. Ella se quedó inmóvil, entonces él aprovecho para repetir con un beso más intenso, diría que erótico, y al mismo tiempo empezó a acariciarle los senos, una de las partes, junto con el cuello en que mi esposa es demasiado sensible y el camino seguro para llegar a su coño.
Lo que vino a continuación, jamás lo imagine. Mi esposa permitió que su familiar le aflojara los botones de la blusa para ir directamente a los senos, después de soltarle el sujetador. Parecía que se los iba a acabar, los besaba, los chupaba metiéndolos en su boca, por lo menos la mitad de ellos y mi esposa no reaccionaba, estaba entregada, y lo permitía todo.
Después de este banquete de senos que se dio, su mano se deslizo por debajo de la falda de mi esposa y comenzó a acariciarle el coño, ella en cambio de detenerlo, separo sus piernas dándole libertad para que él hiciera con ella lo que deseara.
Todo iba a gran velocidad, él se arrodillo frente a ella y metiendo sus manos por debajo de la falda le retiro el panty, le recogió la falda hasta la cintura y su boca fue directo al coño de mi esposa. El empezó la faena de sexo oral y mi esposa a gemir, y para disfrutar al límite, ella separó lo que más pudo sus piernas quedando él en total libertad para darle placer, hasta cuando alcanzo finalmente su orgasmo.
Él de inmediato se bajó el pantalón, salto una enorme verga, bastante larga y gruesa y la dirigió al coño de mi esposa. Ella no tuvo tiempo de rechazarlo y enseguida vino una fenomenal follada que pronto le permitió correrse dentro del coño de mi esposa. Finalmente, los dos quedaron inmóviles y minutos más tarde él se separó de ella y comenzó a fluir del coño de mi esposa el semen que él le acaba de dejar dentro.
Ella le dijo… ¿hasta que conseguiste lo que tanto habías deseado verdad?
El respondió…Si, hace mucho tiempo deseaba follar contigo y hoy me siento muy feliz de haberlo logrado, espero se repita porque fue maravilloso.
Ella le dijo… No sé cómo deje que esto pasara, pero no creas que se va a volver a repetir.
Y él le contesto… Todas las mujeres que han disfrutado de esta verga, a las que les he llegado hasta donde sus maridos no han podido, siempre desean repetir, ya verás.
En ese instante recordé lo que me había dicho Lily de mi esposa, que le gustaría follar con un negro con una verga bien grande, y en esta oportunidad la del familiar no había estado nada mal.
Después de ver esto me consoló que yo me había estado follándome a su hermana varias veces. Pero, además me resulto increíble, que ver a otro hombre fallándose a mi mujer me excitara demasiado y regrese al departamento con muchas ganas de coger a mi esposa, pero no se pudo.
Días después estando en mi oficina le escribí un mensaje a Lily, preguntándole cuando tenía un tiempo libre para que habláramos. Me respondió enseguida que en ese momento estaba libre.
Y después de los saludos afectuosos y de recordar aquellos momentos tan agradables que pasamos, pase a decirle… ¿Quieres que te cuente algo que de pronto no te va a sorprender?
Deseosa que le contara me dijo: Adelante te escucho.
¿Recuerdas lo que me comentaste que un familiar deseaba follarse a mi esposa?
Si, ¿no me digas que es verdad?
Mejor todavía, inquieto con tu comentario, lo invitamos a nuestro departamento y cuando estaba con nosotros simule llamada de un cliente que necesitaba un soporte urgente en su sistema operacional. Y desde que me subí a mi auto conecte mi celular a la cámara de video que tengo para la seguridad y me dedique a escuchar mientras iba en camino al parqueadero de un centro comercial para después observar.
Durante al menos la primera media hora el familiar estuvo todo el tiempo coqueteando y enviando mensajes a mi esposa, pero ella desviaba sus indirectas, pero más tarde se sentó a su lado y fue directo con contactos y frases sugerentes, incluso una que recuerdo muy bien… Oye, dicen que a las mujeres casadas a veces les gusta darse oportunidades con otros hombres para salir de la rutina. ¿Tú qué opinas?
Ella le respondió… que cada cual decide lo qué quiere hacer con su cuerpo, y ante tanta insinuación agrego… ¿y por qué tienes tantas ganas de follarme?
Él le respondió… daría todo por estar contigo y agrego que siempre que se encontraban pasaban muchos días antes de poderla sacar de su mente.
Y al instante, él estiro el brazo y con la mano le acaricio el cabello y luego el cuello, ¿ella le dijo… es mejor que no me toques allí.
¿Por qué?, ¿te excita?
Y mi esposa respondió… Si,
Entonces él repitió la acción y volvió a acariciarle el cabello y luego el cuello y a continuación se acercó y le dio un beso en la mejilla.
Ella le dijo… es mejor que no juguemos con fuego.
Pero él no estaba dispuesto a perder esta oportunidad y se acercó más para darle un beso en los labios. Ella se quedó inmóvil, entonces él aprovecho para repetir con un beso más intenso, y al mismo tiempo empezar a acariciarle los senos, una de las partes que más excitan a mi esposa, junto con el cuello siendo estos dos el camino más seguro para llegar a su coño.
A continuación, él le aflojo los botones de la blusa y fue directo a sus senos, para besarlos, chuparlos y mi esposa lo dejo actuar, parecía entregada permitiéndole todo.
Y ya imaginaras lo que siguió, con algo que me sorprendió y fue el tamaño de su verga. ¿Tus sabias esto?
Bueno si, alguna vez lo escuche y a algunas mujeres les excita tener dentro una verga de buen tamaño, como si fuera un trofeo.
¿Y tú que sentiste al ver todo esto?
La verdad, no esperaba que mi esposa fuera a acceder tan fácilmente y además que gozara tanto con semejante tamaño. Pensé que se quejaría, pero todo lo contrario lo disfruto y gimió como loca hasta alcanzar su orgasmo.
¿Y no te enojaste porque ella hubiera aceptado estar con el familiar?
Sinceramente no, porque ya había estado disfrutando contigo. Hasta aquí mi relato
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