Después del funeral
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Edollan.
Me sentía muy mal, estaba odiosamente exitada, no soporté más y llevé mis manos a las bragas, como estaba sentada en el borde de mi cama, las bajé de un tirón y me abrí de piernas todo lo que pude, recostándome en la cama, dirigí mis dedos de la mano izquierda al clítoris, mientras los dedos indice y medio de la mano derecha, me los introducia en la vagina, sentí un poco de alivio, pero comencé a mover violentamente mis manos, hasta que sentí esa corriente que me atravesó todo el cuerpo y me sacudí en un orgasmo colosal. Fue en ese momento que lo vi, parado en la puerta con sus 17 años y masturbándose con una erección enorme, solo atiné a decirle sentándome nuevamente en el borde de la cama
– ¿Que haces Richi? – Respondió
– Lo mismo que tu, pero a mi modo – No se detuvo, siguió moviendo su mano, mientras sus ojos estaban clavados en mi vulva, estuve a punto de cerrar la piernas, pero no me pareció justo, fuera que esa polla era una preciosidad, asi que le pedí
– Ven aquí, que mamá te va a aliviar –
Se me acercó con temor, pero se puso frente a mi y le tome su polla con cuidado, me la llevé a la boca y comencé a mamarlo, en pocos segundo dio un grito y sentí como su leche invadía mi garganta, tragué toda su leche agridulce y pensé que ya estaba satisfecho, parado entre mis piernas y acariciando mis cabellos, su polla aún en mi boca, la sentí bastante erguida, se la limpié hasta la última gota de semen, pero noté que no estaba satisfecho, porque me tomó de los hombros y se puso encima mio, le dije nuevamente
– Que haces Richi? – No me respondió de inmediato, me puso de espaldas en la cama y se montó sobre mi, me dio pánico y busqué safarme diciéndole – Espera, espera, solo me voy a subir bién en la cama, pero él ya me estaba penetrando, sentí como su glande duro y grueso invadía lentamente mi vagina, que ya estaba empapada, permitiendo la penetración lenta e inexorable de esa polla magnífica, me hacía sentirme mujer de nuevo, el placer era enorme y deseaba me partiera de una vez, me ocupara esa cavidad anhelante de sexo, lo sentí tan rico, tan mio, ambos nos subimos completamente a la cama, entonces comenzó como un experto a subir y bajar sobre mi cuerpo, mientras la transpiración y el deseo llenaba de placer nuestros cuerpos, su polla me taladraba completamente el coño
En pocos minutos estaba a punto de correrme nuevamente, entonces le avisé – No te corras dentro de mi, me puedes embarazar – Pero hizo caso omiso y comencé a perder el control sobre todo cuando me sentí vibrar entera, me sacudía de placer, su polla implacablemente me estaba taladrando, entrando y saliendo sin parar, hasta que un grito de placer me salió de la garganta, mientras el placer se apoderaba de todo mi cuerpo, quedé casi sin fuerza, cuando sentí como un nuevo chorro de leche bañaba esta vez mi vagina. Ambos nos quedamos quietos, no hablabamos, de pronto el me dijo
– Te amo Nina, te amo como loco – Lo abracé y le dije
– Richi, solo ayer enterramos a tu padre y sin embargo, ya estamos follando, creo que nos pasamos un poco – La verdad es que jamás había follado con Richi, pero había notado su interés por mi muchas veces, lo sentía masturbarse y me daba mucha pena, porque sabía que lo hacía pensando en mi. No me respondió, pero su boca se unió a la mia y nuestras lenguas comenzaron a buscarse, en una dansa de placer y entrega, sentí como nuevamente su polla se ponía dura en mi interior, pensé que era la compensación, por haber estado cinco años cuidando al padre de mi hijo, de la enfermedad que se lo llevó. Habían sido muchos años sin sexo, pero sientiendo la polla de mi semental, como comenzaba a moverse en mi vagina saturada de fluidos suyos y mios, entendí que tenía hombre para mucho tiempo, mientras comenzaba a mover mis caderas, en busca de darle todo el placer que merecía mi nuevo amante.
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