Desvirginando a mi prima de 13 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Marcos90.
Era una tarde de Junio. Yo ya estaba de vacaciones así que siempre me quedaba todo el día en la casa, y mi hermana trabaja y llego como a eso de las 3 de la tarde.
Escuché que llamaron a la puerta, salí a ver quién era y me encontré con que era mi prima Lucia, que acababa de llegar de la escuela y no tenía sus llaves y no había nadie en su casa, así que vino a ver si se podía quedar (ya que vivimos a no más de 2 calles).
Ella es algo alta para su edad 1.68 más o menos, caucásica, de cabello y y ojos claros, su cabello negro y largo como a media espalda y con una cara angelical, por su corta edad casi no tiene pechos, pero sus piernas y nalgas son una delicia (es bailarina desde los 5 años), debido a que venía de la escuela llevaba el típico uniforme; zapatos negros, calcetas blancas, falda y camisa de botones blanca también. Hasta ese día no me había percatado de lo sensual que se veía.
Pasamos a la casa, le ofrecí algo para tomar, pero no quiso nada, dejó su mochila por un lado y se sentó en un sillón de la sala a ver televisión. Yo fui a la cocina por un vaso de agua, ya que había mucho calor, en lo que bebía el agua la observaba, ella se dio cuenta que la estaba viendo y me soltó un sonrisa, con la carita de ángel que se carga se veía tan linda, pero yo no pensaba tanto en eso, sino en lo mucho que me gustaría deshacer esa sonrisa metiéndole mi verga en toda esa boquita suya. Mi mano tembló un poco y derramé agua sobre mí, me quité mi playera y ella me gritó "qué guapo, Marcos", le dije – gracias, Luci, tú no te quedas atrás, ella sólo se rió. Pasé a mi cuarto a ponerme otra playera, volví a salir a la sala y Luci me dijo – ¿Por qué te la pones? Me gusta verte sin playera, junto con una sonrisa muy tentadora, – ya que insistes, le contesté y me la quité – ándale, así me gusta verte, y soltó una sonrisa aún más tentadora junto con una pequeña mordida de labios.
Me acerqué a donde estaba ella y en tono de broma le dije – ¿No quieres que mi quite el short también? – Ella se rió de nuevo y dijo – sino es mucho pedir – Aprovechando la situación le dije que sólo si ella me lo quita, y sin pensarlo 2 veces se sentó en la punta del sillón y me pidió que me acercara, comenzó a desabrochar y bajar el cierre de mi short, luego, puso una mano en cada lado de mi cintura y me quitó lentamente el short. Debido a la situación yo tenía la verga totalmente tiesa, obviamente ella lo notaba, pero no decía nada. Después de un silencio incómodo, con tal de seguir con el rollo, le pregunté si podía besarla, ella no dijo nada, sólo asentó con la cabeza que sí, me le acerqué y la bese intensamente, un beso largo y muy caliente, por la excitación comencé a acariciar su pierna, entonces ella detuvo el beso, yo pensé que le disgustó que lo hiciera, pero la sorpresa que me lleve al ver que se levantaba y sin quitarse la falda se quitó el short que llevaba debajo, se sentó de nuevo y me dijo – ahora sí – Y continuamos besándonos y yo podría acariciar toda su pierna.
En tonó de reto le dije que no se atrevía a quitarme el bóxer, me pidió que me levantara, me paré justo en frente de ella, tomó mi bóxer y me lo quitó. Mi verga quedo justo enfrente de su cara, ella se quedó inmóvil, yo sin preocuparme por ella tomé mi verga y con ella misma acaricié su mejilla, ella sólo se chupó los labios. Le pedí que me la agarrara, lo hizo sin pensarlo y sin que yo le diga empezó a masturbarme. Se levantó y nos besamos mientras ella seguía masturbándome. La situación era de mucho morbo para mí; mi prima de tan sólo 13 años agarrándome la verga, yo totalmente desnudo y ella totalmente vestida.
Le pregunté si me la chupaba, ella de nuevo sólo asentó con la cabeza que sí, se sentó en el sillón nueva mente y puso su boca en frente mi verga, pero no empezaba a chupar, le pregunté que qué pasaba y me dijo que no sabía cómo hacerlo, le respondí que lo hiciera como si estuviera comiendo una paleta helada, pero sin morder. Abrió su pequeña boca y se metió todo lo que cabía de verga, de vez en vez se la sacaba y la lamía a lo largo, después de un rato de tanta excitación, quité sus manos de mi verga, tomé su cabeza con ambas manos y comencé prácticamente a follarme su boca, podía escuchar como se atragantaba, pero no hacía esfuerzo por detenerme. Me detuve, y saqué mi verga de su boca, ella comenzó a toser, se limpió la boca y me dijo – Ahora que sigue -.
Le desabroché su camisa y para mi suerte su sostén se quitaba por enfrente, así pude comerle sus pequeños pechos, ella sólo me jalaba el cabello por el placer que sentía. Le subí lo más que pude su falda le quité sus pequeñas bragas, y me llevé una sorpresa al ver que tenía depilado allá abajo, sin decir nada comencé a comerle su coñito, ella gemía con su hermosa voz de ángel. Le terminé por quitar toda su ropa menos sus calcetas, ya que me daba morbo verla sólo con eso, la recosté en el sillón y podía ver como a ella se le aceleraba la respiración, le pregunté si era su primera vez, (aunque era algo obvio que sí), de nuevo sólo asentó que sí con la cabeza. Tomé mi verga y comencé a meterle la puntita y desde ese instante ella comenzó gemir como loca, al ritmo que le metía más ella gemía más fuerte casi gritando. Sin preocuparme por ella empecé a ir más rápido en un corto tiempo, ella gritaba de placer, yo intentaba besarla para calmar sus gritos, pero me jalaba del cabello con mucha fuerza impidiéndome besarla.
Se podía ver como ella sentía su primer orgasmo, se estremecía demasiado, me detuve acaricie su cabello y la besaba para que se le pasará, la cargué y la lleve al cuarto. Una vez ahí la puse de "a perrito" en la orilla de la cama, prendiéndome quedar yo de pie, de nuevo le metí mi verga lentamente, podía ver como ella apretaba la sábana para no gritar, desde un principio comencé a cogerla rápidamente, por más que apretaba sus manos no pudo, y comenzó a gritar del placer, eso sólo me motivaba a mí a darle más duro. Tomé su cabello y le dí lo más fuerte que pude, sus gritos comenzaron a ser desenfrenados e igual temblaba, hasta que se desplomo sobre la cama, yo me recosté a un lado de ella y besé su cuello, ella me dijo que ya no más, que ya no podía seguir, yo le dije que no podía quedarme así, que tenía que terminar, ella sugirió que su boca terminará el trabajo. Se levantó como pudo y comenzó a chupármela hasta que sin darme cuenta eyaculé en su boca, ella se lo tragó sin problemas, acto seguido se acostó en la cama y se durmió, yo me recosté a un lado de ella, la abracé y así nos quedamos un buen rato.
Tristemente la historia no es real, las personas sí, y las ganas de follarme a mi primita igual son reales.
Si les pareció bueno y excitante; díganmelo para así compartirles otras fantasías que tengo y algunas experiencias que sí son reales.
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