Desvirgue a mi hermana pasada de copas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por HermanoMayor.
Eran las 22:00 hs y estábamos comiendo en la sala como todas las noches. Mi familia está compuesta por mi padre, mi madre, un hermano menor (en ese momento de 14 años) y mi hermosa hermana Julia. Es de estatura promedio, mide 1,60 m tiene un buen par de piernas con un culo bien parado producto del entrenamiento de hockey y, de familia, un hermoso par de pechos de buen tamaño y bien duros. Yo, ya en ese entonces, practicaba artes marciales y me tomaba muy enserio mi entrenamiento. Medía, al igual que ahora 1,75 m, con un muy buen estado físico y, también de familia, un verga que mide casi 21 cm.
Yo estaba esperando a unos amigos y amigas con los que iba a salir a bailar para festejar mi cumpleaños. Mi hermana, que le había pedido permiso a mi padres para acompañarnos se estaba cambiando. Cuando apareció, fue una visión increíble. Se había puesto una minifalda muy corta, que le dejaba ver la base de las nalgas y sus hermosas piernas completas. También tenía puesto un top bien ajustado que dejaba ver su escote y que hacía juego con la falda, ambos de color negro con lentejuelas. Preguntó a todos como se veía y por supuesto todos dijimos que estaba espectacular. Como a los 15 minutos llegaron mis amigos y salimos para un boliche que quedaba a unas 10 cuadras de mi casa. Todo iba bastante normal, estábamos divirtiéndonos entre amigos y amigas y tomando algunas copas. Mientras estaba con una amiga que se me estaba insinuando bastante, mi hermana llegó para bailar conmigo. Me fui de mala gana a bailar con ella, porque la estaba pasando bien con mi amiga pero como era mi hermana no podía decirle que no. La verdad es que siempre fuimos muy unidos y no hay cosa que no haga por ella. Mientras bailábamos note que estaba un poco borracha, trastabilló un par de veces y se reía por cualquier cosa. En un momento en el que pasaron música bastante cachonda, ella empezó a moverse y a fregarse contra mi cuerpo como si no fuera su hermano. Me frotaba la verga con su culo y me pasaba las tetas por mi pecho. A decir verdad esto me calentó mucho pero no podía hacer nada, primero porque estabamos en un lugar público y a demás porque era mi hermana y algo de culpa de dio en ese momento. Terminó la canción y fuimos a la barra por más tragos.
Ella seguía tomando y yo le pregunté si no creía que era suficiente, a lo que ella respondió que no fuera amargo y que la dejara divertirse. Pasadas unas horas, en las que la perdí de vista, la encontré en un rincón del boliche siendo acosada por un tipo que ni conocía. Ella estaba como perdida y el tipo trataba de manosearla. Me acerqué por detrás y lo agarré del cuello mientras con una pierna le pateaba la parte de atrás de las rodillas. Cayó al piso al instante y mientras lo tenía del cuello le dije que si volvía a tocar a mi hermana lo mataba. El pibe se asustó mucho y se fue rápidamente, pero como uno de los dueños del lugar vio lo que pasaba me echó porque creyó que estaba causando problemas. Agarré a mi hermana, pasando uno de sus brazos por encima de mis hombros y me fui del lugar. Les avisé a mis amigos por sms lo que había pasado y fui caminando las 10 cuadras con mi hermana a cuestas hasta mi casa.
Cuando llegúe, enojado por la situación y sabiendo que en parte era culpa de mi hermana por tomar tanto demás, la llevé a su habitación y comencé a quitarle la ropa. Al principio lo hice sin darme cuenta, movido por la calentura del momento, pero cuando la vi en ropa interior algo dentro mio cambió y desde ahí hice todo concientemente. La levanté del piso y la puse sobre su cama. Le quité el top que tenía puesto y para mi sorpresa no tenía nada más abajo. Cuando quedaron sus hermosos pechos al descubierto mi verga reaccionó inmediatamente y se puso dura de golpe. Enseguida le quite la tanga que traía y pude ver su hermosa conchita, que para mi sorpresa estaba depilada, y comencé a mamarla como un loco. Le pasaba la lengua desde el ano hasta el clítoris y la chupaba completamente. Me detuve en su clítoris por un rato, como jugando, y enseguida fui subiendo por su abdomen hasta sus tetas.
Le chupaba y mordía los pezones como un poseso y mi hermana solamente gemía un poco en su borrachera, sin imaginarse siquiera que yo estaba violando su intimidad. Mi excitación iba en aumento, y mientras me sacaba la ropa iba alternando mi atención entre sus tetas y su concha. Cuando estuve desnudo, le lubriqué bien la conchita con mi saliva, le abrí suavemente las piernas y me puse encima de ella. Le fui acercando la verga a la entrada de su vagina y primero fui frotando la cabeza con sus labios. Cuando tuve la cabeza de mi verga bien lubricada por los jugos de ella y mi saliva la fui metiendo poco a poco en su conchita. Me costaba meterla, y a penas entró la cabeza me encontré conque algo me impedía seguir. Intenté meterla suavemente, pero al ver que no cedía me acomodé mejor encima de mi hermana y descargué mi peso sobre ella. La "pared" se rompió y enseguida sentí mi verga muy caliente y apretada. La saqué y pude ver un poco de sangre. Al principio me asusté pero el daño ya estaba echo y mi excitación era enorme, así que volví a meter mi verga dentro de mi hermana suavemente y comencé con el mete saque. Fui lento y parejo durante un rato y poco a poco la conchita apretada de mi hermana fue cediendo ante mi verga y se fue amoldando a ella.
Para cuando empecé a subir la velocidad con la que la cogía mi verga entraba casi completa dentro de ella. Pasados unos minutos más sentí que iba a acabar y me preparé para acabar a fuera de mi hermana. Pero de golpe ella cerró las piernas al rededor mio y no me podía zafar. Así que cuando ya no pude más le metí mi verga hasta el fondo. sentí como llegaba hasta su útero y fui descargando todo mi semen dentro de esa concha bien apretada de virgen que tenía mi hermana. Cuando mi verga dejó de palpitar dentro de ella la saqué y pude ver como chorreaba parte de mi semen, mezclado con un poco de sangre del himen de ella, desde su vagina hasta su culo. Le puse nuevamente la tanga y la tapé para dejarla dormir. Al otro día tendría que dar algunas explicaciones, pero eso es otra historia…
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