Diabólica tentación
Todo comienza cuando un hombre religioso pierde a su esposa dejándolo con dos sus dos hijos de 2 y 4 años. .
Hola, mi nombre es Santiago, soy de Argentina, más bien de la provincia de córdoba. Este es un relato corto por que no me gusta ser taaaaan detallista en todo, me gusta ir al grano.
La pandemia del 2020 se llevó a mi mujer de 25 años dejándome solo a los 37 años con mis dos hijos, Thiago de 2 años y Sofia de 4 años.
Thiago nació con síndrome de down pero muy leve. Sofia está sana gracias a dios.
La pandemia se ha llevado muchas vidas de conocidos míos incluyendo a mi esposa. Me mantuve encerrado con mis hijos pero gracias a mi trabajo pude estar bien económicamente.
Cuando mi mujer partió dejo un gran vacío en mi vida que ni siquiera la iglesia podía llenar, aparte de que estaba cerrada. Mi esposa y yo éramos muy sexuales, manteníamos sexo varias veces al día pero al faltarme su compañía no tenía otra cosa que mi celular, Internet y mi mano o juguetes sexuales masculinos.
Una noche estaba viendo páginas topandome con esta en donde lei varios relatos sobre padres con hijos y sobrinos. No sabia el por que pero mi verga se pudo hiper tiesa, comencé a tocarme por morbo mientras leía pero… al sentir un movimiento en la cama recordé que mi hijo de estaba acostado a mi lado.
Mi pene estaba bien duro y con los huevos bien cargados. No se por qué en esos momentos ni lo pensé y llevé mi glande a su boquita babosa y caliente metiendolo y sacandolo.
Cada vez que salia estaba más mojadito, la boca de mi bebé me estaba volviendo loco pero algo me puso los pelos de punta. Mi niño comenzó a dar secciones con su boquita.
─ oh~ Thiaguito… mmm ─. Largué unos gemidos suaves y roncas gemidos sintiendo como mi leche estaba por salir de mis testículos hinchados de tanta necesidad de coger. Segundos bastaron para que comience mi descarga. Lo que más me sorprendió es cómo lo tragaba desesperado, cómo si fuera un biberón o el seno materno.
– tranquilo, traga despacio -. Susurré acariciando su cabeza como un gesto cariñoso hasta que sentí como dejaba de chupar, se estaba durmiendo con mi pija en la boca y eso fue demaciado exitante.
Le saque la verga de la boquita y me acosté bien a su lado cómo al principio. Observe como su boquita aún tenía baba y restos de semen por lo que lejos de impresionarme me había gustado. Estaba preocupado por eso. Era la primera vez que hacía algo tan semejante con un niño y lo peor de todo es que es mi propio hijo prácticamente un bebé.
Más adelante relataré mucho más y las cosas que hice con mi niña.
Sigue contando esto por favor
Morboso relato como me gustan. Seguí contando más da para mucho esta saga