Diario de confinamiento (12)
La despedida.
Martes 5 de mayo- La despedida
Me levanté con la felicidad de saber que con mi hermana la relación estaba absolutamente consolidada. Por otra parte, sabía que era mi último día completo conviviendo con ella, pero preferí vivirlo con alegría y festejo que con tristeza. De modo que de entrada bajé a la panadería a comprar medialunas para desayunar y se las llevé en una bandeja con café con leche a Sonia. Ella al verme me dice ¡Gracias! Hoy es mi último día completo acá y quiero que me recuerdes de la mejor manera posible.
– Por más que no hagas nada más, te voy a recordar de la mejor manera, cada vez que me ponga este camisolín, o me siente en el sillón o hable con mi marido por teléfono, jeje
– Bueno, mejor
– Vení, dame un beso
– Mmmm, la besé pese al sabor amargo que debía tener al recién despertarse. No me importó.
– Mmmm, a ella tampoco
Desayunábamos tranquilos y en silencio y hablábamos en voz baja mientras su hija dormía a su lado. Si bien solo estábamos desayunando, era la primera vez que compartía su cama matrimonial. Jazmín se despertó, dejamos de lado la bandeja y la acostamos con nosotros. En seguida se prendió a la teta, ganas no me faltaban de hacer lo mismo, pero respeté el desayuno de mi sobrina.
Me fui a trabajar con mucha concentración hasta el mediodía. Estaba en mis planes tener el día de trabajo resuelto a las 15 hs y poder disfrutar de mi última tarde y noche juntos y solos. La verdad es que se me complicó un poco y recién a las 16.30 estaba realmente desocupado.
Sonia, no sé si como regalo de despedida o qué, pero llevaba puesto el camisolín de la noche anterior, aunque esta vez sí, con una diminuta cola less debajo. La veía pasar y me volvía loco, aunque a esta altura de los acontecimientos la confianza que teníamos era total y me solté a decirle algunas cosas preparando la noche:
– Que buen culo que tenes, Sonia
– ¿Te gusta? Decía ella y levantaba su vestido mostrándomelo descaradamente
– Como te lo voy a comer esta noche…
– Mmmm que chancho! Hacerle eso a tu pobre hermanita
Me fui detrás de ella, sin tocarla, pero lo suficientemente cerca para que escuchara mis palabras en un susurro en sus oídos.
– Te pienso chupar el culo toda la noche
– Mmmm, ya me estoy mojando de imaginarlo
– Bueno, y ya que estamos también te voy a meter unos deditos
– ¡Uy, con cuidado que está sin estrenar, eh!
– Mmmm, más me calienta saber eso
Me paré de costado a ella y mirándola le acaricié la cola por debajo del vestidito y un dedo travieso traspasó el hilo que se perdía en su cola y se posó en su agujerito
– ¿Cómo está ese culito?
– Dice que con ganas de tenerte adentro
– Mmmm, la besé con pasión mientras con mi dedo hacía presión en su esfínter anal
– Mmmm, que ganas que tengo de estar con vos esta noche
– Y yo, mirá, tocá si no me crees, y le llevé la mano a mi paquete
Nos soltamos y Sonia se dedicó mucho a Jazmín durante la tarde, se ocupó de entretenerla para que no se durmiera y asegurarse que por la noche no se iba a despertar, Mi hermana estaba siempre un paso adelantada.
Ya llegada la noche comimos liviano y Sonia habló un rato con su marido confirmando lo que todos ya sabíamos: al otro día estaría en el departamento, en su vivienda y yo me marcharía como había llegado. Después acostó a Jazmín y ésta, cómplice de su madre y su tío, se durmió rápidamente.
Sonia vino caminando con su camisolín, pero esta vez, me pareció ver que sus tetas no se movían de manera natural y divisé dos tiras negras por debajo de los breteles. Evidentemente mi hermana se había puesto ropa interior debajo. Claramente no me iba a sorprender con su desnudez debajo de la prenda. Cuando estaba parándome me detuvo y apagando las luces del living y encendiendo la lámpara de pie me miró diciéndome:
– Sentate ahí, no te muevas
Mi hermana agarró su teléfono y puso una lista de reproducción que después supe que había armado pensando en esto. Empezó a sonar Marvin Gaye – Let`s get in on
Se paró delante de mí y empezó a moverse sensualmente. Yo no daba crédito a lo que veía. No había reparado en que tenía puestos unas sandalias negras con tacos plateados. Se agarraba de una silla y se paraba y se sentaba en cuclillas. Movía la cabeza despeinándose y se ponía de espaldas a mí y levantaba su vestido mostrándome la redondez perfecta de su culo con su tanga negra transparente perdiéndose dentro de su raya.
No pude registrar en que momento empezó a sonar Artic Monkeys – Do i wanna know y ella empezó a sacarse el vestido quedando en su conjunto de ropa interior totalmente transparente. Era algo de ensueño, ver la transparencia de sus pezones y lo duros que estaban, casi a punto de romper la tela. Ella seguía moviéndose y no se detenía. En un momento ubicó la silla frente al sillón y me tomó de la mano y me hizo sentar en ella. Giró a mi alrededor acariciándome el cuello y mirándome con seriedad y absoluta sensualidad.
Ahora la música se iba desvaneciendo y empezaba a sonar The weeknd – Earned It y mi hermana se paró en el sillón como si se tratase de un escenario y se movía como una serpiente. Llevó las manos hacia atrás y desprendió su sujetador. Volvió las manos para adelante y su corpiño quedó desabrochado, pero agarrado de sus redondas tetas. Yo necesitaba que se lo quitase, pero me gustaba este juego de seducción que me estaba imponiendo mi hermana. Me miró seriamente y se lo fue sacando muy lento, tan lento que me lastimaba, pero a la vez lo disfrutaba.
Las canciones se iban sucediendo y ahora sonaba B Miles – Salt con una voz aguda y sensual que invitaba a que Sonia deje todo como lo estaba haciendo y siguió con su striptease. Juro que nunca había visto nada igual. Todas las veces anteriores que había pasado por una situación así quería que terminara para ir al sexo, pero esta vez era diferente. No quería que termine nunca. Si algo faltaba era que suene Amy Winehouse – Back to black, que me encanta y me parece súper sensual. Eligió esta canción para quitarse la última prenda que le quedaba y moverse desnuda a mi alrededor. Esto es espectacular, pensaba yo. No podría ser mejor, me decía a mí mismo cuando se iba desvaneciendo la voz de Amy. Eso pensaba, y me equivocaba
Empezaron a sonar unos acordes de piano que me hicieron estremecer porque los reconocí de inmediato You`ve on my mind, comenzaba Adele con One and Only, y sin mediar palabras, mi hermana empezó a caminar en cuatro patas encima del sillón. Yo me volvía loco en la silla sin poder moverme. Sonia metió la mano debajo de un almohadón y sacó un dildo de 20 centímetros y empezó a pasarlo por sus tetas. Luego lo llevó a su boca chupándolo y lamiéndolo. Adele estaba diciendo “I dare you to let me be your, your one and only” (atrévete a dejarme ser tuya, y sólo la única) y abriéndose de piernas totalmente empezó a meterse el dildo y a mirarme ardiendo de calentura. Pude ver sus ojos brillando y el rubor de su cara previa al orgasmo. Su cuerpo empezó a temblar mirándome seria. El orgasmo fue muy intenso. Ver su cuerpo vibrando bajo la tenue luz era maravilloso. En su mirada ahora había algo que me costó detectar. El brillo de sus ojos, ya no era de lujuria. Me estremecí cuando vi que una lágrima corría por su mejilla.
Me levanté y la abracé. La apretaba contra mi cuerpo como si se me fuera la vida en ello. No nos queríamos soltar. Su mejilla mojaba mi cara.
– Te amo, me dijo
– Yo también, le dije
– Te quería regalar esto de despedida, pero se me fue de las manos con la letra de la canción
– Es normal que nos pase lo que nos pasó
– Bueno, dijo ella secándose las lágrimas, no hagamos triste el festejo
– Me parece bien.
Mi pija pasó a estar muerta en el instante, pero cuando mi hermana volvió a besarme y a meterme la lengua en la boca revivió de manera sorprendente. Me levanté con ella abrazándome con las piernas y sosteniéndola en el aire comencé a besarla agarrándola del culo. La tiré en el sillón y comencé mi ritual de besos. Primero la parte delantera, la chupé por todo su cuerpo, su cuello, sus tetas deteniéndome en sus pezones, para jugar mucho con ellos, bajé por la senda de su abdomen, siempre lamiendo para llegar a su vagina en donde me quedé hasta que, cuando casi se me dormía la mandíbula, me dijo no pares que acabo de vuelta. Me concentré en esa zona sin cambiar ningún movimiento y ella estalló en mi boca. Volví a subir para besarla en la boca. Ella se excitaba aún más sintiendo sus propios sabores.
La di vuelta y me acosté sobre ella acomodando mi pija en el dentro de su culo para poder estar más cómodo. Le besé en el cuello corriendo su pelo para un costado. Se giró y volvió a besarme. Empecé a bajar por su espalda y sin dejar de chuparla, y hasta a veces darle pequeños mordiscos, llegué a su cola. La suavidad era total. La chupé por todos lados y en cada pasada por su ano dejaba saliva abundante. Me volví a acostar sobre ella con mis manos a sus costados. Esta vez, mi pija estaba en su canal totalmente empapado por mi saliva. Empecé a subir y bajar. Ella acompañaba mis movimientos subiendo su culo. En un momento mi pija sola entró en su concha y ambos nos estremecimos. Con costos movimientos empecé a cogérmela y pasé una mano por delante para estimular su clítoris. Ahora yo estaba con las piernas abiertas y encima de ella que estaba con las piernas cerradas y su culo levantado, cogiendo por la concha. Hice un movimiento y mi pija salió de su concha quedando la punta en su mojado y dilatado ano. La apoyé con firmeza y suavemente empujé. Su culo se abrió y mi cabeza entró despacio. Mmmm se quejó, pero no dijo nada. Me quedé quieto mientras su ano se apretaba contra mi glande. Miré hacia abajo y vi mi pija dentro de su cola y me pene se hinchó de excitación. No, dijo ella, no hagas eso, me duele. Lo siento, le dije fue sin querer. No importa, seguí, susurró.
Fue entonces cuando armado de excitación empecé a descender lentamente con mi barra caliente en la cola de mi hermana. No sé si le dolió o no. Solo puedo decir que se quedó quieta cuando la tuvo en su interior y sintió que mis huevos chocaron contra su perineo. Empezamos a movernos y yo retomé el trabajo de mi mano sobre su clítoris. Ella se movía cada vez mejor. Su conducto tenía la forma de mi verga y se apretaba de una manera que me llevaba al borde del orgasmo. Estoy por acabar, le dije
– Dale, acabemos juntos, me dijo
– Aghhh
– Llename el culo de leche, me ordenó con un tono tan neutro que me hizo acabar en ese mismo instante
– Aghhhh si si, me encanta cogerte por el culo
– Y a mí, dale dale dale, aghhhhhh Aghhh acaboooooo
Mi hermana acabó. Yo me desplomé sobre ella. De a poco y mientras la besaba con dificultad por la posición mi pene empezó a perder firmeza y se salió de su culo. Se giró y nos besamos. Nos abrazamos y nos volvimos a besar.
Ella se paró y me dijo, vamos a bañarnos. Ahora? Le dije. Sí, quiero hacer todo lo que tengo ganas. Entendí que quería sacarse las ganas porque sabía que era nuestro último día de convivencia. Fuimos juntos y desnudos al baño y nos metimos bajo a ducha. Volvimos a besarnos.
En la ducha, nos enjabonamos y ella me la chupó para que recobrara fuerzas y así lo hizo. Cuando salimos la sequé y le chupé la concha sentada en el vanitory y después terminamos cogiendo de parados en el baño. Volvimos a besarnos
Fuimos a su cama e hicimos el amor, ya no cogimos. Silenciosamente nos amamos y acabamos al mismo tiempo. Volvimos a besarnos.
– Te amo, le dije
– Te amo, me dijo
Nos dormimos abrazados
Miércoles 6 de mayo
Desayunamos juntos y nos besamos muchas veces. Ambos sabíamos que eran nuestras últimas horas juntos. Me puse a trabajar y entre tanto armé mi bolso y lo dejé preparado. Faltaba media hora para irnos a buscar a mi cuñado. Jazmín estaba despierta. Sonia le puso la tele y la sentó de frente mirando la TV.
– Vení, me dijo mi hermana
– Mmmm, nos besamos y entramos en su cuarto quitándonos la ropa.
– Cogeme por última vez, me ordenó
– No quiero que sea la última, le dije
– No hablemos de eso ahora, cogeme
La tiré en la cama y cogimos intensamente. Sin darnos cuenta pasaron 25 minutos y yo no había acabado todavía.
– Nos tenemos que ir, dijo Sonia mirando el reloj
– Quiero acabar
– Queres que te haga acabar? Me dijo al oído montada sobre mí
– Si
– Cogeme y lléname de leche la concha.
– Aghhh
– Llename toda que voy así a buscar a mi marido, con tu leche en mi interior
– Aghh Aghhh Aghhh acabooooo, le dije yéndome en un intenso orgasmo
Volvemos al departamento y dejo a mi cuñado. Agarro mi bolso y me voy de regreso a mi soledad. Voy manejando y mientras sonrío recordando los momentos con mi hermana, lágrimas brotan de mis ojos empeñándome la vista. En un semáforo me las seco con el barbijo. Bendita cuarentena, pienso
F I N
Epílogo
La cuarentena terminó y dejó cosas muy malas y algunas pocas muy buenas, como la posibilidad de hacer home office una vez por semana. Me puedo organizar de manera correcta para que la semana sea de 4 días y medio.
Todos miércoles termino al mediodía y me preparo un buen almuerzo, pastas caseras a veces, risotto otras y muchas veces pido sushi.
Hoy particularmente es miércoles y pedí sushi, 36 piezas y un champagne frío tengo en la heladera.
Sonia deja a Jazmín en una guardería y aprovecha el día para retomar sus trabajos por cuenta propia, está muy ocupada y cada día tiene más trabajo, pero hay algo que no resigna nunca y son las tardes de los miércoles, donde para todo el mundo se concentra y apaga su teléfono para que nadie la moleste, yo por lo pronto hago lo mismo.
Ahora estamos desnudos en mi cama. La redondez de la panza de Sonia la hace más hermosa aún. Pasó mucho tiempo de aquel aislamiento que nos marcó a ambos. Yo ya tuve un hijo con Fiorella y ahora ese hijo espera un hermanito, aunque nunca lo sabrá. La que si sabrá que va a tener un hermanito es Jazmín. ¿O será un primito? ¿O las dos cosas?
Gracias a todos por todas las muestras de afecto recibidas a lo largo de esta saga
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Telegram reybaco2005
Excelente historia es excitante tiene morbo y tambien erotismo y amor.
Pah no puedo explicarte cuánto me calentó esta serie de relatos, te tomaste todo el tiempo para ir elaborando cada momento que se iba hilvanando y sumando a lo anterior, la verdad es que ha estado genial, no se me ocurre otra cosa que decir. Lejos lo mejor que he leído en este rubro de relatos, muchas gracias.