Diario de confinamiento (7)
Cuatro días de encierro. Nos entregaremos al placer?.
Viernes 10 de abril
A esta altura, la mayoría de las personas odiaba el aislamiento, salvo yo. Todo lo que estaba viviendo con mi hermana en estos días, y especialmente estos últimos, me tenían por demás contento.
Se venía el fin de semana y estaba pensando en salir un rato a caminar, pese a la prohibición. Mi aventura a correr por la terraza la deseché porque la única vez que lo intenté me crucé con una señora que me miró con cara de malos amigos.
Sonia venía a desayunar, como todos los días, despeinada y hermosa. Bostezando se sentó en la mesa. Desayunamos tranquilamente. Ella sonriente. Yo también
– Pensé que ibas a venir sin remera, le dije
– Nooo, y no es que no me anime, eh
– Tanto que te hiciste la canchera ayer, la pinché una vez mas
– Ya lo voy a hacer, me dijo
– No te animás, le decía yo
– Andá a traer el café, me decía ella y yo iba
– ¡Apa!, dije sorprendido Cuando estoy dándome vuelta veo a Sonia en tetas sentada como si nada, Esos globos perfectos, esas areolas y esos pezones duros me volvían loco
– Voy a desayunar así, pero el desafío es que me mires siempre a los ojos, jugaba mi hermana
– No tengo problema, dije y enseguida mis ojos se fueron a sus perfectas tetas
– Veo que no podes, dijo ella
– No, no puedo, confesé
– Entonces vas a tener que cumplir con algo que yo te pida, me dijo
– Claro, lo que quieras, dije con una sonrisa
Terminamos de desayunar. Mis ojos estaban pendientes todo el tiempo de las tetas de mi hermana. Me fui a trabajar y al mediodía Sonia me llamó para almorzar. Cuando fui a la cocina, previo paso por la cunita de Jazmín para saludarla, me doy cuenta que Sonia seguía en tetas.
– Estuviste así todo el día? Le pregunté
– No, me la saqué recién para joderte, me confesó
– Entonces jodeme todo lo que quieras, le dije
– Hice medialunas con jamón y queso, ¿te gustan?
– Si Sonia, me encantan, voy a buscar Coca, dije y me levanté hacia la heladera
– Agarrá unos vasos de arriba, dice Sonia mientras está sacando las medialunas en la mesada
– Acá están, ¿no? Fui a agarrar los vasos y apoyé suavemente a mi hermana, haciéndole sentir mi pija morcillona
– Epa, cuidado con eso, dijo en alusión a mi paquete
– Se notó mucho? Le dije
– Sí, no es para menos. Me dijo
– Es que, si vos vas a andar en tetas, te vas a tener que aguantar que se me pare, le dije
– Es un elogio para mí que se te pare, me contestó risueña
– Entonces no sabes el elogio que tengo en este momento le dije sentándome y acomodándome el paquete
– Ya lo vi el otro día, muy lindo elogio tenes, me dijo sorprendiéndome
Estuve el resto del día concentrado en el trabajo. Aunque de vez en cuando se me venía a la cabeza a mi hermana elogiando mi pija. Me gustaba mucho la situación ya no había represión en ella, y tampoco en mí. Yo, por mi parte, iba a seguir apostando fuerte, y que el límite lo ponga ella.
Por la noche, mientras cenábamos Sonia me dice si la puedo ayudar con la extracción después de que acostemos a Jazmín. Obvio, no hay problema, le respondí. Gracias, sos muy bueno, me dice ella con sorna. Solo extracción o también masajes, le pregunté. Si vos no tenes problema, masajes también. Noooo, no tengo problema dije yo entre risas
Jazmín demoró más de lo habitual en dormirse, ya eran las 12 de la noche y nada. En un momento con la nena en brazos, sale Sonia de su cuarto y me dice, me parece que no se va a dormir tan fácil, andá a dormir. Bueno, Ok, le digo yo decepcionado
Sábado 11 de abril
Me levanté temprano, me puse un short, una musculosa, unas zapatillas deportivas y salí disparado hacia la terraza por las escaleras. Me puse a pensar en donde estarían los cuartos del último piso par ano saltar encima de ellos y levantar sospechas de un loco en la terraza, que encima no era ni vecino ni propietario. Así que estuve más de 45 minutos haciendo ejercicios y traspirando.
Volví al departamento y Oh sorpresa, estaba Sonia en una bombacha colaless y en tetas preparando el desayuno
– Hola, ¡que linda manera de recibirme! Le dije
– Que haces? ¿Estás loco? Me dice ella
– Que pasa? Yo no entiendo que le molesta de que le diga esto
– Como vas a salir a correr? No sabes que no se puede? Y encima así vestido! Me dice Sonia
– Ah, era eso, dije respirando por que no se había enojado
– Si, que va a ser! Que hiciste? No te paró un policía? No lo hagas mas
– No, nena, no. Fui a la terraza y corrí por ahí
– Ah, me dijo ella
– Sonia, te puedo decir algo?
– Estas tremenda así, le digo recorriendo su cuerpo por completo
– Así, ¿Cómo? Me dice haciéndose la boluda
– Así, solo con esa bombacha tan chiquita y sin nada arriba, digo mientras se me empieza a parar la pija de una manera tremenda
– Ah, sí, me dijo, me pareció mejor quedarme así por el calor
– Y el calor que generas en mí, que hacemos con eso? Le dije cargándola
– Ah, no sé, me dice ella riendo divertida
– Preparás el desayuno, mientras me voy a bañar, le digo mientras me saco la remera
– Claro, si, dice ella y ahora me recorre todo el cuerpo con la mirada
– Bueno, me voy sacando la ropa, digo notando su mirada, el short no tiene suspensores por lo que opto por quitarme zapatillas y medias primero y quedo sólo con la última prenda con una erección total y evidente debajo
– Y? te vas a bañar con el short puesto? Me dice ella divertida y desafiante
– No, y tomo los costados del short y comienzo a bajármelos, se traba con mi pija y esta salta como accionada por un resorte
– ¡Epa! ¡Cómo está eso!, me dice
– Te gusta? Le pregunto
– Sabes que sí, me contesta lacónica
– A mí también me gusta lo que veo, mientras me la sacudo un poco para que se levante más, si es que se puede
– Andá a bañarte mejor, me corta Sonia
– Ok, digo sorprendido por el corte
– Si Jaz no se despierta, después de desayunar me ayudas a sacarme la leche
– Si, si, dije y pensé “vos me podrías ayudar a mi extraerla también”
– Bueno, bañate rápido por las dudas
Salí del baño, solo con un bóxer puesto y la pija bastante morcillona
– Ah, parece que no soy la única que entró en confianza para andar en ropa interior, me dice Sonia
– Y bueno, hace calor, dije
Desayunamos bastante rápido. Creo que los dos estábamos ansiosos por los masajes. Aunque no hicimos comentarios durante el desayuno, había tensión sexual en el ambiente.
– Estás listo? Me dijo ella
– Siempre, le sonreí
– Bueno vamos, me dijo
Nos fuimos al living, yo sentado en bóxer en una silla del comedor y ella de pie con esa bombacha diminuta ofreciéndome sus tetas para que yo las masajee.
– Empecemos, dije tomando crema en una mano
– Dale, que no quiero que se despierte Jazmín justo ahora, decía Sonia
– Si si, dije con la alegría de saber que ella estaba tan entusiasmada como yo en este acto
– Mmmm, lo haces muy bien
– Es que son perfectas Sonia, le dije
– ¿Tanto te gustan?
– Me encantan, le dije
– ¿Qué es lo que tanto te gusta?
– Todo, el tamaño, el peso, esto se lo dije levantándosela
– Es que están muy cargadas todavía, me decía
– También el tamaño, la forma y el color de tu pezón, le dije envalentonado
– ¿Siii? Decía ella en un susurro
– Son hermosos, mientras pasaba a la otra teta acariciándola por los costados
– Me doy cuenta que te gusta, me decía mirando mi paquete
– Ah, ¿lo decís por mi pija?, le dije desafiante
– Siiii, decía ella
– Es que sos tan perfecta, le decía mientras ya le masajeaba los dos pechos a la vez y le pasaba la mano por los pezones
– ¿Te gustan mucho mis tetas? me decía Sonia ya a esta altura muy caliente
– Me encantan tus tetas, tus pezones
– ¿Que más te gustaría hacerles? Ella iba justo por donde yo quería
– Chuparlas así, y le pasé la lengua por el pezón mirándola a los ojos
– Y a mí me encanta que me las chupes, ¿sabías?
– Y a mí me encanta chupártelas, le dije y se las agarre con las dos manos juntándoselas y chupando fuertemente los pezones, uno y otro
– Aghhh, Sonia se metió la mano dentro de su diminuta bombacha y empezó a masturbarse lentamente
– Me encanta que te toques, le dije soltando por un segundo su pezón
– Aghhh, voy a acabar ya, no dejes de chuparme, me dijo
– No, nunca, dije mientras hacía movimientos para bajarme el bóxer y empezar a masturbarme
– Aghhhh, acaboooo, y me agarraba la cabeza hundiéndola mas en sus tetas
– Aghhhh, yo no doy más, dije
– Aghhhh ahhhhhh, aghhhhh, que manera de acabar dijo y agregó: Parate, vení me dijo, acabame en las tetas como el otro día, me dijo
– Si, dije yo y le puse la verga entre las tetas como para hacerme una paja con ellas
– No, pará, me dijo
– Que? Dije yo, preocupado. No me podía dejar así
– Sentate en el sofá, en el borde, me ordenó
– ¿Así?, le pregunté
– Si, ella de rodillas me abrió las piernas y se acomodó entre ellas, rodeó mi pija con sus tetas y comenzó un sube y baja que no duró ni 30 segundos
– Ahhhh Sonia estoy al borde de la explosión, le dije
– Dale, acabá, no te preocupes y me tomó la pija con una mano y la empezó a masturbar y con la otra me acariciaba suavemente los huevos
– Aghhhh, aghhhhh, empecé a disparar chorros que salían para todos lados. Caían por todas partes, el primero en mi pecho, el segundo en mi cara, el tercero en el sillón y así tres o cuatro mas
– Aghhhh, aghhhh, Que lindo dijo ella y pude ver que se estaba masturbando y acabando nuevamente.
Se desplomó y apoyó su cabeza en mi pierna a dos centímetros de mi pija aun erecta y mis huevos.
– Andá a ducharte de vuelta, dijo mi hermana mientras se paraba
– Si si, dije yo parándome y quedando frente a ella y mirándonos los dos
– Terrible, dijo y me miró con una cara de lujuria tremenda
– Sos hermosa, le dije y sin pensarlo la tomé de la cara y la besé
– Mmmmm, ella abrió la boca y se entregó al beso
– Mmmmmn mi pija semi erecta chocó con su abdomen
– Mmmmm, andá a bañarte, me dijo cuando sintió mi pija y se separó para ponerle un límite cada vez más permeable a todo esto
Al mediodía almorzamos juntos y evitamos el tema. Por la tarde compartimos películas y la ayudé con la extracción de la leche ya que por la mañana todo había quedado en masajes. Por la noche seguíamos notando esa incomodidad, pero estábamos más distendidos. Le conté que había reservado la parrilla para el día siguiente al mediodía. Buenísimo, dijo ella
Domingo 12 de abril
Domingo, día de asado en Argentina. Si el tiempo está bueno nada mejor que un asado con ensalada y un buen vino. Y eso fue lo que hicimos con Sonia. Comimos opíparamente, no nos privamos de nada y el vino lo tomamos como si nada. Si a esto le agregamos los dos porrones de cerveza que nos tomamos mientras lo preparábamos, no hace falta aclarar que estábamos por demás entonados. ¿Y que sucede cuando dos hermanos tan calientes se entonan con un poro de alcohol? El sexo empieza a aflorar por todos lados
Bajamos las cosas de la terraza cuando terminamos de comer y me quedé lavando los platos mientras mi hermana trataba de darle el pecho y la mamadera a Jazmín para dormirla.
Me recosté en el sillón a mirar la tele y me quedé dormido. Habrán pasado 20 minutos cuando me levanté y vi que Sonia no estaba por la cocina, no por el comedor. Sin hacer ruido fui a la habitación de mi hermana. Abrí la puerta con mucho sigilo. Estaba bastante oscuro, pero entraba algo de sol por la ventana casi totalmente baja. Me dediqué a mirarla. Ella estaba de costado y sólo con la bombacha puesta. Me senté despacio en la cama para no despertarla y de esa manera, poder contemplarla un rato más. Era perfecta: sus pezones eran hermosos, el tamaño de sus pechos, también. Conforme fue pasando el tiempo me acosté a su lado sin dejar de mirarla nunca mientras dormía
– ¿Qué haces acá? Dice ella sacándome de mi estado, evidentemente me había vuelto a dormir
– Nada, vine a verte y estabas dormida y me acosté, le dije
– Ah, y porqué en mi cama? Me dijo
– Porque me entretuve mirándote mientras dormías y terminé durmiéndome yo también
– Sos hermoso, me dice mi hermana y me besa en la frente
– Vos también, le dije
– Vamos a levantarnos, me dijo y se levantó sin más yendo para la cocina
– Ok, dije y fui tras ella
Ya sentados en la cocina y mientras los dos nos despabilábamos Sonia me pregunta:
– ¿No volviste a hablar con Paula?
– La verdad que no, le dije
– Qué bueno que estuvo eso, dijo Sonia sorprendiéndome
– Si, la verdad que sí, le dije
– ¿Te puedo confesar algo? Me dijo Sonia
– Sí, claro, me podés decir lo que quieras tranquila, le dije.
– El otro día, cuando estábamos haciendo la cam con Paula…dijo y se frenó
– ¿Que? Le dije ansioso
– Bueno, creo que, si estaba, no se… me da cosa decírtelo, me dijo
– Dale nena, creo que a esta altura tenemos confianza, no? La contuve
– Bueno, creo que si en ese momento estaba Paula con nosotros me hubiese dejado chupar las tetas por ella, me dijo
– Ah, bueno, si claro, estábamos muy calientes los tres, quise dejarla tranquila
– Siiii, dijo Sonia
– Es más, yo hubiera hecho de todo con ella y con vos, le dije
– Si si, pero nunca había pensado tan concretamente en una mujer como con Paula el otro día
– Claro, es normal, encima viéndola pajearse más aun, dije
– Si si, estábamos en llamas, dijo ella
– Todos, dije yo
– Voy a buscar un vaso de agua porque tengo la boca seca, dijo y se levantó hacia la heladera.
Sonia caminó hacia la heladera. Seguía solo con la bombacha puesta, toda metida en la cola. La visión de ese culo perfecto agachado en la heladera me pudo y me fui detrás de ella. La tomé de la cintura y agachándome le apoyé mi pija casi totalmente parada en el medio de la cola. Oh, se asustó apenas Sonia. Enderezó su cuerpo sin despegarse del contacto de mi bulto y levantando el brazo, pasó una mano detrás de mi cabeza acariciándola. Me moví suavemente restregándole la pija por todo el culo. Solo nos separaban una fina tela de mi bóxer y un hilo que se perdía en la cola de mi hermana. Le besé el cuello. Ella se contoneaba y seguía frotándose contra mi verga. Lentamente con mis manos fui subiendo, esperando que ella me detenga en algún momento. Pero no lo hizo. Cuando llegué a la altura de sus tetas comencé a acariciarlas con desesperación. Sonia seguía moviéndose en puntas de pie para poder sentir mejor el contacto con mi bulto. Giró la cabeza. Nos besamos. Esta vez no fue de menor a mayor y lento. Ya arrancó apasionado, con nuestras bocas fundiéndose. Nuestras lenguas se movían endemoniadas e imparables. Seguimos así mucho tiempo. Sus pezones estaban duros. Por la excitación, y también por la heladera que había quedado abierta frente a ella. Sabía que tenía que hacer un movimiento y era tan elocuente que temía que todo se evaporara y no quería hacerlo. Con la palma de mi mano empecé a bajar desde la teta derecha por todo su abdomen. Estaba apenas hinchado después del parto, pero mi mano se deslizaba con una suavidad increíble por esa piel. Cuando las puntas de mis dedos chocaron contra el elástico de su bombacha, con mi otra mano le apreté el pezón y la besé más profundamente. Ella respondió moviendo su culo contra mi pija. Yo acompañé ese movimiento con más presión sobre la cola de mi hermana. Insistí en seguir bajando con mis dedos, ahora ya dentro de la prenda íntima de Sonia. No apareció ningún vello púbico, me sorprendió la suavidad. Mi hermana se depilaba totalmente en esa zona, y me encantaba, pero ya habían pasado varios días sin su marido. ¿Lo estaría manteniendo así por un posible encuentro conmigo? Seguí bajando, hasta que mi dedo mayor fue entrando despacio entre sus labios mayores. Ahí sentí una humedad propia de tanta excitación. Seguí y presioné, ella largó un suspiro:
– Aghhhh, dijo separando apenas sus labios de los míos para volver a unirlos
– Mmmm, me encantas, solo atiné a decirle, mientras ahora con mis dedos ya frotaba su clítoris
– Aghhh, si, tocame así por favor, suspiraba ella
– Mmmm, así? Me encanta que estés tan húmeda, le dije
– Es que estoy muy caliente, decía y volvía con otro y más profundo beso
– Mmmm, me re calentas, hermanita…tuve miedo que esa a palabra complicara todo
– Mmmm, si hermanito, tocame así que estoy por acabar
– Mmmm, así? Dije sin dejar de mover mis dedos como lo estaba haciendo
– Aghhh Aghhh , gemía Sonia
– Siiii, dale, acabá para mí, decía yo
– Aghhh estoy acabando decía ella entre gemidos
– Mmmm, me encanta que acabes con mis dedos, le susurraba yo al oído
– ¿Y vos?, me preguntaba mientras su mano iba para atrás y se metía dentro de mi bóxer
– En cualquier momento, dije
– Siiii, su mano se cerró en torno a mi verga y empezó a moverla de arriba hacia abajo
– Aghh, hermanita que bien lo haces! Me encanta como me pajeas! Le dije entre susurros y precipitándome hacia el orgasmo
– ¿Siiii? ¿Me vas a acabar en las tetas? me dijo ella
– Aghhh si, ya mismo, le dije, escuchar esa frase fue muy fuerte y ya estaba a punto de acabar
– Daleeee entonces, me dice y se arrodilla en el piso frente a mi sin dejar de pajearme
– Aghhh, acabo, aghhhh, acabo, le anuncié
– Daleeee, dame tu leche, hermanito dámela toda en las tetas. Ahora, como anteriormente lo había hecho, me sopesaba los huevos con una mano mientras con la otra me pajeaba con la pija apuntando a sus tetas
– Aghh aghhh ahora, le dije
– Assssiiiii, apuntó la cabeza de mi pija y tres potentes chorros salieron disparados impactando en sus tetas.
– Aghhh, decía yo a punto de perder el equilibrio
– Aghhh, cuanta leche. Decía y seguí exprimiéndome y refregándose mi verga contra sus tetas
– Sos hermosa, le dije mirándola ahí de rodillas delante de mi
– Y muy trola, me dijo riendo
– No, sos hermosa, en serio, le dije poniendo una seriedad que no daba
– Mirá como me encastraste, dijo divertida frotándose mi leche por los pechos
– Me encanta verte así, le digo
– Gracias, dice ella y se levanta despacio luego de soltar mi miembro y acariciarlo suavemente
– Aghhh, me encantó
– Y a mí, dijo ella
– ¡Qué buena que estás Sonia!, le dije
– Para de decirme que estoy tan buena porque me lo voy a terminar creyendo, me dijo
– Creelo, sentencié
– Bueno, me voy a bañar, me dijo y sin más se sacó la bombacha delante de mí quedando totalmente desnuda y se perdió en el pasillo hacia el baño
Mi hermana estaba desatada y eso me encantaba. Creo que de seguir este camino iba a lograr más cosas y que esto no iba a ser lo último ni lo mejor de todo. Todo era cuestión de saber atacar en el momento justo, y hasta ahora venía haciéndolo muy bien. Me dieron ganas de hacer pis y me dije. ¿Por qué no? Y me fui al baño y me metí en él. Mi hermana me miró paralizada:
– ¡Pará! ¡No! Me dijo
– Vengo a mear, le dije
– Ah no, si si , dijo
– Disculpá, pero me moría de ganas, dije y me puse a mear mirándola a través de la mampara empañada
– No, está bien
– Te pensaste que iba a meterme con vos en la ducha? Le dije
– Si, dijo
– No, tranquila, aunque ganas no me faltan, no lo haría así
– Ah, bueno, mejor dijo mientras seguía bañándose.
– Cuando salgas me meto yo, le dije
– Ok, ya salgo me dijo
– Ok y agarré el toallón
– Alcanzame, me dijo
– Vení salí, le dije extendiendo el toallón
– Bueno, me vas a secar? Me dijo
– Si queres… le dije
– Claro, y se acurrucó contra mi mientras comencé a recorrer el cuerpo con la toalla
– Mmmm, me encanta, me estas tratando como una reina, decía ella
– Mmm, en un momento cuando la giré para secarla y me agaché un poco quedaron sus tetas cerca de mi boca y le chupé un pezón por unos segundos y seguí con la terea de secado
– Gracias, me dijo
– Por nada, le dije mientras me acariciaba la pija ya en erección de vuelta
– ¡Cómo se pone eso enseguida!, me dijo
– Viste, le dije y me metí en la ducha abriendo el grifo
– Voy a ver a Jazmín dijo cuando escuchó el llanto de mi sobrina
– Chau, muack y le tiré un beso
Las cosas habían cambiado con Sonia, por la noche nos tratábamos con una naturalidad propia de una pareja. En la más absoluta intimidad, lo éramos, es verdad. Teníamos esa conexión de hermanos y ahora sumada la complicidad del sexo. Por la noche cenamos entre risas. Le dio el pecho a Jazmín y la durmió. Empezamos en Netflix Outlander, una serie que transcurren entre dos épocas y tiene un viaje al pasado, pero muy bien trabajado el tema. Miramos 3 capítulos seguidos y en el tercer capítulo después de tomamos un café, Sonia de acomodó apoyando su cabeza en mi pecho y yo la rodeé y la abracé. Cuando iba a preguntarle si mirábamos otro, se había dormido. La desperté y nos fuimos a dormir. Cada uno a su cama.
Lunes 13 de abril
Vuelta a la rutina de los días de semana. Me levanté y salí 30 minutos a correr por la terraza. Cuando volví, ya no me sorprendí tanto como la primera vez, vi a Sonia preparando el desayuno, sólo en bombacha y en tetas.
– Ah hola, me dijo
– Hola, le dije
– Pensé que estabas durmiendo todavía
– No, fui a correr a la terraza un rato
– Muy bien
– ¿Estás preparando? ¿queres que te ayude?, le dije
– No, ya está todo, me dijo y se volvió en tetas para servir la mesa
– Bueno, dije. Hubiese querido ir y apoyarla y tocarla un rato, pero me tuve que conformar sólo con verla
– ¿Te espera mucho trabajo hoy? Me preguntó Sonia
– Si, bastante, le dije
– Bueno, yo me hago cargo del almuerzo y la merienda
– Ok, le dije y le pasé la mirada por las tetas
– No te molesta que esté así, no? Me dijo mirándose las tetas
– No, para nada, al contrario, le dije
– Bueno, mejor, me dijo sonriendo mientras se metía un trozo de tostada en la boca
– Sonia, te puedo preguntar algo?
– Si, nene, desde cuando pedís permiso para preguntarme algo? Me dice
– Paula me pidió armar un grupo de whatsapp con vos y conmigo para repetir alguna vez, le dije
– Ah, ¡pero mirá vos! dice sonriente, ¡parece que le gustó lo del otro día!
– Si, si. Le encantó
– No se, ¿te parece? Me dice mi hermana
– Dale, la animé
– No se. Dudaba Sonia
– Dale, cualquier cosa lo desarmamos y le pedimos a Paula que te borre, total ella es de súper confianza, le digo
– Bueno, dale, dijo mi hermana
– Ya lo armo y me puse a armar el grupo de WP en el teléfono
– A propósito, como sabes vos que es tan de confianza? Me escrutaba mi hermana
– Porque no sabes las cosas que hicimos juntos y los videos que tenemos cada uno del otro.
– Ah, ¿sí? Algún día me vas a tener que mostrar, me dijo mi hermana
– Cuando quieras, le dije
– Pronto, me tiró
– Ok, le dije. Tengo algunos en el teléfono y otros en la compu
– A ver..
– Mirá
Sonia tomó mi teléfono. En la foto aparecía Paula con mi pija en la boca. Cuando le dio play, vio de lo que era capaz Paulita. Muy hábil con la boca me la chupaba realmente muy bien. Miraba a cámara, sonreía y se la volvía a meter en la boca
– Es buena haciéndolo, dijo Sonia
– Es muy buena, te diría
– Le pone muchas ganas, ¿no? Me dice mi hermana
– Claro, es de las mejores con la que he estado, le digo sincero
– Y otro día te muestro mas en la compu
– Claro, si , si, dale, Sonia sonaba resignada
Me fui a mi cuarto a trabajar sabiendo que la dejaba a Sonia con ganas de ver más, pero quería experimentar esto de hacer desear a mi hermana con algunas cosas para tenerla más caliente en otros momentos
Al mediodía Sonia vino a mi cuarto. Entró, estaba en tetas y muy sonriente.
– ¿Te falta mucho?
– Si entras así con esas tetas, no voy a poder concentrarme y voy a tardar más, le solté
– ¿Tanto te gustan? Decía tocándoselas
– Tanto que mejor te pido que vayas a la cocina y me esperes que yo voy en 5 minutos, porque si me levanto ahora…
– ¿Si te levantas ahora, que? Me pregunta pícara Sonia
– No respondo por lo que te haga, mejor andá
– Mejor me voy, me dijo y se giró con su bombacha metida en la cola y me esperó en la cocina
– Ya está, ¿Qué vamos a comer?
– Una ensalada de fideos fríos y atún con salsa golf
– Perfecto, dije
– Espero que te guste
– Me encanta, le dije mientras comía con hambre
Por la tarde Sonia siguió todo el día en tetas. Esto iba a ser una tortura. Después, a eso de las 5 de la tarde vino con un termo y mate a sentarse en mi cama y cebarme unos mates mientras yo seguía trabajando de espaldas a ella. Cuando iba terminando mi trabaja me di vuelta y la vi sentada en mi cama, en la que yo dormía las últimas noches, en tetas y con solo una pequeña bombacha y me volví loco. Ella lo notó, seguramente por la cara con la que la observaba:
– Que pasa que me miras con esa cara? Me dijo
– ¿Que va a pasar, Sonia?
– No se…
– Que estás buenísima así sentada en mi cama
– Ah, ¿sí? ¿Te gusto? Sonia ponía voz sexy y eso me volvía más loco
– Quiero mirarte, le dije girándome de frente a ella
– Mirame todo lo que quieras, me dijo
– Me encantan tus tetas
– Siiii?, y se tocó una
– Tus pezones son perfectos, le dije
– ¿Te gustan?, con las dos manos se amasó las tetas y se pellizcó los pezones
– Me encantan, dije acomodándome el bulto
– Siiii? ¿Se te está parando? Me preguntó
– Si, está muy dura, le dije
– Muy? ¿Yo te la pongo así? Mi hermana estaba desatada
– ¿Y vos estás muy mojada? Me lancé
– Muy
– A ver, tocate para comprobarlo
– Solo si vos también te tocas, me dijo
– Por supuesto, le dije y tomando mi short de los costados me lo bajé y mi verga salió como un misil
– ¡Uhhh, cómo está eso!
– ¡¿Viste como me pones?! Le dije y empecé una lenta masturbación
– ¿A ver cómo estoy? Dijo metiendo su mano en la bombacha mientras abría sus piernas dándome una visión extraordinaria de su cuerpo
– Muy mojada? Le pregunté
– Empapada, me dijo, no sabes…
– ¿Y por qué no te sacas la bombacha así estás más cómoda? Le dije
– No vamos a coger, me detuvo mi hermana
– Si queres no me muevo de mi silla, le dije
– Ok, me dijo y siguió tocándose con sus dedos dentro del triángulo blanco
– Pero quiero verte bien, sacate la bombacha, le ordené
– Bueno, me dijo y apoyando los talones en el borde de la cama, levanto la cola y se bajó la prenda hasta los tobillos para luego sacarla y hecha un bollo tirarla al costado de la cama
– Sos hermosa, fue lo único que atiné a decirle
– ¿Te gusto así? Sonia se había ido para atrás y estaba totalmente desnuda con las piernas abiertas y acariciándose la concha para mí, el único espectador, su hermano
– Me encantás, me encanta tu concha
– Aghhh, voy a acabar, dice ella metiéndose dos dedos de una mano y frotándose el clítoris con la otra
– Siiii, dale acabá
– Aghhhhh, aghhhh, estoy muy caliente, estoy acabando como loca, aghhhh
– Yo me solté la pija porque no quería acabar todavía
– Aghhhh, se retorció en la cama
– Que buena estás Sonia, tenes un cuerpo perfecto, retomé los piropos totalmente sinceros
– Gracias, pero… ¿vos no queres acabar?
– Si ya estoy a punto, pero quiero seguir viéndote
– ¿Así? Preguntó ella abriéndose nuevamente
– Si, así, me encanta tu concha
– Siii, te gusta. Y vuelve a tocarse
– Me encanta es perfecta, le dije
– Si me seguís hablando así me vas a hacer acabar de vuelta, me soltó
– Es que es verdad, tu concha es hermosa, me encantó tocarte ayer
– Aghhhh, ayyy, como me calienta lo que me decís
– Estabas tan mojada como ahora y mis dedos se deslizaban y entraba con mucha facilidad
– Asiii? Y se metió dos dedos juntos en la concha mientras me miraba fijamente la pija
– Siiiii, me encantaría chupártela, le solté ya al borde de la eyaculación
– Aghhhh, acabo de vuelta, aghhhh aghhhhh
– Yo también voy a acabar, ¿puedo acabar en tus tetas? le pregunté aunque intuía su consentimiento
– Si dale, vení acabame en las tetas, me decía mi hermana completamente desnuda en mi cama
– Voy y completamente desnudo como estaba, me arrodillé en la cama con una pierna a cada lado de ella
– Aghhhh, aghhhh si si ¡acabame en estas tetas que tanto te gustan!
– Siiii, tomá y mientras me la sacudía, empecé a largar gruesos y blanco chorros
– Oh, aghhh, el primero cayó en su mejilla
– Oghhhh, disculp… aghhhh, para el segundo apunte mejor e impactó en su teta derecha
– Aghhhh, ella se frotaba el semen con su mano en el pezón
– Aghhhh, me encanta, sigo acabando decía ella
– Agggghhhh, yo seguía largando gotas de semen y pasando mi pija por sus tetas
– Aggghhhm, me encantó
– Y a mí, Sonia, le dije
– Como me pones! Me soltó
– Y vos a mi…. Dije mientras me tiraba a su lado
– Sos hermoso, me dijo y giró la cabeza
– Mmmmm, no lo dudé y comenzamos a besarnos
– Mmmmm, me puse de costado y mi pija, aun en erección golpeó contra su vientre
– Mmmmm, ella no se quería girar para que no se le derramara el semen que tenía en su cuerpo
– Mmmm, cuando moví la cabeza un poco de semen aun tibio de su mejilla tocó la mía
– Mmmmm, te estoy manchando con tu propia leche, me dijo
– Mmmm, no me importa, le dije y seguí besándola
– Mejor paremos, dejame que voy a limpiarme, dijo y se levantó hacia el baño
Eso fue todo por ese día prácticamente. Por la noche cenamos y no hablamos del tema, pero estaba en el aire la sensación de que habíamos estado los dos desnudos en la cama, masturbándonos y besándonos y eso era algo que no debía suceder entre hermanos. Ambos sabíamos que caminábamos hacia un abismo y que ese abismo lo estábamos mirando cada vez con más deseo
Continuará…
Gracias por los comentarios que fueron dejando en [email protected]
y en mi Telegram @reybaco2005
Grandioso, basta con decir que todos los días reviso si hay un nuevo capítulo, estos relatos me ponen durisimo.
Sigue así Crack.
Gracias Chiillt
Siempre firme apoyándome
Abrazo