Diario de un incesto V: Mi hermana, su vecina y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RMSS.
Cuando ya me había resignado de nuevo a que no volvería a tener sexo con mi hermana, una mañana un par de meses después recibí una llamada de ella, desesperada y sin saber que hacer me dijo que su auto se había averiado y lo necesitaba con urgencia para el día siguiente, le hable a un amigo que es mecánico para que pasara por el y lo revisara en su taller, por la tarde el auto quedo listo y yo pase por el en cuanto salí del trabajo, lo llevaría a casa de mi hermana y en el trayecto le hable por teléfono para decirle que el carro ya había quedado y que ya estaba en camino para dejarlo en su casa, ella me lo agradeció y me pregunto que en cuanto había salido el chistesito, yo le conteste que no se preocupara, yo me arreglaria con mi amigo, ella volvió a agradecerme pero ahora mas emocionada, y no paraba de decirme “gracias hermanito te quiero mucho”, y colgamos, como a los quince o veinte minutos de colgar recibí un mensaje de ella misma donde me decía “oye esta aquí mi vecina, por que no te traes unas cervezas para festejar, pero vienes solo eh”, la frase “pero vienes solo eh” me dejo un poco intrigado, me sonaba algo provocativa, así que le conteste en otro mensaje “perfecto, oye y si voy solo, me conviene?”, a lo que ella me contesto casi de inmediato “jajaja, mmm, pues la verdad si, así que tu sabes si te lo pierdes”, con eso me basto para ponerme a mil, mi hermana se me estaba insinuando, no lo dude y primero me fui a mi casa a darme un baño y ponerme algo mas cómodo, para mi mala fortuna en mi casa estaban mis suegros y mi esposa ya no me dejo salir, como una hora y media después mis suegros por fin se fueron, yo, que ya estaba bastante desesperado le dije a mi esposa que le llevaría el auto a mi hermana y que regresaría algo tarde ya que me tomaría unas cervezas con ella, sin perder tiempo pase a comprar algo de licor y llegue a casa de mi hermana, toque a la puerta, y cuando me abrió quede boquiabierto, mi hermana llevaba puesto una blusa blanca muy ajustada y escotada, su abdomen quedaba al descubierto y dejaba ver ese percing sexy en su ombligo, no traía sostén, por lo que sus pezones prácticamente quedaban a la vista, también tenia puesto un pequeño, mas bien un diminuto short en color blanco a media nalga que no dejaba nada a la imaginación, no traía ropa interior por lo que su sexo se marcaba perfectamente por el frente mientras que por detrás sus nalgas firmes, redondas y bien paradas parecían querer salirse, sus blancas y suaves piernas se mostraban perfectamente bien torneadas, sus muslos incitaban al deseo, su rostro angelical, adornado por su hermoso y lacio cabello negro que caía sobre ambas mejillas se ilumino al verme, de inmediato me recibió con un efusivo abrazo, yo seguía petrificado ante su bella sensualidad, sus brazos rodearon mi cuello mientras me daba un beso en la mejilla, su aliento la delato, ya andaba algo tomada, yo reaccione y la tome por la cintura, aunque mis manos ardían en deseos de bajar un poco mas y acariciar ese precioso y perfecto culo, me contuve, y mientras me miraba con esos ojos y con esa sonrisa coqueta que la caracterizaba no dejaba de agradecerme por haber arreglado su auto, y me llenaba de besos en las mejillas y me abrazaba con fuerza como queriéndome atrapar, así estuvimos por espacio de unos minutos en la misma posición en la entrada de su casa, hasta que uno de sus besos no dio en mi mejilla si no en la comisura de mis labios, nos quedamos quietos por un instante, nos miramos a los ojos y luego, poco a poco nuestras miradas se posaron en nuestros labios, ella sonrió y luego se mordió el labio inferior mientras se acercaba a mi, nuestras bocas se abrieron y dieron paso a que nuestras lenguas juguetearan entre si, nos besábamos muy apasionadamente y sin inhibiciones, mis manos por fin se liberaron y fueron bajando lentamente por su espalda hasta posarse en su hermoso trasero, lo acariciaba con locura, hasta que reaccione, recordé las palabras de su mensaje “esta aquí mi vecina”, separe nuestros labios para recordarselo “oye nos puede ver tu vecina, donde esta”, ella sonrió y solo me dijo “esta en el baño, pero no te preocupes, ella no dice nada”, y volvió a besarme, me deje llevar, hasta que escuche un ruido detrás de mi, era su vecina que se sentó en un sillón de la sala, parecía no habernos visto o no le dio importancia, trate de separar a mi hermana pero ella no me soltaba, “ahí esta tu vecina” le dije, ella volvió a jalar mi boca hacia la suya mientras me decía “ya te dije que ella no dice nada”, y nos volvimos a fundir en otro delicioso beso, no podía creer que mi hermana actuara de esa forma tan deshibinida, era la primera vez que la veía así, y opte por separarme de ella y sentarme en uno de los sillones de la sala, mi hermana hizo una cara de molestia y sentándose en otro sillón le dijo a su vecina “verdad que tu no dices nada”, la vecina, que por cierto ya nos conocíamos, solo movió la cabeza en forma afirmativa y siguió bebiendo su copa, ella era una morena de muy buen ver, unas grandes tetas y un culo de campeonato, de la cara no era muy bonita, pero tenia un muy buen cuerpo; como ya andaban algo borrachas las dos no le dieron mucha importancia a lo que había sucedido, así que comenzamos a platicar y a beber, dejando la escena en el olvido, mi hermana, que estaba sentada justo frente de mi, no dejaba de coquetearme, me sonreía y me guiñaba el ojo, de vez en cuando cruzaba las piernas de un modo muy sensual y me miraba fijamente, ella se portaba de una manera poco habitual, me tendría que ir acostumbrando a su forma de ser, poco a poco transcurrió la velada y mi hermana se fue tranquilizando, ya se comportaba como ella, y entonces fue su vecina la que comenzó a coquetearme, ella llevaba puesto una blusa verde de tirantes bastante escotada, sus senos prácticamente se querían salir, y un short de mezclilla a media nalga también, vaya que se veían buenísimas las dos, como decía, la vecina comenzó a coquetearme, pero la verdad yo solo tenia ojos para mi hermana en ese momento, mientras platicábamos se sentó junto a mi y se me acerco, me acariciaba la pierna y me hablaba muy de cerca, mi hermana se dio cuenta y cambio totalmente su rostro, creo que se estaba poniendo celosa, eso me divertía, nunca se había portado así, y la vecina continuaba acosándome, yo no sabia como zafarme de ella, mis ojos seguían puestos sobre mi hermana y con ellos le hice señas para que me ayudara, comprendió, y le dijo a su vecina “oye ve a la cocina y traele otra cerveza a mi hermano y una a mi por favor”, y ella contesto mientras se levantaba y con una mano acariciaba mi mejilla “claro que si, para mi cuñada y su hermanito lo que quieran”, cuando nos quedamos solos mi hermana muy seria me dijo “creo que mi vecina quiere que te la cojas” a lo que yo le respondí “pero yo a la que me quiero coger es a otra”, y nos miramos fijamente, ella esbozo una ligera sonrisa, su vecina regreso con las cervezas e inmediatamente le hice señas a mi hermana para que se sentara a mi lado, sin perder tiempo se levanto de su lugar y se sentó con migo, la vecina, comprendiendo la actitud de mi hermana le reclamo en tono amistoso “no te pongas celosa, ni que me lo fuera a comer”, todos reímos el comentario, y añadió “o es que lo estas cuidando para ti”, mi hermana se sonrojo y me volteo a ver, yo solo reía, mi hermana ataco y le dijo “dejate de tonterías, mejor sígueme contando lo que te paso con tu novia”, por lo que entendí antes de que yo llegara ella le estaba platicando como es que tuvo una aventura con otra mujer, así es que continuo con su historia mientras me aclaraba “solo fue una vez, y la verdad si estuvo rico pero lo mio lo mio son los hombres”, y entonces yo le dije “a ver platicanos esa historia”, y comenzó a relatarnos su historia de lesbianismo por una noche, el relato nos calentó a todos, mi hermana tenia el rostro enrojecido por la excitación, y yo solo observaba de pies a cabeza lo buena que estaba, ella lo noto y guiñándome un ojo tomo mi mano y la llevo a su pierna, las tenia cruzadas por cierto, y mientras la apretaba con intensidad la fue llevando lentamente hacia arriba acariciando sus muslos y luego hacia abajo acariciando su pantorrilla, era un ir y venir de su mano dirigiendo la mía, y entendí, quería que le acariciara y así lo hice, note que su respiración comenzó a acelerarse, al igual que yo se estaba excitando aun mas, la vecina se dio cuenta y una vez terminado su relato nos dijo a ambos “bueno, yo ya les conté mi secreto ahora les toca a ustedes contarme el suyo, pues por lo que veo ustedes algo se guardan” y con la mirada señalo las piernas de mi hermana que en ese momento eran masajedas por mi mano, ambos nos volteamos a ver, y entonces me atreví y dije “por que no le cuentas lo que nos paso en el cementerio la otra noche”, mi hermana me fulmino con la mirada, luego sonrió, era una sonrisa malévola, y comenzó a platicarle lo sucedido en el cementerio aquella noche, la vecina nos miraba con una cara de asombro, no se espanto, en el aspecto del sexo era muy liberal, pero si nos confeso que nunca se imagino que mi hermana y yo hiciéramos eso, y lo tomo de un modo muy abierto, lo agradecí, y creo que mi hermana también, el hecho de habérselo contado a alguien mas nos libero en cierta forma de un gran peso, nos quedamos en silencio por espacio de unos segundos que a mi me parecieron horas, hasta que la vecina reacciono y le reclamo a mi hermana “te cogiste a tu hermano, por que no me lo habías contado”, mi hermana algo divertida le contesto “que querías, eso no es algo que se pueda andar contando así nada mas”, y la vecina replico “si pero ya sabes que yo soy una tumba, se guardar secretos, oye y por cierto, dime la verdad, que tal coge tu hermano?”, la pregunta nos sorprendió a ambos, pero mas me sorprendió a mi la respuesta de mi hermana “pues la verdad coge muy rico, sin duda es de los mejores que me ha cogido”, la mire con agradecimiento por sus palabras, y ella también me miro y se acerco a mis labios lentamente, me dio un enorme y delicioso beso en la boca, ya nada nos lo impedía, la vecina ya sabia nuestro secreto, ella solo nos contemplaba, y en ese beso que me dio mi hermana, mas que en las palabras que acababa de escuchar, sentí que fue verdad lo que dijo, y sentí aun mas cosas que no las podía creer, mi hermana había cambiado su actitud con migo, y seguíamos agasajandonos hasta que la vecina nos interrumpió, se habían acabado las cervezas, decidimos ir los tres juntos a comprar mas, subimos al auto de mi hermana y cuando llegamos a la licorería todo mundo las volteaba a ver, ellas me abrazaron al mismo tiempo y me sentí el hombre mas envidiado, las dos se veían buenísimas con sus pequeños shorts y sus blusas escotadas, las dos estaban deliciosas y ellas lo sabían, entraron y salieron del establecimiento meneando las caderas de un modo muy sensual
Ya en el trayecto de regreso, mi hermana y su vecina venían en el asiento trasero y se estaban secreteando entre ellas, por el espejo retrovisor las observaba, me miraban e inmediatamente se secreteaban y reían, hasta que la vecina se decidió a hablar y en voz alta le dijo a mi hermana “oye, y que tal la tiene tu hermano, se ve que la tiene rica”, mi hermana le contesto “la tiene riquísima, pero por que mejor no lo averiguas tu misma”, a lo que la vecina repuso “y que tal si el no quiere”, yo, que iba manejando no me hice mucho del rogar y le dije “pues por que no te pasas para acá adelante”, la vecina me dio una idea mucho mejor “mejor estacionate por ahí y vente para acá atrás con nosotras”, no lo dude, me estacione en una calle solitaria y con muy poca iluminación a tan solo unas cuadras de la casa de mi hermana y apague el motor del auto, me pase hacia atrás en medio de ellas dos, la vecina se inclino y desabrocho mi pantalón, saco mi miembro que ya estaba a todo lo que da y comenzó a chupármelo, mi hermana la observaba no muy contenta, le acaricie una de sus piernas mientras le hacia señas para que se acercara a mi, lo hizo y nos comenzamos a besar, nuestras lenguas chocaban entre si de nuevo mientras su vecina me mamaba el pene, luego mi hermana fue bajando sus besos por mi cuerpo hasta que, de un ligero empujón, hizo a un lado a su vecina y comenzó a chuparme el pene también, no lo podía creer, era la primera vez que mi hermana me hacia el sexo oral, y fue muy delicioso, el tener su linda y deliciosa boquita en mi pene me puso a mil, era una escena de lo mas excitante, la vecina me besaba y acariciaba todo el cuerpo mientras mi hermana me la chupaba y saboreaba, sus manos también recorrían todo mi ser, los tres estábamos excitadisimos, cuando de pronto paso por detrás del auto una patrulla, afortunadamente no se detuvo pero eso valió que se nos bajara la calentura de momento, así que arranque el auto y entre risas nerviosas nos regresamos a casa de mi hermana a seguir bebiendo, decidimos jugar a las cartas un rato y apostamos la ropa, en menos de media hora ya estábamos desnudos los tres, y mas borrachos y fuera de si todavía, y en una de esas de repente a mi hermana se le regó un poco de cerveza en el cuerpo, el hilillo de licor fue a dar hasta la entrada de su vagina, inmediatamente y sin dar tiempo a nada su vecina se levanto y le dijo “no te preocupes, yo ahorita te limpio”, y se abalanzo sobre mi hermana besando sus pezones y bajando mientras recorría el hilillo del liquido con su lengua por el cuerpo de ella hasta llegar a su vagina, y entonces comenzó a comerse el clítoris de mi hermana, y ella, que no había tenido tiempo de reaccionar, soltó un gemido de excitación y se acomodo para facilitarle el trabajo mientras se retorcía en el sillón, yo solo las observaba, hasta que un par de minutos después mi hermana me hizo señas para que me acercara y lo hice, nos besamos apasionadamente mientras su vecina me acariciaba el pene con sus manos, era una locura, de pronto mi hermana me tumbo en el sofá y yo quede boca arriba, ella se lanzo sobre mi pene y lo chupaba y acariciaba mientras su vecina seguía en lo mismo, comiéndole el clítoris, las manos de mi hermana parecían querer quedarse con un pedazo de mi piel, yo disfrutaba mucho de la boca de mi hermana, y mi hermana también lo estaba pasando bien, pues mientras me mamaba el pene su vecina le daba placer en su vagina
Entonces a mi hermana se le ocurrió que fuéramos a la parte de atrás de su casa, ahí tiene una pequeña alberca en donde nos metimos los tres, me senté en uno de los escalones e inmediatamente mi hermana se monto sobre mi mientras me besaba y acariciaba, su vecina se coloco detrás de ella y le besaba la espalda mientras le masajeaba los pechos, mi hermana en un movimiento tomo mi pene entre sus manos y se lo metió en su vagina, empezó a moverse de arriba hacia abajo primero con suavidad y luego acelerando el ritmo, era una delicia hacerle el sexo a mi hermana en el agua, su vecina se acerco a nosotros y nos besaba, tanto a mi hermana como a mi, mis manos no se daban abasto acariciando a mi hermana y a su vecina, estábamos fuera de si, los gemidos de las dos mujeres junto con el ruido del chapoteo del agua debieron despertar a algún vecino ya que un par de luces de las casas de junto se encendieron, pero no nos importo, seguíamos gozandonos entre nosotros
Mi hermana se separo de mi solo para inclinarse y chuparme el pene, su vecina la siguió y ambas se turnaban para mamármelo, sus manos me llenaban de caricias, me sentí en el paraíso, dos hermosas mujeres haciéndome el amor, era mi gran sueño erótico hecho realidad, mientras ellas se alternaban para chuparme el miembro mis dedos jugueteaban con sus clítoris, mi hermana y su vecina se besaban y compartían mis jugos entre sus lenguas, yo no daba crédito a mi situación, de pronto mi hermana me jalo hacia ella y caímos al agua yo encima de ella, entonces la penetre y comencé a bombear despacio y luego con mayor intensidad, mi hermana me tenia rodeado con sus piernas y sus brazos y me aprisionaba, como para que no me escapara, nos besábamos con locura, gemíamos con locura, mi pene entraba y salia de la vagina de mi hermana una y otra vez sin parar, mis manos le acariciaban todo su cuerpo, y la vecina, que estaba detrás mio besando y acariciándome la espalda, me susurro al oído “métemela a mi también”, y me jalo hacia ella
Me senté en el agua recargado en el borde de la alberca mientras ella se montaba encima de mi, se metió mi pene hasta el fondo con gran facilidad y comenzó a moverse, yo tome sus enormes pechos con mis manos y los acaricie con intensidad, mi boca y mi lengua se dieron un festín con sus deliciosos pezones, mi hermana se dedico a acariciarle, besarle y mordisquearle sus duras y pronunciadas nalgas mientras nos miraba de reojo, y de pronto, de otro ligero empujón, mi hermana la hizo a un lado y tomo su lugar, tomo mi pene de nuevo y se lo metió, arrecio con los movimientos esta vez mientras me decía “métemela mi amor, te necesito dentro de mi”, y mientras nuestras bocas se comían la una a la otra, nuestras manos recorrían todo nuestro cuerpo, era una verdadera delicia ver el cuerpo desnudo y mojado de mi hermana menearse y contorsionarse de placer, sus deliciosas y bien torneadas piernas aferrarse a mi cintura, sus finas y suaves manos acariciando intensamente mi espalda, su linda boca buscando desesperadamente la mía, su lengua introduciéndose en lo mas intimo de mi garganta, su cabello húmedo chocando con mi rostro y cubriendo gran parte del suyo, el sonido que hacían nuestros cuerpos en el agua, todo era maravilloso en ese momento, y hasta que por fin, mi hermana soltó un gemido un poco mas prolongado mientras sus manos y sus piernas se aferraban con mayor intensidad a mi, hecho el cuerpo ligeramente hacia atrás mientras de su linda y deliciosa boca salían estas palabras “”así mi amor, así mi vida, si, si, si mi amor, así, así, aahhh”, fue una explosión de placer
Le pedí que no dejara de moverse ya que yo también estaba a punto de terminar, solo valió un par de movimientos mas y eyacule en su interior, fue una delicia, nuestros cuerpos se abrazaron mientras nuestros fluidos sexuales se impregnaban entre si, mi hermana termino recostándose en uno de los bordes de la alberca y la vecina, de la cual ya nos habíamos olvidado por completo, o por lo menos yo, se recostó por debajo de ella y comenzó a lamerle el sexo, yo solo las observaba, los dedos de mi hermana se deslizaron por la entrada de la vagina de su vecina y ambas se estuvieron dando placer por un buen rato, después, los tres decidimos irnos a la cama, ahí siguieron besándose y acariciándose, yo solo las observaba, la vecina seguía comiéndose el clítoris de mi hermana mientras ella le metía los dedos en la vagina, la vecina estaba inclinada y sus enormes y deliciosas nalgas estaban en dirección mía, como invitándome al deseo, no lo pensé dos veces y me lance sobre ellas, para entonces mi pene ya estaba duro otra vez, las acaricie y mordisquee primero, mi hermana me miro y pareció darse cuenta de mis intenciones, y estaba a punto de embestirla cuando mi hermana me lo impidió, se arrastro hacia mi y tomo mi pene entre sus labios, su boca era tan excitante, yo solo acariciaba su cabello mientras ella me la chupaba, y sucumbí ante ella, y con mi actitud sumisa le hice ver que era suyo, solo suyo, que no se preocupara por que nadie mas me interesaba mas que ella, y ella me hizo sentir que me deseaba y que no me quería compartir con nadie, de inmediato la tumbe en la cama y la penetre mientras ella seguía metiendo sus dedos en la vagina de su vecina y se besaban de lo mas delicioso,
Esta vez no dure mucho y termine eyaculando dentro de ella de nuevo, me acosté a un lado de ellas mientras terminaban, estaba exhausto, hasta que por fin terminaron, y ambas se acercaron a mi y me regalaron un enorme y delicioso beso grupal, y allí quedamos los tres, yo en medio de ese par de hembras hermosas, y mientras nos seguíamos dando ligeras caricias, nos quedamos dormidos, no se cuanto tiempo estuvimos así, para cuando desperté ya era de día, trate de despertar a mi hermana pero fue imposible, me levante y me di una pequeña ducha, salí de la casa sin despedirme y me fui con una sonrisa en los labios de oreja a oreja, había sido la mejor noche de mi vida hasta entonces, se hizo realidad uno de mis mas grandes sueños eróticos, hacer un trío con dos mujeres, y que mejor que una de ellas fuera mi propia hermana, y mas aun por que sentí que ella lo disfruto tanto como yo
No lo podía creer, me sentía en las nubes, y me di cuenta de algo, me había enamorado de ella, si, así es, me enamore de mi hermana, la amaba, y creo que ella también sentía algo por mi, no se si lo mismo, pero su actitud me decía que si, se puso celosa cuando su vecina me coqueteo, no permitió por ningún motivo que la penetrara, solo a ella, esta vez disfruto el estar con migo como nunca antes lo había hecho, tal vez me estaba imaginando cosas que no eran, pero la verdad era que se comporto de una manera diferente, y los siguientes días también, algo había cambiado en ella, no se a que se debió, pero su actitud con migo cambio totalmente, note que sus ojos brillaban cada vez que me veían, y por supuesto que los míos también, el amor que sentía por ella era inmenso ahora, no había un solo segundo en el que no pensara en ella, estaba loco, loco por mi propia hermana, y si esa noche fue especial para mi, la siguiente iba a ser una noche mágica, inolvidable para ambos, una noche en la que nos entregamos por completo al amor.
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