Diario de un incesto VI: Mi hermana y yo hicimos el amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RMSS.
Después de aquella noche inolvidable entre mi hermana su vecina y yo, la relación con mi hermana cambio, ella era mas tierna y dulce con migo, yo mas atento y caballeroso con ella, me di cuenta que me había enamorado de mi hermana, y creo que ella de mi también, lo presentí aquella noche y lo confirme un par de semanas después, ademas, el brillo en sus ojos cada vez que nos veíamos me lo confesaba, y yo caía a sus pies cada vez que me envolvía con su mirada.
Dos semanas después nos reunimos en casa de unos tíos, me encantaban las fiestas familiares por que ni a su marido ni a mi esposa les gustaba asistir, así que por lo regular nos encontrábamos solos los dos, yo llegue primero esa tarde y recuerdo que me sentí triste al no verla, creí que no iría, y me puse a convivir con unos primos, una hora después, mientras tomábamos unas copas, ella llego acompañada de nuestros padres, cuando la vi entrar mi corazón se detuvo por un instante, mis músculos no respondían y mi mente se nublo por completo, quede petrificado ante su belleza, llevaba puesto un vestido blanco muy corto, su exquisita silueta se delineaba perfectamente bien, desde sus deliciosos y perfectos pechos, remarcando su delicada cintura y redondeando ese par de nalgas paradas y bien formadas, hasta sus bien torneadas piernas que prácticamente lucían al descubierto por lo corto del vestido, sus zapatillas altas resaltaban aun mas la belleza de sus piernas, su hermoso y lacio cabello negro, lo traía suelto y caía a ambos lados de su angelical rostro, la blancura de su piel deslumbraba al darse paso entre las personas ahí presentes, mis primos quedaron boquiabiertos, “guau que buenísima esta la prima” decían unos, “primo, la verdad tu hermana esta bien buena” decían otros, mientras que mi hermana saludaba a cada uno de los familiares que salían a su paso
Todos los tíos y primos la querían abrazar y saludarle con un beso, mi hermana al sentir la mirada y recibir los piropos de todos se sonrojo, yo seguía idiotizado con su belleza, hasta que ella llego a donde me encontraba, me miro fijamente y pude ver en sus ojos un cierto brillo especial, como suplicándome “besame, hazme tuya, te necesito”, yo seguía parado y sin moverme, admirándola en silencio, ella noto mi aturdimiento, me abrazo y me dio un beso en la mejilla mientras me susurraba al oído “hermanito, reacciona”, y reaccione, le correspondí el beso y el abrazo y le dije en voz muy baja al oído “hermanita, te ves hermosa, me muero por besar tus lindos labios”, ella apretó mas el abrazo al tiempo que me susurraba aun mas quedito “mas tarde mi amor, mas tarde”, medio otro beso en la mejilla y se retiro a seguir saludando a los demás, mi hermana me estaba dando a entender que mas tarde tendríamos la oportunidad de besarnos, yo estaba mas que feliz, y durante el resto de la tarde no hicimos mas que coquetearnos mutuamente, yo la miraba de pies a cabeza y le guiñaba el ojo, ella me sonreía con coquetería y se mordía los labios, si estaba sentada y yo la volteaba a ver cruzaba las piernas de un modo muy sensual y dejaba que yo admirara, aunque fuera por unos segundos, sus hermosos y deliciosos muslos
Cuando coincidíamos y pasábamos muy cerca el uno del otro ella me decía en voz baja “papacito” y yo le respondía “mamacita”, fue algo muy divertido, mi hermana se comporto de una forma muy linda y especial con migo, y yo fui muy atento con ella, supongo que mas de una persona ahí lo noto, eramos muy obvios, y llego la noche, una sobrina nuestra había llegado a la fiesta, y como yo me llevaba muy bien con ella fue directo hacia mi y nos pusimos a platicar un rato, incluso a veces siento que hasta le gusto, y la verdad ella a mi, pues tiene un cuerpo maravilloso y a sus 21 años es una jovencita muy atractiva, y por un momento me olvide de mi hermana, de repente ya no la vi, pensé habría ido al baño pero al pasar los minutos y no verla la comencé a buscar, no estaba dentro de la casa, salí y la vi afuera recargada en mi auto y fumando un cigarrillo, me acerque y le pedí uno, y me dijo “pensé que no ibas a salir nunca”, su comentario me sorprendió un poco, se notaba algo molesta, “como no te vi te busque por toda la casa” le dije, “pues te deje un mensaje en tu celular pero como estabas embobado con tu sobrina ni lo has de haber leído” me contesto en un tono mas molesto aun, y efectivamente, en mi celular había un mensaje que decía “cuando te desocupes te veo afuera”, me disculpe con ella pues no lo había visto, y agregue “hasta cuando te enojas te ves preciosa”, mi comentario la hizo sonreír y me dijo en un tono ya mas relajado “disculpame, es que esa sobrina me cae mal, es una golfa”, y le pregunte si por esa razón había salido y me contesto “salí por que me harte de que mis tíos y mis primos me estén acosando, y también por que en cuanto llego ella ya no me hiciste caso a mi”
La mire a los ojos y le dije “ella no me interesa, disculpame si yo también te he estado acosando como los demás”, sonrió de nuevo, y con ese brillo tan especial en los ojos me miro y me contesto “contigo no me puedo enojar, ademas, la que te acosaba era yo”, ambos reímos, y nos miramos en silencio por unos segundos, observando nuestras miradas, escudriñando dentro de nuestros pensamientos, hasta que ella me dijo en un tono muy tierno y a la vez sensual “besame”, me sorprendió, me acerque a ella dispuesto a cumplir su demanda cuando uno de nuestros hermanos nos llamo desde el interior de la casa, nos asustamos pues pensamos que nos habría visto, pero no, nos cubría perfectamente un árbol y la oscuridad de la noche, quise darle el beso antes de entrar a la casa pero ella me dijo “no, aquí no, alguien nos puede ver”, entonces le sugerí “vayámonos de aquí, vamos a un lugar donde podamos estar tu y yo solos”, y ella me contesto “si amor, deja y me despedido de todos y nos vamos”, mi corazón comenzó a latir mas rápido, ella provocaba eso en mi y mas, entramos a la casa y estuvimos un rato mas con la familia, yo me moría de ganas por hacerla mía, hasta que por fin nos despedimos y nos fuimos
Subimos a mi auto y en el camino fui acariciando sus piernas, su piel estaba aun mas suave que de costumbre, definitivamente la amaba, maneje hasta el otro lado de la ciudad y me interne en un camino poco transitado que llegaba hasta un motel muy bien escondido, ideal para nuestro prohibido y secreto amor, era la primera vez que ella y yo entraríamos a uno juntos, entramos al cuarto y mientras ella observaba la habitación yo la contemplaba, mi hermana se veía hermosa, ella era una mujer bellísima, con un cuerpo maravilloso, todo en ella me seducía, su cara, su cuerpo, su piel, su cabello, sus labios, sus piernas, sus nalgas, su mirada, para mi era un verdadero ángel caído del cielo, y mi mirada se topo con la suya, me observaba mientras yo la estaba observando, su mirada y su sonrisa me dijeron lo que yo quería escuchar, no hubo necesidad de palabras, ahí me di cuenta que mi hermana me amaba, me fui acercando a ella lentamente sin dejar de mirarnos, fue como un momento mágico, cuando llegue a ella su mirada estaba totalmente perdida en la mía, estábamos conectados de alguna forma, la tome de la cintura mientras ella me rodeaba el cuello con sus brazos, y despacio, muy despacio y sin apartar nuestras miradas, nuestras bocas se fueron acercando hasta que nuestros labios se unieron en un apasionado y mágico beso, fue una sensación maravillosa, jamas me había sentido así con ella y creo que ella tampoco, sentía que la amaba y que ella me amaba a mi, o por lo menos eso fue lo que me dijo ese beso, mis manos acariciaban su cintura y subían lentamente por su cuerpo hasta llegar a su rostro, acariciaba sus mejillas con ternura, mis dedos recorrían lentamente su angelical rostro una y otra vez, ella correspondió a mis caricias de la misma manera, acariciaba suavemente mi espalda y luego mi pecho
Sus delicadas y cálidas manos recorrían lentamente mis brazos y subían hasta mi rostro y hacia lo mismo, nuestras caricias eran suaves, como queriendo registrar cada milímetro de nuestra piel en la yema de nuestros dedos, ambos nos perdimos entre besos y caricias de amor, entonces yo tome la iniciativa y comencé a besarle el cuello, mis manos bajaron lentamente por su espalda y llegaron hasta sus nalgas, las acaricie por encima de su vestido, pude sentir el contorno de su tanga, sus nalgas duras se paraban aun mas al sentir mis caricias, en un movimiento clásico de mi hermana alzo una de sus piernas y me rodeo la cintura aprisionandome contra ella, una de mis manos tomo su bien torneado muslo y comencé a acariciarlo, desde su suave y bien dotada pantorrilla hasta las ya mencionadas nalgas, mi hermana tenia un cuerpo y unas piernas de lujo, mis manos no se daban abasto y alternaba acariciando sus piernas y luego subían lentamente por su cintura hasta sus pechos, los disfrutaba al máximo por encima de su vestido, no traía brassiere, mientras mi boca y mi lengua los buscaban con desesperación, tenia unas tetas hermosas, no eran grandes pero tampoco pequeñas, eran firmes, con la aureola mirando hacia arriba, mi hermana lo disfrutaba, de su garganta comenzaron a salir pequeños gemidos de placer, se mordía los labios de la excitación, sus caricias pasaron a ser mas intensas, sus uñas casi se aferraban a mi espalda, sus manos tomaban mi cabeza y seguían mis movimientos, me besaba con pasión y locura, su lengua saboreaba mi garganta y la comisura de mis labios, oí caer una de sus zapatillas al suelo y entonces bajo la pierna para subir y rodearme con la otra, y cayo la otra zapatilla tambien, mis manos, ágiles, bajaron lentamente el cierre de su vestido mientras acariciaban su espalda, mi boca seguía comiéndose sus labios, así como sus pechos y su cuello, ella comenzó a gemir mas fuerte y su respiración se acelero aun mas, sus caricias eran mas intensas, con un movimiento de sus manos su vestido cayo al suelo, mi hermana quedo ante mi semidesnuda, con solo su pequeñísima tanga de encaje blanco que solo alcanzaba a cubrirle el sexo
De nuevo mis manos recorrieron todo su bellìsimo cuerpo ahora sin nada que se interpusiera entre su piel y mi piel, nuestros besos fueron creciendo en intensidad, de reojo miraba por los espejos de la habitación para admirar el exquisito cuerpo de mi hermana, desnuda era un verdadero monumento a la belleza, y entonces ella tomo el mando de la situación, mientras me besaba sus hábiles dedos fueron desabotonando mi camisa, una vez hecho esto la fue jalando hacia atrás hasta quitármela, sus manos y sus labios se adueñaron de mi pecho como queriéndoselo devorar, lo acariciaba con intensidad y los mordisqueaba con sensualidad, mis brazos también recibieron las deliciosas caricias de mi hermana, sus manos recorrían todo mi cuerpo con gran dedicación y maestría, bajaban de vez en cuando y acariciaba mi pene por encima de mi pantalón, de pronto mientras masajeaba mi miembro, sus manos buscaron los botones de mi pantalón y uno a uno los fue desabrochando, metió una de sus manos y me acaricio desde los testículos hasta la punta de mi pene, luego jalo mi pantalón hasta que me lo quito por completo, entonces su lengua y sus labios fueron recorriendo todo mi cuerpo, bajando lentamente por mi pecho y mi abdomen, sus manos seguían acariciándome el pene por encima de mi ropa interior y una vez que su boca llego a esta altura, paso su lengua por toda la parte de mi verga y mis testículos
La sangre corría por mis venas de una manera que jamas había sentido, luego subió de la misma manera hasta llegar a mi boca, me beso ardientemente mientras me empujaba hacia la cama, ambos caímos sobre ella, me coloque encima de mi hermana y la bese por todo el cuerpo, no hubo un solo rincón por donde mis manos no la hubieran acariciado o por donde mis labios no la hubieran besado, mordisqueaba sus labios, lamia sus tetas, besaba sus piernas y sus nalgas, le quite la tanga que traía y comencé a comerme su entrepierna, mi boca saboreaba la entrada de su vagina mientras mi lengua exploraba la profundidad de su clítoris, ella no paraba de gemir y contorsionarse mientras con sus manos me empujaba la cabeza contra su vagina, mis manos apretaban sus muslos y sus nalgas con la misma intensidad, después de un rato subí por su cuerpo y comenzamos a besarnos con locura y desenfreno, ella tomaba mi lengua con su boca y la succionaba, yo le correspondía de la misma manera, luego ella se coloco encima de mi y comenzó a besarme por todo el cuerpo, su lengua recorría mi cuello, mis brazos y mi pecho con tal lujuria y excitación como nunca antes lo había hecho
Sus manos no paraban de acariciarme, parecía que quería devorarme en ese momento, una de sus manos fue bajando por mi abdomen lentamente mientras me acariciaba y se poso en mi pene, comenzó a masajearlo suavemente por encima de mi bóxer, después fue metiendo su mano dentro de mi ropa interior y siguió con las caricias, sin dejar de besarme el pecho y el cuello tomo mi miembro y comenzó a masturbarme, era algo delicioso, y era aun mas excitante saber que era la mano de mi hermana la que me daba placer, nuestros labios se unieron de nueva cuenta, nos besábamos ardientemente mientras ella seguía masturbándome, de nuevo su boca fue descendiendo por mi cuerpo y sus manos dejaron mi pene por unos segundos, tomo el bóxer y lo jalo con todas sus fuerzas hasta quitármelo, ahora si estábamos totalmente desnudos los dos, siguió bajando hasta llegar a mi miembro, lo tomo con una de sus manos y comenzó a masturbarme de nuevo mientras se colocaba frente a el, con su lengua tocaba la punta de mi verga, era una locura, me revolcaba de placer, ella si que sabia hacerlo, por fin lo tomo suavemente con sus labios y comenzó a masturbarme con la boca, era una verdadera delicia ver por los espejos de la habitación a mi hermana haciéndome el sexo oral, como su linda y deliciosa boca disfrutaba del pene de su propio hermano, lo saboreaba, lo lamia, lo disfrutaba
Yo estaba extasiado, me estaba dando la mejor mamada de mi vida, me estire un poco para acariciar su vagina, uno de mis dedos se fue abriendo camino dentro de su clítoris y comencé a meterlo y a sacarlo lentamente y después con mayor intensidad, mi hermana intensifico los movimientos de su boca en mi pene mientras que sus manos se aferraron a mis nalgas, su clítoris estaba mojadisimo y mi miembro a punto de explotar, hasta que por fin, se subió rápidamente sobre mi, tomo mi pene con una de sus manos y lo introdujo dentro de su vagina, yo lo agradecí con un gemido de placer y la tome por las nalgas, ella comenzó a moverse de arriba hacia abajo, despacio y luego mas fuerte, sus caderas se movían de un lado a otro, con movimientos circulares creando así una sensación de placer indescriptible, sus gemidos eran intensos, sus manos se aferraban a mi pecho, su linda boca murmuraba entre gemidos de placer “así mi amor, así mi vida, ahhh, si mi amor asiii, siiii, ahhh, si hermano, siiii, ahhh”, yo le respondía “hermana eres mía, ahhh, solo mía”, y ella contestaba presa de la excitación “si hermano, soy tuya, hazme tuya mí amor, ahhh”, sus movimientos fueron mas intensos, hecho su cuerpo ligeramente hacia atrás mientras soltaba un gemido mas prolongado “ahhh, si hermano, siiii”, nos venimos casi al mismo tiempo mientras yo le decía “así hermana, te amo, te amo, te amoooo”,
Los dos nos abrazamos con intensidad mientras nuestros fluidos sexuales corrían dentro de nuestros cuerpos y se mezclaban y se impregnaban entre si, yo seguía bombeando queriendo sacar hasta la ultima gota de mi semen y ella me aprisionaba con fuerza como no queriendo que me saliera de su interior hasta vaciarme, aun agitados le dije al oído “te amo hermanita, te amo”, ella solo me besaba tiernamente mientras me abrazaba con intensidad y no me soltaba, así estuvimos por espacio de varios minutos en la misma posición, hasta que ambos nos acomodamos boca arriba, la abrace mientras ella cruzaba una de sus piernas por encima de las mías y con una de sus manos acariciaba mi pecho, yo le correspondí acariciando su pelo, quedamos frente a frente, nos mirábamos con ternura y sonreíamos algo cansados, nos besábamos tierna y suavemente en los labios, como diciendo gracias por esta maravillosa noche, y mi mirada fue a dar hacia arriba, el espejo que estaba en el techo de la habitación nos presentaba a mi hermana y a mi totalmente desnudos, abrazados y agotados después de hacer el amor, por que para mi, esa fue la primera vez que le hice el amor a mi hermana, habíamos tenido sexo si, pero nunca habíamos hecho el amor
Esta había sido una noche inolvidable para mi, y también para ella, lo supe tiempo después, y así estuvimos recostados en la cama besándonos y acariciándonos varios minutos, mientras yo le susurraba al oído “hermana estoy enamorado de ti, te amo”, ella me miraba con ternura, y aunque no se atrevió a decírmelo, sus besos y su mirada me confesaron que ella sentía lo mismo por mi, ese brillo en sus ojos la delataba, hasta que ella reacciono, miro la hora y me dijo “vamonos mi amor, acuérdate que nos esperan en nuestras casas”, ella me regreso a la realidad, nos vestimos y antes de partir ella me abrazo y me dio un beso tan tierno que me transporto al paraíso, acto seguido me miro a los ojos mientras suspiraba largo y profundo, yo solo la observe, hasta que se atrevió a hablar “si tan solo no fuéramos hermanos”, sonreí ligeramente y le dije “hermana, estoy muy enamorado de ti, soy capaz de hacer cualquier cosa por ti, te lo juro”, ella me miro profundamente, sus ojos brillaron aun mas, y me dijo “hermano, me encantas, pero esto es un error, no podemos sentir esto que sentimos, esta mal, solo nos estamos ilusionando, tu y yo jamas podríamos tener una relación, ademas, nadie lo aceptaría”, y de pronto se soltó a llorar, la abrace y ella hundió su cabeza en mi pecho ahogando su llanto, yo no podía entender, si ella acepto que sentía lo mismo, por que no lo enfrentaba, por que no mandaba todo al carajo, hasta el día de hoy, a casi un año después, empiezo a entender por que, es una decisión difícil, cuando el amor que sientes por una persona puede afectar a terceros, es difícil seguir adelante, sobre todo cuando existen hijos de por medio, ahora lo entiendo y la comprendo, y aquella noche, cuando ella recupero la calma, nos fuimos, la lleve a su casa y nos despedimos con un gran beso en los labios
Su mirada me envolvió con ese brillo tan especial y me dijo “ya no hagamos tonterías, siempre te voy a querer, no lo olvides, eres mi hermano, y ojala algún día se vuelva a repetir esto”, terminando de decir esto me dio un beso y se fue, hasta hoy, casi un año después, no lo hemos vuelto a hacer, tuvimos una oportunidad un par de meses después, llegamos a su casa algo tomados después de asistir a una fiesta, comenzamos a besarnos mientras ella me decía “hermano, hazme el amor”, pero de pronto ella se aparto de mi y comenzó a llorar de nuevo mientras me decía “esto no puede ser, somos hermanos, esto esta mal, perdoname por favor, lo mejor sera alejarnos”, no replique, quise respetar su decisión, me fui de su casa no sin antes decirle que la amaba y que me seria difícil vivir sin ella ahora.
Hoy, ya casi no nos vemos, he querido alejarme de ella yo también, pues no quisiera sufrir, pero me es difícil olvidarla, y se que ella también me ama, por esa razón se alejo de mi, ella se enamoro de mi y decidió terminar con esto antes de cometer una locura, no la juzgo, hizo lo correcto, tuvo el valor que me ha faltado a mi, y aunque dentro de mis creencias no lo veo mal pues uno se enamora de la persona, no de su sexo, ni de su raza, ni de su religión, ni de su condición social, ni de su edad, ni mucho menos de su parentesco familiar, debo aceptarlo, así que nuestra aventura quedara en mis recuerdos como algo maravilloso, algo mágico, y si algún día llegas a leer esto hermanita, debes saber que te amo, que me enamore de ti perdidamente y que te amare por toda la eternidad.
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