Diario De Una Pasión Cap I "Mi primo Eduardo"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo en ese entonces solo tenía trece años pero como ya mencione me desarrollo lentamente por lo que aun pasaba por un niño de once, Mi primo Eduardo vivía en Monterrey pero por cuestiones de la universidad se había mudado a la ciudad para estudiar y aunque mis padres le insistieron en que se quedara con nosotros el no acepto y prefirió vivir en una casa de huéspedes porque decía que no quería incomodar, Eduardo era perfecto por lo menos para mí, En ese entonces tenía 19 casi 20 años, Tenía una piel morena que me derretía por que parecía brillar, Era alto, De una espalda fuerte y hombros anchos, Su cuerpo parecía esculpido por los ángeles, Le gustaba usar playeras pegadas y a simple vista se dibujaban su abdomen y esos pectorales inmensos que daban ganas de morderlos, Sus brazos si te abrazaba te hipnotizaban, Tenía unos ojos tan verdes como las esmeraldas que me perdía en ellos y sobre todo una sonrisa que te hacia quedar como estúpido cada vez que te sonreía, Era el galán de la universidad y siempre tenía montones de chicas detrás de él, Teníamos muy buena relación pues a pesar de solo vernos en el verano y a veces en navidad yo era como su hermano menor porque ninguno tuvo más hermanos, La historia de mi debut de pasión con el inicio un lunes cuando llego a casa pues mis padres lo invitaron a cenar y a quedarse, El llego con una mochila donde guardaba su ropa yo estaba jugando videojuegos cuando él se acercó a la sala a verme
E: Que pasa enano como estas- Dijo mientras me alborotaba el cabello
Yo: Bien primo ¿Cómo te fue en la escuela?
E: Ya sabes, Eso de ser el más guapo hace que le gustes a todos y no te dejen en paz
Yo: Algún día quiero ser como tú, Te quiero- Dije mientras lo abrazaba, Que puedo decir siempre he sido un niño muy tierno y que expresa sus sentimientos, Yo quería mucho a mi primo y el a mi entonces esos abrazos no se mal entendían, Como Eduardo estaba de pie y yo sentado, al abrazarlo mi cara toco su abdomen sobre su playera, Fue una sensación inexplicable, Tener esos músculos rosando mi cara y solo una tonta playera me alejaba de ellos, Su perfume me invadió y yo restregué un poco mi cara para sentir un poco más, La verdad no sabía porque me gustaba tanto aquello pues nunca había sentido nada igual antes, Pero no quería despegarme hasta que me di cuenta de que Eduardo comenzaba a reír así que me dio mucha pena y de inmediato me separe de el con la cara roja por la pena
Eduardo me dijo que se quedaría en mi cuarto porque mis papas se lo dijeron pues no permitirían que durmiera en la sala, Cenamos todos juntos, Pedimos pizza que era nuestra comida favorita, Después de eso mi mama me mando a dormir mientras se quedaban en la sala con Eduardo, el subió para bañarse y después irse a dormir conmigo, En mi pequeño pecho sentía un cosquilleo cada vez que pensaba en mi primo, Por alguna razón no podía dejar de pensar en él, Pensé que era porque en verdad lo quería mucho y el a mi así que deje de preocuparme para poder dormir, Me puse mi piyama, Me lave los dientes y me metí en la cama, Cuando de pronto la puerta se abrió para casi desmayarme por lo que estaba pasando, Eduardo acababa de salir del baño solo con una toalla en la cintura y de su cuerpo aun escurría agua, En cuanto me vio me sonrió y me hizo suspirar y mirar en otra dirección para no seguir viendo pues me estaba torturando con ese espectáculo, Me acosté en la cama mirando hacia otra dirección, En mi pantalón sentía algo muy apretado y duro, Era mi pene que estaba sufriendo una erección por ver el perfecto cuerpo de mi primo allí frente, Eduardo parecía que lo hacía a propósito pero eso era imposible, Él era muy hombre como para pensar en hacer ese tipo de cosas
E: No te apenes enano, Somos hombres, No tienes por qué voltear- Sus palabras me derretían al escuchar su invitación pero lo ignore
Yo: No, No es eso es que ya tengo mucho sueño- Dije mordiendo mis labios y tratando de pensar en otra cosa pues según me habían dicho está mal que dos hombres estén juntos
E: Te han dicho que aun pareces un niño, Me imagino que en la escuela te explican lo que tenemos entre las piernas- Dijo mientras reía
Yo: Si pero no me gusta hablar de eso, Me da mucha pena- Dije mientras me acostaba boca arriba pero Eduardo ya se había cambiado
E: Bueno cuando tengas alguna duda no dudes en preguntarme que para eso eres mi hermanito ok- Eduardo miraba por la ventana y suspiraba pensando en sus asuntos, Camino hasta a la cama cuando de pronto sentí que las sabanas se levantaban porque estaba entrando en la cama, El corazón comenzó a palpitar a mil por hora y mis piernas a temblarme, Cuando mire hacia donde él estaba sentí que quería estar junto a el así que lo mire y le sonreí, El comenzó a decir que era muy raro porque conocía a chicos de mi edad que solo hablaban de sexo y de groserías pero que yo era diferente, Era demasiado bueno e inocente decía que eso le gustaba de mi entonces yo dije “Tú también me gustas primo” Dije y le sonreí tiernamente con mi pequeña sonrisa, El me miro serio durante un momento pero después me devolvió la sonrisa, El había comprendido lo que inconscientemente intente decirle
E: Oye ¿No tienes calor?- Dijo Eduardo mientras sonreía- No, Yo tengo frio- Dije abrazándome- Pues yo si tengo así que…- Dijo y comenzó a quitarse su playera, Mis ojos se abrían y se cerraban con mi boca completamente abierta, Lanzo su playera hasta el cesto de la ropa sucia, Me estaba faltando el aire, Mi piel comenzó a ponerse roja y a calentarse mientras el simplemente se recostó en la almohada dejando su pecho, Su abdomen y su aroma al aire, Cerré mis ojos y le implore al cielo que me diera las fuerzas para controlarme, Después de un incómodo y largo momento de silencio Eduardo comenzó hablar sobre como era su vida, Yo le confesé que tenía problemas en la escuela pues otros niños se reirán de mi porque según creo me tenían envidia pues todas las niñas querían ser mis novias pero yo era demasiado inocente para eso, Yo solo quería hacer amigos y ser un niño pero mi estilo de vida era muy inestable, Seguimos platicando hasta que de pronto comenzó a llover y como mi cuarto estaba en el segundo piso se sentía aun peor la tormenta, Me tapaba los oídos con mis manos al escuchar el sonido que hacían los rayos al caer
E: No me digas que aún le tienes miedo a los truenos- Comento Eduardo con una sonrisa en su rostro
Yo: Claro que no, Es que me aturden y no puedo dormir bien- En ese momento creí que un rayo golpeo la casa porque son tan fuerte que me hizo saltar y temblar, No le tenía miedo a las tormentas pero los sonidos fuertes en verdad me aturde
E: Ven aquí niño tonto- Dijo mi primo mientras me tomaba en sus brazos y me pegaba a su pecho para que perdiera el miedo, Me protegía como si fuese su propio hijo o como si fuese algo tan frágil que había que abrazarlo para que nada le pasara, Me hundí en su pecho, Sus pectorales, Mi oído estaba justo encima de su corazón y podía escuchar sus latidos, Su respiración, Su virilidad, No quería separarme de allí, Con mi mano rodee su cintura sintiendo sus músculos y el solo me frotaba el cabello y me decía que todo pasaría que no tuviera miedo, Que él estaba conmigo, Que era una de las personas más importantes en su vida y que me protegería de todo y de quien sea, Mi corazón me dolía como si me estuvieran golpeando, Mi estoma estaba revuelto mientras en mi pecho sentía un cosquilleo acompañado de sensaciones que aún no comprendía, Simplemente cerraba mis ojos sintiendo todo el calor que Eduardo me brindaba con ese abrazo, Por encima de las sabanas podía ver una especie de bulto que salía de entre sus piernas, Supuse que le pasaba lo mismo que a mí pero no le tome importancia, Simplemente me quede en sus brazos donde encontraba la tranquilidad y la paz que buscaba así que solo le dije “Te quiero mucho primo” para después quedar profundamente dormido
Cuando desperté la mañana del martes estaba yo solo en la cama envuelto en las sabanas, Sentí una enorme tristeza al descubrir que Eduardo se había ido que casi me pongo a llorar pero era obvio que se había ido a la universidad, Pase toda la mañana de clases como si estuviera en otro mundo, No pensaba en nada, No podía comer, No podía poner atención porque en mi mente solo tenía la imagen de mi primo sin camisa en mi cama, Tenía que volver a estar con él, Pertenecerle, Que me enseñara todo lo que quería y que explicara qué era lo que estaba sintiendo, Al salir de clases tuve una pequeña pelea con mis compañeros porque Martin, Un niño malo del salón se había molestado porque su novia hablaba muy bien de mí, Martin me tomo de la mochila y me dio una patada en el estómago, Me lanzo al suelo y me lleno de tierra ensuciándome completamente, Yo no era rudo así que no sabía cómo defenderme, Todo esto paso afuera de la escuela, Martin llamo a otros amigos para que con sus celulares comenzaran a tomar fotos y a reírse, Comencé a llorar a causa de la tristeza y de todo lo que pasaba, Finalmente llego un maestro y logro terminar con todo aquel teatro pero me sentía muy mal, Humillado y débil, Me preguntaba ¿Qué haría Eduardo en una situación así? Él era todo un hombre, Fuerte y valiente mientras que yo solo era un niño tonto y frágil, Camine a casa lleno de tierra mientras lloraba como una nena, Al llegar a casa me dio miedo cómo reaccionarían mis padres, Seguramente irían hablar con la directora y eso me daba mucha vergüenza, Entre a casa y lo primero que vi fue al dueño de mis pensamientos, Eduardo estaba en la sala viendo la televisión, En cuanto lo vio me quebré en llanto, Salió a flote mi sensibilidad y mis buenos sentimientos, Eduardo se levantó muy rápido del sillón y corrió a preguntarme como estaba, Que había pasado pero yo no podía dejar de llorar, El me tomo en sus brazos otra vez, En mi oído escuchaba que él también estaba llorando, Me despegue de el para mirarlo a la cara
E: ¿Qué te paso Yair? ¿Por qué vienes así? ¿Tuviste un accidente? Habla- Grito mi primo
Yo: Fue Martin, Un compañero de la escuela junto con sus amigos, Me pateo en el estómago y me lleno de tierra porque esta celoso de mi- Eduardo apretó sus puños e hizo una cara de enojo que me daba miedo, Entonces más lagrimas se asomaron por sus ojos recorriendo sus mejillas
Yo: ¿Por qué lloras? A ti no te pasó nada- Dije secándome las lágrimas pero quería seguir llorando
Eduardo: Porque te dije que te protegería de todo y de todos y no pude, Soy un mal primo y hermano- Dijo Eduardo mientras me abrazaba, Le dolía verme así, Le dolía verme llorar, Le dolía mi tristeza y a mí me partía el corazón verlo llorar, Entonces supe que me quería tanto como yo a el
Yo: No digas eso, Tu eres el mejor primo y hermano del mundo y te amo por eso, Quiero ser como tú, Valiente, Fuerte, No llores que no te hicieron nada- Le dije a su oído, Él se apartó de mí, Se puso de pie y me dijo que me ayudaría a bañarme porque mis papas no estaba y en cuanto llegaran harían muchas preguntas, Él se encargaría de partirles la cara a esos niños pero yo no debía decir nada o me cambiarían de escuela y las burlas serian muchas, Me bañe yo solo y Eduardo me llevo hasta mi cuarto cargándome, Al llegar me puso en la cama como si fuese un bebe con toda la delicadeza del mundo, Me beso en la frente como para limpiar todo rastro de tristeza, Su playera estaba mojaba y pude notar su pecho y sus pezones estaban duros pues como dije le gustaba usar playeras muy pegadas, Me dijo que me cambiara y después bajase almorzar porque solo estaríamos él y yo en la casa pues mis padres regresarían hasta en la noche,
Yo: Espera Eduardo no te vayas!- Dije extendiendo mis brazos
E: ¿Qué pasa te sientes mal?- Pregunto algo preocupado
Yo: No, Es solo que quiero que estés conmigo, Gracias
E: ¿Gracias de qué? Pregunto mientras sonreía
Yo: Por hacerme sentir tan bien anoche y hoy, Te quiero mucho, En verdad mucho
Eduardo se acercó a mi extendiendo sus brazos yo lo abrace porque lo necesitaba, Me cargo en sus brazos y comenzó a darme vueltas como para jugar conmigo hasta que perdió el control y caímos en mi cama a lo ancho no a lo largo, Sus piernas se enredaron con las mías y quedo a unos centímetros de mí, De alguna manera nuestras miradas se encontraron en un momento de ternura y amor, Mis manos frías y temblorosas tomaron su rostro pegándolo al mío, Entonces sus labios buscaron los míos haciéndome sentir su algo que nunca antes había experimentado, En mi boca tenia Su lengua y sus carnosos labios, Era mi primer beso a los trece años dado por mi primo, Mis manos alborotaban su cabello y en mi colita sentía un bulto enorme pues tenía una erección, Yo solo estaba rodeado por la toalla así que podía sentirlo casi por completo, Tenía una barba que me raspaba cada vez que me besaba lo cual que hacía temblar cuando de pronto de un salto de supo de pie
E: NO, NO, NO PUEDO HACERLO, Eres solo un niño y yo soy un hombre, No puedo discúlpame- Dijo mi primo mientras salía de mi cuarto a toda prisa
Me dejo completamente mudo y excitado, Veía luces y rayos en el ambiente, Estaba completamente aturdido que me tire en la cama para poder recuperar el aliento, El beso de mi primo me había dejado sin energías y completamente aturdido,
Después de un rato me vestí toda prisa y baje pues aún me quedaban muchas horas con el antes de que mis padres llegaran, Baje hasta la cocina donde estaba el mirando por la ventana y tenía las manos en su cabeza como si le doliera, Yo llegue por atrás y le toque su espalda para que supiera que estaba detrás de él, Entonces giro muy asustado y en cuando me vio miro en otra dirección porque no quería verme, Me dijo fríamente que me sentara en la mesa que me serviría algo de comer, Me sirvió una sopa de pollo y justo cuando pensé que se sentaría conmigo se fue a ver televisión, Su actitud era fría y muy distinta a la que siempre tenía conmigo, Deje la sopa frente a mí y me fui hasta donde estaba el televisor para poder estar con él pero cuando noto que me senté junto a él se paró y se sentó en otro sillón, Estaba siendo muy injusto conmigo y eso me daba mucha tristeza, Así paso toda la tarde, Me evitaba y siempre que quería estar con el buscaba la forma de apartarse, Como a las cinco de la tarde alguien toco el timbre, Él fue abrir y en la puerta estaba una chica muy linda, Tenia el cabello rubio y unos ojos tan verdes como los de mi primo, Él le sonrió en cuanto la vio y ella lo beso en los labios, Mi corazón sufrió un mini infarto pues toda esa escena me estaba destrozando, Sin duda había arruinado todo con mi primo pues el no sentía lo mismo que yo cuando estaba junto a él, Me fui a mi cuarto y de un portazo le hice saber cómo me sentía, Llore en mi almohada hasta quedarme dormido, Cuando desperté eran las diez de la noche, Baje y encontré a mis padres en la sala viendo la televisión, Cuando de pronto entro Eduardo por la puerta, Cene algo ligero pues me sentía mal de no haber comido en el día, Mi mama me dijo que hiciera lo posible por dormir porque lo había echo toda la tarde no sin antes decirme que por fin Eduardo estaba aceptando quedarse a vivir con nosotros, En otros momentos eso me hubiera matado de felicidad pero ahora lo odiaba, No quería estar cerca del pues era lo mejor, Subí a mi cuarto para tratar de dormir cuando una hora después mi primo apareció allí
Yo: ¿Qué hace aquí?- Pregunte con un tono de voz enojado
E: ¿Puedo dormir aquí?- Pregunto mi primo algo triste
Yo: Como quieras- Me tape con una sábana diferente y mira en otra dirección, Él se acostó en la cama y me obligue a no mirarlo, Me había roto el corazón y no quería volver a saber más de él, No podía dormir por haberlo hecho toda la tarde así que me levante de la cama para distraerme, Me puse a ver por la ventana a ver como pequeñas gotas de agua salían
E: ¿Te pasa algo Yair?- Dijo Eduardo acostado en la cama, El solo oír su preocupación me hizo quebrarme por completo, Pequeñas lagrimas salían de mi rostro y entonces él se levantó para abrazarme pero me negué, Ya no quería llorar y menos por el
Yo: Es que tú ya no me quieres, Me mentiste, No me quieres como yo a ti, Prefieres ir con tu novia que estar conmigo
E: Claro que no enano pero entiende estoy muy confundido, Tu eres un niño y yo un hombre esto está mal, No puedo hacerte esto porque tú tienes que crecer, Tienes que casarte tener hijos y no seré yo quien te arruine la vida y te ate a las críticas de la sociedad porque… Porque te amo y no dejare que sufras el rechazo de tus padres ni de nadie no te hare un marica
Yo: No necesito que me cuides, Solo que estés conmigo- Dije mientras lo abrazaba, No podía más con eso, Lo bese casi a la fuerza pero era más fuerte que yo- Por favor Eduardo necesito que me enseñes esto porque no poder estar en paz si no haces lo de hace rato- Dije mientras me pegaba más a su cuerpo- Por favor enano no sigas que no voy a poder contenerme, Te quiero mucho que el solo rose de tu piel me hace querer comerte a besos- Dijo Eduardo entre suspiros- No, Tú me quieres como yo a ti, Sientes como yo esto aquí en el pecho, Tengo que estar contigo hermano te necesito- Dije mientras volvía a besarlo entonces ocurrió lo que tenía que pasar
Eduardo me tomo en sus brazos y me llevo hasta la cama, Comenzó a besarme apasionadamente haciéndome temblar, Con mis manos recorría toda su espalda, Sus manos tocaban mis piernas mientras besaba mi cuello, Sentir su musculoso cuerpo me derretían, Su lengua se divertía con la mía, Cuando de pronto comenzó a darle pequeños besos a mi pecho y a mis pezones haciéndome jadear y gemir lentamente- ¿Te gusta que lo haga? A ver…- Dijo mientras me volvía a besar en el pecho y pellizcaba mis pezones- Si me gusta, Me encanta por favor no te detengas- Dije mientras me besaba el vientre y con sus dedos se habría paso en mi pantalón, Lo desabrocho sin dejar de besarme y yo solo podía mirar a todas partes por lo que estaba sucediendo- Veo que ya estas duro, Es pequeña pero cuando crezca volverás locas a las chicas con esto- Dijo mientras apretaba mi pene erecto por encima de mi ropa interior, Me daba pequeñas mordidas en el cuello y en orejas- Se siente bien Eduardo, Te amo- Dije mientras gemía pero él me decía que me aguantara porque podríamos despertar a alguien- Hagamos que no puedas pronuncia ni una palabra- Dijo Eduardo tocando mi pene y masturbándome, Me daba mordidas en el cuello y con su otra mano me pellizcaba los pezones, Me estaba torturando me estaba volviendo loco y solo puedo empeorar cuando sentí como un dedo suyo picaba mi colita, Me tapaba la boca porque gemía como loco y el solo reía, De pronto sentí como un cosquilleo me recorría todo el cuerpo y me hundía en un orgasmo maravilloso, Me había corrido en la mano de Eduardo y pensé que se molestaría pero simplemente se limpió la mano en las sabanas y se acostó como si nada dándome a entender que ahora su cuerpo podría ser mío y que me divertiría torturándolo como el a mío, Me eche encima de él y comencé a besarlo apasionadamente pero de una manera torpe al no saber cómo besar muy bien, Con mi mano acariciaba ese bulto que pedía a gritos ser liberado, Fui bajando por su cuello dándole pequeñas mordidas mientras le preguntaba que si le gustaba y el entre suspiros decía que sí, Me detuve en sus pectorales, Los recorrí con mis manos y lamí esos pezones como si esperara sacar leche de ellos,
Eso lo volvía loco y lo hacía gemir y gruñir pero lo mejor apenas venia, Baje por ese abdomen con mis labios y lo recorrí hasta cansarme, Sus músculos me hacían delirar y ahora eran míos, Le quite su ropa interior y me asombre al ver su enorme verga que estaba a mil, Tenia venas y poco vello púbico pero era una tentación, La boca se me hacía agua al percibir su olor y de manera instintiva la metí en mi boca y comencé a chuparla como si fuese una paleta, Eduardo ya no podía más, Tenía las manos en su cabeza mientras gemía y gruñía como loco pero yo no me detenía, La lamia completa y hacia lo mismo que el hizo, Lo masturbe y me estiraba para pellizcar sus pezones- Ya no puedo más Yair- Decía Eduardo con su cara desfigurada por el placer- Te gusta Eduardo ¿Te gusta?- Dije mientras me metía esa barra en la boca pero solo me entraba la cabeza y un poco más, Media 20 cm por lo que con ambas manos la jugueteaba, Estaba convirtiéndome en la mayor perra del mundo, Eduardo tomo una almohada y la puso en su cara, Gruño como un animal salvaje y soltó chorros de semen que fueron a dar a mi cara y creo que hasta al techo, Se respiración estaba muy agitada y con sus manos se pajeaba para sacar el resto de la leche que le quedaba, Me hacer que a él y al quitarle la almohada de la cara se tumbó sobre mi besándome, Haciéndome saber que estaba muy satisfecho- Eduardo… Quiero más- Dije pero no sabía lo que apenas venia- No te preocupes que cuando termine contigo estarás pidiendo piedad- Sus ojos estaban encendidos, Se sentía la lujuria y el deseo salir de ellos, Me sentía libre y con mucho placer, Me volteo y bajo mi bóxer muy rápido, Abrió mis nalguitas de un golpe y hundió esa lengua dentro de mi haciéndome gritar pero nuevamente me tapo la boca porque grito muy fuerte, Hacia movimientos circulares y la hundía de golpe hasta que me dilato,
Me metía los dedos y me daba de nalgadas hasta que supo que estaba listo, Se sentó sobre la cama y me tomo de la cintura- Yair, Si te llegas a sentir mal solo dímelo y me detendré lo que menos quiero es lastimarte pero lo necesito, Te necesito al igual que tú, No sé qué tienes pero el solo ver tu carita me hace querer romperte el culo pero debo contenerme porque solo eres un niño- Decía mientras me cargaba y como era delgado podía cargarme sin problemas, Puso su pene en las puertas de mi ano y poco a poco comenzó a bajarme, Sentía un dolor fuerte pero cosquilleos en mi ano que me hacían querer seguir, La cara de Eduardo se desfiguraba de placer junto con la mía, Por idiota hice un movimiento brusco y Eduardo no me tenía bien agarrado así que me soltó y caí de golpe en esa barra de carne lo cual causo un grito de mi parte pero inmediatamente volvió a taparme la boca, Las lágrimas se asomaban por mis ojos y la desesperación me invadió, Eduardo se preocupó y me pregunto que si se salía- Eduardo me duele mucho, Me duele dijiste que no me lastimarías- Dije mientras lloraba- Mírame a los ojos- Dijo mientras me secaba las lágrimas- Te amo, Me amas, Disfrutémoslo- Me beso en los labios y me raspo con su barba y después comencé a moverme, Sentía su pene dentro de mi mientras palpitaba y él se movía como loco, Me mordía los pezones y después yo a él, Su lengua jugaba con la mía y me decía cosas como te amo, Te necesito, Te deseo, Nunca te separes de mí, Yo ya no podía más, Estaba mirando al techo en busca de auxilio pues todo ese placer terminaría por matarme cuando algo paso, Eduardo se fue de espaldas y comenzó a mover su pelvis hacia arriba hasta que sentí como su pene se hincho dentro de mí y soltó montones de semen en él, mi ano se contrajo cuando después de unos segundo me vine en su abdomen, Se quedó adentro más momentos en lo que terminaba de sacar todo,
Me tumbe sobre él, Yo estaba cansado y sudado al igual que el, Al mirarme me volvió a besar de esa manera tierna que lo hacia, Me tumbe sobre sus pectorales hasta que no pude mas y me quede dormido a causa del cansancio, A la mañana siguiente como de costumbre el ya no estaba pues se había ido a la universidad, Note que no estaba la ropa de cama y supuse que la había lavado para borrar todo rastro de semen, Me metí a bañar pues tenía dentro de mí el semen de mi primo, Me dolía el ano horrible y casi no podía caminar, El día paso normal, Me fui a la escuela y descubrí que Martin el chico que me golpeo tenía un moretón en el ojo y ahora me hablaba con mucho respeto, Eduardo seguramente le había dado una lección, Ahora tendría a mi amante de tiempo completo en casa pues viviría conmigo, Repetimos todo eso miles de veces y casi a diario, Él me dijo que no debía enamorarme pues aún era muy pequeño, Que más adelante encontraría a una chica o a un chico para compartir ese sentimiento, Que el solo me estaba enseñando algo diferente de la vida y se lo agradecí mucho, Fue le dueño de mi culo por dos años pues después se graduó y se regresó a monterrey, Tengo muchos recuerdos de él y puedo decir que es uno de los hombre que más han marcado mi vida,
Tenemos mucho tiempo sin vernos, Hasta donde sé él no se ha casado pues dice que eso no es para él, Vive solo en un departamento en su ciudad pero lo más emocionante es que cuando termine mi segundo semestre en psicología me iré a estudiar a monterrey y adivinen con quien viviré? Exacto con mi primer amante, Mi primo Eduardo…
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