Diario de verano Pt. 2
¡Hola! Ha pasado un tiempo sin continuar esta historia, pero he vuelto. Me parece que le falta un poco de acción, pero llegará en los próximos días en el relato. Espero que sea de su agrado..
Día 2:
Desperté, como de costumbre con una gran erección, pero esta vez no era solo eso. Kiara estaba encima de mí, no por completo claro, pero tenía una pierna encima de mi cuerpo y su brazo derecho estaba encima de mi pecho.
Levanté la sábana y la tiré, dejándome ver sus piernas y su hermoso culo. Era verano y hacía mucho calor en esta ciudad, ella había dormido con un polo delgado y sin brasier, y con unos shorts cortos color rosa. Muy confiado empecé a masajear una de sus nalgas con mi mano derecha, no bajaba mi mano hasta su parte íntima por miedo pero tenía tantas ganas de hacerlo.
Mi pene que ya estaba duro por la erección de la mañana se puso aún más duro sintiéndola encima de mí, con mi mano en una de sus nalgas. Quería meter mi mano debajo de su short pero tenía miedo de despertarla y tener que terminar este momento.
Después de unos minutos así ella empezó a moverse y se levantó, pero como parte de su cuerpo estaba encima de mí, cuando se levantó se sentó sobre mí, poniendo sus nalgas sobre mi pene muy duro.
- Buenos días. – Me dijo ella con una sonrisa en el rostro y voz soñolienta.
- Buenos días. – Respondí.
- ¿Qué hora es?
- Creo que son las 6 a.m., no he escuchado a nadie y todos deben estar durmiendo.
- Humm, entonces creo que volveré a dormir.
Luego de esa pequeña conversación se volvió a echar pero esta vez encima de mí, me pareció extraño que hiciera eso pero sin duda no me molestaba y no me iba a quejar. Estaba en una posición en la que sus piernas estaban abiertas. No dormí nada más, me quedé disfrutando del momento y no quería que alguien entre y nos encuentre así.
Cuando pasó aproximadamente una hora moví el cuerpo de Kiara y me levanté para ir al baño, no sin antes llevarme ese calzón usado que encontré ayer para finalmente terminar esa paja. Me metí y cerré la puerta con seguro, y me senté en el wáter, me bajé el pantalón por completo y puse la prenda sobre mi miembro. Pensar en su maravilloso culo, lo que había pasado hace unos instantes y la prenda usada en mi pene me obligaron a venirme en cuestión de poco más de un minuto. Me corrí demasiado, fue una paja que nunca podré olvidar. Cuando regresaba al cuarto para dejar el calzón sucio, completamente mojado con mi semen abrí la puerta y ella estaba parada quitándose el polo para ponerse otro. Pude ver por unos segundos y por primera vez sus hermosos senos, tenían un pezón no muy oscuro.
- ¡Hey! – Me dijo ella en voz alta.
- Ah, per… perdón. No sabía que te estabas cambiando.
- No, ehmm… está bien, yo no cerré la puerta. Ya puedes pasar.
Rápidamente oculté su prenda interior y entré en la habitación.
- Voy a tomar un vaso de agua y luego desayunaré, mi mamá ya debe haber ido a trabajar ¿Vienes conmigo? – Me preguntó.
- Amm, claro, espera que me cambie y voy.
Kiara salió del cuarto y pensé en que no sería mala idea guardar el calzón en el que me vine hace unos momentos para usarlo en un futuro.
Mientras desayunábamos casi ni hablamos. Luego bajé al segundo piso para ver si ya se habían despertado mis otros primos.
Se escuchaba el ruido del agua cayendo, alguien se estaba dando una ducha. Nicole no estaba, seguramente había ido a estudiar ya que ella aún no tenía vacaciones. Sabía que tía Claudia ya se había ido a trabajar. El segundo piso parecía vacío. La curiosidad me ganó y muy lentamente abrí la puerta del baño, pensé que me encontraría con Nicole bañándose, me excitó bastante ver su cuerpo desnudo y mojado en mi cabeza, pero lo que encontré fue totalmente diferente a lo que esperaba. Eran Mateo y David, ambos estaban juntos en la ducha, debo admitir que al inicio me desilusioné y hasta se me hizo raro, pensé que solían bañarse así para ahorrar agua, al fin y al cabo son hermanos. Estaba por irme hasta que vi que Mateo le estaba tocando el culo a David, le estaba metiendo un dedo por el ano, David gemía con su voz aguda de niño. Con la otra mano Mateo agarró el pequeño pene de su hermano y lo empezó a masajear, y cuando este empezó a crecer lo tomó con algunos dedos y lo masturbó. David no paraba de gemir, los ruiditos que emitía eran muy tiernos debo decir, hasta que finalmente se vino y de su pequeño pene salió disparado el semen. Mateo soltó el pene de su hermano y sacó el dedo de su culo. Luego pasó la mano llena de semen por la cara de su hermano
- Ahhh, ya está. Ya me quiero seguir bañando. – Le dijo David a Mateo.
- Espera, aún falto yo.
Mateo puso a su hermano de rodillas y le metió su pene en la boca. Tampoco era muy grande, aunque sí más grande que el de su hermano y ya estaba parado. Mateo se atoraba y hacía ruidos de chapoteo por la saliva que tenía en la boca. Pasó un poco menos de un minuto así
- Prepárate, me voy a venir.
- Dentro de mi boca no, por favor. – Intentó decir David con el pene de su hermano aún en su boca.
- Sabes que me gusta más así.
Después de eso Mateo profirió un gemido y supe que se había venido en la boca de su hermano, por la cara que puso este.
- Que bien. Ahora a seguir bañándose, antes de que despierte alguien.
Sabiendo que todo acto sexual ya había terminado salí de ahí sin dejar de pensar en lo que acababa de ver y que siendo sincero me había gustado más de lo que esperaba.
Al salir noté que mi pene estaba duro, la morbosidad de ver a mis dos primos, que son hermanos, dándose placer el uno al otro me había gustado.
Subí nuevamente al tercer piso. Vi a Fabiana sentada en una pequeña mesa desayunando.
- Buenos días. – Me dijo ella.
- Hola, buen día.
- ¿Dónde estabas?
- Bajé para ver si estaban Mateo y David estaban despiertos.
- ¿Y ya están despiertos?
- Ahhh… Bueno, creo que se iban a bañar.
- Ah, bueno.
Luego de eso vimos tv en la sala, Kiara se unió después de un rato. Casi toda la mañana no hicimos nada hasta que llegó tía Flor a la hora del almuerzo. Mateo y David subieron para almorzar con nosotros. Cuando los veía no podía pensar en otra cosa que esa imagen de ellos dos en la ducha, pero ellos hablaban entre los dos como si nada pasara, eso me hizo pensar que no era la primera vez que lo hacían.
Al llegar la noche Tía Claudia y Nicole ya habían llegado, y la promesa de realizar una mejor pijamada se empezó a hacer una realidad. Tía Flor preparó palomitas y Fabiana buscó una película para que la veamos los tres, Kiara, ella y yo.
- Chicos, parece que desde ahora tendrán que dormir juntos. – Nos dijo tía Flor a mí y a Kiara. – No hay otro colchón.
- No hay problema. – Dijo Kiara, adelantándose a mi respuesta.
Cuando terminó la película Fabiana se retiró a su habitación, y Kiara y yo nos fuimos a la suya.
Ambos ya teníamos puesta la ropa de dormir, muy ligera en ambos por el calor que hacía en esa temporada del año. Kiara apagó la luz y nos acostamos.
- Buenas noches. – Dijimos los dos a la vez, Kiara se rió.
Día 3:
Nuevamente me desperté antes que Kiara, y ya sabía qué hacer. Levanté la sábana y mis ojos se fijaron directamente a su culo, esta vez había dormido con un pantalón delgado, este se había metido entre sus nalgas. No dudé ni un segundo y posé mi mano derecha en una de sus nalgas, la apreté y le pasé mi mano por todo el culo, quería sacar mi miembro y empezar a masturbarme, de hecho estaba a punto de hacerlo.
- ¿Qué haces? – Dijo de repente, mientras me miraba con una sonrisa.
- Ah… Quería ver si estabas despierta. – Dije asustado, no esperaba que se despertase.
Se dio la vuelta y siguió durmiendo. Por el susto decidí no continuar tocándola, aunque pensé que ella se molestaría si me descubriera.
Nos levantamos después de unos minutos, ya era algo de las 8:00 am y teníamos hambre.
Fabiana también se despertó, casi al mismo tiempo
Comimos juntos y luego nos bañamos, primero Fabiana, luego Kiara y al final yo. Mientras Kiara se bañaba y Fabiana se vestía entré en la habitación de Kiara, ella había dejado la ropa que se pondría en su cama, quería verla, tocarla. Había una camiseta de color rosa, unos shorts que parecían ser bastante apretados, un brasier blanco bastante parecido al que encontré entre la ropa sucia hace unos días, y también un calzón del mismo color.
En eso escuché la puerta del baño abrirse, dejé la ropa y salí rápidamente del cuarto.
Vi a Kiara salir del baño cubierta ligeramente por una toalla, estaba mojada desde su cabello hasta la punta de sus pies, esto me excitó en sobremanera.
- Ya terminé, puedes entrar tú. – Me dijo mientras se secaba el cabello.
Entré al baño, el ambiente estaba muy caliente por la temperatura del agua. Noté que había dejado la ropa que se había quitado en el suelo. No lo dudé y empecé a buscar su ropa interior, al encontrar su calzón y brasier no demoré en desvestirme. Abrí la llave de la ducha, el agua estaba caliente, me senté en la tasa del baño, abrí mis piernas y puse su calzón sobre mi miembro, empecé a masturbarme pensando en todo lo que le quería hacer a Kiara, mi prima, las muchas formas en las que me la quería coger, como iba a jugar con sus tetas e iba a azotar su culo. No pude más y dentro de unos minutos me vine. Me levanté y continué con mi ducha.
Al salir del baño entré al cuarto de Kiara, ella ya estaba completamente vestida. Al verme entrar se levantó de su cama y dejó la habitación para que me vistiera.
Cuando terminé de vestirme ya eran eso de la 1 p.m., tía Flor nos había dejado la comida preparada para el almuerzo. Bajaron Mateo y David y los cinco almorzamos juntos, luego vimos tv y jugamos videojuegos hasta que llegó la noche, Kiara y yo volvimos a dormir juntos en su cama.
Así se pasaban los días, no había nada que hacer, ni escuela, ni tareas, ni padres cerca, fue una época muy placentera, y lo mejor estaba por venir.
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