Días maravillosos de sexo con mama
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Es increíble, pero esto que les voy a narrar se inicio hace más o menos dos años cuando por casualidad buscando otro tema caí en esta página de relatos y empecé a curiosear todas las categorías, pero hubo una que me marco y más adelante se van a dar cuenta porque.
Mi familia está conformada por mi padre que se llama Jorge, mi madre Lina, mi hermano mayor Ricardo y yo, nuestra familia es bastante adinerada y eso viene de tiempo atrás por parte de mi padre, mi madre es de una familia de clase económica normal.
Desde hace un tiempo la relación entre mis padres no es la mejor por eso mi padre tiene un apartamento muy bien organizado, que él dice es su oficina y allí pasa muchos días sin venir a casa donde prácticamente vivimos mi madre y yo, por que mi hermano a raíz de los altercados de mis padres se aburrió y decidió irse al exterior a sus estudios universitarios.
Entre semana viene una señora a hacer el oficio de la casa, pero desde el viernes en la tarde quedamos solos mi madre y yo.
Ella normalmente salía a reuniones con sus amigas pero últimamente note que llegaba con algunas copas encima y la última vez fueron tantas que tuvieron que traerla a casa porque no pudo conducir su coche.
Esa noche yo estaba viendo películas para adultos cuando ella llego y como se demoraba en entrar estuve atento para salir a recibirla y me di cuenta de su estado de embriaguez, la ayude a entrar a su habitación para que se pusiera su pijama y se acostara a dormir, pero como estaba tan alicorada, solamente alcanzo a desvestirse y se quedo dormida sobre la cama solo en brasier y tanga.
Decidí arroparla pero mientras lo hacía no pude dejar de embelesarme con su maravilloso cuerpo.
Realmente a sus treinta y siete años es una mujer muy hermosa, al punto que cuando termine de cubrirla me di cuenta que tenía una erección mayúscula, si ella me hubiera visto, no sé qué podría haber opinado sobre mí.
Pero esta no fue la única vez que ella llego en este estado ya que una noche de sábado estuve pendiente de su llegada y cuando escuche un coche que se aparco en la entrada de la casa, mire por la ventana de mi habitación y vi que ella estaba con alguien más, espere unos minutos, pero no entraba, entonces volví a observar por la ventana para ver qué pasaba y quede sorprendido, como habían acostado el asiento hacia atrás el hombre que la acompañaba estaba encima de ella follandola.
No sabía qué hacer, salir y formar un escándalo o esperar a que terminaran y quedarme callado.
Media hora después ella estaba entrando a la casa, su labial regado por alrededor de su boca, señal de lo que había estado haciendo con su compañero de fiesta.
Y pensé, si mi padre se enterara de esto, como ellos continuaban casados seguro le pediría el divorcio y ella posiblemente perdería muchos de los privilegios que hasta ese momento tenia.
Cuando ella entro, salí a recibirla y su estado era deplorable, su labial regado, despeinada, la blusa por fuera de la falda, la chaqueta enrollada en el brazo.
La salude como siempre pero note que su pronunciación no era clara.
La acompañe a su habitación y me dijo que la ayudara a acostar porque se sentía muy mareada y así comencé a hacerlo, le quite la blusa y luego la falda pero oh sorpresa, debajo de la falda no tenia absolutamente nada y note que de su concha salía un flujo que se deslizaba por su muslo.
Confirmación total de lo sucedido minutos antes.
A pesar de la sorpresa tuve una erección total y ahora mucho más al verla totalmente desnuda ya que le quite también el brasier pues ella estaba tan mareada que no se oponía a nada.
Le puse su pijama y la cubrí con una frazada y continuo profundamente dormida.
Me fui a mi habitación tan excitado que me metí en internet a esta página y entre directo a relatos de sexo de madres e hijos, pues lo que había sucedido despertó en mi unos deseos terribles hacia mi madre, y pensé, si ella se dejo follar por otro que no es mi padre, seguramente porque mi padre no la atiende, entonces porque no hacer lo mismo conmigo para satisfacer nuestros mutuos deseos y todo quedaría en casa.
Hace un mes cumplí los 18 años y mi madre quiso hacerme una fiesta con mis amigos, pero le dije que mejor quería ir a cenar solo con ella, teniendo en cuenta que mi padre siempre se olvidaba de la fecha y así fue que convinimos celebrarlo el sábado.
Ella escogió un sitio muy agradable y la comida deliciosa, pero en medio de la cena me dijo, bueno como ya eres mayor de edad te voy a invitar a una copa de vino y le pidió al señor que nos atendía que nos trajera dos copas de vino.
Cuando las trajeron ella brindo por mi felicidad y rápidamente la consumimos, luego le dije que si yo la podía invitar a ella para celebrar por la hermosa madre que yo tenía, y ella acepto.
Terminada la cena regresamos a casa y cuando entramos le propuse que tomáramos la última copa antes de irnos a dormir, pero la ultima copa fueron varias ultimas copas, así que a media noche los dos estábamos bastante alicorados, puse música y la invite a bailar para que nos pasara el efecto del licor y empezamos a hacerlo de forma muy natural, riendo como dos tontos, pero de pronto ella se pego a mi cuerpo y esto me produjo una terrible excitación que no pude ni quise disimular y ella debió sentirla teniendo en cuenta su experiencia sobre estas cosas.
Ella pego su mejilla a la mía y pronto estábamos como dos enamorados rozando nuestras pelvis sin ningún reparo.
Ella me dijo… creo que tomamos mas licor de la cuenta, pero lo merecemos es tu cumpleaños, tu mayoría de edad, y quiero que lo recuerdes siempre.
Sentí que nuestros roces la excitaban porque su respiración se había acelerado bastante.
Me dijo creo que ya es muy tarde mejor nos vamos a descansar, le dije quiero quedarme contigo esta noche, ella dijo está bien y me tomo de la mano y fuimos a su habitación y estando allí comencé a desnudarme y ella me pregunto… ¿y tu pijama?, le dije… no tengo frio, dormiré desnudo y has tu lo mismo, ella me dijo… No, como se te ocurre.
Le respondí no te preocupes, la última vez que llegaste bastante embriagada, cuando te fui a poner tu pijama me encontré que no traías tu tanga bajo la falda y me sorprendí, pero no te puedo negar que al ver tu cuerpo tan hermoso no resistí la tentación de admirarte desnuda, así que no te preocupes, ven a la cama.
Ella acepto y nos metimos bajo las frazadas, pero el haberla visto desnuda y luego sentir su piel cerca a la mía me produjo una erección monumental y al acercarnos ella choco sus manos contra mi polla y me dijo… ¿y esto que paso? Le dije tenerte desnuda a mi lado me ha producido esta reacción, entonces ella dijo… recuerda que soy tu madre, te quiero mucho pero hay límites que no debemos sobrepasar.
Mas sin embargo tomo con su mano mi polla y me dijo con una sonrisa maliciosa, uhmmm que grande la tienes, déjame la voy a mirar y levantando la frazada empezó a observarla y a mover su mano a lo largo de mi polla.
Yo me acerque a ella y le pedí que continuara acariciándome y me excite tanto que deslice mi mano a sus senos y empecé a tocarlos en especial los pezones que rozaba con mucha suavidad y por momentos también los apretaba.
Estos roces fueron haciendo olvidar nuestra relación de madre e hijo y comenzamos a sentirnos simplemente como hombre y mujer.
Cuando ella dejo de observarme bajo la frazada y levanto su cara me acerque a su cara y le di un beso en la boca y ella no me rechazo, por el contrario me di cuenta que estaba muy excitada, pero no me atreví a ir más lejos, ella siguió acariciando mi polla, entonces creí que yo debía tomar la iniciativa y pegue mi cuerpo al de ella y nos trenzamos en un beso apasionado.
Luego me subí sobre su cuerpo y le separe las piernas y por primera vez sentí el contacto de mi polla con su concha, subiéndome un calor por todo mi cuerpo.
Me dijo creo que debemos parar, ¿Por qué? Le pregunte, ella dijo… no es correcto, entonces decidí tomar como referencia lo de la última noche que vino con su amigo y follaron en el auto.
Le dije… la última vez que fuiste de fiesta cuando llego dejarte tu amigo estuvieron follando y tu continuas casada, ¿entonces eso tampoco sería correcto? Ella se quedo callada unos minutos y solo dijo… pero es diferente, le dije al final es lo mismo y volví a besarla, al parecer ella cambio de opinión y acepto seguir adelante, así lo entendí porque empezó a corresponderme muy efusiva, se abrazo a mi cuerpo y a continuación ya estaba acariciando mi espalda.
Yo moría de ganas por estar dentro de ella, pero tenía claro que debía actuar con delicadeza, de lo contrario esta podría ser la primera y última vez, me deslice hacia un lado de ella y me dedique a acariciar su cuerpo por todas partes hasta llegar a su concha encontrándola bastante lubricada, señal clara de su excitación, le acaricie los labios de su concha, luego su clítoris y por ultimo deslice un dedo dentro y luego dos y ella empezó a gemir y tomando mi cabeza hizo que nuestras bocas se pegaran y nos besáramos con tremenda pasión y fuerza.
Yo hundía mis dedos hasta donde podía en su concha y no paraba de moverlos dentro, igualmente mi dedo pulgar no paro de rozar su clítoris.
Así estuvimos unos diez minutos, con respiraciones agitadas y yo muriendo de deseos por follarla, pero finalmente ella tomo la iniciativa y me dijo… quiero tener tu polla dentro de mí, fòllame, fòllame, fòllame, ya, por favor, no aguanto más.
Me subí nuevamente y ella dirigió mi polla a su concha y comencé a penetrarla con mucha suavidad, sentí un espasmo que subió por todo mi cuerpo en esos segundos hasta que toque fondo y ella suspiró un Ayyy, le pregunte si la había lastimado, me dijo… No, no te preocupes, es que tu polla es muy grande y ha tocado fondo, pero me gusta, sigue, sigue adelante.
Y continuamos con besos y caricias y nos fuimos meneando y excitando tanto hasta el momento previo en que ella alcanzo el orgasmo, en ese instante vi su rostro transfigurado como una gata en celo que parecía decir con sus gestos… porque me haces esto y al mismo tiempo fòllame, fòllame más, y más duro, ese momento fue crucial, ver su cara de deseo, la cual jamás volvería a ver así, salvo bajo estas mismas circunstancias.
Disfrute al máximo el momento y luego ella me dijo… Vamos quiero que llegues dentro de mí y comenzó a motivarme y a moverse y pronto yo estaba alcanzando el clímax, jadeando fuertemente y le deje toda mi carga dentro a ella, este momento fue también maravilloso e inolvidable sentir que inundaba su concha con mi semen y luego pasada la emotividad disfrute experimentar como mi polla se fue recogiendo hasta salir nuevamente a vez la luz.
Esos tres instantes han quedado grabados en mi mente y cada vez que repetimos el encuentro, los disfrute al máximo, el instante de la penetración, su rostro al alcanzar el orgasmo y mi explosión dentro de ella.
Después de unos cuantos meses la frecuencia de nuestras reuniones intimas fueron disminuyendo en la medida que mi curiosidad fue desapareciendo y comprendí que esa relación no tenia futuro, empecé a interesarme en mujeres de mi edad, pero se me ocurrió la idea de ayudarle a mama para que se reuniera con su amigo en casa y retribuirle los maravillosos momentos que me había regalado, además disfrutaría viéndola follar, escuchar sus gemidos, verla alcanzar sus orgasmos, todo sin que ella tuviera que exponerse al hacerlo fuera de casa.
Para eso yo la comencé a engañar diciendo que iba a salir con amigos pero en realidad me escondía en casa y así la veía follar, escuchaba sus gemidos como una gata en celo y cuando había tomado algunas copas, era maravilloso, porque se comportaba más natural y exteriorizaba todos sus deseos, muchos de los que nunca compartimos.
Más adelante si alguna vez resurgen mis deseos, creo que la buscare, pero por ahora entre nosotros todo está en calma.
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