DISFRUTANDO CON MI MADRE EN SU EMBARAZO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Por fin me he decido a compartir lo que me sucedió el año pasado.
Mi familia está conformada por mi papa Francisco 46 años, mi mama Mónica 37 años y yo 18 años.
Todo inicio a comienzos del año pasado cuando mi mama me conto que estaba embarazada, me dijo que después de tantos años yo iba a tener una hermanita, me alegre muchísimo y desde ese mismo momento comencé a comportarme de manera muy especial con ella.
Mi mama es una mujer muy hermosa, elegante y mi papa siempre se mostro orgulloso de ella.
Días después comencé a ver crecer su vientre y todo andaba normal hasta el día en que inicio esta historia.
Una noche estábamos solo mama y yo, y ella me comento que sentía en su vientre mucha picazón porque se le resecaba la piel y debiéndose aplicar una crema humectante siempre se le olvidaba hacerlo.
Le dije que yo se lo recordaría y cuando regresaba de estudiar le preguntaba si lo había hecho a veces me decía que si, otras que no y un día me ofrecí a recordarle y si ella quería le haría la aplicación.
Me dijo que le parecía muy buena idea y esa misma tarde fuimos a su habitación ella se recostó en la cama, me entrego la crema y una vez que se subió la blusa yo comencé a aplicársela.
En ese momento su barriguita apenas comenzaba a crecer.
Así sucedió a diario durante algo más de un mes y ella muy contenta siempre agradecía mi ayuda.
Una tarde estaba estudiando, ella me llamo para que le aplicara la crema, igual que las veces anteriores yo fui y mientras lo hacía me concentre en una película que estaban presentando en la televisión y volví a tomar conciencia de lo que estaba haciendo cuando escuche la respiración agitada de mama y me di cuenta por la crema que mi mano la había estado moviendo demasiado abajo de su vientre prácticamente al límite de su concha, pero como la tenia totalmente depilada no lo había notado.
Ella no dijo nada pero yo imagine que posiblemente mis masajes la habían excitado, termine y me fui a mi habitación.
Pero lo sucedido me siguió rondando en la cabeza y al día siguiente hice lo mismo, pero esta vez consciente de lo que hacía, aunque para ella se suponía yo estaba distraído con la película de la televisión.
Nuevamente escuche su respiración agitada pero esta vez no me detuve tan pronto como la vez anterior y puedo asegurar que su excitación la llevo a disfrutar de un orgasmo.
Así sucedió otras veces y ella no decía nada, yo tampoco hacia ningún comentario.
Ya ella estaba como en el sexto mes de embarazo, su vientre no había crecido demasiado y la forma de su cuerpo seguía siendo muy proporcionada, nunca dejo de conservar su elegancia y yo constantemente la adulaba de su belleza, mencionando que se veía hermosa con su embarazo.
Durante estos meses se fue creando mucha confianza entre los dos como nunca antes existió, no obstante que antes siempre fuimos muy unidos por ser su hijo único, pero ahora era algo muy especial, diría que había muchísima confianza y eso hizo que ella me comentara cosas de su intimidad y a la vez me preguntara sobre las mías y ese contacto constante de mis manos con su piel desnuda creo aumento esa relación tan especial.
Un viernes llegue de una fiesta, yo me había tomado algunas copas y por eso fui directo a mi habitación tratando de no despertar a mama, pero cuando estaba próximo a ponerme el pijama, ella seguro me escucho y me llamo… Ven Cami, así me dice ella, mi nombre es Camilo.
Ven y me aplicas la crema, le dije… me estoy poniendo el pijama.
No importa ven, y teniendo solo los bóxers me acerque a la puerta de su habitación, ella me vio y me dijo ven, luego te pones tu pijama, pero no enciendas la luz.
Me acerque tome la crema de su mesa de noche y ella aun estaba vestida con una bata de maternidad que le llegaba arriba de la rodilla y no tuvo inconveniente en recogérsela hasta el pecho, quedando ante mis ojos su cuerpo desnudo con excepción de su concha totalmente depilada que estaba cubierta con una tanga diminuta que apenas le cubría el triangulito de su sexo.
A esa hora mi padre no había llegado y era costumbre que estando con sus amigos regresara muy de madrugada.
No puedo negar que esta situación me produjo una erección que no pude controlar y eso me llevo a que alargara el masaje esperando que bajara la erección para poder pararme de su cama e irme a mi habitación.
Mas sin embargo teniendo en cuenta las copas que había estado tomando me sentía un poco desinhibido por eso al aplicarle la crema en medio de la semi oscuridad, intencionalmente baje mi mano alcanzando a tocar su concha, ella ya estaba respirando agitadamente y cuando roce su sexo ella se estremeció, yo me hice el desentendido y ella nada dijo, por el contrario puso su mano sobre mi pierna y comenzó a acariciarme lo cual reavivo mi erección.
Ella me dijo que no se había podido dormir porque estaba esperando mi masaje.
Y agrego… que como yo lo hacía le daba un relajamiento total.
Como mi erección no decaía, yo no paraba de masajearla y ella no me decía que ya fuera suficiente, pero motivado por la situación y el licor que había tomado, intempestivamente deje ir mi mano nuevamente a su sexo y ella en cambio de oponerse separo sus piernas, cerró los ojos y se abandono a mis caricias.
Su excitación creció hasta el límite alcanzando claramente un orgasmo ante mí.
Al recuperarse me confesó que desde que había quedado en embarazo mi padre jamás había vuelto a estar con ella, por eso los masajes que yo le daba la relajaban excepcionalmente.
Ella volteo a mirarme y de inmediato noto bajo mi bóxers una terrible erección y señalando, me dijo… creo que esto es mi culpa y te lo voy a compensar y sentándose en la cama me bajo el bóxers y tomando mi polla comenzó a masajearla hasta que explote en su mano y ella sonrió diciendo… Que mala fui al causarte esta erección.
Terminada mi explosión me despedí y me fui a mi habitación.
Al día siguiente como no sabía si acudir a la cita de siempre me quede en mi habitación y la escuche hablar por teléfono con mi padre y cuando termino de hablar me llamo… Cami estoy esperando tu masaje.
Le dije ya voy, espere un momento y luego fui a su habitación.
Ella estaba con su bata de dormir y cuando fui a aplicarle la crema se la subió totalmente, sorprendiéndome porque debajo no tenía nada, estaba totalmente desnuda, no tenía tanga ni brasier.
En principio me sorprendí, pero me agrado verla desnuda y admirar su hermoso cuerpo con su embarazo.
Esta situación no tardo en generarme una erección que esta vez no disimule, de manera que cuando inicié el masaje en su vientre, ella tomo mi polla y empezó a acariciarla con mucha confianza.
Y estábamos masajeándonos mutuamente cuando de pronto me pregunto si yo había tenido sexo con mis amigas, le dije que si, y agrego… y tienes mucha experiencia, le respondí que no tanto.
Entonces vino el momento crucial cuando me dijo… súbete a la cama y separando las piernas me invito a que me acomodara en medio de ellas.
Luego dijo… acércate, lo hice y mi polla quedo a escasos centímetros de su concha que brillaba por la lubricación que ya venía fluyendo desde hacía algunos minutos.
Estando tan cerca los dos dijo…quiero que me hagas lo mismo que haces con tus amigas.
Yo un poco temeroso me fui acercando y ella tomando mi polla la puso en la puerta de su concha y me dijo métela, quiero tenerte dentro de mí.
En ese instante pensé en su embarazo y le dije… de pronto te podría causar daño, ella muy segura respondió… no va a pasar nada, adelante.
Me anime y con mucha suavidad empecé a hundir mi polla en su concha experimentando una sensación maravillosa.
Ella me dijo anímate, métela toda que no va a pasar nada, me hizo inclinar y nos besamos como dos amantes, luego me dijo empieza a moverte quiero sentirte dentro de mí.
Me tome confianza e inicie un mete y saca delicioso y empecé a escuchar como ella gimiendo emitía palabras sueltas como… uhmmm Cami, que rico, sigue, sigue, dame fuerte, que polla mas grande, sigue, sigue, eso, eso, así, así, dame mas, quiero mas, uhmmmm, Cami, me corro, me corro, que delicia, uhmmm, y sintiendo deseos de explotar me contuve hasta que escuche que ella había alcanzado su orgasmo.
Una vez que los dos nos corrimos quedamos inmóviles y unidos hasta que mi polla empezó a recogerse y ella dijo… ohmmmm Cami, que rico.
Tenía muchos deseos reprimidos, este será nuestro secreto.
Después de ese día los contactos íntimos fueron frecuentes hasta unas semanas antes de que diera a luz a mi hermanita.
Después mi madre se ocupo con la bebe, nos olvidamos de lo sucedido y ella volvió a normalizar sus relaciones con mi padre, sin embargo esos momentos fueron inolvidables y los recuerdo con mucho placer.
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