Divirtiéndome con mi hijita (La tarde en las parcelas)
Cómo me divierto con mi hijita…
Pronto proseguire con la otra historia que les llevo contando, por ahora les comparto esta que también escuché por ahí.
Yo soy Óscar un hombre como cualquier otro, entrado en los 30tas, divorciado y con un gusto particular por las niñitas.
Contrario a lo que muchos relatan que vivieron en la infancia o en la adolescencia yo nunca tuve una experiencia de esa clase lo mío surgió a partir de mi gusto por la pornografía lo cual si debo admitir me ha llevado a probar muchas cosas y aquí les cuento una de esas aventuras con mi pequeña hija (Moana)..
Comienzo por describirles vagamente a mi pequeña, Moa como le decimos de cariño es una niña normal de 6 años de piel morena herencia de sus padres, (mi esposa y yo), su cuerpo es el que una niña de esa edad tiene sin exageraciones ni nada por el estilo, de sonrisa y mirada infantl es el amor de mi vida.
El como comenzó todo se los relataré en posteriores relatos si así lo desean. Aquel sábado como era costumbre pase a recogerla a casa de sus abuelos ya que mi ex mujer la dejaba al cuidado de ellos por qué tenía que trabajar (como todos), bien ese día Moa al verme salió corriendo a buscar mis brazos con el clásico.. «PAPI», «HOLA PRINCESA HERMOSA..», tenía para mí a aquella hermosa princesa todo un fin de semana largo ya que en mi país aquel siguiente lunes era feriado así que podría disfrutar de aquella muñequita hermosa.
Aquel día Moa iba hermosa como de costumbre pues su mamá acostumbra a dejarla muy bonita para cuando vaya a recogerla y en general siempre, ese día llevaba puesto un vestidito azul con bolitas blancas, huaraches y un moñito que hacía juego con su vestido.. le abrí la puerta del carro cosa que la hacía sentir especial (en muchas de nuestras salidas me lo comentó), bien pues nos enfilamos hacia una plaza donde comeríamos y le compraría ropa y zapatos.. hacia meses que le había dado libertad absoluta de escoger su ropa, pues al no estar diario con ella supuse que sería una manera de justificar la ausencia en casa todos los días, bueno pues llegamos a las tiendas, y la niña feliz se paseaba por los pasillos viendo y dejando prendas escogiendo lo que le gustaba viéndome con una ternura que te mataba para que le autorizaba la compra, me derretía su inocencia y no me negaba casi nunca, después de un rato de escoger vestidos, playeritas y shorcitos, cuando ya nos dirigíamos a las cajas a pagar la cuenta de pronto veo que mi niña se queda viendo un conjunto de playerita y shortcito con unicornios estampados, fruncí un poco el ceño a modo de broma a lo que la niña con esa mirada que me regalaba me pedía que se lo comprará, solo sonreí y camine rumbo a la caja a pagar ya que aún faltaban algunas compras y pensé «LA NIÑA TIENE QUE COMER».. en eso estaba cuando de pronto..»PAPI, ME PUEDO LLEVAR PUESTO ESTE SI?».. era el conjunto del unicornio..»MOA, PERO NO TRAES LOS ZAPATOS ADECUADOS» «PORFI PAPITO», obvio no me iba a negar, después de preguntar a las vendedoras si era posible una de ellas amablemente nos indico que pagarmos y que a la salida mostraramos el ticket, hicimos el proceso y salimos a la tienda de zapatos en busca de unos para la escuela además de algunos más que le quería yo comprar..
Para no hacer tan tediosa la historia salimos de la tienda con varios pares de zapatos incluidos los escolares indicados por su mamá y obviamente unos tenis que hacían juego con el conjunto que le acaba de comprar, pasamos al área de comidas a comer una hamburguesa, mientras nos traían la comida Moa opto por ir a jugar a los juegos del local, al estar en un sitio con muchas familias con niños pequeños llegas a sentirte algo incómodo pues aunque no te digan nada simepre están esas miradas diré desaprobadoras, así que decidí ir a buscar a mi niña a los juegos pues la comida estaba servida, una cajita y una malteada para ella y una hamburguesa para mí.
Salimos del local y procedí a dirigirme a casa era ya media tarde así que después de unas horas de compras pensé que era el momento de irnos a casa.
Les cuento que viví en un fraccionamiento a las afueras de mi cuidad por lo que en el camino hay algunas comunidades en las cuales hay caminos prácticamente solos, cuento esto por qué de ahí se deriva lo que les quiero compartir..
«PAPI, QUIERO HACER PIS», «NO AGUANTAS A LLEGAR A LA CASA?», pregunté, ella con su mirada que amaba no respondió y bajo su cabeza, así que me desvíe en uno de esos trechos solitarios buscando donde la niña pudiera hacer sus necesidades.
Me metí por un camino de terracería con parcelas y árboles de pirul que otorgaban un paisaje desierto ya que nadie o casi nadie pasa por ahí, me pare a un costado de unas parcelas junto a un árbol de pirul el cual daba una gran sombra, acto seguído la niña se bajó a orinar junto al árbol con tanta inocencia que no le importaba quedar de frente a mi observando como salía su orina, fue ahí cuando el morbo se apoderó de mí y decidí actuar.
Cuando estaba por subirse el short, «ESPERAME NO TE LO SUBAS LE INDIQUE», por un momento no entendio el por qué hasta que pronuncie las palabras mágicas..»¿NO QUIERES JUGAR UN POQUITO», le pregunté, entendiendo a qué me refería por fin solo sonrió y se quedo ahí con la parte baja de su cuerpo totalmente desnuda ante mí.. «SIENTATE AHÍ», le indique señalando una piedra que estaba a un costado del árbol en el cual nos habiamos detenido minutos antes, coloque una sabanita que llevaba siempre ya que está no era la primera vez que hacíamos algo así, la niña instintivamente se sentó abriendo sus piernas usando sus deditos para abrir su vaginita esperando que como en otras ocasiones jugará con ella con mi lengua, ese día tenía pensado algo diferente.
Saque mi celular, ella miraba expectante pues tampoco era la primera vez que hacía lo que les voy a relatar.. puse la cámara de mi celular mientras le indicaba que se quedará así como estaba con sus deditos abriendo su vaginita, para más morbo regrese rápidamente al carro y saque su cubrebocas y le pedí que se lo pusiera, una vez que se lo puso comenzó lo genial..
Comencé a tomarle fotos a aquella cerrada e infantil vaginita totalmente virgen un poco abultada quizá por la posición, tomé fotos de cerca, de lejos y en otras poses que ahora les cuento..
«PONTE COMO PERRITO», le indique.. de inmediato coloco sus codos en la roca y sus manitas dejándome una visión perfecta de su vagina y anito, me hacerque y con mis dedos la abrí para que «se viera mejor», y así mi galería personal.
Aquella tarde en esa parcela termino conmigo, comiéndome aquella vulvita virgen la cual ya se mojaba riquísimo para mí deleite, terminando aquella sesión con mi dedo en mi boca señalando silencio, correspondido con uno igual quien sabía a qué me refería..
ufff, me encanta esa complicidad padre e hija, es lo mas morboso de todo. De ahí para adelante placer ilimitado. Me ha gustado el relato 😉