DOMADO POR MI PRIMA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siempre habíamos tenido con mi prima Mirta, una relación por demás maravillosa. Compinches y cómplices en todas nuestras andanzas y correrías infantiles, hasta que los dos crecimos haciéndonos adolescentes y mi prima quedó con unas piernotas y un culazo despampanantemente de locura, que me dejó completamente loco por ella.
Mi felicidad se hizo total, cuando me entero que se vendría definitivamente a vivir en casa, y tanto ella como yo, no podíamos estar más felices.
Por si algo faltaba para que la dicha creciera, mis padres lograron un importante trabajo que los haría viajar y estar toda la semana fuera de la ciudad, por lo que mi prima y yo deberíamos quedar solos en casa. Recuerdo que al enterarnos, bailábamos abrazados y saltando, y mi prima se subió sobre mis hombros y comencé a llevarla montada así sobre mí paseeándola por toda la casa alzando ella sus brazos y yo andando por todas partes montado…felíz…"caliente"..!
No teníamos aún quince años, pero nuestro desarrollo y precocidad nos tenía ardiendo a los dos como hogueras, y yo no hacía otra cosa que vivir mirándola con deseos y ella, provocarme por gusto mostrándome sutilmente sus gordas y hermosas piernotas y su culo y riéndose por gusto disfrutando mis calenturas. Nos reíamos cómplices.
Los dos asumíamos ese juego erótico donde yo era su centro de calenturas, su víctima en esas deliciosas maneras de ella vivir torturándome tan deliciosamente, y los dos nos reíamos gozando ese juego.
-"¡Cuando te agarre, te voy a cojer bieeeeeennnn cojida..!" Le decía yo, y ella se reía y me hacía morisquetas y me respondía:
-"¿Y si te agarro yo a vos y te violo a mi manera…mh???" Y nos largábamos las carcajadas!
Por fin, una tarde que estábamos solos en casa y ya nuestras calenturas eran fuego puro, nos agarramos en una lucha cuerpo a cuerpo así a las risas los dos, y comenzamos a rodar por el piso luchando abrazados y riéndonos en mutuas amenazas de violarnos alocadamente.
Yo, vestía sólo un pequeño short y mas nada en el cuerpo, y debajo del short…nada! Y en un momento de la lucha mi prima coloca uno de sus pies en mi cintura enganchando su pié en el short, y con toda su fuerza presiona y me lo arranca completamente dejándome totalmente desnudo ahí en la lucha. Sus carcajadas, estallaron con toda sonoridad burlona. Yo seguía luchando desnudo, y mi prima se largaba las carcajadas y ahora, su mano buscaba manosearme los huevos y la verga en mi desesperación por evitar ese manoseo, y yo me desesperaba y me empalaba como un burro mientras ella más se reía viendo cómo iba yo quedando además de desnudo…empalado como un burro!
Y en un mal movimiento mío en la lucha ella de inmediato lo aprovecha atrapándome los dos brazos apretándomelos con una de sus piernazas, y quedo completamente dominado por ella sin poder defenderme, y ella…con sus dos manos libres para toquetearme como quisiera. Sus carcajadas eran ahora una sonora y continua alegría burlona hacia mi situación, y yo pataleaba inutilmente y mi desesperación era motivo para más reírse ella a carcajadas de mí, y…empezó "la tortura"!!!
Con las dos manos empezó a hacerme cosquillitas a su voluntad sin poder yo evitar nada, y sus carcajadas y mis gritos desesperados eran un todo allí.
Mis piernas eran un remolino loco pataleando inutilmente sin conseguir absolutamente nada, y sus dedos se deslizaban con torturante sutileza cosquilleante deslizándose por mi desnudéz completa, pasando ya por mi pecho, mis brazos, mis piernas, mi vientre, mi bajo vientre, y…y…sí!: por mis huevos y mi verga! Ahí, mi desesperación me hacía soltar alaridos verdaderamente de locura. Siempre, mi sensibilidad a las cosquillas, fue cosa como atróz!!!
Y una locura como endemoniadamente desesperante me estaba sumiendo en una loca mezcla de desesperación y placer, locura y goce, impotencia y virilidad, lujuria y deseos de estallar en orgasmos sintiendo a mi hermosa prima como una cosa monstruosa y hermosa, enloquecedora y dominante sobre mí…
Le imploraba piedad y reía y lloraba y mi cabeza se sacudía alocadamente y ella reía a carcajadas gozando con un sadismo total, y yo sentía la locura invadirme entero y sentía como si mi cuerpo quisiera estallar y sus carcajadas eran como un mayor motivante a mi desesperación absoluta.
-"Pero primiiiitoooo, ¿que te está pasaaaaaandoooooo????" -Me decía burlonamente mi prima mientras me torturaba, y yo era ya un loco ahí dominado por ella y sin poder lograr absolutamente nada por evitarlo.
Y para aumentar todavía más esa dominación, mi prima logra mover de tal manera la otra pierna ya que la otra apresaba mis brazos, y colocando en mi cara uno de sus pies…comienza a obligarme a lamérselo completamente.
Mi humillación ahí no podía ser mayor. Me estaba dominando de manera completa, me estaba torturando con cosquillas atroces, y encima…ahora tenía yo que lamerle los pies. El olor y el sudor en mi boca lamiendo y sintiendo gusto y olor me hicieron arder todavía más en excitación lujuriosamente bestial, y una avalancha orgásmica me invadió avasallante, y por mi verga empinada, gruesa y larga y dura como una piedra, empezaron a saltarme los chorros de leche mientras mi prima largaba las carcajadas viendo lo que me estaba pasando.
Y sin soltarme decidió seguir así teniéndome y así haciéndome, y yo iba quedando como poseído en una especie de locura entre desesperado y masoquista, hasta que mis pataleos fueron languideciendo hasta volverse un mover lento de piernas…cada vez más y más lento, hasta quedar quietecitas y mis gemidos de placer iban delatando mi entrega absoluta a mi "domadora prima".
Riéndose siempre, decidió entonces recién ahí comenzar a follarme, y comenzamos aquella manera de tener sexo con ella como dominante total de mi cuerpo y gozando los dos sí, pero ella siempre llevando las iniciativas de lo que iríamos a hacer.
Me domó! lo reconozco: mi prima me domó, y aquel amor que entre los dos comenzó, nació allí en aquella lucha en la que no pude contra ella y ella supo conquistarme, para llevarme hasta ese punto de quedar yo poseído no solo por su dominio, sino además, por ese gusto delicioso de ser esclavo de mi prima y gozar siempre siéndolo.
Sí: mi prima…¡me domó!
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