Don Francisco y su nietecita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oscareduardo.
Don Francisco estaba ansioso ese día, después de muchos años iba a recibir la visita de su hijo Alejandro, era uno de sus tantos hijos que había dejado por el mundo en sus años mozos, su vida era una cadena de errores, de irresponsabilidades y actos reprochables y ahora en el ocaso de su vida ese comportamiento le estaba pasando factura…su vida entregada al alcohol y otros vicios le había minado su salud y una diabetes lo tenía desmembrado en vida, al perder sus dos piernas estaba ahora atado a una silla de ruedas…su vida sexual antes disipada y entregada a los excesos estaba completamente limitada y él que se preciaba de ser un depredador sexual sólo tenía un desahogo en masturbaciones ocasionales que no podía disfrutar a plenitud por problemas de erección y de ñapa sufrir de una eyaculación precoz…
Alejandro llegó esa mañana acompañado de su mujer de turno y su hija Isabelita, al fin conocía su nieta por parte de Alejandro, era una niña muy bonita que estaba entrando a la adolescencia, su cuerpo dejaba entrever sus cambios físicos propios de esa edad…sus senos aunque pequeños ya tenían la redondez de los senos turgentes, sus pequeños pezones se translucían en su blusa de tela delgada, sus piernas eran torneadas y blancas…Don Francisco sintió que esa pequeña criatura le había despertado esa salacidad de su juventud…un ligero temblor recorrió su cuerpo y un pequeño recogimiento en sus testículos le preavisó que sus bajos instintos habían sido tocados por la presencia de su nieta.
Su hijo le había traído un mercado de grano, utensilios de aseo y unas frutas entre las que se destacaban varias canastillas de fresas con crema que le gustaban mucho…se organizó rápidamente un almuerzo pues su hijo tenía que salir a otra visita en la parte más alta de la vereda donde él vivía…como postre del almuerzo sirvieron las fresa con crema que el viejo Francisco devoró con fruición…el viejo atento a su nieta vio cómo la niña se deleitaba chupando la crema de las fresas…terminado el almuerzo Alejandro le dijo a su padre que iba a realizar la otra visita…don Francisco le sugirió que como era tarde y el camino era muy empinado era mejor que la nieta los esperara en su casa…aunque su madre no quería dejar a su hija con el abuelo pudo más la autoritaria opinión de los hombres que su débil opinión…
Apenas salió Alejandro el viejo empezó a maquinar como engañar su nietecita para satisfacer sus apetitos libidinosos…con mucha paciencia y voz melosa la fue engatusando con historias de la casa y empujando su silla de ruedas empezó a mostrarle las habitaciones inventando para cada una de ellas una que otra historia de espantos o cosas que despertaban en la niña el interés por cosas fantásticas…la niña fue perdiendo el miedo al viejo que lentamente fue buscando el contacto personal con la pequeña…le preguntó que juegos conocía y la niña contestó sin vacilaciones los juegos que ella disfrutaba con sus amiguitas…don Francisco le preguntó si había jugado a la gallina ciega y la niña le contestó negativamente…don Francisco se ofreció con su acento meloso de abuelo bonachón a explicarle cómo se jugaba…le vendó sus ojos con un pedazo de tela…el viejo le preguntó si ya conocía las partes del cuerpo y la niña inocentemente le dijo que sí…el viejo tomó la mano de la niña y le dijo que por cada respuesta acertada le iba a dar una cosa rica, pero por cada respuesta errada ella tenía que dejarse quitar una prenda…don Francisco tomó la mano de su nieta y la llevó a su oreja…la niña rápidamente le dio la respuesta correcta, el viejo tomó uno de los empaques de fresa con crema, se embadurnó el dedo y lo acercó a la boca de Isabelita, la niña con cierto recelo dejó que su abuelo le acercara el dedo a la boca…cuando probó la deliciosa crema abrió su boca para que el viejo metiera su dedo lleno de crema en su boquita y la niña lo lamió con gusto hasta acabar la crema…cuando la niña chupó el dedo don Francisco sintió una sensación placentera, relacionó por un instante esa chupada de su dedo untado de crema con una caricia oral en su dormido pene…el juego siguió y el viejo le hizo tocar la nariz, nuevamente la respuesta correcta y el viejo otra vez llenó su dedo de crema y lo acercó a la boca de la nieta, la pequeña ansiosa rápidamente lo lamió …
El viejo aprovechando que la niña estaba vendada se quitó la camisa y la puso a tocar una tetilla…la niña vaciló pues no sabía el termino exacto y le dio una respuesta incorrecta…el viejo le dijo que él le quitaría el vestido por haber perdido, pero de consolación le daría un poquito de crema…la niña aceptó complacida y ayudó a su abuelo a quitarle el vestido…la prenda cayó al suelo dejando la pequeña casi desnuda…sus senos ya estaban grandecitos y sus pezones rojos y pequeño parecían dos apetitosas fresas…a través de su pequeño panty podía observar la pequeña rajita de su vagina que se marcaba nítidamente en su ropa interior…de solo pensarlo don Francisco sintió el comienzo de una erección blanda…hacía falta una caricia más motivante para enderezar esa verga dormida…el juego continuó y con preguntas fáciles el viejo fue venciendo el temor a recibir la deliciosa crema en su dedo…las succiones cada vez más fuertes y prolongadas en su dedo lo fueron excitando y el pene flácido fue cobrando vida hasta que se paró en una erección un poco más fuerte…don Francisco se desabrochó la bragueta y se sacó la verga…la contempló feliz y mentalmente le prometió una satisfacción a ese glande arrugado por la edad…tomó la mano de la niña y la hizo tocar esa verga medio parada…la niña quedó pensativa…no sabía que era y por salir del paso respondió que era un dedo…el viejo sonrió y le dijo que la respuesta era incorrecta por lo tanto debería quitarse su pequeño panty o sea quedaría desnuda, la niña obedeció y don Francisco al fin pudo admirar en todo su esplender el bello cuerpo de la niña, su vagina era hermosa pues resaltaba en el Monte de Venus abultado en medio de sus piernas blancas, la entrada de su vagina se veía estrecha y delicada, una pubescencia ligeramente dorada cubría su vagina, un pequeño capuchón ocultaba un clítoris pequeño ligeramente adormilado…don Francisco con ese espectáculo mejoro su erección, la niña se sintió mal por su respuesta equivocada pero el sagaz viejo le dijo que no se afanara que él le daría un premio de consolación bien grande…tomó otro recipiente de fresas con crema y embadurnó el glande de su verga, le dijo a la niña que se agachara para darle el premio y puso en su boca la verga llena de crema…la niña encantada empezó a lamer la crema y de paso empezó a darle una felación maravillosa…el viejo se retorcía de placer al sentir la succión de la pequeña…antes de que se terminara la crema embadurnó nuevamente su pene de la deliciosa crema de fresas y la niña empezó a chupar más la verga …don Francisco estaba que estallaba de gozo…sentía la proximidad de un orgasmo y cogiendo por la cabeza a la pequeña le dijo que chupara más rápido…untó más crema y la niña acelero los chupones hasta que el viejo sintió que un orgasmo llegaba lentamente, la niña aceleró los chupones y el viejo invadido en una serie de sensaciones ya olvidadas eyaculó, la pequeña porción de semen con su sabor ligeramente saladito se mezcló con la crema dulce creando una mixtura de un sabor agridulce que le encantó a la pequeña…
El viejo había logrado una satisfacción muy grande pero quería más…nuevamente con su tono meloso le dijo a la niña que a él también le gustaba mucho esa crema pero le gustaría chuparla en su cuerpo, la niña accedió y el viejo le untó crema a sus pezones y empezó a chuparlos… la nieta empezó a sentir un cosquilleo por todo su cuerpo…eran sensaciones nuevas pero ricas…el viejo para no dejar pasar la emoción de la niña untó más crema en su verga y la puso a chupar nuevamente el pene que estaba recobrando su flacidez…don Francisco atrajo la niña y empezó a tocar sus nalgas…alargó al máximo sus brazos hasta alcanzar su trasero redondo tomándola con fuerza y haciendo un esfuerzo subió a la niña a su silla de ruedas, la hizo sentar a horcajadas en sus piernas y cubriendo sus pezones de crema empezó a besarlos y a chupar los pezones que ya estaban erectos por las caricias del viejo, la acomodó lentamente hacia atrás quedando la vagina de la niña a su disposición…como pudo acercó su boca a ese preciosa vagina y empezó a lamerla…la niña sintió esa caricia tan excitante que abrió más sus piernas para que la lengua del viejo pudiera entrar mejor…el viejo cubrió con crema la entrada de esa abertura y empezó a lamer más rápido la niña emocionada sentía sensaciones tan deliciosas que más acercaba su cuerpo al viejo , su lengua recorría y recorría los alrededores de esa vagina preciosa hasta que empezó a lamer el pequeño clítoris, ahí la niña encontró el máximo placer y casi gritaba de lujuria y pasión, el viejo no aguantó más y la bajó hasta su verga que nuevamente se había parado y acaballó su nieta metiéndole la verga de un solo envión , la niña dejó escapar un grito de dolor al perder su virginidad pero el viejo ya la tenía clavada…como pudo empezó a mover a su nieta encima de su verga hasta que la niña pasado el dolor inicial empezó a sentir placer en esa penetración y ella misma se ayudó para empezar a cabalgar en la verga de su abuelo, después fue una cabalgata de lujuria incestuosa, la vida le dio nuevos bríos al viejo para culminar uno de sus sueños imposibles…a esa edad y en esa condiciones comerse un virgo de una niña…pero esa niña era su nieta y más que remordimiento le quedaba la dicha que ese virgo hubiera quedado en casa…su nieta se movía más y más y ahora se movía como una amazona insaciable buscando en cada giro y en cada vaivén saciar sus más íntimos deseos….
El orgasmo llegó a esa pequeña que sintió que se hundía en un maremágnum de emociones…que subía y bajaba del cielo…que quería gritar a los cuatro viento el placer que sentía…había perdido su virginidad sin saberlo…había entregado el máximo tesoro que tiene una mujer a su abuelo…por su parte don Francisco apenas pudo completar con una masturbación adicional su eyaculación precoz mientras su nieta se quitaba la venda de sus ojos…
La niña se vistió rápidamente y el viejo le pidió que no fuera a comentar nada a nadie.
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La chiquilla le prometió que sí y que además le iba a pedir a su padre que la trajera con más frecuencia a verlo y traerle muchas fresas con crema…porque esa visita y el juego de la gallina ciega no lo iba a olvidar jamás…
Isabelita y sus padres regresaron a la ciudad, la niña no dijo nada pero esa noche a solas en su cuarto empezó a recordar las caricias del abuelo, casi desnuda debajo de las sábana empezó a acariciar su vagina, sintió una humedad pegajosa en su cuquita, se metió el dedo y se sintió encharcada, sacó su dedo y lo chupó…ese sabor le recordó vagamente la mixtura de la crema de fresas y el semen del abuelo…cómo deseaba volver a degustar esa mezcla …aceleró su penetración con el dedo y sintió después de unos breves momentos cómo alcanzaba un orgasmo placentero e intenso, luego se quedó dormida.
El fin de semana siguiente ocurrió algo inesperado, una tía vino a visitarlos y al lado de su tía venía un primo un poco mayor que ella, Isabelita se obsesionó con el chico y se prometió así misma comerse ese chico a como diera lugar, le iba a chupar esa verga y volvería a repetir esa felación hasta obtener la máxima satisfacción.
El domingo siguiente sus padres y su tía se fueron al culto religioso del domingo, Isabelita sabía que eran mínimo tres horas que iban a estar solos, mejor dicho al cuidado de una señora que por su edad era fácil de quitársela de encima…Isabelita ya había hecho aproximaciones con su primo y aprovechando cualquier descuido buscaba acariciar sus partes íntimas, el chico aunque mayor no tenía la cancha de Isabelita y sin querer le fue gustando su proximidad, Isabelita le prometió que si se quedaba callado ella le enseñaría un juego muy interesante…aparte de esto trataba de mostrar sus atributos valiéndose de pequeñas estrategias, la última fue pidiéndole que la acompañara a bajar unos mangos…su primo la acompañó pues le gustaban las frutas, Isabelita se puso un vestido corto, se quitó sus panty y se fue con su primo…se subió adelante dejando al primo que observara su trasero descubierto…el primo sintió una cosa rara al ver esas nalgas y se puso nervioso…subieron y comieron mangos, al bajar Isabelita le dijo a su primo que bajara primero, luego bajó ella y otra vez la vista de ese culo de su prima lo puso nervioso…
Llegó el domingo y sus padres salieron para el culto, la anciana que debería cuidarlos quedó al tanto de ellos pero Isabelita le hizo creer que iban a jugar al escondite y se le perdieron de vista…Isabelita fue a la cocina, sacó de la nevera una crema para un postre y se lo llevó para el cuarto más apartado , llamó a su primo y lo encerró…le vendó sus ojos y le dijo que se acostara en un viejo camastro, le pidió el favor de no gritar y empezó a desnudarlo, el chico trató de reaccionar pero Isabelita ya tenía mucha cancha, cuando su primo fue a hablar ella empezó a besarlo mientras con sus manso le bajaba el pantalón, las caricias de Isabelita empezaban a tener un efecto positivo y el penecito de su primo empezó a pararse, Isabelita le quitó su pantaloncillo y allí encontró su objetivo…una verga semidormida empezaba a levantarse
Ella se apresuró y empezó a chupar con intensidad ese pequeño pene, tomo la deliciosa crema y empezó a embadurnar su deliciosa presa, su boca empezó a lamer la verga del infante que empezó a erguirse como el asta de una bandera, Isabelita no cabía de la emoción…el chico se retorcía de placer, nunca había hecho eso y la verdad era muy emocionante…Isabelita intensificó sus caricias y muy pronto los espasmos de su primo y los aullidos ahogados le indicaron a Isabelita que su eyaculación estaba próxima…untó más crema en su glande y sus chupadas fueron más intensas hasta que la eyaculación de su primo inundó su boca…al fin tenía en su paladar esa mixtura afrodisiaca, otra vez sus papilas degustaban la mezcla de semen y crema…de nuevo saboreaba la exquisitez de ese efluvio seminal agridulce…se lo sorbió hasta la última gota…su primo quedó tendido en la cama pero Isabel volvió a tomar esa verga tan rica y empezó de nuevo a mamarla…era una sensación fantástica y como por arte de magia la verga de su primo volvió a erguirse , Isabelita quería volver a recordar esa cabalgata de lujuria y pasión y se acaballó en su primo metiéndose la erecta verga en su rajita que estaba húmeda de tanto efluvio vaginal…empezó desenfrenadamente a moverse y entre más culeaba más ganas sentía de tener ese pene más adentro de sus entrañas…el orgasmo de Isabelita fue espectacular…creía haber cogido un pedacito de cielo…pero ella quería más y más…
Se abrió de piernas y se embadurnó su vagina de crema, cogió a su primo y en un arrebato de lujuria lo clavó de cabeza en su sexo para que la lamiera con su lengua, el chico agradecido por tantas emociones que le había hecho sentir Isabelita empezó como loco a complacerla, Isabelita sentía ahora la delicia del sexo oral…la lengua de su primo logró arrancarle un nuevo orgasmo…eran orgasmos seguidos…eran arrebatos que iban y venían…Isabelita se colocó en cuatro untó con suficiente crema su trasero y le dijo a su primo que la penetrara por el culo…quería saber que se sentía…el pene erecto del primo ayudado por el exceso de crema que sirvió de un lubricante efectivo ayudo para que esa verga erecta fuera penetrando por el conducto rectal de Isabelita que aullaba de pasión…si la mamada de verga era rica…si la cabalgata en una verga parada era deliciosa , la penetrada de ese cilindro de carne por su culito era algo que no se podía describir…su primo ahora enloquecido por tantas sensaciones incrementó sus movimientos hasta que su pene entraba y salía fácilmente por ese culito que hasta horas antes estaba virgen…mientras su primo la culeaba sin descansar Isabelita empezó a masturbarse agitadamente , esa doble penetración la tenía enloquecida, la verga de su primo por detrás y los tres dedos que entraban y salían por su vagina la enloquecieron y un orgasmo simultáneo llevó a la pareja de primos al clímax más intenso entre un hombre y una mujer…
Los dos chicos salieron del escondite y haciendo que jugaban a un inocente juego de la pega dejaron libre de suspicacias a la señora que los cuidaba.
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