Drogando a mi hermana
Este relato es de cuando drogué a mi hermana.
Esto sucedió una noche de Agosto, en mi departamento en capital federal, en Argentina. Fueron una serie de casualidades las que hicieron posible esa noche, además de mi obsesión durante años con mi hermana. La obtención de la droga en si, que mi hermana necesitara de mis servicios y que mi hermano hubiese vuelto a nuestra ciudad natal por las vacaciones de invierno fueron todas situaciones que fueron propiciando esta oportunidad que tuve de cumplir mi fantasía de tener a mi hermana para mi un rato y de hacer con ella lo que quisiera. Pero empecemos por la obsesión.
Cuando mi hermana tenía entre 12 y 13 años y yo 14, una conversación entre amigos del club donde jugábamos al basket mi hermano y yo me hizo ver a mi hermana de otra forma, algo que hasta entonces no había ocurrido nunca. Esa tarde nuestros amigos comentaban el tamaño de las tetas de mi hermana, que se había desarrollado de golpe, y como parecía que estaban a punto de romper el sostén de la bikini que tenía puesta. Entre risas y cargadas típicas que sufrimos los que tenemos hermanas con buen cuerpo (y a demás lindas facciones, mi hermana era hermosa la verdad) Alguien dijo que le daba envidia que vivieramos en la misma casa que ella, porque se imaginaba poder espiarla en el baño, verla dormida, espiarla cambiándose en su habitación y masturbarse todo el tiempo viéndola y pensando en ella. Yo le dije que como era mi hermana yo no la veía asi, y que si quería cambiábamos de casa así yo podía espiar a la hermana más grande de él. Todos nos reímos y fue un momento muy gracioso. Pero esa noche, cuando fui al baño a eso de las 2am porque siempre fui muy nocturno y estaba despierto leyendo, vi la puerta de la habitación de mi hermana semi abierta y con la luz de la lámpara de su mesa de luz prendida. Entré sin hacer ruido para apagarle la luz y cuando estuve al lado de su cama vi que estaba dormida con su bikini negra, y como el pezón de su seno derecho asomaba un poquito por debajo de la tela. En otro momento no le hubiese prestado atención, pero luego de la conversación de esa tarde mi forma de ver a mi hermana había cambiado completamente aunque no me hubiese dado cuenta hasta ese momento. Miré su carita tierna y por primera vez reparé en lo hermoso que eran sus labios. Seguí recorriendo su cuerpo con la vista y vi lo grandes que de verdad eran sus pechos, su vientre plano, sus piernas estilizadas de bailarina. Estaba como hipnotizado viéndola y no sé en que momento acerqué mi boca a la suya y la besé en los labios. Fue un besito corto, pero hizo que se me pusiera la verga dura como una piedra. Luego moví un poco más la tela de su sostén, con las manos temblando todo el tiempo, y cuando liberé completamente su pezón, acerqué mi boca a su pecho y le pasé la lengua suavemente, haciendo que su pezón se pusiera duro. En ese momento mi hermana hizo un movimiento que casi me da un infarto y se giró en la cama dándome la espalda. Le vi el culo, durito y perfecto y me tenté de tocarlo pero me contuve, apagué la luz de la lámpara y fui directo al baño a masturbarme pensando en todo lo que había pasado hacía un momento.
Ese fue el inicio de mi obsesión por mi hermana y de mis visitas nocturnas a su habitación, que con el correr de los días, meses y años que vivimos en nuestra ciudad natal fueron cada vez más frecuentes y me dieron muchísimos motivos para hacerme la paja pensando en mi hermana. En todas la veces que fui bien entrada la noche a su habitación, fui ganando cada vez más confianza en mi habilidad para moverme sin hacer ruido, para tocarla suavemente y percibir cuando podía despertarse, para saber si estaba profundamente dormida y podía animarme a tocarla con mayor libertad o si por el contrario, tenia que limitarme a verla dormir e irme sin hacerle nada porque podía despertarse. Hubo ocasiones en las que casi fui descubierto, hasta que aprendí como era el sueño de mi hermana. En general tenía el sueño bastante pesado, pero eso era especialmente así los días que tenía doble ensayo en el instituto de danzas al que iba.
En esos días, parecía que podía hacerle cualquier cosa y que no se iba a despertar nunca. Fueron esos días en los que pude, por ejemplo, ver la conchita depilada de mi hermana y tocarla. Hubo una ocasión en la que hasta le pasé la lengua por los labios externos. Siempre que mi hermana tenía doble ensayo era una oportunidad para mi para poder abusar de ella. Una vez hice que me masturbara, muchas veces le pude meter un dedo en la conchita, algunas veces le acerqué mi pene a los labios y saqué fotos, una vez le pasé semen de una servilleta de papel en la que había acabado masturbándome al lado de ella por los labios y por uno de sus pezones. De más está decir que yo quería más. Quería estar adentro de ella, sentir el calor de su vagina alrededor de mi verga, pero por más sueño pesado que tuviera eso era una tarea imposible de realizar en condiciones normales. Así que durante años tuve la fantasía de cogerme a mi hermana dormida.
Pasaron los años y nos fuimos yendo de nuestra ciudad hacia capital federal para estudiar. Primero fui yo, luego mi hermana y por último mi hermano más chico. En el año que vivimos solos mi hermana y yo en el departamento que alquilaban nuestros padres me la pasé entrando en su habitación como cuando éramos más chicos y espiándola en el baño cada vez que podía. Cuando estuvimos los 3 juntos eso fue cada vez más complicado porque la habitación de mi hermana y la que compartíamos mi hermano y yo estaban pegadas.
Luego de 2 años viviendo los 3 juntos, mi hermana se mudó con una amiga y nos veíamos los fines de semana o cuando volvíamos a nuestra ciudad de origen en vacaciones de invierno y verano. Nunca perdí la esperanza de poder cumplir mi fantasía de cogerme a mi hermana dormida pero cada vez tenía menos chances de hacer nada al respecto. Y acá es donde entran en juego las drogas y la oportunidad que tuve de conseguir las que me permitieron tener 2 encuentros con mi hermana dormida completamente a mi disposición.
Nuestra abuela paterna había comenzado a tener algunos síntomas psiquiátricos y entre las medicaciones que le recetaron había clonazepam. Una tarde en la que fuimos a visitarla, mientras mi familia estaba en el comedor de su casa, fui rapido a su habitación y me robé una tableta de clonazepam de su bolso de medicamentos. Como mi abuela siempre estaba perdiendo las medicaciones, nadie se dio cuenta nunca de que me había robado una tableta. Y así conseguí la «herramienta» que necesitaba para cumplir mi fantasía, pero la situación para utilizarla no se presentaba nunca. Hasta que una tarde de Agosto mi hermana me mandó un mensaje que propició la primera vez que drogué a mi hermana.
Yo me dedicaba a hacer masajes y era, todavía soy bah, reikista. Mi hermana estaba muy contracturada y me preguntó si yo podía hacerle masajes. A demás estaba estresada porque se había peleado con el novio de ese entonces hacía poco y si yo podía, también quería que le hiciera una sesión de reiki para calmarse un poco. Nuestro hermano se había vuelvo a nuestra ciudad natal por las vacaciones de invierno y no volvería hasta dentro de unos días, así que también me pidió quedarse en mi departamento porque el lugar donde ella trabajaba estaba más cerca desde allí que desde el suyo. Era el momento perfecto para intentar cumplir mi fantasía, así que antes de que mi hermana llegara machaqué las pastillas y guarde el polvo que resultó de eso en una bolsita hermética.
Mi hermana llegó y comenzamos con la sesión de masajes. Estuve toda la sesión con una erección brutal que me hacía doler la verga mientras pasaba mis manos por ese cuerpo que estaba deseando tocar con completa libertad. Al terminar, le ofrecí que se fuera a bañar, mientras yo preparaba un té y después hacíamos la sesión de reiki. Mi hermana se fue a bañar, yo preparé el té y le puse la mitad del contenido de la bolsita en su taza. No se disolvía bien y eso me preocupó un poco, pero cuando mi hermana se tomó casi toda su taza de golpe se me fue la preocupación de que sospechara algo y volví a tener una erección tremenda. Ella se recostó nuevamente en la camilla y yo empecé a hacerle reiki.
Como no sabía cuanto iba a tardar la medicación en hacer efecto, le estuve haciendo reiki como por media hora. Al cabo de ese tiempo, comencé a probar el estado de sueño de mi hermana. Le levanté una mano, y ella la dejó caer pesadamente en la camilla. Le levanté un poco los párpados y no reaccionaba al estímulo. Respiraba profundamente, lo cual me dejó tranquilo de su condición porque un poco me asusté al no tener respuesta de ella. Le hable suave al oído y recién ahí reaccionó un poco. Tenia una sonrisa de relajación muy divertida y se reía un poco diciendo que no se podía mover. Seguramente lo habrá relacionado a la sesión, no lo sé. La levanté en brazos y la pasé al futón que teníamos en el living del departamento y que usábamos de sillón. Ella estaba vestida con un pantalón largo y negro y un pullover de lana multicolor. Le dije que para dormir seguro era mejor que se lo sacara, y ella como cumpliendo órdenes se desvistió, dejando a la vista que tenía puesta una tanga roja y que no usaba sostén para dormir debajo de la musculosa larga que tenia puesta. Se acostó, me dio las gracias y se tapó con un acolchado que le había preparado yo y se quedó completamente dormida en segundos. Yo esperé unos minutos y comencé a destaparla con suavidad, tanteando sus reacciones porque no estaba del todo seguro del estado de mi hermana. Cuando le quité el acolchado de encima, le levanté la musculosa para liberar sus tetas hermosas y comencé a lamer alternadamente sus pezones mientras le amasaba los pechos. la falta de reacción de mi hermana me dio la pauta de que estaba profundamente dormida y de que la medicación había surtido efecto. No quise sacarle la tanga por miedo a no poder volver a colocársela, asi que fui separando las piernas de mi hermana lentamente para tener mejor acceso a su conchita y mover la tanga un poco para descubrirla. Cuando la tuve con las piernas abiertas, mi pene luchaba por salirse de mis boxers y mi pantalón, así que me quité la ropa y me coloqué suavemente entre sus piernas. Acerqué mis manos a su tanga y tirando un poquito logre moverla a un lado de sus labios vaginales. La vulva de mi hermana estaba casi completamente depilada. Acerqué mi cara y lo primero que hice fue olerla. Me embriagó el olor de su conchita mezclado con el jabón que había usado para bañarse. Separé un poco sus labios externos con mi manos, vi lo rosaditos que eran sus labios internos y comencé a chuparle la concha a mi hermana. A los pocos minutos me estaba volviendo loco el olor y el sabor de sus jugos vaginales y ya no podía más de las ganas de cogerla. Me levanté y fui a mi habitación a buscar un condón. Era el ultimo que me quedaba, y tuve tanta mala suerte, o no era ese el día en el que iba a poder cumplir mi fantasía no sé, que al abrirlo lo rompí sin querer. Me quería matar de la bronca, y no podía ir a buscar otro porque no sabía cuanto iba a durar el efecto de la droga. Volví al futón y la excitación pudo más que la razón, asi que decidí que me iba a arriesgar a cogerme a mi hermana sin protección. Me puse de nuevo entre sus piernas, acerqué mi verga a su vulva y comencé a frotarme con ella para lubricar mi verga. Con cada roce sentía que iba a acabar, y un poco estaba dudando de meterle la verga por miedo a acabar adentro de ella. De todas formas me acomodé mejor encima de ella, y mientras le acercaba la verga a la entrada de su vagina, la besé. No se si fue el roce de la punta de mi pene con los poco vellos púbicos que tenía mi hermana, o si fue el hecho de que ella abriera por un instante los ojos, pero el caso es que no pude penetrarla y acabé sobre sus labios vaginales y sobre su vientre. La limpié bien, la tapé y me fui a dormir con muchisima adrenalina por lo que había hecho. Al otro día mi hermana se despertó con cierta dificultad, se sentía lenta. Quedamos en que iba a ir a trabajar pero si se sentia mal se iba a ir a su casa a descansar. Todo lo atribuyó al cansancio general que tenía, al estrés y a la relajación de la noche anterior. Yo me quedé preocupado, buscando efectos secundarios de las drogas, también averiguando la posibilidad de que quedara embarazada por haberle acabado sobre la vulva. El caso es que estuve varios meses durmiendo mal y pensando en todo lo que había podido salir mal. Si en otra momento se daba la oportunidad de drogarla nuevamente, esa vez iba a estar bien preparado.
Casi un año y medio más tarde, la oportunidad se presentó sola nuevamente. Mi hermana vino a vivir unos días a mi nuevo departamento mientras en el de ella hacían unas refacciones. Era Diciembre, nos quedaban unas semanas antes de volver a nuestra ciudad para las fiestas y las vacaciones de verano y nuestro hermano ya se había vuelto porque no tenía finales para rendir en la universidad. Esa tarde salí a comprar algunas cosas para cuando llegara mi hermana. Algunas frutas y verduras, carne y condones para que no me sucediera lo de la vez anterior.
Ella llegó, nos pusimos al día mientras cenábamos y nos pusimos a ver una película en el televisor de la sala. En todo el tiempo que transcurrió entre un episodio y el otro, estuve investigando un poco y me enteré de que las drogas como el clonazepam no son solubles en agua, por eso no se disolvía bien en el té. También, que son más fáciles de enmascarar en jugos, como el de naranja, y que tienen mejor efecto de esa forma que tomándolas con agua. A mi hermana le encanta el jugo de naranja y zanahoria, así que le ofrecí uno, que ella aceptó muy feliz porque a demás esa noche hacía muchísimo calor. Le di su vaso, con las drogas ya mezcladas y hasta hicimos un brindis. Ella le sacó una foto a su vaso para subirla a las redes sociales y luego se lo tomó casi todo de un trago.
Se terminó de tomar el jugo, seguimos viendo la película y de a poco se fue quedando dormida. Tenía puesta una remera y un shorcito deportivo. Le hablé suave y le dije que para dormir era mejor que se sacara la ropa y esta vez no me sorprendí para nada al verla quitarse la ropa y quedar solo con una bikini roja, que por algún motivo llevaba debajo de la ropa en vez de ropa interior de algodón. Esperé unos minutos como había hecho la primera vez, pero a demás esta vez estaba preparado para más cosas.
Preparé la cámara web de mi pc, puse un programa de grabación de video, fui a buscar una toalla para poner debajo de mi hermana por las dudas de que ocurriera algún imprevisto y para evitar que sus fluidos mojaran el colchón del sillón/cama en el que estaba acostada y hasta llevé un antifaz de dormir para cubrirle los ojos. Todas esas precauciones había tenido en mente desde esa vez en la que no pude cogerme a mi hermana.
Le separé las piernas como la primera vez, coloqué la toalla debajo de sus nalgas y piernas, le corrí la tanga de la bikini para dejar su vulva descubierta y le bajé el sostén para liberar sus tetas. Puse la cámara a grabar y como el cable era largo, hice planos cercanos de su cara, sus tetas y su conchita antes de colocarle el antifaz en los ojos. Me puse entre medio de sus piernas y volvi a chuparle la concha a mi hermana otra vez, saboreando cada momento y sabiendo que esta vez iba a poder cumplir mi fantasía de cogerla dormida. Otra vez, como en el primer encuentro, mi verga me dolía de lo dura que estaba. Me coloqué un condón y, aunque la conchita de mi hermana estaba muy lubricada por mi saliva y sus fluidos, le coloqué el contenido del sobrecito de lubricante sobre la vulva y le metí un dedo suavemente que entró con muchísima facilidad. Luego de unos minutos le metí otro dedo más y como también entraba facil, me dispuse a cumplir mi fantasía al fin. Agarré la cámara, la cambié de ángulo, corroboré en mi pc que se veía bien, y acerqué lentamente mi verga a la entrada de su vagina. Sabía que mi hermana no era virgen, pero de todas formas la fui penetrando con mucha delicadeza. Tenia la conchita muy apretada y su calor me fue envolviendo la verga a medida que avanzaba. Te la metí toda y sentí como su canal se tensaba un poco alrededor de mi verga. La fui violando lentamente y a los pocos minutos no pude más y acabé con mi verga completamente dentro de mi hermana. Cuando sentí que mi erección disminuía le saque la verga, me quité el condón y le tire el semen entre las tetas. La limpié bien con la toalla que le había puesto debajo, volví a cubrir sus pechos y vulva, la tapé solo con una sábana y, luego de cerrar el programa de grabación y apagar mi pc, y de llevar la toalla al lavarropas, me fui a bañar y luego a dormir. Al otro día mi hermana se despertó como si nada y después de desayunar nos fuimos a tomar unos mates a una plaza y nunca hubo ningún indicio de que ella supiera o sospechara que 2 veces fue drogada y abusada por mi, y que la última vez finalmente cumplí mi fantasía de cogerme a mi hermana dormida.


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En mi caso mi hermana aún tenía el sueño más profundo y la primera vez que le baje su calzón ella durmiendo de costado dándome la espalda, muy despacio ensalive mi verga un empujé muy despacio y le llegue a meter la cabeza en el ano, sii un respingon y me salí, espere a que se quedase sirmida y otra ve, apunte y llegue a meter la cabeza de mi verga en su anony dio otro respindon y allí lo dejé fue en ese momento lo máximo, llegar a meter algo de mi verga en una hembra y fue mi hermana fue lo más morboso, degenerado pero jo me importó, tuve que acabar con un paja,o.
Las otras noches ya podía meter algo más de mi cabeza en su culo apretado, lo dejaba un rato, mi verga de los nervios palpitaba dentro de su esfunter rectal, eso me ponía algo excitado y nervioso, sabía que estaba mal pero me arrechaba más que fuese prohibido, no consentido, ya al año y como siempre al dormir me daba la espalda y metersela bien dormida, ya ese culo estaba algo más dilatado, a veces tenia que parar por esos respingones, y acabar en el baño con cada logro de meterle más mi verga ya más de la mitad, y unonde esos días me atreví muy despacio hacerle el mete y saca, al poco tiempo y un día ese esfínter anal de mi querida y única hermana dilató algo más porque tuvo el sueño más profundo de lo normal, creí que daría esos respingones pero nada, así que metí mi verga y esta vez ya entro casi todo, y jo despertaba, me atreví hacer el mete y saca despacio con mi verga ya todo adentro de su culo y no despertaba, dormía bien, así que hice este mete y saca algo más rápido y que rico se sentía, ese ojete estaba más dilatado, algo más mojado(por lo qur años después descubrí que era orgamo anal) pero estaba inconsciente, así que bombee más rápido y le decía al oído susurrando soy tu primer hombre, no iba permitir que un idiota fuese tu primer hombre sino yo tu hermano, esa adrenalina que mis padres dormían cerca y ella podría despertar, me llegó una tembladera anunciando que me venía la leche, y ese fue el punto de extasis y me vine dento de sus intestinos, fue una vaceada espectacular, con un grito ahogado de victoria, lo conseguí me dije, busque una linterna y apunte hacia su culo, estaba abierto, una mezcla de mi semen y algo de su popó estaba saliendo de su ojete, tuve que traer papel higiénico para limpiar y borrar evidencias, que rico fue y que recuerdos me trae evocar eso morosos para muchos retorcido.
Pero es mi vivencia que duró un tiempo más y me todo desvirgarle vaginalmente por allí también fue mi mujer, yo su primer hombre esa vagina estaba más cerrada pero lo logré con mucho esfuerzo y cuidado, luego esa vagina ya dilatada mejor que su culo y por allí le metía más, eso fue aún mucho mejor pero mucho más peligroso porque no podía vacear allí, la embarazaria y sería mi fin, pero desvirgarla vaginalmente fue aún más morboso, porque sus iniciales respingones casi me descubre, porque casi despierta, un tiempo tuve que dejar eso, y después pasada la tormenta otra vez al ataque, antes de eso le.chupaba la concha con los vellos ya grandes, olía más fuerte a concha pero no me importaba, era la concha prohibida de mi hermana, ya antes de que acabas eso ya emanaba esos jugos blanquecinas que le dejaba sin jugos, y fue la concha .as deliciosa que probé, ni con las mujeres que estuve no se comparó con los jugos vaginales de mi hermana, pocas veces luego de meterse en su vagina, acababa dentro de sus intestinos anales, eran los mejores orgasmos. Gracias al sueño muy pesado de mi hermana.
La última noche que sabía que se acabaría, le meti en su culo cambiaba a la vagina, mete culo y mete vagina así estuve durante horas hasta que me vine por última vez en su culo, y ese fue el fin. Mi hermana se fue a un cuarto mas seguro. Ese fue el fin pero evoque eso al ver tu relato, lo mío fue real.
Excelente relato.. o más bien excelente testimonio. Si la hubieras cogido fuerte lo hubiese sentido, y hasta disfrutado como cuando me cogieron a mi, también con clona