Dulce o Truco XXX 6
Regresan las historias ambientadas en halloween ahora conoceremos a un niño que buscara placer con su hermanita….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Tobias solo tenía 5 años cuando vio a su padre casarse nuevamente, no le molestaba la nueva esposa, no entendía mucho , pero varios amigos de su padre decían que era una mujer con un cuerpo de pecado, grandes tetas, como melones, cintura breve, pero culo carnoso que le daban ganas de morderlo, muchos decían que era mejor que la anterior, su madre, aunque no quería hablar de ella, una mujer que se fue con su amante, mandando todo al demonio, cuando el solo tenía 3 casi 4, ya ni la recordaba. Por el contrario la actual esposa, era una señora mas hogareña, la cual gustaba a varios de los amigos de su padre, quienes no dejaban de felicitarlo, pues fuera de los oídos de este, llegaban a decir mañosamente sobre su figura voluptuosa, sus pechos parecían desafiar la gravedad, aunque tenía cara de ingenua, nada de eso le importaba al muchachito, aunque su papá decía cosas como que tenia “boquita mamadora o cuerpo de infarto”, cosas sin sentido para él.
Muchas veces lo escuchó haciendo alguna clase de juego con ella y su papá, se encerraban en su cuarto para pasarlo bien, o eso decía, pero no entendía nada de lo que hacían, parecía que saltaban en la cama, pues esta sonaba mucho, y ella gemía, aunque no le preocupaba porque pedía más, así se daba cuenta que lo disfrutaban, ella sudaba, quedaba despeinada, a veces apenas vestía un camisón casi transparente, dejando ver sus tetas enormes, aparte de una tanga de encaje cuyo coño con dificultad era escondido, pero que se veía jugoso, escurriendo como si estuviera orinando, una imagen que solo Tobias podría disfrutar aparte de su padre, pues se fue a vivir con ellos antes de casarse, quedando como una buena familia, o eso parecía suceder.
Cabe decir que esta era madre soltera de una bebe de meses cuando se casaron, Toby sabía que fue abandonada cuando el padre de Monique se enteró de su nacimiento, por lo que su propio papá se vería como un salvador frente a ella, lo cual le hacía ver bien, aunque al niño poco le importaba, todos eran cambios demasiado grandes, aunque los iba aceptando con cierta facilidad, comida caliente, cariño, un beso en la mejilla sobre su frente al dormir. En verdad su nueva madrastra se metería a su casa, siendo una buena persona, trataba de cuidarle como si fuera la verdadera, eso no le molestó, en veces sintió extraño cuando al abrazarla por hacer algo bien, teniendo los pechos de esta casi en la cara, lo que despertaba unas curiosas cosquillas en su entrepierna, eso era lo bueno, aunque aguantar a una bebe llorando, le molesto, pero por muy extraño que le pareciera a Toby, le decía su padre que debía cuidar a su nueva hermanita, lo cual poco le agradaba, era una nena pequeña, solo se orinaba, ensuciaba o lo que fuera, aunque con ellas aprendería la diferencia entre hombres y mujeres, pues una vez la vio desnudita cuando se bañaron, detalle que le llamaría mucho la atención, pero dejando eso de lado la vida tomaba cierta forma, pero iría notando algunas cosas extrañas durante los días siguientes, comenzando en el primer cumpleaños de la bebe.
Cabe decir que Tobias nunca fue un pervertido, al menos de pequeño, pero si curioso, sabia meterse por todas partes de su casa con un silencio y habilidad que lo hacían dar sustos, pues con su tamaño y caminar furtivo, era capaz de pasar desapercibido, por ello sería testigo de varias cosas que lo marcarían de por vida, como el hecho de ver el cuerpo de su madre adoptiva desnudo, reconociendo las formas que tanto le gustaban a su padre, unos pechos enormes, un culo colosal, un vientre agradable, era un monumento a la lujuria difícil de resistir, todo mientras apenas se cubría por una fina capa de crema que se iba untando luego de bañarse.
Volviendo al tema del primer cumpleaños de Monique, era un día de verano, hacía mucho calor, vivían en una casona vieja, de esas que parecían tener varios siglos de existir, en esta había una pileta para nadar, la pasaron muy bien, Toby recordaba que llegaron familiares, algunos primos, todo estuvo bien, hubo payasos, muchos juegos, un enorme pastel, su madrastra se veía preciosa, usó un bañador que llamaba mucho la atención, varios invitados la veían son intensidad, notaba como su padre siempre quería tenerla cerca, rozando su cintura con el redondo culo que tenía, lo cual parecía ser una clase de juego entre ambos, estaban muy cariñosos entre sí, incluso las manos de su padre se mantenían sobre su cintura tratando de alcanzar cierta parte entre sus piernas, pero en su momento, la nena necesitó ser llevaba a cambiar, nada extraño, solo que en ese instante la madrastra se lo confió a su propio hermano, quien se veía molesto, algo le pasaba, se fue al baño mientras todos estaban bebiendo.
El tío era un joven un tanto rebelde, una persona que siempre hacia de lado a Tobias, pero no tanto a su sobrina, detalle que parecía normal, aunque siempre se veía algo molesto en casa, muchos decían que estaba celoso del padre de Toby, que este quería acostarse con su hermana, pero eso no le importaba mucho al chico, quien no entendía de esas cosas, y no le interesaban, solo sus juegos infantiles. Durante la fiesta el seguiría en sus diversiones, aunque notaba los juegos de muchos adultos, quienes con sus parejas estaban acariciándose levemente, ignoraba a su tío que era soltero, sin embargo se estaba tardando en el baño con la festejada, y un familiar, preguntó por él, así que en forma de juego lo mandaron, a Toby, a revisar dentro, este no tardó en salir a jugar como si fuera un espía. Dentro se movió con su agilidad natural, deseando asustar al joven, pero se dio cuenta que cerraron la puerta del baño, un detalle que habría importado poco, no lo oyeron por la música intentando abrir la puerta, pero el chico con su ingenio se fue a asomar por una ventila notando algo inesperado:
El hombre tenía a la nena en la mesita, todo estaba bien, el olor de un pañal sucio indicaba que terminaba su tarea, pero este le lamia la vulva como si fuera una delicia, le abría las piernitas, intentando tenerla tranquila, disfrutando de aquello, saboreándole con unas ganas que le hacían preguntarse al niño, como sabrá, le acariciaba el resto del cuerpo con aceite infantil, estaba absorto disfrutando, sintiendo cada parte de su pequeña figura, la cual quedaba a su merced, cuando se fue a revisar la puerta con la mirada, y viendo que estaba cerrada, se abrió el pantalón al volver con la nena, termino rozando con su punta aquella parte intima, era como si tratara de metérsela en la pequeña hendidura que Tobias apenas vio un par de veces, el tío estaba demasiado inquieto era como si la vida se le fuera en ello, mientras la bebe solo se le quedaba viendo tranquilamente, con una actitud risueña, pujando un poco, no sabía porque, quizás le estaba haciendo cosquillas, todo estaba listo, al lado el pañal nuevo, pero la nena desnuda no era vestida, sino saboreada por la lengua de su tío o usada en un juego que no comprendía, cuando la punta de esa verga soltaría un liquido blanco, quien hasta ese momento no dejaba de frotarse en su vulva, que se enrojecía por tantas atenciones, en eso diría algo que no llegó a escuchar.
Toby no entendería, pero miraba con cuidado como es que ese hombre le daba todas las atenciones posibles al coñito de su hermanastra, saboreando, acariciándole con manos o mas, dándole un gusto que no entendía, con su verga de fuera intentaba metérsela, haciendo alguna clase de juego con su coñito, se quejaba un poco el hombre, parecía querer hacerle algo, pero no lo conseguía, estaba molesto, no podía verle desde su lugar, y se desesperó, apenas escuchó.
Mierda, está muy estrecha para metérsela – dijo el hombre, cuando el niño se decidiría a dejar de verle y golpearía la puerta, sacándolo de sus pensamientos.
Luego de eso, el hombre saldría inquieto, no habría problemas, la nena usaba un pañal nuevo y se veía limpia, luego volverían a la fiesta donde lo terminarían de pasar muy bien, siendo un gran momento, incluso Toby pensaría que no sería tan malo tener una hermanita menor si podía comer pastel más veces al años, poca importancia le dio a lo ocurrido en el baño, pensando que solo fue un juego más, quizás lo intentaría después, pero después de eso el tío se empezaría a aparecer por la casa muy a menudo, ayudándoles a cuidarles, aunque más lo hacía con Monique, quien era su consentida, aunque no le sorprendía. El tipo era extraño, olía a quemado, y nunca le sonreía, sin embargo, cada que podía, lo espiaba, siempre le cambiaba el pañal a la nena, dándose tiempo en eso, y cuando lo hacia Toby se lanzaba a mirarlo, haciendo lo de siempre, lavarle las pompis, dejarlas limpias, pero al final le iba lamiendo su pequeño coño, trataba de meterle la lengua en esa pequeña hendidura, haciéndole cosquillas a la nena, logrando que esta se divirtiera, incluso le sobaba las tetillas, aumentando la diversión, y en veces le iba rosando su verga con un cuidado, mientras se movía un tanto silencioso, aunque no cuidaba mucho el volumen de su voz, parecía que estaba tratando de hacer algo, pero no entendía que, solo que sentía unas cosquillas al verlo, un calor se formaba en la cabeza del niño, solo tenía unos 5 años, pero un instinto se formaba, en especial cuando el joven intenta meterle la verga pero en la boquita, haciéndola beber esa cosa blanca que le salía en vez de la orina, lo cual le acaloraba, incluso se daba cuenta que le llegaba a soltar una cosa blanca, la cual bebía la nena, y en veces se la echaba en la boquita diciéndole:
Aquí tienes preciosa, tu lechita para que crezcas como buena putita – solía decirle el tío a su sobrina, aunque no entendía mucho Tobias.
Sería como al medio año tras el cumpleaños cuando finalmente todo estallaría, en una ocasión en que su madre olvidó su celular, el decidió tomarlo para hacer un video de lo que pasaba, estaba curioso, no sabía qué sucedía, el juego aquel era muy inquietante, siempre que lo veía le causaba unas dudas que no sabía expresas, el hombre lamiendo la conchita de la nena, producían algo en él, que lo tenía bastante ansioso, pero quería respuestas, sentía un calor en el interior, a veces intentaba tocar a Monique, mas no era lo mismo, por eso filmó como el hombre tallaba su verga contra la nena, rosándola hasta llenarle de leche su vulva, la cual haría que se la tragara después, metiéndosela en la boquita con su dedo que chupo golosa. Cuando lo vio la mujer, esta se espantó, no le quiso decir nada a su hijastro, aparte de darle las gracias con un beso que le hizo sentir sus enormes tetas, dejándole con la duda, pero aparte se daría cuenta que habló con su padre, y luego de ese día no volvió el “tío”, lo cual poco le molestó, realmente era un tipo molesto, pero no dejaba de hacer algo que llamaba su atención. Para Toby la ausencia de ese tipo era un problema, pues no supo que sucedía, sus padres no le quisieron contar nada, era un fastidio, y aunque lo intentaría, le dijeron que se olvidara de todo, pero eso no ocurriría, aunque esto fue por culpa de otro suceso más, solo que esta vez no sería con el hermano de su madrastra.
Cabe decir que sus padres eran cercanos, se daba cuenta que estaban cariñosos todo el tiempo, el hombre besaba a la mujer muy a menudo, sobándole las nalgas o los pechos, era muy efusivo, lo cual le gustaba a ella, siempre sentía como la tomaba con cuidado, haciéndola gemir incluso frente a sus hijos, quienes estaban ajenos a eso, solo viendo que eran muy cariñosos ambos, aunque en veces por curiosidad Toby revisaba en el cuarto de ambos, descubriendo que jugaban a las luchas desnudos, y su papá siempre ganaba, detalle que a la mujer le encantaba, sin embargo, dejando eso de lado, durante su propio cumpleaños, cuando se hiciera una gran fiesta, aunque sin piscina por la fecha, los mayores se quedarían bebiendo un buen rato, Tobias se iría a dormir temprano, dejando a sus papás y tíos bebiendo, todo fue a su gusto, un evento tan divertido con un show de magia, juegos y diversiones, pero a mitad de la noche se despertaría, un poco por culpa de la sed, saliendo a beber un poco de leche, solo que al regresar pudo notar que el baño estaba cerrado con la luz abierta, pensando que su hermanastra tendría un accidente, a veces le pasaba, era una molestia, solo que no escuchó a su madrastra ayudandole, sino a su papá tras la puerta, quien ahora pudo oírle decir:
Ahora si tesoro, papi te dará tu lechita – extrañas palabras o eso pensó Toby.
No entendía porque, pero luego moviéndose como un ratón se fue a asomar viendo como la bebe estaba igual, desnudita en medio de la mesita, con las piernas abiertas, metiéndole ahora su padre la boca en su vulvita, saboreándole, causándole risitas a la niña, que para ese momento tendría poco mas de 2 años, quien se dejaba hacer lo que fuera, pujando un poco, mientras iba sintiendo ahora a su padrastro hacerle eso, era acariciada con sumo cuidado, por una lengua bastante experta que iba despertando toda clase de sensaciones en la nena, sobada con una delicadeza propia para una bebe, depositada en medio, pero igual su padre se sacaba la verga que era más grande que la de su tío, iba tocándole las puntitas, le restregaba todo, dejándole su carga sobre su vientre o dándosela a tomar, en su boquita, iba con un cuidado, disfrutando de su cuerpo, acariciándole con igual lujuria que sentía por su esposa, cargado de un deseo erótico que acabaría por hacerle correrse llenando a la nena su boquita de semen, así finalmente acababa su juego y se iba a su cuarto, lo que le dejaba dudoso de lo que ocurría.
No sabía que pasaba, pero Toby estaba algo inquieto, nadie le querría decir nada, le llegó a preguntar a los maestros, y estos se alarmaron, luego la madrastra se enteraría, y tendría que avisar que fue un accidente que ocurrió con su tío, que jamás volvería a presentarse, entre los adultos quedaba todo claro, pero con el chiquillo nada sucedía, seguía la duda, lo cual le desesperó bastante. Así pasarían los años, donde sus dudas seguían, o casi, cuando cumplió los 9 años, su padre para ayudarle compró una computadora para hacer sus tareas, sin embargo eso no solo le serviría con las clases, pasando largos ratos en internet, descubriría lo que tantas dudas le causó, el sexo, y no solo eso, sería el material adulto, foros de sexo, relatos, o demás videos, en pocos días fue entendiendo lo que estaba sucediendo, aparte que empezó a ver con otros ojos a su madre, lo cual se causó varias dudas, aunque también comprendía lo que sentía, esas cosquillas en su entrepierna cuando ella lo abrazaba dejando que sus tetas lo alcanzaran, o cuando la veía con poca ropa, o los “juegos de lucha” donde pudo ver como su padre le metía la verga hasta el fondo, ahora todo tenía sentido, se la estaba clavando, le mamaba las tetas, ah, un gran descubrimiento previo a la noche de brujas, su fiesta favorita.
Luego de eso todo cambiaba, empezaba a ver diferente a su maestra o demás compañeras, iba reconociendo cuando sensual era su madrastra, por curiosidad quería verle debajo de la falda a la niñas, empezando a sentir un calor que eran vicioso, pues recordaba las imágenes en que un tipo pelón le hacía de todo a una mujer, haciéndola gritas de pasión mientras la ensartaba, igual que lo hacia su madrastra cada vez que su padre se lo metía o le agarraba las tetas, dejándole ahora una nueva duda, ¿Cómo se sentía hacer eso?
Quizás sería por todo lo sucedido, que esa noche de brujas había trazado un plan, sabía que su abuelo iría a cuidarlos, mientras sus padres salían de fiesta por algo de la empresa, pero también era consciente de un detalle a su favor, el viejito se quedaría dormido, muy rápido, en cuanto bebiera la primera cerveza, así que no habría problema, dejándole “jugar” con su hermanita. Ese día se vistió como una especie de monstruo, un fantasma que se ocultaba con una túnica, pero poco le importaba, su hermanita era disfrazada, aunque apenas podía hablar bien, le fallaba decir letras como la R o RR, sin embargo la vestían de bruja con un vestidito negro, poniéndole calcetitas rayadas, y no podía dejar de recordar, cuantas tipas llegó a ver con ligueros cogiendo, siendo abiertas de manera ruda, logrando que estas gimieran con fuerza mientras eran embestidas, exhibidas en poco más que gofas sedientas de sexo, vestidos que eran sacados para mostrar redondas tetas, grandes nalgas o coños mojados como su mamá, aunque algunas otras estaban planas como Monique, a esta le pusieron una peluca que cubría sus cabellos rubios, por una de pelo morado, un sombrerito de punta, le pintaron los labios negros, se veía preciosa, su papá la miró y le tomó un par de fotos, aunque pudo notar que le metía los dedos en su culo.
De hecho se iba dando cuenta, entre ambos, padre e hija, se iba dando una especie de relación diferente, parecía muy normal, pero no faltaba que en ocasiones durante la noche el hombre visitar a la nena para tocarle todo, haciéndole un trabajo de lengua que le encantaba a la chiquilla, quien gemía, en veces ella misma buscaba la verga, sabía que papá la estaba entrenado, la hacía toda una putita rogando por verga, al punto que terminaba ella misma lamiendo con cuidado ese pedazo de carne hasta sacarle la carga. Ahora se daba cuenta, su padre hacia cosas prohibidas con la nena, desde que se fue su tío, este había tomado su lugar, empezando a enseñarle toda clase de perversiones, donde le metía la verga entre sus nalguitas, le tallaba contra su vulvita, incluso le enseño a besar o le chupaba las tetillas, le hacía el amor o tenían sexo, no terminaba de entender lo ocurrido, pero lo pasaban muy bien ambos, Monique aprendía, o algo así, tenía muchas dudas, aunque estaba listo, quería entender que tanto sucedía, lo experimentaría esa noche.
Era algo chico, pero era bien entendido, con solo 9 años su pequeña verga ya se paraba, sentía cosquillas, y empezaba a sentir sus primeros orgasmos, pues en ocasiones se tallaba con algo su pequeña verga, a veces eran los calzones de su madrastra, esos eran sus favoritos por ser más suaves, aparte podía recordar su cuerpo tan voluptuoso, era sencillo fantasear con las veces que la vio coger su padre con ella, aparte olía mucho, algo en eso le despertaba un calor inesperado, que lo hacía desearla como los tipos de los videos a las tipas con las que se cogían, esos que le enterraban la verga a las mujeres entre sus piernas, aunque no terminaba de entender porque, solo se guiaba por lo que iba viendo, sospechando que se sentía demasiado bien, y por suerte, hasta ahora no lo habían descubierto.
La noche de Halloween salió con su abuelo paterno a pedir dulces, el señor tomaba las manos de ambos para que no se perdieran, aunque no tardaron mucho, apenas fueron unas pocas casas donde les dieron cualquier cosa, lo cual fue frustrante, luego sus padres se fueron y el viejo quedó a cargo, quedándose a ver una película, pero a las 2 horas tras una cerveza se quedó dormido, lo que aprovechó Toby para ir a jugar de manera especial con Monique. Muchas veces la había visto divertirse con su padre dejándose agarrar ahí abajo, lamiéndole la vulva, pero no solo eso, también le hizo que le chupara la verga, aunque lo que más hacía era picarle el coño hasta dejarlo embarrado de una cosa blanca, pues nunca se lo metió, pensó que ella se dejaría, mas no fue así, ella se quejó, pues su padre le dijo que no jugara a eso con nadie más, lo cual le molestó bastante, por poco hacia un berrinche que despertaría a los muertos, o al menos al abuelo, lo cual le molestó a toby aunque encontraría la forma de hacerlo. No era lo habitual, pero sabía de algunos chocolates especiales, eran rellenos, los guardaba su papá en una cajita, se los daba a su madre cuando quería jugar a lo mismo que en los videos, con eso podría hacerlo, envinados, o eso recordaba, eran fuertes, y pudo haber ido, si no fuera porque al revisar su bolsita, tenia algunos, lo que le dejó pensando ¿Quién se los metió? Pero eso no importaba en ese momento, pues al dárselos a su hermanita, haciendo una ofrenda de paz, ella quedaría contenta, pues esos eran los dulces más finos que tenia pero no se los dejaban probar, pero sin más ella se los comería en unos instantes, dejando ver un gesto de placer que le excito a Tobias.
Una vez que se embriago la niña, quedando en las manos de su hermano, este revisó una última vez a su abuelo, quien seguía bien dormido, incluso roncaba, luego se regresó con su hermanita, y le fue sacando su vestido, le decía que debía irse a dormir, como estaba tan confundida fue sencillo desnudarle, aunque por gusto le dejaría las calcetas puestas, algo le gustaba de esa imagen que había visto en varias tipas cogiendo suplicando por mas recibiendo vergas o le enterraban consoladores, incluso algunos de gran tamaño. Sin demora el chiquillo le bajaría las bragas que eran de algodón dejándola casi desnuda en su cama, mirándola como si no la reconociera, estaba preciosa, con un cuerpo de buena forma, un coño lampiño, también sus tetillas planas, su piel tan clara, con sus piernitas en aquellas calcetas tan delgadas que le daban forma sensual a sus piernitas, se quedó pensando en todo lo que debía hacerle, pues la niña no se quejaría, eso debía aprovecharlo, la miraba, era una niña preciosa de grandes ojos, largo cabello y piel clarita, sin poderse detener la comenzó a besar en sus labios, recordando un poco las novelas de su madre, disfrutando un poco del sabor del chocolate, luego empezó a sobar levemente, sintiendo unas cosquillas al hacerlo, era demasiado intenso, pero le encantaba esa sensación, y ella estaba a medio dormir, por lo que fue tocándole, en especial la pequeña vulva, la cual se sentía tan regordeta, suave, tenía un olor mezcla de aceite de bebe con sudor. La siguió besando en los labios sin dejar de tocarle todo lo demás, sintiendo como su pequeña verga ganaba fuerza por la travesura, pues monique se dejaba hacer, era como una muñequita, y sin dudarlo se sacó la ropa para sentir mejor, disfrutando desde el primer contacto con su cuerpo, que le haría erizar los cabellos de su cuerpo en esa emoción tan deliciosa, empezando a frotarse con toda ella, sobaba con todo su cuerpo aquella figurilla que se entregaba a sus deseos, se sentía tan inquieto, su pequeña verga se alzaba de manera ansiosa buscando ese pequeño coño, y se emocionaba, sabía que sus padres estarían fuera hasta después de la media noche, apenas iban a ser las 11, así que tenía tiempo de sobra.
Con algo de temor se fue acercando, sobándola por todas partes, le tocaba las tetillas, las cuales produjeron un ligero gemido en la nena, quien parecía estar dormida, pero aun consciente, seguramente creía que era su papi quien le hacía todo eso, por lo que se quedó obediente a todas sus locuras, la volvió a besar y pudo alcanzar a sentir con su verga la piel, lo que le causó un sensación más intensa, así que continuo un poco más, y por curiosidad besó las tetillas, lo cual causó una reacción interesante, pues su hermanita diría:
Shi papi, esho she shente richo – fueron las palabras y curiosamente abrió las piernitas.
No quería abusar de su suerte, pero comenzaría a comerle el coñito, cosa que varias veces había visto hacerlo a su padre, sabía que a ella le gustaba, se volvía adicta a esa sensación, aunque el mayor prefería meterle la verga en la boca, haciéndole tragar toda su carne de manera viciosa, hasta descargarse, llenándole la boquita con su leche de macho, solo que Tobias no podía hacerlo, así que solo saboreaba aquella vulva, descubriendo por que le gustaba tanto, se volvía una sensación tan adictiva, que su lengua se movía con una mente propia, intentando hacerle sentir una especie de calor embriagador, y con gusto veía que la niña se mantenía contenta.
Toby que ashes – diría súbitamente la niña al verse siendo devorada por su hermano.
Te gusta – respondió el niño en acto reflejo.
Shi, me guta – respondía aunque le trataba de quitar cerrando sus piernitas, lo cual le estaba dando una sensación riquísima.
Esta es mi travesura, déjate querer – le dijo en un arranque de genialidad, y al hacerlo, por hablar con su vulva en la boca, le dio un placer tan intenso que le hizo gemir.
Ella pareció volverse a dormir o quedar aletargada, y se dejó hacer, después de ese pequeño susto, lo pensó poco, aunque siguió saboreando su coñito, logrando que ella tuviera el curioso orgasmo en seco, pues en unos gemidos respiraría más relajada de repente, pero le comenzaba a doler la verga, necesitaba intentarlo, no lo entendía del todo, pues parecía que Monique se había corrido, solo que Tobias no terminaba de entender las cosas, solo que sin más que hacer fue que se decidió a intentarlo, iba a penetrarla, pues muchas veces vio a su padre hacerlo, o al menos intentar penetrarla, apuntándole, tallándole hasta correrse, pero su verga era tan grande y gruesa que no entraba, pero la suya era pequeña, así que se acomodó como en las películas que vio, y por suerte los besos con lamidas que dio le dejaron todo listo, así que al intentarlo pudo meter su puntita, la cual se llenaba de una sensación demasiado intensa, aparte que podía verla, la nena estaba a su merced, con las piernas abiertas, ofreciendo su coño, respirando adormilada, mientras la primera verga de su vida se preparaba para entrar, aunque esta no era tan grande, así que apenas pudo insertarse entre los labios, pero la sensación eran indescriptible. En un momento Tobias comenzaría a follarsela, a pesar de tener solo 9 años estaba cogiéndose a su hermanastra de solo 5 años, estaba ansioso, dándole con todo, pero lo mejor sería que por el tamaño y posición, no le encajaba mucho, sin embargo le oprimía su botón de placer de una forma continua, que siendo constante le provocaba una holeada de calor ideal, causándole a la nena un punzar de placer que iba recorriendo todo su cuerpo, de forma más intensa de lo que hacía su padre, pues aparte el niños acomodándose sobre ella, empezó a restregar su cuerpo, y besarla, siendo cuidadoso de no aplastarla, el solo estaba imitando lo que veía en las películas, pero el miedo que aun se quedaba le hacía ser más cuidadoso, aunque era tan intenso, quería hacerlo mejor, sobar con más libertad, por lo que se atrevió a algo distinto.
Se acostó en la cama y acomodó a su hermana sobre él, así comenzó a puntearla, mientras sobaba mejor su cuerpo, sintiendo como el peso de ella le ayudaba a penetrarla, llegando más profundo dentro de su vulva lo cual era un deleite total, incluso su dedo alcanzaría a sobarle el culito haciendo que pujara un poco, en eso ella reaccionó de manera confundida, pues adormilada se movería al ritmo de las embestidas, dándole un placer especial, que pareció desatar un orgasmo mutuo, pero seco. Era impensable, pero los hermanastros se convertían en amantes, cogiendo como si fueran pareja, sintiendo una placer que no estaba destinado a ambos, la nena se dejaba hacer, sobaba el pecho de Tobias, mientras iba gimiendo, la tenia completamente en su gusto, entregada al placer, hasta que se terminaría corriendo, y por impulso le daria un beso en los labios que ella aceptaría, luego quedaría dormida por completo.
Después de esa noche de brujas, Tobias seguiría viendo como su padre le hacía cosas a su hermana, también películas de adultos donde trataba de aprender toda clase de juegos sexuales, y de igual forma a sus padres coger cuando ellos no se daban cuenta, aunque ahora planeaba algo mas, la manera de poder estar con su hermanita, convirtiéndola en su amante, aunque ahora se daba cuenta, debía mantener el silencio, que de lo contrario no podría volver a estar con Monique, y estaba decidido a quitársela a su papá…
Pregunta: ¿quieren continuación de esta historia? Es de Halloween pero tiene potencial…
Muy buena historia podría convertirse en una saga saludos y espero poder leer los siguientes capítulos y descubrir como comvierten a esa nena en una pequeña perrita toma leche gracias
genial, como no veia comentarios de nadie, pensé que no llamaba la atención la idea, pero con lo que me dices, ok, lo tomaré en cuenta para hacer su saga, gracias…
Gracias a ti por escribir estos relatos tan buenos llenos de pequeñas putitas toma leche