Educado una familia Cap. V parte. VIII
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por wendy1988.
La hermanita de ocho años, Julia, sigue empeñada en aprender del sexo con sus familiares recibiendo a cambio plena satisfacción con gran generosidad de parte de todos
Yo estaba contenta en esos días, sobre todo después de haberme dado cuenta del escondite secreto que mi hermanita Lucy me había enseñado.
En aquel lugar era tan delicioso, tan exuberante y sobre todo, tan íntimo, que solo de recordarlo sentía un calorcillo intenso entre mis bragas. Cierta ocasión en que por la tarde estábamos las dos escondidas entre aquellos matorrales subrepticios, platicándonos nuestras cositas, escuchamos como ruidos que provenían del otro lado de la barda, es decir, del fondo del patio de nuestra casa. Rápidamente nos tomamos fuertemente de las manos afligidas por el temor de que nos fueran a encontrar allí agazapadas. Si eso sucedía no sabríamos qué explicación dar del por qué estábamos allí solitas. Pero Lucy, siempre más animosa y lista que yo, me hizo señas de que me quedara en silencio. Así permanecimos varios minutos, sin hacer movimiento alguno, mientras se escuchaban voces y suspiros entrecortados del otro lado, que se oían suavemente, como si quienes los proferían quisieran permanecer ocultos de cualquier mirada. Lucy me susurró al oído muy quedito que me quedara allí, mientras ella iba a ver de quien se trataba. Yo le dije que estaba bien, pero que tuviera mucho cuidado, no la fueran a descubrir. Ella se deslizó como una serpiente por entre las ramas verdes de nuestro escondrijo, dirigiéndose muy lentamente y sin hacer ruido hasta el agujero de la pared por donde nosotras nos pasábamos hacia el otro lado. Una vez que llegó a la abertura, asomó cuidadosamente su cabecita hacia el otro lado y así estuvo un buen rato observando con curiosidad, mientras yo me esperaba impaciente en mi lugar. Quería saber lo que Lucy estaba viendo al otro lado de la barda, al fondo del patio de nuestro terreno.
Desde donde yo me encontraba podía seguir percibiendo los susurros suaves provenientes del fondo del patio, que poco a poco se convirtieron en gemidos ahogados, grititos de placer y hasta gritos repentinos que al parecer eran acallados repentinamente. Lucy continuaba mientras tanto con la cabeza hundida en medio del agujero de la pared, deleitándose seguramente de una visión nueva que, al no estar permitida en esos momentos para mí, me hacía casi estallas de calentura y emoción, pues claramente me imaginaba que se trataba de algún otro secreto escondido protagonizado entre los miembros de mi familia.
Pasados largos minutos, y al detenerse por completo aquellos los gemidos y susurros que tanto me enardecían, vi que Lucy, reptando entre el verde pasto, regresó hasta nuestro escondite secreto. Una vez allí, le pregunté con desesperación:
-Que paso, Lucy?….que fue lo que viste?
-Shhhhhhh…..calla, Julia….espera un momento hasta que se alejen….
Nos quedamos como mudas por varios minutos, hasta que Lucy calculó que ya no había nadie del otro lado. Entonces en voz baja y acercando lo más que pudo sus labios a mi oído, comenzó a relatarme lo que había visto:
-Eran Mami y nuestro hermanito Carlos.
-Ah si?…y que estaban haciendo?…..
-Hmmmmm….
-Ya dime…; Luci….
-Que crees que estaban haciendo, Julita?
-Ay pues no se…aunque si puedo imaginármelo….
-Mira,…mamita trajo a Carlitos a orinar hasta el patio….Yo pensé que ella no conocía este caminito secreto, pero ya veo que si.
-Ohhhh…espero que no haya descubierto el agujero en la pared.
-Bueno, aunque ella lo descubra…no podrá pasarse hasta acá…no cabría en el hoyo de la pared.
-Ohh..eso me tranquiliza, Lucy.
-A mi también, linda…pero déjame contarte
-Siiiiii….anda…..
-Cuando me asomé por el agujero de la pared, vi que mami y Carlitos estaban debajo del árbol de mango grande…lo recuerdas?
-Si….pero sigue…
-Caritos estaba con los pantaloncitos debajo de las rodillas, mientras mami le agarraba su pajarito que empezaba a ponérsele tieso.
-Huuuuuy….que rico…
-Entonces de repente, mamita empezó a jalarle su pajarito cada vez más rápido; se lo pelaba todito y a Carlitos se le puso bien durito…ya lo tiene larguito el condenado…
-Ah si?…y que mas?…..
-Pues que mami de pronto se agachó y se lo metió a la boca, mientras Carlitos suspiraba profundamente, disfrutando de la caricia con los ojos cerrados. Así le estuvo mamando por un buen rato, mientras él gemía y hasta quería gritar, en tanto que mami le ponía sus manos alrededor de la boca para que no se escucharan sus grititos de placer.
-Ay que lindo…..
-Permanecieron asi un buen rato, hasta que vi que mami se sacaba el pipí de Carlitos de la boca y comenzaba a subirse sus faldas hasta la cintura, haciéndose a un lado el borde de su pantaletas rosada. Entonces pude ver que de los lados de su panochita le salían pelos negros y largos que Carlitos tocó con sus manos mientras los jalaba suavemente. Mamita emitía gemidos ahogados…no sé si los alcanzaste a escuchar, pero enseguida apretaba la boca para no proferir sonido alguno.
Enseguida le acercó su peludo pubis a Carlitos a la boca, y él, arrodillado, comenzó a lamerle su conchita, metiéndole su lengüita hasta el fondo, mientras mami se retorcía de placer. Así estuvieron gozando con frenesí hasta que mami, endureciendo su cuerpo y apretando con sus manos la cabeza de Carlitos sobre su pubis, se vino en un tremendo orgasmo que le llenó de fluidos toda la cara al muchacho. Una vez que acabaron voltearon para todas partes como para ver si nadie les había visto, y subiéndole el pantalón a Carlitos y bajándose ella la falda, se fueron de allí.
CONTINUARÁ…..
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