Educando una familia Continuación del Cap V Parte IX
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por wendy1988.
Ohhh, Lucy…..entonces también a mami le gusta hacer eso…?
-Tu qué crees, Julia….?
-Pues que sí….
-Claro….Como ves, varios miembros de nuestra familia hacen eso no?….
-Si…si.
-Y se ve que lo disfrutan mucho, no…?
-Asi es, Lucy…
-Pues entonces nosotras…porque no, Julia…?
-Claro que si….entonces sigamos
-No….. No es conveniente ahora….Seguramente mami nos buscará, y no quiero por nada del mundo que sospeche nada….. Tenemos que irnos ya, Julia, que ya habrá tiempo para más.
-Ay….está bien…no quisiera, pero…..creo que tienes razón.
Y rápida y silenciosamente como llegamos abandonamos nuestro escondite.
Los días que siguieron fueron días de una dulzura especialmente increíble para mí, ya que el conocimiento de todos aquellos sucesos que se iban abriendo paso ante mí mente de manera tan inesperada, venían a ser como catalizadores de mi despertar al sexo, de la rotura y el resquebrajamiento de mi inocencia, del rotundo descubrimiento de un mundo nuevo y lleno de promesas placenteras. Y así fue, en efecto. A los pocos días de haber conocido de aquella nueva experiencia protagonizada por mami y mi hermanito Carlos, quien en ese entonces tenía doce años, y sin que yo fuera testigo ocular directa sino más bien receptora del escenario contado por mi hermanita Lucy, divagaba mentalmente en todas aquellas cosas que se hacían a escondidas entre mis familiares mayores, y muy dentro de mí, deseaba intensamente adentrarme aún más en el conocimiento de todo lo que ellos hacían entre sí, y de lo que yo, de manera incipiente, participaba también de una u otra forma.
El fin de semana que siguió y con todo el dolor de mi corazón, papito se llevó al establo a Lucy dejándome con un nudo en la garganta, no tanto porque envidiara a mi hermanita (aunque en el fondo de mi corazón y a decir verdad sí había algo de eso), y lloré como nunca de desesperación y de un frustrado deseo; de calentura insatisfecha. A pesar de ello ahora puedo decir que no todo fue tan malo, como podrán darse cuenta enseguida.
Cuando ellos se fueron a la ordeña yo me encerré en mi cuarto a llorar y permanecí encerrada largo tiempo, quedándome finalmente dormida sobre mi cama. No sé si mami me escucharía llorar, pero horas después que desperté ella entró en mi cuarto y me preguntó:
-Que te sucede linda?….has estado llorando?
-Mmmm…pues sí.
-Pero por qué?…
-Porque papito no me llevó…..
-Ay julio….tienes que acostumbrarte. Mira, debes comprender que tu papi no puede llevarlas siempre a las dos. Él va a trabajar y no podría cuidarlas a ambas….entiendes eso?
-Si mami….lo entiendo.
-Bueno, está bien. Ven acá y tranquilízate. -me dijo tomándome de las manos-
-¿No han regresado aún, mami?
-No, aún no.
-Y mis hermanos?
-Están fuera…deben andar jugando por allí….por que?
-No….por nada…..sólo preguntaba.
-Te sientes bien?
-Si, mami….ya me siento bien.
-Hummmmm….ven aquí mi niña linda….no te preocupes que mami te cuidará.
-Si…lo sé.
Estando yo recostada sobre mi cama sentí que mami se acostó también junto a mi y me abrazó. Pero al mover sus brazos hacia mí pude ver cómo en el interior de sus axilas sobresalían algunos bellitos incipientes, como de alguien que tiene por costumbre depilarse pero que por varios días no lo hacía. Aquella visión atrajo por completo mi curiosidad, despertando ciertos deseos escondidos, así que con voz trémula le dije:
-Mami…te puedo preguntar algo?….
-Por supuesto mi hija….lo que tú quieras….
-Por que tú tienes vellitos en tus axilas y yo y Lucy no tenemos?
-Ay mi hija…, pues porque esos bellitos le salen a una mujer cuando tiene más edad. A ti también te saldrán y te crecerán cuando seas más grande…ya lo verás.
-Puedo verlos….? -le pregunté tímidamente y profundamente agitada y atraída por aquel repentino panorama que acababa de descubrir.
-Quieres ver bien como los tengo?…
-Si, mamita….si tú quieres enseñármelos, si…
-Está bien, julia…mira…..míralos bien….
Y levantando ambos brazos estando aún tendida sobre la cama, yo me incorporé y me acerqué a sus axilas para comprobar de cerca aquel singular espectáculo, nuevo para mí. Pude admirar con una excitación que trataba de ocultar, aquella sombra de pelitos recortados que oscurecían las partes axilares de mi mamita y que le daban cierta tonalidad de belleza a sus blancos brazos, delgados y desnudos. Pude darme cuenta también y saborear a mis anchas el intenso y delicioso aroma que ambas axilas despedían, y para qué ocultarlo, que me llenaban de ansias y de deseos, pues aquella visión me agradaba especialmente sin saber por qué.
Estuve contemplando por largo tiempo lo negruzco de sus axilas y hasta me atreví a poner una de mis manos en ese sitio, sintiendo como las puntitas de los bellitos no rasurados de mi mami me raspaban las yemas de los dedos. Todo aquel cuadro íntimo, con mi madre acostada y los brazos levantados en todo lo alto me hicieron recordar aquella parte del relato de mi hermanita Lucy, cuando papi le había puesto su pipí allí en medio y le había besado con pasión sus sobaquitos imberbes. Entonces me sentí tentada a preguntar a mami todas aquellas dudas que vinieron a mi mente en ese momento acerca de aquella zona aparentemente prohibida, que por lo general trata de ocultarse a la vista de los demás, pero que por lo visto era punto singular de satisfacción en las relaciones carnales. Quería saber más, quería saberlo todo; deseaba conocer algún secreto no abiertamente admitido, sino oculto, que me permitiera aumentar mis conocimientos de las cosas que significaban placer para los mayores.
Entonces y sin dejar de tallar mis dedos sobre aquella negruzca zona escondida debajo de los brazos de mamita, le espeté:
-Mami…para que sirven las axilas de la mujer?…..por que les salen pelitos allí?…
-Ay julia…qué preguntas me haces…..Bueno, mira, trataré de explicarte. Esta zona que se encuentra debajo de los brazos es un lugar especial para algunos hombres y también para algunas mujeres….
-No entiendo, mami….
-Lo que quiero decir es que los bellos crecen allí por dos razones: primero, para proteger los brazos de rozaduras,…..pero también sirven para aumentar el deseo sexual en algunas personas; aquellos gentes que saben cómo utilizarlas.
-Ahhhhh…..
-Debes saber julia que esta parte de nuestro cuerpo incita a las personas a hacer el amor….pero eso creo que lo entenderás bien cuando crezcas.
-Ohhhh…si?….pero entonces, por qué se las depilan?
-Ah eso….pues en realidad esa es una práctica social mi hija…quiero decir, es algo que se ha convertido en una costumbre. La mayoría de las mujeres se depilan allí porque ven que otras lo hacen, pero en ocasiones algunas nos dejamos crecer un poquito los bellitos para practicar el amor…..para tener relaciones sexuales, como te decía.
-Hummmm…entonces…. tú no te has depilado por eso?
-Jajajaja…..niña malcriada….
-Dime la verdad, mamita…..quiero saber…
-Está bien….está bien…..ya veo que eres una niña demasiado despierta. Te lo diré para que vayas aprendiendo….pero prométeme que no se lo dirás a papi ni a nadie.
-Prometido….
-Bueno….Mira Julita, no sólo en las axilas crecen los bellos….también le salen a una sobre la vaginita, en medio de las piernas.
-Ohhhhh…..y para qué?
-Oh niña…por lo mismo que ya te dije….
-Mmmmmmm….si?
-Si. Ahora tú tienes apenas ocho años, pero quizás dentro de dos o más te comiencen a salir.
-Qué bien….me gustaría saber cómo será cuando me salgan a mí, mami….
-Pues será igual que lo que estás viendo, Julita…mira, te saldrán bellitos aquí, debajo de tus brazos y también allá abajo, donde tienes esa cosita por donde orinas.
-Ahhhhh…..
-Hay personas más velludas que otras, eso depende, pero a todas nos salen pelitos allí tarde o temprano.
-Entiendo…pero…. tú aquí debajo de tus brazos tienes bastantes pelitos…¿Cómo los tienes allá abajo?
-Oh Julita…pues también tengo…y te aseguro que tengo más pelitos que aquí….
-Me dejarías ver, mamita….?
-Ay Juli….para qué quieres verme allí?
-Para saber como es…..anda, déjame vertelos.
-Está bien…pero con una condición….
-Cual, mamita?
-Que no se lo dirás a nadie….
-No lo diré….
-Muy bien.
Y bajándose de la cama y parándose junto a mí, que me encontraba sentada sobre el borde del colchón, mi mamita me dijo:
-Ven, acércate, julia……
Con un movimiento apresurado por la excitación me bajé de la cama y me puse junto a ella, que en esos momentos ya se había levantado la falda de su vestido hasta la cintura, dejando ver ante mis ojos sus pantaletas blancas totalmente ceñidas a sus nalgas, mientras que en su parte frontal sobresalían algunos manojos de pelo negro azabache, ensortijado y lustroso. Aquella visión produjo una poderosa descarga eléctrica por todo mi cuerpo, sintiendo el típico escozor entre mis braguitas y la suave sensación de humedad en mi rajita. Tomándome de la cabeza, mi mami me la jaló hasta debajo de su falda, precisamente enfrente de su calzón bordado de negruzco bello, cubriéndome luego con la tela de su vestido. Pude inhalar de inmediato el inconfundible y dulzón aroma que caracteriza a las mujeres y que despedía su entrepierna, en ese momento cubierta por su pataleta blanca, contrastando con la oscuridad sombría de los pelitos que se asomaban impúdicos ante mis abiertos ojos.
-Ay mami….cuantos pelitos tienes…..son lindos…
-Te lo parece mi vida?….
-Ay si….son deliciosos…te ves muy bonita….
-Pues así los tendrás tú dentro de poco, Juliaa….
-Oh mamita…yo ya quisiera tenerlos….
-Pues tendrás que esperar, cielo….
-Tardará mucho para que yo también tenga pelitos, mami?
-No lo creo….estoy segura que no.
-Ay mamita,….yo quiero…yo quiero…..
-Que quieres mi niña?…..
-Yo…..quiero……quiero…..
-Anda….dímelo.
-Quiero verlos todos….quiero saber cómo son….
-Quieres que te los enseñe todos?….que me quite las pantaletas?
-Si….si, eso quiero.
-Está bien….pero recuerda lo que prometiste….
-Si…no lo diré…descuida….
-Está bien…pero yo te iré diciendo cómo…de acuerdo?
-Si, mamita….
-Prometes hacerlo como yo te diga?…..
-Si mami…..lo haré.
-Bien…huele primero mi calzoncito….huélelo todo…por donde tú quieras.
-Siiiii….
Parecía que me hallaba en el cielo. Aquella petición de mi mami me dio tal confianza que sin que ella me lo dijera dos vece, comencé a oler ansiosamente sus pantaletas, los bellos que sobresalían por los lados y toda la tela blanca que tenía ante mis ojos, sin dejar resquicio alguno sin saborear con mi olfato. A estas alturas mi cuerpo temblaba, mi boca apenas si podía proferir palabra, y sobre todo, la humedad de mi entrepierna se fua haciendo mucho más abundante.
-Ahora, Julita, quítame poquito a poquita la pataleta…bájamela cariño….
-Siii……
Tomé con mis dos manos el resorte superior de la prenda íntima de mami y comencé a jalar hacia abajo lentamente, hasta que apareció ante mí aquel gran bulto de pelos revueltos que olían delicioso.
-Ahora quítamela toda…..sácamela….
De inmediato procedí a obedecer la orden de mi mami, quitándole el calzón totalmente y depositándolo sobre el colchón.
-Vuélvete a meter debajo de mi falda…..anda……
Sentí como que la voz de mi mami estaba temblorosa al igual que la mía. Obediente y presta como soy para esa clase de enseñanzas, me zambullí debajo del vestido dc mamá, admirando de nuevo aquella vulva preciosa, llena de pelos enredados.
-Ahora, pon tu dedito sobre mis pelitos….tócalos Julita….tócalos como tú quieras…
Inicié una sesión exploratoria con mis manos, metiendo mis dedos entre aquella sortija de bellos negros y brillantes que hacían colchoncito debajo de mis manitas, tocando, subiendo, levantando, bajando y hasta besando con mi boca aquel matojo oscuro y oloroso. Varios minutos tardé en esa posición en tanto escuchaba los gemidos ahogados de mamá tratando de contener su agitada respiración, sin poder evitar presionar su peluda vulva sobre mi cara oculta entre sus piernas.
-Ahora, Julia….pon tus deditos en medio de mi rajadita….
Dirigí mis dedos hacia el lugar indicado por mami y comencé a frotar suave y delicadamente aquella flor de la noche, ya humedecida totalmente de fluidos calientes. Una y otra vez moví mis deditos a lo largo de aquella raja oculta por la mata de pelos mojados, tratando de introducir mi dedo más largo en aquella cueva ansiosa.
-Ahhhhh….que rico…..ábreme la rajita y mete tu lengüita adentro, mi niña….andaaaaaaaaaa.
-Siiii…iiiii.
Poniéndome en la posición adecuada, le abrí ambos labios vaginales, saqué mi lengüita y la dirigí hacia adentro de la abertura prohibida, moviéndola hacia los lados y hacia arriba y hacia abajo mientras degustaba con delectación los jugos abundantes que salían de adentro de la cosita de mi mami. Así estuvimos trenzadas por varios minutos en delicioso chupeteo, hasta que escuché rugir a mi mamita con gritos que en ningún momento trató de ocultar.
-Chúpameeeeeeeeeee….chúpamela Julitaaaaaaaa…..ayyyyyyyyyyyyyyyy…yaaaaaaaaaaaaaa
Sentí la descarga brutal de mami sobre mi boca, y aunque por momentos me faltaba el aire por los apretones que me daba con sus manos puestas detrás de mi cabeza, no desaproveché aquella oportunidad que se me presentaba para aprender más de aquellos juegos tan familiares, pero deliciosos. Una vez que ella se recuperó del tremendo orgasmo, me dijo:
-Yaaa..Julita….ya no más….
-Ya terminaste, mami?
-Si…ya….
-Ay que rico.
-Viste lo que querías ver mi hija?…..
-Si mamita.
-Bueno…ahora recuerda tu promesa.
-No lo diré a nadie como te lo prometí, mamita.
En ese preciso momento escuchamos ruidos en la puerta principal y ella se bajó rápidamente el vestido diciéndome:
-Apúrate, Juli, acuéstate en la cama y hazte la dormida, que ya regresó tu papi…
-Si mami.
CONTINUARÁ…..
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